CAPITULO 14: "Fanática loca"

74.7K 4.7K 298
                                    

Fonn parecía desesperada por ir al baño, brincaba como niña pequeña mientras caminábamos por el pasillo hacia nuestra clase de química

― Bueno chicas ― dijo ya en su límite ― Iré a empolvarme la nariz ― y tras eso salió corriendo.

Escuche a Sora resoplarle al teléfono.

― Necesito hacer algo, de alcanzo en el aula.

― ¿Pasa algo malo? ― le pregunte preocupada, y con la esperanza que de su boca saliera más que un "Nada".

― No es nada ― respondió con una sonrisa y se fue sin agregar más.

Entre al salón de química segura de que esta vez no me equivocaba de horario, la profesora ya no estaba y los alumnos de uniformes rojos salían.

― Oh, hola ― me saludó una de ella, con el uniforme bien portado como todos ahí, con unas zapatillas negras que la hacía ver más alta que yo.

Ambas nos habíamos topado al caminar impidiéndole a la otra avanzar, intentamos esquivarnos pero siempre elegíamos el mismo lado hasta que ella me saludó.

― Hola ― respondí extrañada ― ¿No conocemos? ― me atreví a preguntar.

Era una chica de estatura media, pelo rizado y definido y piel morena.

― No ― respondió con una sonrisa agradable ― Soy Meise Peralta.

Cuando escuche su nombre la recordé. Era la chica que fue pareja de Fonn en la visita al castillo de la semana pasada.

Aun asi enarqué una ceja por su cordialidad, no era algo característico de estudiantes de la clase A.

― Vamos, se lo que piensas ― me dijo con una sonrisa ― Pero no todos en la A somos unos patanes prepotentes.

Su comentario me hizo gracia, en realidad ella parecía compartir cierto odio hacia esos alumnos como el resto de la escuela.

― Debes admitir que se han ganado su fama ― dije viendo como el salón se vaciaba.

― Si, y más con el "príncipe" aquí ― la vi rodar los ojos al hacer comillas con sus dedos ― Debemos admitir que es un idiota, pero no podemos decirlo en su Real cara.

― ¡Por todos los cielos! ― exclamé emocionada ― Alguien que me entiende ¿Dónde has estado toda mi vida?

― Ahogada en el aire que hay en este salón gracias a tantas cabezas huecas ― señaló al aula casi vacía ― ¿Y cuál es tu nombre, entonces?

― Bastet Bannett ― me presente con una sonrisa.

― ¿Cómo la diosa egipcia? ― preguntó con extrañeza y gracia.

― Exacto ― señalé ― Mi madre ― me excusé después.

― ¿Qué hace nuestra detestable acosadora aquí? ― la voz ya era tan conocida para mi como las estaciones del año, extrañamente estaba solo esta vez, su legión del miedo no se veía por ninguna parte.

Vi a la chica frente a mí cruzarse de brazos.

― No puedes vivir sin hablarme ¿No? ― pregunte con una sonrisa ladina ― porque pudiste salir en silencio ― agregué señalando la puerta.

― Me perturba que estés merodeando cerca de mí, Bannett.

― A mí, simplemente me perturba tu existencia ― le dije resignada al peor de los castigos ― pero quizás es el castigo de la humanidad por tantas guerras ― dramaticé.

― Ustedes parecen ser muy cercanos ― murmuró la pelinegra entrecerrando los ojos.

― No ― dijimos al mismo tiempo, lo que nos molestó más con el otro.

Educando a la futura princesa  (Re-subiendo)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz