Educando a la futura princesa...

Galing kay Emina02

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Tras una típica vida sin preocupaciones por el futuro, nuestras protagonista tiene que enfrentarse a una inev... Higit pa

IMPORTANTE
Libro 2!!
CAPITULO 1: "El comienzo"
CAPITULO 2: "Propuesta"
CAPITULO 3: "Destino o Karma"
CAPITULO 4: "Un paseo en la fuente"
CAPITULO 5: "¡Buen apetito!"
CAPITULO 6: "Los gatos y los ratones"
CAPITULO 7: "Game Center"
CAPITULO 8: "Cena y mentiras como postre"
CAPITULO 9: "Grupo de idiotas"
CAPITULO 10: "You're an idiot"
CAPITULO 11: "Un Secreto Problemático"
CAPITULO 12: "Conversaciones De Pasillo"
CAPITULO 13: "Castigo"
CAPITULO 14: "Fanática loca"
CAPITULO 15: "Corredores y pasadizos"
CAPITULO 16: "Cita y parejas"
CAPITULO 17: "Como por primera vez"
CAPITULO 18: "Comidas y visitas"
CAPITULO 19: "La cita perfecta"
CAPITULO 20: "Idiota sin remedio"
CAPITULO 22: "Juntas de consejo"
Muy importante
CAPITULO 23: "Zeth y apuestas"
CAPITULO 24: "La chica que necesitamos"
CAPITULO 25: "La chica 2A"
CAPITULO 26: "Aniversario"
CAPITULO 27: "Baile Real"
Un enlace ingenioso
CAPITULO 28: "Salto en el tiempo"
CAPITULO 29: "Feliz cumpleaños"
CAPITULO 30: "San Valentín"
CAPITULO 31: "Parque de diversiones"
CAPITULO 32: "Conversemos y riamos"
CAPITULO 33: "Sin un gatito"
CAPITULO 34: "Dos veces"
CAPITULO 35: "Doppelgänger"
CAPITULO 36: "Decisiones"
CAPITULO 37: "¡Mierda!"
CAPITULO 38: "Soluciones"
CAPITULO 39: "La hoja de la reglas"
CAPITULO 40: "Amistades"
CAPITULO 41: "Salida en grupo"
CAPITULO 42: "Días de juventud"
CAPITULO 43: "Verdad o Verdad"
CAPITULO 44: "De princesa a Hada"
CAPITULO 45: "La decisión de Romeo"
CAPITULO 46: "Romeo y Julieta"
CAPITULO 47: "El viaje"
CAPITULO 49: "Somebody call me wrong"
CAPITULO 48: "Somebody call me right one"
CAPITULO 50: "La princesa de la torre"
CAPITULO 51: ¡Por Helios!
CAPITULO 52: "La chica del cuento"

CAPITULO 21: "Cine y bodas"

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Galing kay Emina02

Después del malentendido en al pasillo no me volví a topar con el príncipe loco, tampoco a la mañana siguiente.

Para el Domigo, salí junto a Fonn a primera hora para recibir nuestro castigo en Dream High, hicimos algo asi como servicio social. Fue un trabajo espantoso e inmerecido.

Las demás chicas se quedaron en el palacio, y no dudo que la fanática loca intente algo para estar con Dylan. Era gracioso ver esas interacciones.

Después de terminar nuestro horrendo castigo las tres fuimos a comer algo a un restaurante cercano.

Hace tiempo la reina me había dado una tarjeta para usarla a mi conveniencia y dinero en efectivo, lo cual agradecía, pero prefería no usar. Era claro que la razón por la que aceptaba aquel compromiso era el dinero, pero uno que nos sacara del hoyo, no que consiguiera privilegios.

Me sentía más cómoda cuando Dylan me compraba cosas por propia voluntad, bueno, voluntad obligada.

Fonn no dejaba de comentar como es que se había encontrado con Will el día anterior y todo sobre el regreso de Gray. Hablamos e hicimos bromas, como un día normal cualquiera.

― Es increíble ― murmuró Sora negando ― ¿Ni siquiera el color de sus ojos?

― Usa esos lentes oscuros ― se quejó Fonn.

― Lo quieres mantener en secreto ¿Es asi?

Sonreí, porque si, básicamente es lo que queríamos.

― Sus ojos son de color zafiro ― dije metiéndome una menta a la boca.

― ¿Cómo los del príncipe? ― preguntó Fonn con los ojos brillantes.

― Más bonitos ― le dije alegre, sabiendo que lo había arruinado pero fingiendo que no ― Y más profundos, quizas un poco más claros.

La ceja de sora se subió, quizas presintiendo algo extraño; pero para Fonn no lo fue en absoluto.

― Yo diría que más bien se parecen a los de Gray.

― ¿Asi que igual que Gray?

Y con eso distraje su atención... Puntos para mí.

― Quiero decir, no es que me haya pasado desapercibido que se llama Will ― rodó los ojos ― Pero ahora dices que tambien tiene ojos como los de Gray.

― Bien, se cómo se ve esto ― dije mostrándole mis palmas como señal de calma ― Pero no es asi en absoluto, Will no se parece en nada a Gray, prácticamente podría decir que son opuestos.

Y si, lo eran.

― ¿Eso significa que en serio olvidaste a tu amor de la infancia? ― preguntó la rubia sorprendida aun, como cada vez que lo mencionaba ― Porque no parecía eso cuando te le lanzaste encima y dijiste eso sobre la cita, y bueno, tuviste una cita.

― Fue una cita de amigos ― aclaré.

― Solo ten cuidado Cat, no vayas a lastimar a ese chico.

Al parecer Fonn tambien estaba preocupada.

Pero no tenían de que en realidad.

Era seguro que nos casaríamos al igual que el hecho de que no nos gustábamos de esa forma.

Hace apenas dos semas había terminado con Amber además, el mismo tiempo que llevábamos conociéndome, la gente no se enamora en dos semanas y menos nosotros que ni siquiera nos soportamos por mucho tiempo.

Yo odio su carácter y él odia el mío, asi son las cosas.

― Esta bien chicas, no tienen nada de qué preocuparse.

La puerta de la entrada timbro indicando que un nuevo cliente entraba, el sonido me hizo voltear a ver, y vi a mi hermano con sus amigos entrar.

― Hey tarada ― dijo llamándome la atención con una sonrisa.

Sus amigos rieron y continuaron su camino hacia una mesa.

― Eres tan irritante ― le respondí con una mueca.

Mi hermano metió las manos a las bolsas de su pantalón

― Hola Zeth ― saludó Fonn con una sonrisa.

― Aun no entiendo como es que son amigas de alguien como ella ― me señaló con los ojos.

― Cierra la boca mocoso.

― Ciérrala tu, bruja atrapa hombres.

― ¿Él ya sabe lo de tu novio? ― preguntó Fonn con una sonrisa.

Wow, wow, wow ¡Paren el mundo! ¡Esto es peligroso!

― Si, lo sabe ― respondí nerviosa ― Enano, es mejor que te vayas con tus amigos a hacer cosas de pubertos, que aquí molestas.

― Tambien eres una puberta ― reclamó ― Pero como sea, tengo mejores cosas que hacer que perder mi tiempo contigo.

Mire al cielo fastidiada.

― Pero ire al castillo pronto, quiero que me traten como un príncipe ― soltó con aires de grandeza.

Me quedé inmóvil ante eso, como si al hacerlo esquivara el peligro.

Pero se fue y las chicas interpretaron su oración de una manera diferente.

Salimos después de un tiempo del restaurante y volvimos al palacio, Sora mencionó que tenía cosas que hacer aunque nosotras sabíamos que solo iría a su casa a leer.

Las chicas revoloteaban por todos lados visitando el castillo, sin nada específico que hacer; fue obvio que Dylan no estuvo ahí en todo el día. A la mañana siguiente tampoco apareció en el desayuno.

Nos fuimos en la limusina todas juntas, era nuestra primera vez llegando desde el castillo y por suerte no estaba Dylan ahí sino todo hubiera ido mucho más escandaloso de lo que de por si fue.

Era penoso para mí ser el centro de atención por algo que no tenía un motivo en sí. Todos hablaban y nos miraban, parecían decir cosas entre ellos y reír, no sabía cómo interpretar todo, muchos nos rodearon intentando saber todo sobre el palacio. Me sentía aplastada por la multitud.

No entendía como él podía pasar esa situación todos los días.

― Quizas no seas alguien que nació para la atención pública ― me dijo la pelinegra mirándome con sus intensos ojos chocolate ― Algunos solo pueden quedarse abajo.

Ni siquiera me dio tiempo de decir algo, porque había desaparecido, y sinceramente eso me agradaba más.

El salón tambien fue un caos cuando las cuatro entramos

Los chicos querían saberlo todo.

― ¿Y conocieron al príncipe? ― preguntó Alisson emocionada.

― Obviamente, todo se siente diferente cuando estás ahí dentro ― respondió Fonn ― Fuimos de visita un rato, pero ¡Vivir ahí! eso sí que es otra cosa.

― Me sentí como en una película ― comentó Karla sonriendo.

― Hay una sala de cine enorme ― comentó Tabita abriendo sus brazos como si con eso pudiera ejemplificar la enormidad del lugar ― Y hay una salón del té.

― Dicen que tambien hay un lago, pero no hemos podido visitarlo ― Karla se notaba mas a gusto en el aula, eso era algo bueno.

Continuaron hablando asi un buen rato, habíamos llegado temprano asi que tuvieron tiempo antes de que llegara la profesora Cameron a hablarnos sobre los exámenes de final de semestre.

Eran importantes porque definían nuestra clase, lo cual era en verdad una mentira, era muy raro que los estudiantes reamente cambiaran de clase, pero más valía no descuidarte que alguien más podía tomar tu lugar.

Era como si cargáramos números en nuestras cabezas, el mío era 1B, Sora me seguía con un 2B y Fonn con un 4B.

Aunque si sería importante para Karla, ya que ella no tenía uno asignado aun.

― Chicos, saben que debemos mantener las cabezas en alto y sentirnos orgullosos de nuestra clase ― el tiempo de la profesora se estaba acabando ― Bastet ― Me llamó, la volteé a ver con una sonrisa cortes ― Por favor, después de la junta de consejo ¿Podrías venir a verme?

― Claro señorita Cameron.

― Eso es todo chicos ― dijo antes de tomar sus cosas e irse.

Lo que dio pie a una nueva conversación sobre el baile de época que se llevaría a cabo como celebración de fin de semestre.

― Solo danos un adelanto ― suplicó Tabita pegándose a mí.

― Chicos, saben cómo es esto ― les dije a todos, quienes me miraban atentamente ― Los afiches del baile y las invitaciones fueron enviadas, es todo lo que se supone que deben saber.

― Quizas puedas decirnos que color llevara el príncipe ― sugirió una chica ― Para poder ir combinados.

― Esas cosas no se discuten en la junta de consejo Vero ― le dije con una sonrisa y una ceja levantada.

― Pero le podrías preguntar ― volteó a ver a mis amigas ― O una de ustedes chicas, ahora que viven en el castillo.

― ¡Es una excelente idea! ― exclamó la rubia, y Tabita se le unió.

Terminé suspirando.

El profesor de historia del arte no se asomó en los siguientes minutos asi que asumimos que no nos daría su clase hoy.

Yo aproveché para escaparme del bullicio y las pláticas molestas del príncipe, el palacio y bailes, me sentía agobiada por la idea, porque solo me hacía pensar en la inminente boda.

Mi celular vibró no mucho después de salir, cuando me encontraba en la segunda planta.

Era una llamada de un número desconocido, pero la lada era local.

Contesté.

Hola Bannett.

Hubiera sido estúpido no reconocer de quien se trataba.

― No tardaste en usar el numero ― reí ― ¿Qué sucede me extrañaste tanto que no pudiste soportarlo? ― Me burlé.

Bueno ― dijo alargando la "e" y después hizo una pausa que me sacó una sonrisa.

― ¿Qué es lo que quieres Romeo?

Sal a la entrada oeste, te espero aquí.

― Estoy en clases idiota ― le regañé.

En realidad no era verdad, pero él no lo sabía, solo me estaba pidiendo egoístamente que lo siguiera.

Pues escápate, Bannett ― me dijo como si fuera obvio.

― Eres una mala influencia Dylan, príncipe malo, príncipe malo ― le regañé mientras me dirigía a las escaleras, señalando como si hubiera un perro frente a mí.

Date prisa, Bennett.

Me colgó después de eso, suspiré pero igual camine en dirección a la puerta oeste.

Pero fue facil toparme con un chico apuesto de uniforme rojo, había lanzado su pelo azabache hacia atrás al verme, quitándolo de su frente.

― Hola, Kitty.

― Hola, Gray.

Nos miramos a los ojos y fui yo la que quedó como una boba perdida en sus sueños.

― ¿A dónde vas? ¿No tienes clases?

Voltee a ver las escaleras y después a él con una sonrisa.

― El profesor se ausentó, asi que pensé en distraerme afuera.

Señale las escaleras con la vista.

Su uniforme de la clase A le quedaba muy bien, sus ojos azules pálido brillaban intensos en el rojo.

Antes el había estado en la clase A asi que era obvio que estaría ahí antes del inicio del semestre, igual que Karla para adaptarse.

― No puedo creer que uses ese uniforme ― murmuré.

Lo vi retroceder avergonzado.

― Es algo incómodo, la gente te odia o te admira como un dios, nunca un punto medio.

― Bueno, solo estuviste un año aquí y las cosas no son tan malas en primero, pero básicamente es una clase llena de prepotentes.

Él se encogió de hombros ― A mí me parecen amables, hay una chica llamada Meise que incluso se ofreció a ayudarme con la regularización de mis clases.

Mis ojos se abrieron tan grandes que casi se salían de sus cuencas y corrían a esconderse para no presenciar al lindo Gray pronunciar el nombre de esa bruja.

― Que no te engañe Gray, esa chica está loca, chiflada y lo que le sigue ― negué con la cabeza ― me ha jugado varias, es insoportable.

Su ceño se frunció.

― Estaré al pendiente, lo prometo.

Asentí con una sonrisa.

― Ahora tengo que volver a mi clase ― señaló el pasillo ― Nos vemos Kitty.

― Adiós.

No sabría elegir si de espalda era mejor que de frente, pero era digno de admirar.

Después de verlo desaparecer en un cruce baje las escaleras para salir del complejo.

Salí por donde Dylan me había dicho y encontré su auto ahí estacionado con los vidrios oscuros arriba, cuando me acerqué estos se bajaron, dejándome ver al chico de cabello dorado con un traje negro y lentes oscuros, su corbata era zafiro que combinaba con sus ojos.

― Que misterioso luces ― le dije inclinándome hacia la ventana.

― Solo súbete, Bannett.

Reí y abrí la puerta del auto para subirme de copiloto.

Comenzó a acelerar después de eso.

― ¿Regresaremos antes de que terminen las clases? ― pregunte mirando por la ventana el edificio ― Porque dejé mis cosas allá.

― Claro, tengo una junta de consejo, soy el presidente, no puedo faltar.

― Cierto ― respondí mirando al cielo ― No te veo desde el sábado, ¿Has pulido muchas coronas y agitado mucho tu mano saludando?

― Si, todas mis coronas están perfectamente pulidas Bannett, gracias por tu preocupación.

Arrugué la nariz al ver que no había caído en mi provocación esta vez.

― ¿A dónde quieres ir hoy? ― me preguntó con una sonrisa amable,

Bien, supongo que es parte de la técnica de la Reina para acercarnos más, lo que de hecho ya se está volviendo costumbre, y quizas ese sea el objetivo principal de obligarnos a estar tanto tiempo juntos.

― ¿Qué te parece al cine? ― pregunté emocionada ― Te hace falta tanto conocimiento en películas que me preocupa, necesitas el conocimiento para entender mis chistes y referencias a la cultura pop.

― Si supongo ― él sonreía con dulzura, lo cual era extraño ― Ya que es difícil entender tus chistes malos.

Era ese tipo de actitud que usaba con las chicas que estaban locas por él, nunca la uso conmigo desde el principio por eso me desconcertaba un poco, me hizo pensar que quizas le lavaron el cerebro este fin de semana.

― Tu solamnete no los entiendes ― le dije, siguiendo con la conversación ― Lo piensas demasiado, como todo un chico de la clase A.

― La clase A no es tan mala, deberías entrar ― comentó amable.

Solté una risa corta.

― Sabes que estoy en la clase B por mis capacidades ¿No? ― El auto se detuvo en un semáforo y el me volteó a ver con una sonrisa ― No puedo solo elegir estar en la clase A.

― A mí me parece que sí.

Le miré nerviosa por el comentario.

― Asi no funciona esto Dylan.

¿Entrar a la clase A? en definitiva era una locura y a estas alturas era irrelevante, solo faltaba un semestre para salir. Aunque el lado bueno era que Gray estaba ahí, podríamos estudiar juntos muestro último semestre.

Aun asi, era como entrar a la boca del lobo, llena de sucias ratas egocéntricas, presuntuosas e irritantes.

Ratas que chillarían todo el día hasta que solo quisiera atravesarlas con un lápiz.

Continuamos hablando de trivialidades por el resto del camino, cuando llegamos al cine, pudimos ver que este estaba casi vacío.

Vimos la cartelera enorme de la entrada para elegir una película.

― La horca ― le dije señalando el cartel de la película de terror.

― ¿Es buena idea? ― preguntó mirándome y luego al cartel.

― ¿Tienes miedo? ― me burlé.

― No, solo pensé que tú lo tendrías.

Reí.

― Compra los boletos allá, asientos atrás y al centro.

Le dije señalando la caja.

― Yo te esperaré aquí y fingiré que no vengo con un tipo en traje y lentes oscuros al cine.

Me sonrió e hizo lo que le indiqué, mientras revise los combos que había de comida en las cajas de golosinas, esquivando las miradas que me daban alguna personas por estar en ese lugar con el uniforme de DH.

Obviamente las palomitas acarameladas eran un sí. La coca-cola era un no rotundo.

― ¿Qué compramos? ― preguntó a mi lado mirando tambien lo que yo.

Seguí concentrada en los anuncios luminosos. Quizas era una imagen extraña la que proyectábamos.

― Nunca has venido al cine ¿No?

Lo vi negar por el rabillo del ojo.

― Es un mundo nuevo para mí.

― Combo 4 ― le señalé.

Ambos nos acercamos y yo fui la que le dio las especificaciones a la señorita que nos atendió.

Tambien fui quien lo guió hasta la sala.

― ¿Y de que se supone que trata esta película? ― me preguntó mientras subíamos las escaleras para posicionarnos en nuestros asientos, nadie más estaba ahí.

― Bueno, no lo sé, la anunciaron hace días y dicen que es buena.

Nos sentamos uno al lado de otro y dejamos nuestras cosas en la parte del centro.

Cuando metió las manos a las palomitas hizo una mueca y yo reí.

― ¿Acidas? ― le pregunté entre risas.

― Muy acidas ― respondió bebiendo su soda.

― Son palomitas de chile y limón, son buenas...

― No es lo mío ― me respondió negando.

― Las de alado son acaramelas, puedes comer esas.

Sonrió asintiendo ante esa idea.

― En la sala del palacio solo hay de estas.

― Son mis favoritas.

― Tambien las mías.

Decir que vimos la película en silencio seria mentir, el preguntó varias veces a mitad de ella, cuando no entendía algo y yo tenía que explicarle. La película estaba interesante pero no daba nada de miedo.

― ¡Qué diablos! ― exclamó al aparecer los créditos finales ― La protagonista fue la causante de todo.

Reí al ver su expresión de confusión.

― Era la hija, si ― le dije asintiendo.

― Pues que egoísta se su parte, el chico deportista dio su vida por ella, para salvarla, la quería; pero ella solo lo quería muerto.

Comencé a tomar las cosas mientras se quejaba y sacudí mi falda azul a cuados para deshacerme de los restos.

Era divertido ver esa faceta de él.

― Entremos a ver otra, creo que esto del cine me está gustando.

Mencionó emprendíamos el camino.

― Tranquilo pequeño saltamontes, se supone que estamos aquí porque a esta hora no hay casi nadie, asi que te alteres o llamaras la atención y podrían saber quién eres, usar traje ya es de por sí raro en el cine.

― ¿Y eso qué? ― pregunto ligeramente irritado ― Pronto nos vamos a casar, tarde o temprano todos van a saberlo, no tiene caso huir de eso.

Dí un gran suspiro, porque él tenía razón y eso me frustraba un poco.

― Supongo que sí, es desalentador ¿No? ― Ambos mirábamos al frente mientras caminábamos hacia la salida ― Cuando era pequeña ― comencé a contar ― soñaba con casarme con Gray ― le me regresó a ver extrañado pero continué ― era loco y quizas no muy mi estilo, pero quería estar con el todo mi vida.

― Toda una vida es mucho tiempo ¿No?

― No para mí ― dije riendo ― Realmente pensaba que era demasiado poco.

― Asi que realmente te gusta ese chico.

Asentí solo un par de veces.

― Quiero decir, si pudieras te casarías con él y no conmigo.

― Pues claro idiota ― comenté riendo ― solo me caso contigo por las deudas de mi familia, por el dinero.

― Bien, entonces tendrás que soportarme a mí por el resto de tu vida.

Su molestia me sorprendió. Había fruncido el ceño y metido sus manos a las bolsas de su pantalón de tela negro.

― Bueno, supongo ― murmuré desconcertada, metí mis manos a las bolsas laterales de mi saco negro.

El caminó un poco más rápido después de eso y yo aceleré el paso para ir a su mismo ritmo.

No entendía que había pasado.

En el camino hasta el colegio el no dijo ni una sola palabra, y yo no me atreví a hacerlo tampoco, ni siquiera me miró, aunque podríamos decir que estaba concentrado manejando.

El estaba actuando hoy más extraño que otros días.

Esta vez me bajé hasta el estacionamiento, ya que a esa hora no habría nadie que nos viera, de por si ese lugar era poco concurrido ya era el más alejado del edificio principal.

Tambien se bajó e imagine que iría asi a sus clases, destacaría aún más de lo que ya lo había con su unirme rojo.

― Nos vemos ― dije tomando el camino hasta mi clase antes que él.

Camine por la segunda planta de prisa evitando pensar en cómo de raro de habían puesto todo con Dylan.

Corrí hasta mi salón principal porque ahí había dejado mi mochila, imaginé que quizas alguna de las chicas la había tomado para llevarla con ella al ver que yo no regresaba pero primero quise revisar.

De hecho ahí estaba, sobre el podio del profesor.

Un lugar en extremo extraño y gracias a las ridículas acciones de Meise, tuve que revisar todo de pies a cabeza.

― ¡Genial! ― exclamé frustrada ― Mi libreta de apuntes.

¿Saben cuál es el peor momento para perder una libreta de apuntes? Si, justo antes del examen de fin de semestre.

Y justo cuando estba considerando seriamente entrar a la clase A.

Había cámaras de seguridad por todos lados en el colegio, pero no creo que surva de algo ir con las autoridades.

Quizas las familias ricas no se molestarían en hacerme desaparecer en un barranco por molestar a sus hijos como me dijo Dylan, pero en definitiva si se meterían si acuso a sus monstruos de robo o agresión, y que implicaría un mala imagen.

Ahí si que terminaría en el fondo de un lago.

Que me hiciera esto solo me hacía tener más ganas de entrar a esa clase solo para callarla. Todos ellos se comportaban con nosotros como si su clase fuera el escalón más alto e inalcanzable.

Podría llegar a estar en la misma clase que Gray, aun sin posibilidades de estar juntos como yo quisiera, podría verlo a diario toda la mañana.

Aunque por el lado malo, ahí tambien estarían Amber, Mikaru y Meise, ese trio me odiaban y su relación con migo no cambiaría solo por estar en su misma clase. Aunque Oliver no es tan malo, y estarían Gray y Dylan tambien.

¿Qué debería hacer?

¿Quiénes debían tener mayor peso en mi decisión?

Estar en la clase A significaría tambien dejar a Sora, Fonn, Karla y Tabita en la clase B.

Fonn y Sora me habían dicho que debía entrar a la clase A desde hace años, quizas solo debía hacer eso, tener un mejor currículo para la universidad.

Aunque ni siquiera sabría si iría.

¿Las esposas perfectas y falsas de un Rey debían tener estudios?

Bueno, Dylan nunca me pediría abandonar mis estudios, por muy idiota que fuera.

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Siguiente capitulo Narrado por Dylan.

Ahora, solo tengo un comentario, bueno dos.

Primero, este capitulo lo escribí al día siguiente de ver la Horca el el cine, una película mala por cierto, por allá de junio del 2015

Tambien, originalmente este capítulos tiene muchos comentarios por todo lo que pasa en esta cita. Sobre si Dylan ya se enamoró o no de ella, y sobre lo que ella dice cuando se habla de la boda.

Han pasado solo dos semanas y poco desde que ellos se toparon en el pasillo, desde que se hablaron por primera vez sabiendo uno del otro, Bastet no ha cambiado mucho los pensamientos que tenia de él... Aunque ahora lo considera mas un compañero de bromas, obvio diría cosas como esas....

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