Sombras de Luciérnagas ✭☽...

By AleStar26m

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El miedo me consume desde que la vi aquella noche de invierno. ¿Las luciérnagas tienen secretos? ----------- ... More

Prólogo
✭ Capítulo 1
❅ Capítulo 2
✭ Capítulo 3
❅ Capítulo 4
✭ Capítulo 5
❅ Capítulo 6
✭ Capítulo 7
❅ Capítulo 8
✭ Capítulo 9
❅ Capítulo 10
✭ Capítulo 11
❅ Capítulo 12
✭ Capítulo 13
❅ Capítulo 14
✭ Capítulo 15
❅ Capítulo 16
✭ Capítulo 17
❅ Capítulo 18
✭ Capítulo 19
❅ Capítulo 20
✭ Capítulo 21
❅ Capítulo 22 -Recuerdos |Parte I|
✭ Capítulo 23 -Recuerdos |Parte II|
❅ Capítulo 24
✭ Capítulo 25
❅ Capítulo 26
✭ Capítulo 27
❅ Capítulo 28
✭ Capítulo 29
❅ Capítulo 30 - Perdidos
✭ Capítulo 31
❅ Capítulo 32 - Un oscuro pasado |Parte I|
✭ Capítulo 33 - Un oscuro pasado |Parte II|
❅ Capítulo 34
✭ Capítulo 35
❅ Capítulo 36
✭ Capítulo 37
❅ Capítulo 38
✭ Capítulo 39 - "Por mí, por favor"
❅ Capítulo 40
✭ Capítulo 41
❅ Capítulo 42
❅ Capítulo 44
✭ Capítulo 45
❅ Capítulo 46 - Marcy
✭ Capítulo 47 - Juntos

✭ Capítulo 43

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By AleStar26m

Mi respiración era dificultosa. Cada vez nos alejabamos de aquel montón de rocas al que solíamos llamar templo.

Don Carlos iba al frente de nosotros. Una lámpara de petróleo guiaba nuestro camino. Cada minuto, cada segundo era eterno para mí.

Observaba atrás de mi hombro, para cersiorarme de que nadie nos seguía. Un alivio inundaba mi sistema, pero eso no duraría mucho al otra vez pensar en las brujas. Más adelante de mí se encontraba Frank con tristeza en su rostro, estaba cabizbajo, sus ojos estaban cristalinos. Sus esperanzas en encontrar a Ryan fueron en vano al Don Carlos contar que vió a Madeleine y a Gothel, pero sin ningún niño.

Una escena que estaba enfrente de mí, logró que al menos me desconectará un poco de las preocupaciones. Rapunzel y Eugene tenían sus manos entrelazadas. Él le susurraba que todo iba a estar bien.

- Ya te pedí perdón.- Vire mi vista hacía un castaño que le suplicaba perdón a la chica de rizos. Pero ella no se inmutaba, seguía su camino.

- Mérida, perdóname.- Insistía en un hilo de voz.

- Perdón Hiccup, pero ahora no estoy para tus cosas.- Contestó ella y se alejó más de él. Hiccup se empeñaba en seguirla y pedirle perdón.

- Me preocupe por ti, Mérida. No aguantaría de que algo te sucediera.- La tomó del hombro. Pero ella se aparto y lo encaro.

- Pero no era necesario haberme llamado "niña inmadura".- Volvió a retomar su camino.

- Pero no te enojes por eso.- Contestó él siguiendola mientras intentaba en vano que ella aceptará sus disculpas. Él se tambalea al no ver lo que pisa, lo único que parece importarle es que Mérida le vuelva a hablar.

Observe a otra dirección. Carl se encontraba pateando una piedra. No se puede descifrar en su mirada lo que esta pensando.

Una pequeña brisa invernal nos visito. El frío penetro en mis prendas obligando a abrazarme a mí misma. Ahora que mis poderes estaban dormidos, yo podía sentir el frío otra vez.

Unas manos envolvieron mis hombros, encaro mi vista y era Jack. Él llevaba una sudadera azul claro, pero no llevaba el súeter que le di.

- Abrigate bien.- Me recomendo. Entonces toque mis hombros y se encontraba posada su sudadera.

Él me envolvió en ella y me sonroje por su acto.

- Jack.. No debiste..-

- No pasa nada, Elsa. Yo no siento frío y si lo sintiera de todos modos no dudaría en darte mi sudadera.- Sonrió. Acomode mis manos en los bolsillos de la sudadera.

- Gracias, Jack.- Sonreí.

- ¿Cuánto falta para llegar, Don Carlos?.- Preguntó la pelirroja ignorando las suplicas de Hiccup.

Don Carlos no detuvo su caminata, para responder la duda de Mérida.

- Ya falta poco.- Contestó él.- Vaya, ya había olvidado de lo impaciente que eras.- Soltó una carcajada. Sonreí al recordar momentos pasados. Donde no habían preocupaciones, ni tensiones.

La brisa se escabullía entre las ramas de los árboles y de los huecos que habían en los troncos, provocando el sonido de un silbido. Un silbido que al ser escuchado, te podías calmar.
La lámpara de petróleo no ejercía demasiada iluminación, pero la Luna ayudaba.

El camino era siniestro, lleno de árboles que proyectaban sus sombras de maneras macabras que lograban estremecerte.

Podías pensar que alguién te seguía. Eso era lo que me ponía paranoíca. Siempre observaba a ambas direcciones en busca de un alguién. Y que ese alguién fuera el que nos vigilara.

Mi estómago empezó a reclamar por alimento. No había comido nada desde la noche anterior, por que Olga nos había atrapado al amanecer.

- Tengo hambre.- Exclamó Mérida.

- Siempre tienes hambre.- Contestó Rapunzel con una risa.

- No la culpo.- Respondí.- Yo me estoy muriendo de hambre.-

- Tengo suerte de no sentir hambre.- Comentó orgullosamente Jack.

- Que suertudos; Jack, Carl y Frank.- Bufó Mérida.- O tal vez no. La comida es lo más hermoso del mundo.- Sus ojos se iluminaron.

- Si veo un plato de avena de Mamá Olga. Juró que sí me lo acabaría.- Hiccup soltó una carcajada. Pero se detuvo inmediatamente.

- Seguiré insistiendo.- Comentó él, dejandonos confusos.- Mérida, perdóname. Por favor. Perdóname.- La tocaba del hombro varias veces, la pelirroja ya tenía una mueca de fastidio y de aburrición.

- ¡Esta bien! ¡Esta bien! Te perdono, Haddock.- La sonrisa de Hiccup se ensancho por todo su rostro. Él tomó la delantera, por donde iba Mérida, y la envolvió en sus brazos.

- Gracias.- Murmuró hundiendo su rostro en los rizos de la chica.

El tono de piel de Mérida se estaba tornando al color de su cabello. Era un poco cómica la escena. Ella, al sentir nuestras miradas, se aparto de Hiccup.

- T-tranquilo. Sólo te perdone.- Suspiró Mérida, para después reiniciar su caminata.

- Al fin se separan.- Exclamo Eugene.- No hay tiempo para sus escenitas de novios.- Carcajeo.

- Lo dice el chico que va tomado de la mano de Rapunzel.- Canturrea Hiccup. Rapunzel volteo a otro lado, avergonzada.

Eugene en cambió rió un poco.

- Mucho amor aquí.- Contestó Don Carlos riendo. Nos hizo una seña de que prosiguieramos.

- ¿Segura que ya no tienes frío?.- Me pregunto Jack.

Asentí sonriendo.

- Muy segura. Gracias por preocuparte, Jack.-

Él rodeo mi cuello con su brazo. Me ruboricé por tal acción, pero me sentía protegida. Toda esa tensión que llevaba acumulada había desaparecido.

Suspiré y sonreí.

- Ya llegamos, chicos.- Don Carlos nos había guiado a su cabaña. Las ramas de los árboles chocaban en las paredes de madera de la cabaña.

Don Carlos saco de su bolsillo una llave y abrió la puerta, dejandonos el paso.

Sentí un leve mareo seguido de una imagen:

"Era Anna. Ella estaba en un patio de escuela. Ella estaba riendo, tenía a un chico alto y robusto a su lado. Con cabello rubio y ojos marrones. Ellos hablaban animadamente, pero no se escuchaba ningún audio."

Otra imagen paso:

"Anna estaba corriendo en un pasillo. Al parecer estaba escapando de algo. Una chica la alcanzo y la tomo de una de sus trenzas. Anna cayó bruscamente al suelo, rápidamente a su alrededor se formo un círculo de estudiantes; pero al parecer no pretendían ayudarla.
Una chica rubia pateo por repetidas veces el estómago de Anna. En el rostro de mi hermana, las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Su nariz estaba roja por el llanto. En un momento, ella empezó a toser sangre"

Me tropece y casí me caigo. Pero Jack me sujeta de la cintura.

- ¡Elsa! ¿Qué pasa?.- Pregunta preocupado.

No puedo vocalizar alguna palabra. Mis ojos se empañan de lágrimas, mientras sentía un nudo en mi garganta.

Me duele. Me duele como maltratan a mi hermana. Haría todo por ella, con tal de no verla sufrir.

Los demás se preocuparon al ver mi estado. Jack me sentó en el único sillón de la cabaña. Estaba incoloro y desgastado.

- Elsa... ¿Qué paso allá afuera?.- Me preguntó dulcemente Jack.

- Yo...- Las palabras no podían salir de mis labios. La imagen de Anna en el suelo, tosiendo sangre, me consumía. Varias emociones sentía en ese momento.

Seguí mis instintos, rodee el cuello de Jack con mis brazos y lo abrazó. Él se tenso en ese momento, pero pude sentir sus brazos rodearme mi cintura.

- Tuve una visión de mi hermana.- Las palabras salieron solas, sin ninguna orden.- E-ella estaba siendo maltratada.- Solloce.

- Tranquila, princesa.- Me susurraba Jack a mi oído, logrando estremecerme.

- Elsa. Estamos contigo para lo que sea.- Rapunzel levantó mi mentón, que estaba apoyado en el hombro de Jack, y me dedico una mirada dulce.

- Cuentas con nosotros.- Sonrió tristemente Hiccup.

- Siempre te apoyaré, pequeña.- Exclamó Eugene.

Me separé de Jack y Mérida me abrazó.

- Quien sea que estaba maltratandola, lo golpearé.- Intentó animarme, sonreí levemente.

- Y-yo puedo entenderte.- Al fin pronunció una oración Carl. Durante el trayecto él estuvo muy serio.

- Yo también Elsa.- Suspiró Frank.- Ryan fue como mi hermano.- Apreto sus labios, tratando de detener sus lágrimas. - Pero al menos sé que ahora esta con su mamá.- Sonrió.- Siempre quizo eso.-

"El cuento necesita un final feliz, ¿No?.."

Menee mi cabeza, borrando las últimas palabras que había escuchado de Ryan. Sentí que mi estómago se revolvía. Alguién me tendió una taza que al parecer contenía té. Mi vista se levanto y era Don Carlos.

- Toma.- Dijo.- Este té te irá a sentar bien.- Sonrió. Su vista se volvió a los demás.- Sí tienen hambre, ahí.- Señalo un almacen.- Encontraran comida.- Todos, menos Jack, se dirigieron ahí. Pero Mérida estaba en el primer puesto.

Tomé la taza y envolvi mis dedos en ella.

- Jack. Necesito hablar contigo.- Comentó Don Carlos posando su mano en el hombro de Jack.

- Esta bien.- Suspiró él. Don Carlos salió de la cabaña.

Jack me observo directamente a los ojos y su rostro se acerco al mio.

- Sí necesitas algo. Estoy afuera. ¿Sí?.- Susurró. Me estremecí por su cercanía. Mordí mi labio y asentí.

Entonces él poso sus labios en mi frente. Sus labios eran fríos, sentía su respitación en mi frente, logrando un cosquilleó en mi estómago. Nos observamos directamente a los ojos, sin pronunciar alguna palabra. Me perdí en sus ojos, que tenían un tono azulado muy claro. Juré que podía ver un pequeño copo de nieve en su pupila. Jack me sonrio dulcemente para después levantarse del sillón y salir de la cabaña.

Mi corazón estaba latiendo rápidamente. Coloque mi mano en el pecho, tratando de calmarme.

"Deja de later..."

- Elsa. ¿No tuviste otra alucinación?.- Se acercó Mérida. Ella tenía en una de sus manos un sandwich y en la otra había un vaso de agua.- O tal vez ese sonrojo no fue producto de una alucinación.- Insinuo levantando las cejas

- ¿P-por qué lo dices?.- "Rayos, no debería tartamudear"

- Por que estas rojizima.- Exclamó riendo, yo baje la mirada tratando de no caer en los nervios. Cuando su risa se apago ella se sento en el sillón y me extendió el sandwich que tenía.

- Te lo preparé.- Comentó sonriendo.- No tiene mostaza, ni mayonesa.-

- Gracias, Mer.- Sonreí, tomando el sandwich

- No fue nada. Todo por una amiga.- Guiño ella, levantandose del sillón.- Ahora iré a ver que más hay de comer, no tardo.-

Le di un mordizco a mi sandwich. Ahora tenía varias dudas rondando por mi cabeza. No sé el mótivo por el cual alucine eso.

"¡Los niños del Orfanato!"

¿Qué pasará con ellos? Aún no sé si siguen inconscientes o no, pero me preocupan. Sí Madeleine y Gothel siguen allá afuera, les podrían provocar un daño a esos niños.

Yo no quería huír. Yo quiero ayudar a que esos pobres niños esten con sus verdaderos padres.

Tome un poco del té. El liquído caliente bajaba por mi garganta. Era un té de manzanilla.

- Don Carlos es un tipo agradable.- Una voz interrumpio mis pensamientos. Miro a quien interrumpio mis dudas.

- Tengo la sensación de que tú ya lo conocías.- Comentó. Él se sienta en el sillón.

- Sí. Hace varios años, yo estaba rondando por este bosque. Seguía ideando mi plan de venganza hacía Madeleine pero en el camino me encontre con Don Carlos y yo no soy alguien que confié rápidamente en los demás. Don Carlos me bombardeo de preguntas, pero sólo me limite a responder mi nombre y ya. Después me aleje de él, yo creía que tenía algo que ver con Madeleine, por que siempre lo veía en ese Orfanato.- Suspiró.- Pero ahora que veo, sí es alguién de confiar.-

No contestó. Pero todo esto es muy extraño, todos estos fantasmas ya conocían a Don Carlos. Tal vez el propósito de él era ayudarlos, pero Carl es muy desconfiado. Creo que Ryan jamás se volvió a encontrar con él, después de lo de Jack. Siento que Frank también se encontro con Don Carlos, pero tal vez haya sido una vez.

- Pero te digo algo.- Comenzó a decir Carl. Yo lo observe y sin contestar verbalmente y asentí a modo de que comenzara.- Ya no siento la necesidad de una venganza.- Pare de respirar un momento. Esto ya se esta saliendo de control.

- ¿¡Q-qué!?.- Pero al momento en que él me iba a contestar, se escucho como abrían la puerta bruscamente. La puerta se abrió completamente dejando ver la silueta de Don Carlos, después se encontro Jack.

- Chicos.- Sonrió Don Carlos.- Sí queremos vencer a esa bruja, necesitamos ayuda. Y ya la tenemos.-

- ¿De quién?.- Pregunto Eugene.

Don Carlos no contestó. Él dejo que Jack contestará a esa pregunta.

- De los guardianes.-

....-.-.-.-

C: O Dios... ¡Al fin apareceran los guardianes! ^-^
.
-
.

¿Por qué tuvo ese cambio Carl de ya no querer venganza?

¿Dónde estarán esas brujas? ¿De fiesta? XD

*Don Carlos sí se acordaba de Frank y Carl pero quería hablar con ellos hasta después.

*Ya paso apróximadamente un día desde que los niños del Orfanato se desmayaron a causa de los panqueques.

*Sí, Ryan murió.... murió cuando era un niño, convirtiendose en fantasma 7w7 (Jajaja xD aún no diré que paso con él)

- - - -

30/07/15

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