Holaa, volví a subir este capítulo por que algunas de las chicas no les aparece!, si ya leíste este capítulo, pasate al siguiente...<3<3
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Dormí tranquilamente, con Christian rodeándome con sus brazos. Me sentía protegida, como cuando dormía con mi hermano. Me encantaba hacerlo por esa razón, él me protegía. No lo culpaba de mi secuestro.
¿Quién iba a saber lo que me iba a pasar? Yo fui la que decidió irse sola a casa, la culpa es mía. Pero la verdad es que no me arrepentía del todo, sin este secuestro no habría conocido a Christian, y él seguiría allí solo, sufriendo. Me giré para estar de frente a él. Estaba despierto, lo que me sorprendió.
- ¿Cómo estás? - Me preguntó acariciándome la mejilla.
- Mejor que antes. Lo siento. No sé qué demonios me pasó. Estaba muy furiosa conmigo misma. Yo soy la culpable de estar hoy aquí. Christian...¿lo que me dijiste anoche es cierto? -
- ¿Qué es cierto? ¿Que te ayudaré a salir de aquí o que no quería que te fueras porque te has convertido en una persona demasiado importante para mí como para perderte? - Dijo él.
Me ruboricé.
- ¿En serio? ¿Es eso verdad, Christian? Me refiero a las dos cosas. - Le aclaré sonriendo tímidamente.
- Sí, las dos cosas son ciertas. Nunca te mentiría, Nora, lo sabes. - Me contestó sonriendo también.
- Tú también eres importante para mí. De hecho, por una parte me alegro de este secuestro...y esa parte es haber podido conocerte. - Le dije.
No sabía bien por qué razón lo hice, pero acaricié su cara con las dos manos y la acerqué a mí para después darle un suave y sincero beso. Me separé ruborizada y agaché la cabeza.
- No me preguntes por qué lo he hecho, no lo sé...- Le dije acurrucándome en su pecho de nuevo.
- Gracias. - Me dijo pero no lo entendí.
- ¿Por qué?-
- Por hacerlo tú, estaba a punto de besarte yo. - Me aclaró y me abrazó más fuerte con sus brazos, acercándome más a él, si es que eso era posible.
Tras un par de horas abrazados y en silencio, cada uno con sus pensamientos, decidimos levantarnos. Él me vistió, siguiendo la orden del señor, y luego se vistió él. Me peinó y me hizo una trenza, demasiado bien considerando que es un chico. Justo cuando íbamos a sentarnos a hablar un poco, la puerta se abrió. Entró un guardaespaldas y nos dirigieron hacia el comedor. ¡Hora de desayunar! Por dentro estaba dando saltitos de emoción... ¿Qué? Tenía hambre, mucha.
Estaba empezando a recuperar el apetito, lo que era una muy buena noticia. Cuando llegamos nos encontramos a Ángel, Lucía, El señor sentados en la mesa, sin tocar el plato de comida, supuse que nos estaban esperando. Me senté al lado de Christian.
- Bueno, chicos, ¿no nos vais a contar que hicisteis ayer tanto tiempo en el baño? - Dijo el señor con una sonrisa traviesa.
- No tengo por qué hacerlo, estúp...- Empecé a decir pero Christian me interrumpió.
- Eso es algo que preferimos dejar entre nosotros - Dijo Christian.
- Bueno... si vosotros no lo queréis decir lo diré yo. No tenemos que ocultarnos cosas entre nosotros. - Dijo El señor y el apetito que tenía de repente se disipó. - ¿Sabéis que Christian y Nora tuvieron sexo ayer? -
- ¿¡Qué!? - Gritaron incrédulos Lucía y Ángel. Entendía que Lucía se alterara pero Ángel ¿por qué?
Narra Ángel
¡Maldito idiota! ¿¡Por qué tuvo que acostarse con MI Nora!? El señor me había prometido que ella sería mía primero...