Educando a la futura princesa (Re-subiendo)

CAPITULO 6: "Los gatos y los ratones"

Después del desastre que resultó la cena, por fin fue tiempo de la tan maravillosa y tan esperada (Por mí, claramente) hora de regresar a casa, aunque resultaba irónico porque el lugar al que yo regresaría era el mismo del que huía.

Ja! Me salió una rima.

Como al principio, regresamos en autobuses separados, algunos empleados nos ofrecieron toallas para quitarnos el exceso de comida en el cuerpo pero aun asi éramos un desastre.

Cuando el último estudiante subió la profesora se plantó en el pasillo con las manos en la cintura.

― No puedo creer que hayan hecho semejante espectáculo en el palacio ― ella echaba chispas de los ojos.

― Lo sentimos ― murmuramos mientras éramos nosotras las que nos encogíamos en nuestros asiento, podía ver a Fonn, pero estaba segura de que también lo hacía.

Todos en la clase respetábamos a nuestra profesora.

― ¿En verdad lo sienten? ― preguntó alzando una ceja incrédula por la disculpa.

― Pues yo siento haberla avergonzado ― dije con una sonrisa falsa ― Pero no siento lo demás.

Su boca se abrió, sorprendida por mi desvergonzada sinceridad. La cerró y pensó bien lo que debía decir hasta que sonrió.

― Alguien debía cerrarle la boca ― Admitió y todos en la clase se rieron.

La verdad era que ella era muy diferente a la señorita Wretter, mas pasiva sobre todo, pero aunque no podía enfrentar a nadie con una pizca de autoridad, ella podía diferenciar bien en lo que era justo y lo que no.

Ella era la razón por lo que nuestra clase, o la mayoría, nunca nos sentimos por encima de las demás.

― Pero igual están castigadas ― nos señaló.

― Claro, es justo ― dijo Fonn son diversión.

Ella negó con una sonrisa, admitiendo que no había remedio ni más que decir.

― Mi parte favorita fue lo que le dijo a Amber ― Admitió Tabita riendo ― Alguien debía decirle algo a esa bruja.

― Sin el dinero no serias nadie ― Fonn endureciendo su expresión y con las manos en la cintura en un intento de imitarme.

Y las dos comenzaron a reírse.

― Fue osado ― aseguró Sora ― Considerando que hoy pasaste toda la visita con su novio.

― Seguro lo considerara una propuesta de guerra ― Tabita parecía emocionada ― Te matara por intentarle quitar al príncipe.

― Como si a ella le interesara algo de él ― Fonn rió.

― Es demasiado conformista y rebelde para enamorarse de un príncipe.

― ¿Se supone que eso es un insulto? ― pregunté entrecerrando los ojos con mi mirada fija en la chica de ojos oscuros.

― Para nada, me gusta tu actitud, ahora puedo caminar orgullosa cerca de la clase A.

― Tampoco es que hiciera mucho ― arrugué la frente y me cruce de brazos.

― No es lo que hiciste ― aseguró Sora ― Es el valor que tuviste.

― Si, todos en la clase sabemos que tienes cero filtro ― anunció la chica al lado de Tabita, Diana ― Pero odiar e insultar dentro de la clase es una cosa, no creímos que se los dirías en sus caras.

― Considerando lo que ellos pueden hacer contra ti ― La pelinegra se encogió de hombros.

Voltee a ver a Sora.