Capítulo 44

7.1K 462 5
                                    

Christian.

Nora estaba llorando mientras temblaba y se abrazaba a sí misma intentando darse un poco de calor.
Yo estaba asustado, pues sabía que El Señor ya nos estaba buscando y lo peor era que estaban cerca. Lo oíamos gritar cosas como 'Venid y no os haré nada, lo prometo' 'Nora, sabes que no aguantarás mucho aquí sin congelarte, vamos, vuelve conmigo princesa' Esas palabras la hacían estremecerse. Me sentía mal por ella principalmente, sentía que tenía el deber de protegerla. Al no haber otra opción, la cogí en brazos y ella se sobresaltó.

- Christian, sabes que no duraremos mucho. Yo peso y correr conmigo encima cuesta mucho. Nos van a encontrar, Christian, yo lo sé, lo harán y luego me matarán... - Me dijo susurrando. La apreté más con mis brazos, acercándola.

- Nora, nos van a encontrar. Sé que será duro aguantar mucho corriendo contigo, pero pesas menos que una pluma. Intenta tranquilizarte, cariño. No hagas ruido, por favor. - Le dije suavemente mientras comenzaba a correr.
Ella me rodeó el cuello con los brazos mientras me rodeaba la cintura con sus delgadas piernas. Era difícil correr de esa forma, pero era eso o esperar a que me encontrara ese maldito psicópata para matarnos. No estaba dispuesto a rendirme sin luchar. Había esperado demasiado tiempo para escapar y ahora que lo estaba consiguiendo, no iba a rendirme fácilmente. Ya me había perdido dos años de mi vida encerrado, ya había malgastado suficiente tiempo.
Estuve más de una hora corriendo. Por suerte, ese día El Señor, extrañamente, me había dejado un abrigo de piel en el armario, lo que me ayudaba bastante a soportar el frío. Nora tenía su cabeza apoyada en mi hombro y notaba cómo mi hombro se llenaba poco a poco de lágrimas suyas.
Ya no oíamos al Señor, lo que me tranquilizó. Pero esa tranquilidad no duró mucho cuando dejé de sentir las lágrimas de Nora. Podría haber dejado de llorar, lo malo era que estaba realmente fría y temía que se congelara. Se me pasó por la cabeza una imagen realmente desagradable... Nora inmóvil por el frío mientras cerraba los ojos, dejando a su vida huir, mientras se apagaba la poca luz que le quedaba en sus preciosos ojos. ¿Podía una persona morirse por el frío? Claro que era posible y eso me hizo estremecer.

SecuestradaWhere stories live. Discover now