Después del Ocaso (gay)

By KASSsolis

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"Siempre has sido mi Sol, porque cuando te veo brillas y calientas mi corazón" Esta historia está en BORRADOR... More

☀️Advertencia ☀️
☀️Sipnosis☀️
Prefacio
☀️Parte 1☀️
1. Cueva Clovek
2. Manifestación
3. Señores Wilde y Warthon
4. Abrir mi corazón
5. Mis nuevos padres
6. Pesadillas
7. Una oportunidad
8. Seamos mejores amigos
9. Me gusta alguien
☀️Parte 2☀️
10. Evitando
11. No fui yo
12. Yo también te extrañé
13. Canek Coh
14. Suicidio en la fuente de agua
15. Pesadillas de nuevo
16. La gota que colmó el vaso
17. Pelea y una amistad rota
18. Destrozado
19. ¿Es cierto lo que acabas de decir?
20. Rompamos, William
21. Furitina
☀️Parte 3☀️
22. ¿Podemos ser amigos de nuevo?
23. El novio de mi mejor amigo
24. Una extraña y molesta sensación en el pecho
25. Mi primer beso
26. Fingir que no me gustas
26. (2/2)
27. El compromiso de Canek y Soleil
28. Los peores "mejores amigos" (1/2)
28. (2/2)
☀️Parte 4☀️
29. ¿Te gustaría ser mi novio?
30. Una relación en secreto
31. Lluvia de polen
32. Morado
33. Pastelito relleno de fresa
34. Mentira
35. Mi primera vez con una chica
36. Un sueño compartido
37. Él y yo somos novios (parte 1)
37. (2/2)
38. Vamos juntos a una Cueva Clovek
39. Escasez de Nane en Sissam
☀️Parte 5☀️
40. Tu sangre es mi sangre
41. ¿Intento de suicidio o no?
42. La Protección de Hipnosis
43. Eventos extraños, hipnosis y secretos
44. Algo le pasa a May
45. Guardar el secreto
46. Una profecía
47. No quiero hablar
48. Perdón
49. Adiós
50. El principio del fin
☀️Parte 6☀️
51. El nuevo mundo
52. 4 años después
53. No es Lukas
55. Ivanov

54. No me pertenece

52 10 13
By KASSsolis

⚠️Advertencia⚠️: Este capítulo contiene violencia y abuso sexual.

Soleil

Sólo pude soportar un trance más, en donde me mostraba un hermoso presente donde él y yo ya habíamos adoptado a nuestro primer hijo y así, iniciábamos con la familia que habíamos deseado tener juntos.

Ese trance fue el más doloroso de todos porque al menos antes tenía la esperanza que algún día volveríamos a estar juntos y podríamos recrear de alguna forma todos esos recuerdos hermosos que perdimos antes de tenerlos estos cuatros años. No obstante, ahora... todo había terminado. No importó cuánta fe le tenía a la Madre Naturaleza de que no se lo llevaría, ni cuánto sentía en mi corazón que él seguía con vida. Él ya no estaba. No estaba más en este mundo... No estaba conmigo más y lo peor es que ni siquiera podía llorar teniendo su cuerpo conmigo, porque ahora le pertenecía a un ser despreciable creado por el Señor Mist.

Y mientras él siguiera usando su cuerpo, el anillo que Lukas me había dado seguiría intacto. Al menos eso creía, sino ¿por qué lo seguía teniendo en mi dedo anular con la oportunidad de seguir visitando el laberinto?

Ser consciente de ello me hacía sentir peor de lo que estaba e incrementar mi odio hacia el Señor Mist.

A excepción del funeral de mi hermano en El Gran Árbol de la Vida que había en nuestra comunidad—en donde no pude ver el rostro decaído de mi sobrino ni el valor de abrazar a mi cuñada, sintiéndome de alguna forma culpable de no haber podido salvarlo—; no salía de mi habitación. Todo el tiempo sentía mucho sueño, el cuerpo débil y cansado, sin nada de apetito y sobre todo... sin emociones.

Aun si ya tenía la capacidad de expresar mis emociones, desde que supe que Lukas había muerto, sin pedirlo, mi rostro estaba más duro, sin ganas de querer mostrar cómo me sentía mostrando entonces una expresión seria y deprimente.

Las ganas de sobrevivir en este mundo cruel se habían esfumado y el deseo incesante de desaparecer de él crecía cada día más. No quería vivir, ya no quería hacerlo. No tenía la fuerza ni encontraba el sentido para ello.

Ni siquiera la comprensión y la motivación que querían darme mis padres de seguir adelante ni su súplica de no hacer nada estúpido cuando me decían la frase "ya perdimos a tu hermano, no queremos perderte a ti también"; me daban una razón para querer continuar.

Sólo quería desaparecer...

Sólo quería verlo una vez más...


— Soleil, por favor vuelve... — Parpadeé varias veces y en frente de mí, se encontraba Canek. Sentado en esa silla de madera a un lado de la cama.

Fruncí el ceño ligeramente. No supe en qué momento entró.

—¿Qué haces aquí?

— Vine a ver a mi mejor amigo, por supuesto—. Me dio una sonrisa triste.

Si había algo bueno en todo esto del Klomerthmagedón, debía ser el lazo de amistad que él y yo habíamos formado. A pesar de ser una ex-pareja y saber que yo le rompí el corazón; entre las cenizas de una relación que no funcionó, creció y sigue perdurando una fuerte amistad entre los dos. Pues resultó ser ese gran amigo de mi especie que siempre deseé tener.

Solté un suspiro—. Ya me viste, ¿así que podrías irte? Me siento muy cansado.

Le di la espalda y me acurruqué más con la cobija. No quería hablar con nadie.

—No seas así. Vine a ver cómo estabas... Comprendo tu dolor por la muerte de tu hermano y sé que estar presente en su asesinato debe ser una experiencia desgarradora, pero... ¿hay algo más no es así? — preguntó con cautela.

— ...

— Debe de haber algo. La insistencia de tus padres de que te levante el ánimo y tus ojos sin vida son la evidencia de ello— sentí cómo se sentó a la orilla de la cama. Entonces, posó su mano en mi cabeza para acariciar suavemente mi cabello—. Tal vez me equivoque, pero tengo la corazonada de que esto tiene que ver con Lukas.

Me tensé al escuchar su nombre.

—Así que es eso...— confirmó su especulación—. ¿Qué pasa?

— Sólo... quiero morir. — Solté.

— ¿Por qué tinieblas dices eso! — Me preguntó entre molesto y sorprendido—. ¿Por qué estás tan pesimista? ¿Es porque piensas que no lo vas a encontrar? Tú más que nadie creía firmemente que lo encontrarían con vida. ¿Por qué te has rendido? ¿Y tu esperanza, dónde quedó?

— Murió en cuanto lo volví a ver en el bosque — respondí.

—¿De qué hablas?

Levanté mi espalda y volteé a verlo con lágrimas nuevamente resbalando por mis mejillas.

— Es uno de ellos, Canek.— Mi labio tembló—. Lukas también es un Oscuro.

Agrandó sus ojos y se quedó mudo por un momento hasta que volvió a hablar tartamudeando un poco.

— ¿Es...Estás seguro de eso?

Solté un sollozo y asentí.— Él... fue quien terminó de matar a mi hermano—. Otro sollozo—. No me reconoció. Me miró como si fuera una basura insignificante y no dudó en querer matarme de no ser que al final decidió que era más divertido dejarme con vida al lado de mi sufrimiento...— Lo abracé y seguí llorando sin parar—. ¿Por qué él? ¿Por qué...? Se ha ido para siempre y no sé cómo seguir...

Canek sólo se limitó a abrazarme fuertemente y acariciar mi espalda. Él posiblemente más que nadie, sabía la horrible experiencia de encontrarse con un oscuro que era un ser cercano a ti. Él lo vivió con su mejor amigo Santiago y así como yo, tuvo "el milagro" de no ser asesinado por él.

—¿Tus papás saben lo de Lukas?— me preguntó cuando por fin pude calmarme después de llorar una hora con él.

Negué con la cabeza mientras tomaba el pañuelo que me estaba ofreciendo. — Posiblemente sospechan algo, pero no. No les dije y no quiero que tú digas algo. Por favor...— me soné la nariz—. No quiero que le tengan rencor a Lukas cuando realmente no ha sido él sino el parásito que ahora vive en él.

— Mantendré el secreto sólo si comes lo que tu mamá te preparó— me condicionó. Primero pensé que lo decía de broma, pero su rostro serio me mostró todo lo contrario.

Por lo que suspiré y asentí de mala gana. De modo que salió de mi habitación y en poco tiempo regresó cargando una bandeja con comida. Mamá había hecho crema de champiñones y elote pues además de ser las provisiones abundantes que todavía nos quedaban, era uno de mis platillos favoritos.

Canek puso la bandeja en mi pequeño escritorio y me levanté sin ánimos para sentarme en la silla del escritorio.

Tomé la cuchara y la sumergí en el plato hondo. A decir verdad, olía muy bien, pero por alguna extraña razón se me revolvió el estómago. Aun así, obligándome, di el primer bocado, pero eso sólo hizo que me dieran ganas de vomitar.

— Vamos, muñeco. Tú puedes dar otro bocado— me animó poniendo su mano en mi hombro izquierdo.

— ¿En serio me llamaste de esa forma?— pregunté con hastío y temeroso de que Blue estuviera escondido por allí en su forma original y tuviera problemas con él. No es que no nos lleváramos bien puesto que con el tiempo logró aceptar que Canek y yo sólo éramos grandes amigos y que "no corría peligro" su relación. Por lo que terminó aceptándome y verme como un amigo (aunque él todavía no lo quiera aceptar). No obstante, eso no significaba que no fuera fácil ponerlo celoso cuando sentía que Canek estaba siendo atento conmigo "más de la cuenta" (según él).

— A tu novio no le gustará escucharte decirme así— le advertí y di otro bocado, sintiendo que estaba comiendo tierra.

— Eso es precisamente lo que quiero —. Murmuró, mirando sigilosamente a su alrededor. Tratando de encontrar a Blue escondido en algún lugar de mi habitación.

Fruncí el ceño.

—¿Se pelearon?

—Se podría decir que sí, pero fue más bien lo que experimentamos en el trance— suspiró —. Lo admito, en lo que pudo ocurrir en otras circunstancias, yo me equivoqué. Lo lastimé y creé un malentendido. Ahora él cree que no lo amo de verdad y que lo engaño.

— Pero eso no pasó y tú lo amas y mucho. Soy testigo de ello.

— Lo sé, pero hasta que él no cumpla 22 años, no podrá permanecer en el tamaño que nosotros tenemos, albergar más de una emoción ante cada situación ni saber cuándo dejarse llevar por ellas o no. Todavía faltan unos días para eso.

—¿Entonces? ¿Qué harás ahora?— pregunté, pensando cómo podía tirar esta comida sin que se diera cuenta.

— Esperar a que deje a un lado esa emoción y entre en razón. Puede llevar horas, pero no importa. Puedo esperarlo y aguantar esta agonía de extrañarlo tanto. Ya lo he hecho y lo volveré a hacer. Al menos lo suficiente para ir a buscarlo nuevamente y me deje estar con él.

Dejé de mirarlo y contemplé el plato con la comida casi intacta.

Tal vez era porque era una especie diferente a la nuestra o porque al ser del linaje puro de las Vílas, la madurez de su magia, cuerpo y mente llegaba de manera diferente a la nuestra. Por lo que incluso para Blue, era muy difícil controlar su temperamento y tener buenas relaciones con los demás. Mucho más al tener una pareja.

Aun así nunca hesitaba al decir que amaba a Canek con todo su ser. Yendo en contra de los deseos de toda su familia de seguir con la línea de sangre pura, quienes seguían sin aceptar dicha relación, pero soportando que ambos se vieran sólo por el simple hecho de que nos encontrábamos en una guerra y cada día que pasaba, podría ser el día que muramos.

Asimismo, pasaba lo mismo con Canek. A pesar de que sus padres tampoco estaban del todo de acuerdo con esa relación ya sea porque Blue era el hijo de la familia con quien siempre han tenido discrepancias o porque no les gusta su personalidad tan explosiva e impredecible; a Canek no le importa. Había sido firme con su decisión de estar con él, desobedeciendo las órdenes de sus padres y siguiendo los deseos de su corazón por primera vez.

No importaba donde lo miraras, su relación era prohibida, complicada e inestable. No obstante, ellos estaban dispuestos a seguir adelante juntos a pesar de todo.

De hecho sin importar todo lo horrible que había pasado desde que empezó el Klomerthmagedón, su amor crecía cada vez más. Por ello ahora los envidiaba, los envidiaba muchísimo porque yo ya no podría experimentar ese amor tan profundo otra vez. Sin embargo, al mismo tiempo me sentía tan feliz por ellos y les deseaba lo mejor.

Al darse cuenta que no estaba comiendo casi nada, Canek decidió ser quien me diera de comer como si fuera un bebé. A lo que no tuve de otra que abrir la boca y comer hasta donde mi estómago me permitió.

***

Canek se quedó el resto de la tarde conmigo e incluso decidió a quedarse a dormir en mi habitación. Supongo que en mi rostro pudo notar que había perdido el sentido de continuar ya que no importaba lo mucho que se esforzó en sacarme una sonrisa o distraerme contándome historias o nuevas noticias que pasaban en la comunidad, yo simplemente me encontraba esforzándome a escuchar y dar uno que otro comentario cuando lo único que quería era ya no hablar, ya no ver, ya no escuchar, ya no vivir.

Él podía darse cuenta de eso. Aun así, seguía manteniendo la conversación a pesar de que eso significaba que hablara solo. Algo que en cierta forma le agradecía porque evitaba que quisiera seguir durmiendo todo el día. No obstante, no podía evitar sentir que estaba a nada de perder la razón.

— Canek, ¿puedo confiar en ti?— le pregunté cuando él ya estaba acostado en una colchoneta en el piso y yo en la cama. Las velas ya estaban apagadas y faltaba poco para que fuera medianoche.

— Sabes que sí.

—Quiero que me ayudes— me levanté de la cama y empecé a ponerme mis tenis.

— ¿En qué?

—En cubrirme con todo el mundo, en especial de mis padres y el Señor Warthon. Voy a salir de la cápsula de magia.

— ¡Qué? ¡¿Ahora?!— Se levantó y me miró como si hubiera perdido el juicio y yo chité para que se callara— ¿A dónde?— preguntó en voz baja, pero con ganas de seguir gritando.

— Necesito salir. Siento que me estoy volviendo loco si permanezco aquí por más tiempo. Necesito ir al laberinto.

—Pero Soleil... ¿A esta hora? Igual eso no importa. No podrás salir. Desde el asesinato de tu hermano, la resistencia ha restringido las salidas como medida de seguridad.

Negué con la cabeza y tomé una sudadera negra para ponérmela.

—No me importa. Tengo que ir a allí cueste lo que cueste. Es lo único que me queda de él. Lo único que...— Mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente—. Me hace sentir que todavía está conmigo.

Me miró desconcertado pero a la vez consciente de lo que quería decir.

— ¿Qué harás con el trance? Si vas, caerás dormido en alguna parte del bosque y eso es peligroso— siguió insistiendo en que entrara en razón.

Fui a mi escritorio y del primer cajón saqué un pequeño frasco lleno de capsulas de color turquesa. Éstas contenían esa sustancia que te impedía sufrir los trances. El señor Warthon me las dejó sin decir ninguna palabra cuando me visitó. No había necesidad de dar explicaciones, porque así como él, de ahora en adelante yo no podría soportar nunca más ver esos trances.

— Esto me ayudará.— Del frasco saqué una cápsula y me la tragué. El sabor era extremadamente amargo y sabía a tierra mojada.

—¿Dónde conseguiste las cápsulas anti trances?— preguntó atónico.

—El señor Warthon me las dio. En fin, ¿piensas ayudarme o no?

Soltó un suspiro.

— Sólo si me prometes no hacer algo estúpido que ponga tu vida en riesgo. También prométeme que volverás.

— ...

— Por favor, Soleil. Prométemelo. — Se acercó a mí y puso sus manos en mis hombros. — Puede que él se haya ido, pero todavía quedamos seres que nos preocupamos por ti y quieren que sigas luchando hasta el final como él lo hubiera querido también.

Sus palabras, de algún modo, me dolieron en el corazón. Por lo que sólo asentí y prometí que lo haría. Hasta entonces, tenía que cubrirme con mi familia. A lo que él me dijo que lo haría siempre y cuando llegara antes de que oscureciera.

Por lo que, sigilosamente salí de mi casa y corrí hasta la entrada principal de la cápsula de magia. Como había dicho Canek, habían cerrado todas las entradas de la cápsula para que nadie pudiera salir. De modo que, tuve que esperar hasta que fuera medianoche para que todos cayeran en el profundo sueño del trance a excepción de los dos guardias que cuidaban la entrada.

A ellos tuve que crearles una distracción al encender un fuego artificial cerca de un árbol de manzanas, el cual empezó a incendiarse de inmediato, por lo que dejaron su puesto para ir a apagarlo. Corrí rápidamente hacia la entrada, viendo a lo lejos los árboles silenciosos del bosque.

No obstante, en el momento que di el primer paso fuera de la cápsula, con una velocidad sobrehumana, alguien se detuvo enfrente de mí, sosteniéndome de los brazos.

— No deberías estar aquí, ni salir a esta hora —. Una voz profunda pronunció seriamente.

Alcé la mirada. Era Mason Wolf. Al parecer, él estaba afuera cuidando la entrada.

Mierda... pensé.

—Por favor, Soleil. Vuelve adentro.

—No puedo, necesito salir. Te lo suplico.

Tragó saliva y mostró preocupación en su mirada.

—¿Sabes lo peligroso que es salir a esta hora? No debo dejarte ir. Él no me lo perdonaría.

Con él, sabía que se refería a Lukas.

—Él ya no está aquí — dolía el sólo expresarlo en voz alta—. Así que déjame ir. No haré nada estúpido, sólo quiero ir a un lugar donde me recuerda a él... Por favor...— Dos lágrimas volvieron a resbalar por mis mejillas.

Apretó sus labios y cómo si mis palabras le recordaran algo sumamente importante para él, sin decir nada más, se hizo a un lado.

—Gracias — murmuré sabiendo muy bien que me escuchó claramente y sin más, comencé a correr nuevamente para adentrarme al bosque.

***

Caminé por media hora al noreste. La noche se encontraba muy tranquila y silenciosa. Algo que realmente no me sorprendía pues era la hora del trance. Además de ello, entre la oscuridad, en lugar de sentir miedo o nervios, sentía alivio o seguridad a pesar de que el dolor en mi corazón pesaba demasiado. Tal vez me sentía de esa forma porque con cada paso que daba, más se cortaba la distancia a la entrada del laberinto.

Cuando ya faltaban como cinco minutos para llegar a mi destino, me detuve al sentir un extraño olor a la distancia. Olía a cítricos, pero con una gran cantidad de alcohol. Era muy fuerte, tanto que creí que si la olía un poco más, me empezaría a marear.

Ese aroma, estaba seguro que ya lo había percibido antes, pero no podía recordar de dónde o de qué provenía.

De repente, me percaté que una extraña y densa neblina de color violeta empezó a penetrar por todas partes en esa zona del bosque en la que me encontraba.

Era la primera vez que veía algo así, pero no parecía ser algo bueno. Fue entonces que escuché unas pisadas. Asustado, me escondí detrás de una gran roca que estaba a lado de un frondoso árbol.

—¡¡Puta madre!! ¡Esta porquería es más fuerte de lo que pensaba!— alguien se quejó y las pisadas se escuchaban más fuertes. Apreté mis labios, concentrándome en no hacer ningún ruido.

— ¡Jodidamente irritante! ¡Por la puta Luna y el puto Sol! ¡Los síntomas son muy molestos! — ahora se quejó una mujer.

— Mi cuerpo arde y mi pene está duro. Agghhh... debemos apresurarnos, sino follaré a uno de ustedes por más repugnantes que me parezcan— dijo otro.— Estoy muy cachondo.

Más pisadas, además de esos tres, se escucharon a un metro de mí. Cerré los ojos y la piel se me erizó. Era un pequeño grupo de Créatures Oscures y Oscuros. Era la primera vez que los veía por este rumbo.

—Sigue soñando, papito.

— ¡No comas ansías! En el campamento, el jefe ya nos tiene preparadas unas putas para fornicarlas como queramos — se rio—. En fin, ¡démonos prisa!

Ellos y otros más caminaron apresurados, diciendo todavía comentarios más obscenos, molestos y burlones de la situación en la que se habían metido debido a una orden que tuvieron que cumplir. Aunque no pude descifrar a qué se referían.

Agradecí al Sol y la Luna por no permitir que nadie me descubriera. Entonces, cuando escuché sus pisadas a lo lejos, solté un suspiro de alivio, creyendo que al fin estaba fuera de peligro. Sin embargo, fue tarde para darme cuenta que esa neblina ya había llegado hasta los árboles y arbustos cerca de mí, siendo imposible ver por dónde irme ahora, observando sólo violeta a mi alrededor.

El olor se hizo más intenso, provocándome toser y sentir que me faltaba aire.

¿Qué mierda era esto?

Mis orejas se pusieron en alerta, al escuchar otras pisadas moviéndose con rapidez. Sin saber exactamente de dónde provenían, pero siendo consciente de lo cerca que estaban de mí.

De repente, alguien me pateó con fuerza en la espalda causando que cayera al suelo quejándome del dolor.

— ¿¡Qué mierda estás haciendo, eh!?— Alguien me gritó completamente enojado —. ¡¡¿Acaso nos estabas espiando, maldita sanguijuela?!!

Sentí otra patada en el costado izquierdo del abdomen provocando que quedara boca arriba. Era imposible ver su rostro debido a la neblina, el gran dolor en mi abdomen y la falta de aire.

Pronto sentí su pie presionando mi estómago. Solté un gran quejido y la cara se me calentó.

— Creí haberte dicho que no quería verte por estos rumbos—. Vagamente recordé ciertas palabras, pero era difícil pensar sobre ello cuando sabía perfectamente de la gran posibilidad de morir hoy.

No obstante, no tenía miedo por ello. La capacidad de aferrarme a la vida la había perdido cuando supe que Lukas había muerto. Tal vez por eso, no titubeé y dije con valor lo siguiente:— Si vas a matarme, sólo hazlo.

Hubo un silencio y pronto se escuchó una gran carcajada.

— Si te vale una mierda tu vida,— puso más presión en mi abdomen con su pie, y acercó su rostro al mío. Lo que al principio parecía ser una silueta borrosa, pronto se aclaró para mí, teniendo enfrente el rostro de quien alguna vez fue el amor de mi vida —. Entonces, dámela. — Sonrió con burla y sin más, me dio una fuerte cachetada provocando así, que perdiera el conocimiento.

***

Narrador

Aun con la sensación de tener pesados los ojos, como si tuviera rocas sobre sus párpados, Soleil abrió los ojos con lentitud y dificultad.

Se encontraba acostado en el suelo, sobre una colchoneta hecha de algodón. Parpadeó varias veces para darse cuenta que todo a su alrededor estaba oscuro, en una habitación espaciosa. Su oído también se agudizó y pudo percatarse que afuera estaba lloviendo a cántaros.

Tal vez si hubiera tenido más tiempo y libertad de observar a su alrededor, se hubiera dado cuenta que se encontraba en una cabaña construida en uno de los árboles más altos, escondida y camuflada por cientos de árboles y arbustos en algún lugar alejado de la Ciudad Sunset-Lune, pero perteneciente a la Zona Tenebrosa.

Aunque era algo que después descubriría, pero no en ese momento. Pues tan pronto se percató que se encontraba en un lugar desconocido, soltó un gemido de sorpresa y dolor al sentir un dedo en su entrada.

Bajó la mirada y de repente, un relámpago cayó cerca de la cabaña seguido por un estruendoso trueno. Por lo que, pudo ver con claridad cómo se encontraba desnudo de la parte de abajo. Con las piernas abiertas y entre ellas, Lukas.

No... No era Lukas. Era el parásito que ahora ocupaba su cuerpo.

— ¡No...! ¡No, aléjate de...! — Quiso darle una patada y luego alejarse. Sin embargo, Ivanov no se inmutó al saber que Soleil ya había despertado y siguió moviendo su dedo dentro de su ano mientras que Soleil pudo sentir cómo una fuerza desconocida y sobrenatural hacía presión en sus piernas para que no se moviera. Para después sentir el tacto de unos dedos largos e invisibles obligándolo a poner sus manos hacia arriba de su cabeza para no tener la capacidad de moverlas.

Era magia. Sin duda lo era e Ivanov la estaba usando para someterlo.

—Mierda... — Pronunció el Oscuro, concentrado en sus movimientos —. Estaba más flojo mientras dormías — se quejó refiriéndose a la entrada de Soleil.

—Por favor... Déjame ir... — Apenas si pudo decir mientras apretaba sus labios con sus dientes, evitando que volviera a gemir tan deliberadamente.

— ¿Por qué? — le preguntó el rubio con sorna y en sus ojos había un extraño destello color violeta. A diferencia de la primera vez que los vio y ambos eran verdes—. ¿No dijiste que ya no te importaba tu vida?

Un escalofrío recorrió por todo el cuerpo de Soleil, sintiendo un horror indescriptible de lo que este monstruo le haría antes de considerar matarlo.

— ¡Por la puta Luna! ¡No puedo soportarlo más! — expresó Ivanov sintiendo todo su cuerpo insoportablemente caliente y necesitado de tener sexo. Dos síntomas causados por el perfume de una flor llamada Xocotzin, de la cual estuvo expuesto por un largo tiempo. Siendo también la razón de que tuviera un absurdo y fuerte deseo sexual por esa asquerosa y lujuriosa criatura mágica que apareció enfrente de él en medio del bosque. Arruinando sus planes encargarse de este problema solo o de buscar a Evak para ayudarlo a soportar los síntomas.

Realmente empezaba a arrepentirse de haberlo dejado con vida. Aun así, alejó su dedo de la entrada de Soleil. Y presuroso, desabotonó sus pantalones para hacer un lado su bóxer y liberar su gran y duro falo.

Soleil agrandó sus ojos y desesperadamente empezó a mover sus piernas y brazos. No obstante, no podía mover nada, es como si su cuerpo no le respondiera. Convirtiéndose entonces, sólo en un espectador de lo que le pasaría a su cuerpo.

—¡Para! ¡Para!— Soleil gritó agitado al ver cómo Ivanok alzaba sus piernas y posicionaba su miembro en su entrada. Entonces, sin previo aviso y con la poca preparación que le había dado, entró de una sola estocada en su interior.

Soleil soltó un gran grito de dolor.

—¡Para! ¡Te lo suplico! ¡Duele! — Siguió suplicando mientras veía en la expresión de Ivanov, la satisfacción de estar dentro de él. Sin esperar más, empezó a moverse dentro de él, sin tacto, sin importar sus gemidos de dolor y súplicas, buscando su propio alivio sexual.

—¡Ahhh! ¡Duele! ¡Ah! ¡¡Por favor!!— Soleil siguió insistiendo tanto en sus palabras así como el querer mover su cuerpo, pero nada funcionaba. Ivanok no se detenía y él no podía hacer nada para detenerlo. Pero lo peor era el fuerte dolor que le estaba provocando y que sentía por primera vez al tener sexo como chico.

Dolía, le dolía mucho. Y es que ardía demasiado, era como tener un palo dentro de él que se restregaba bruscamente en su interior al punto de sentir que lo desgarraban por dentro.

Los ojos de Soleil se llenaron de lágrimas de impotencia.

¿Por qué no paraba? ¿Por qué le tenía que estar pasando a él algo tan terrible como eso con el cuerpo del que algún día fue su novio?

Soltó un sollozo.

— Por favor, Mattheo, ¿para sí? — pidió llorando—. Me duele mucho...— Apenas si pudo pronunciar, sabiendo que era inútil seguir suplicando o gritar por ayuda cuando la lluvia hacía mucho ruido, siendo imposible que alguien afuera pudiera oírlo.

Sin volver a esperarlo, recibió otra cachetada. Sólo que esta vez sí le abrió ligeramente el labio inferior.

—Eres tan molesto cuando dices ese nombre— Ivanok comentó molestó y puso su mano sobre el cuello de Soleil para apretarlo con algo de fuerza.— ¡Y si no vas a gemir, mejor cállate!— le ordenó y sin ya quitar la mano de su cuello, le desgarró la playera que tenía puesta y empezó a besar y morder sus pezones mientras seguía con esas bruscas embestidas.

Por lo que resignado y aceptando la realidad de las cosas, en silencio lloró mientras le costaba respirar debido a la fuerte presión que tenía en el cuello. Hasta que la falta de aire provocó que se desmayara de nuevo.

Entre sueños, pudo verlo a él. A Lukas, sonriéndole, besándolo con gentileza y acariciándolo como si fuera la flor más delicada del mundo. Jurándole amor eterno y prometiéndole que todo estaría bien. Que lo que estaba viviendo era un simple mal sueño.

Algo que por supuesto fue un deseo e ilusión que Soleil pudo permitirse soñar en su subconsciente pues al despertar, volvió a estar de nuevo en esa cabaña, desnudo y siendo todavía violado por aquel Oscuro que alguna vez fue Lukas Warthon.

Fue así que empezó un Bosque de Tinieblas para Soleil. Pues nunca hubo un descanso, todo el tiempo Ivanok sometió a Soleil con magia para penetrarlo como él quisiera, sin consideración. Incluso si Soleil estaba desmayado por el cansancio o dolor; o tenía ganas de orinar en el acto, a Ivanok no le importó en absoluto, ni un poco.

Siguió embistiéndolo, apretando sus dedos en su piel y mordiéndolo en varias partes de su cuerpo aún si Soleil estaba dormido; aún si con humillación y total vergüenza Soleil se orinaba en las sábanas.

Era un deseo sexual incontrolable y era irreal porque en ningún momento Ivanok pareciera estar exhausto ni hambriento como para darse un descanso. Aunque tal vez era así porque al tener la magia de Las Tinieblas, su capacidad de aguante era mejor que cualquiera que no tuviera dicha magia. O tal vez simplemente no podía parar porque parecía hechizado o envenenado por alguna flor cuyo perfume llegó a oler. Al menos eso creía Soleil pues en todo momento, los ojos de Ivanok no dejaban de ser violetas dándole la mirada de una bestia en celo.

Sea la razón que fuera por la que no podía dejar de penetrarlo y tratarlo de manera tan violenta, lo cierto que era demasiado para Soleil. El dolor en su entrada, el sangrado que salía de allí, la falta de agua y el esfuerzo de aguantar las penetraciones bruscas y rápidas, provocaban que se sintiera absolutamente cansado hasta el punto de ya no querer abrir los ojos. Siendo posiblemente la forma más lenta y cruel de estar muriendo.

Sin embargo, cada vez que Soleil sentía que faltaba poco para la hora de su muerte, Ivanok lo obligaba a beber una medicina de recuperación que lograba en pocos minutos ya no sintiera dolor en ninguna parte de su cuerpo y volviera a tener mucha energía. Sólo entonces para nuevamente experimentar el dolor, la impotencia y la humillación de volver a ser violado por él.

Era difícil saber con exactitud cuánto tiempo estuvo sometido a la magia de Ivanok y a su merced. Lo cierto es que basándose en el cambio de día a noche y viceversa que podía notar desde la ventana, fueron tres días.

Tres días en el que Soleil supo lo que era estar entre las verdaderas Tinieblas. Tres días en los que confirmó completamente que no quedaba nada en ese hombre de aquel brujo que había sido su mejor amigo y del que se había enamorado. Tres días en los que deseó fervientemente morir o que lo que le estaba pasando fuera una horrible pesadilla. Tres días en los que no sintió que su cuerpo le perteneciera, convirtiéndose sólo en un insignificante juguete sexual. Tres días que necesitó para empezar a odiar a ese parásito y querer matarlo.

Al pasar los tres días, los efectos de esa flor al fin desaparecieron del cuerpo de Ivanok. Por lo que simplemente sacó su falo de Soleil y cayó rendido a un lado de él para quedar completamente dormido como si nada hubiera pasado mientras que Soleil se quedó quieto, siendo liberado por esa magia. Sintiendo después de tantas súplicas a La Luna y El Sol, cómo su cuerpo le volvía a pertenecer; pero con la diferencia de que ya no quería que le perteneciera.

🌧️🌧️🌧️

Me prometí a mí misma a no volver a escribir este tipo de escenas en mi anterior historia, pero ... ya mejor ya no prometeré nada 🤡🤡🤡 ¿Dios, qué pasó aquí? 😞😞😞

* Aunque podemos decir en teoría que Lukas ahora es un Oscuro, para que no haya confusiones, llamaremos a este nuevo personaje Ivanok. Pues a pesar de ser (obviamente) físicamente igual a Lukas (es su cuerpo después todo), no es él.

Pregunta random que puede soltar teorías interesantes 🫢: ¿realmente creen que Lukas murió? 🤔

Ha pasado tiempo desde que los saludo por aquí, de antemano lamento mucho la tardanza pero mi bloqueo de escritor, crisis existenciales y mis responsabilidades con el trabajo me mantuvieron alejada de mi inspiración, pero hemos aquí nuevamente. Con un cap largo, no de mi total agrado pero con lógica y razón de ser en esta historia(?) (según yo :V)

Muchas gracias por su paciencia y por seguir leyendo la novela más larga que escribiré posiblemente en mi vida 😝❤️🥺

Hasta la próxima actualización 😶😠😭🥺🤢😓

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