CAPITULO 50: "La princesa de la torre"

83K 4.7K 999
                                    

 DYLAN ANDERSON

― Tienes dos opciones, quedarte y casarte con Osiris, o correr, detener el vuelo y confesarle tu amor rogando por recibir una respuesta positiva de su parte; pero tienes que pensar rápido, ya que ponto comenzará la boda y en menos tiempo, despegará el avión.

No puede evitar que mis pensamientos dieran vuelta en todas las posibles respuestas que tenía, en las soluciones a lo que parecía el final del conflicto, de la historia.

― Decide rápido, Romeo ― Me presionó Gray.

Pero sabía lo que tenía que hacer. No había nada que pensar, nada tenía sentido más que esta solución.

Debía casarme con Osiris.

No podía correr hacia Bannett, no debía hacerlo. Había prometido casarme a cambio de que la chica recibiera la sangre, que fuera operada y viviera.

― No hay nada que decidir ― le dije con firmeza al chico, él sonrió ― Me casaré con Osiris.

Su sonrisa se desvaneció tan pronto como se formó.

― ¿Estas bromeando?

― Este asunto es serio, no bromeo ― me acomodé el saco tratando de distraerme ― Mi abuelo acordó este matrimonio, es lo que tengo que hacer, si asi hubiera sido el caso, me casaría con Bannett, solo es un acuerdo matrimonial... nada más.

Estaba repitiendo la frase en mi cabeza una y otra vez para poder creérmela.

Si Bannett había decidido irse a Inglaterra, probablemente ya había sido operada, ella no me lo comentó, como el resto de las cosas, pero eso no quitaba de la mesa el trato que yo había hecho con Osiris, y el que mi abuelo hizo con su familia.

Si este matrimonio era la razón por la que ella viviría y sonreiría, todo estaría bien, jamás me arrepentiría de mi decisión, debía tomarlo con la cabeza fría, como un rey, y ver los beneficios.

― ¡Felicidades, te has ganado el premio al idiota más grande del mundo! ― soltó con sarcasmo y la mandíbula apretada, podía ver los músculos de su cuerpo contraerse.

No me importaba que descargara su furia contra mí, era justificada y estaba bien mientras no hubiera nadie alrededor.

― Y pensé que realmente eres alguien que valía la pena.

― Eso no tiene nada que ver con esto ― solté un poco la corbata, me sentía ahogado.

― Esto es decepcionante ― se pasó la mano por el cabello agotado ― El gran príncipe, valiente, seguro de sí mismo, audaz, que lucha por lo que quiere, no es más que un maldito cobarde que se deja manipular por todos.

Comenzaba a perder la paciencia.

― ¡Tú no sabes nada de responsabilidades! ― exclame molesto ― El día que tengas que dirigir una nación a los dieciocho años, me hablas.

― ¿Culparas a tus responsabilidades por tu decisión? ― preguntó sorprendido y divertido ― Los matrimonios arreglados no son una obligación en esta época, ¿Lo haces por la nación? ¡Al maldito país le importa una mierda con quien te cases! Asi que no pongas de excusa la corona.

― ¡Pues ya he decidido Gray! ― exclamé enojado, estaba enojado conmigo mismo, no con él, pero gritarle, era única forma en la que podría desaguarme ― ¿Qué quieres de mí? ¿Qué esperas que haga?

― Nada ― se sacó la corbata del traje de un jalón ― Ya no espero nada de ti en realidad, todo esto fue un error ― Tambien se desabotonó los gemelos ― Espero que tú y tu intolerante e insoportable prometida vivan felices.

Educando a la futura princesa  (Re-subiendo)Where stories live. Discover now