9. Me gusta alguien

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14 años

Soleil

— ¡Me rindo! ¡La química y la mezcla de pociones "sencillas" es una mierda! — exclamó Butterfly, mi prima favorita y también una de mis grandes amigas.

Estábamos en la biblioteca de la escuela, por lo que no tardarnos en escuchar varios "shhhh" de los brujos y criaturas que estaban alrededor.

Ella solo bufó, de modo que me disculpé en su lugar.

Ella y yo tenemos la misma edad y suelen decir que nuestros rostros son bastante parecidos cuando estamos en nuestra forma femenina. No obstante, a diferencia de mí, ella tiene los ojos color avellana, el cabello corto y castaño, y más caderas que yo.

— Solo tienes que memorizar las fórmulas y practicar con las sustancias — le aconsejé en un susurro.

—Aghhh... Memorizar... ¡qué aburrido! Así como es aburrido tener que escuchar la voz sosa del profesor— se quejó. — Maldito viejo, no le perdono que me haya quitado un punto y me haya sacado de la clase ayer.

—Eso fue porque te quedaste dormida. — Rodó los ojos ante mi comentario. — Sabes que es exigente, sigo sin creer que hayas hecho eso. En fin, sigamos estudiando un rato más antes de que toque el timbre y empiece nuestra última clase.

Volvió a bufar y de mala gana, siguió estudiando al igual que yo.

***

— Por cierto, es raro verte en tu versión masculina en la escuela y siendo de día. — Me comentó al salir de la última clase.

— Ayer fue el día que estuve todo el día durmiendo y como sabes, dormir por horas causa que sea difícil despertarse.

Asintió. — Sí, por eso odio que tengamos que dormir todo un día completo.

— Pero no lo podemos evitar. — Solté un suspiro. — Me desperté tarde por eso, y al no tener tiempo de buscar con calma qué ponerme y peinarme; decidí venir como chico, usando esta playera blanca holgada, unos pants azul marino y tenis blancos.

—Como era de esperarse de ti. Aun si no te gusta mucho estar como una chica, te importa mucho más la imagen que das en tu forma femenina que la masculina. Eres toda una vanidosa, Soleil.

No dije nada, tenía razón.

— También por eso mi cabello fue un desastre hoy hasta que fui al baño a arreglarlo.

— Es cierto, pero ahora estás bien — Acarició mi cabello. — Te ves muy guapo y no se nota que hayas tenido un contratiempo.

Asentí, satisfecho por su comentario.

Dejé unos libros en mi casillero y cuando lo cerré para que ambos nos fuéramos a nuestro club de canto, alguien gritó desde lejos.

—¡Soleil! ¡Ahí estás! — Era Lukas, quien corrió hasta a mí con una sonrisa. Su respiración estaba agitada. Al parecer corrió muy rápido desde el salón de su última clase para encontrarse conmigo.

Estaba desconcertado ya que no habíamos quedado de vernos sino hasta en la noche.

—¿Lukas? ¿Qué pas...?

No había terminado de pronunciar mi pregunta cuando tomó mi mano y me jaló, para empezara a correr al igual que él.

—¡Vamos, tengo que contarte algo! ¡Es súper mega importante!

Sin nada mas que decir, lo seguí mientras que Butterfly me gritaba que me veía en el club.

Nos dirigimos al edificio donde los brujos de la luz tomaban sus clases. Subimos las escaleras hasta llegar al 4 piso, y después de seguir corriendo por el gran pasillo, nos metimos a un salón vacío.

Después del Ocaso (gay)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt