55. Ivanov

45 5 10
                                    

Narrador

Gris, aburrido e indiferente. Así era el cielo ese día.

Así lo recuerda Ivanok antes de tener una segunda oportunidad, una segunda vida como él la consideraba. El último día de su patética y estúpida vida antes de volver a nacer.

Y es que, no había otra forma de describir a su "primera vida" que como un completo bodrio.

Nacido para ser abandonado a temprana edad, maltratado por ser la viva imagen de la traición, discriminado por sus gustos peculiares, ignorado por mostrar su verdadero yo y aislado por haber desarrollado una enfermedad mental hereditaria.

Siendo carente de amor desde los cuatro años, sin tener la dicha de lo que era ser amado y amar a alguien más. Sintiendo odio y resentimiento hacia todos los de su alrededor por tratarlo diferente y por destruir sus míseros y pocos sueños de infancia. Asimismo, lo tenía con La Madre Naturaleza, por darle una miserable vida donde incluso ella lo había abandonado como sus padres, la institución donde creció y la sociedad en sí.

Era un tormento soportar las humillaciones y el maltrato de los otros brujos con los que vivía y convivía en el internado. Aun así, era demasiado débil tanto de mente como de cuerpo; y cobarde para defenderse de ellos. Por lo que, al cumplir la mayoría de edad, decidió hacer lo más inteligente y valiente que había pensado: acabar con su vida.

Y no sólo eso, sino que a pesar de saber que su vida importaba una mierda y nadie lloraría por su muerte, creyó adecuado suicidarse dentro del internado. , en el internado. Porque quería que su muerte tuviera el mismo significado que su vida: un completo dolor de huevos.

Al ya estar en el edificio más alto del instituto, en la orilla del techo, se imaginó la cara de horror de la directora y los maestros así como los rostros de espanto de sus compañeros en el momento que vieran su cuerpo en un gran charco de sangre en el suelo; así como las noticias exagerando lo sucedido convirtiéndolo en un gran escándalo que perjudicaría para siempre al instituto el cual siempre se había considerado como los mejores por su disciplina, empatía e igualdad.

No pudo evitar reírse a carcajadas, al saber que no sólo por un maldito día, sino por varios les arruinaría sus vidas.

—¡¡Los odio!! ¡¡¡Los odio a todos, hijos del Puto Sol y la Puta Luna!!!— gritó con euforia—. ¡Jajajajajajajajajajjaja! ¡Te odio a ti Madre Naturaleza! ¡Perra de mierda! ¡¡Ojalá algún día todos prueben el asqueroso suelo de las Tinieblas!!! ¡¡¡Jajajajjajajajajjajajajajajajajajajajaj!!! ¡¡¡Los maldigo a todos y ojalá algún día este mundo sea destruido!!! ¡¡¡Jajjajajajajaj!!! ¡¡¡Ojalá todos se pudran!!!

Miró al cielo, abrió sus brazos, cerró los ojos, dibujó una gran sonrisa en su rostro; y sin más, se dejó caer. Dando así, fin a su insignificante vida. No obstante, su cráneo nunca se rompió contra el suelo ni había sangre manchando su rostro y cuerpo.

Extrañado abrió los ojos y se dio cuenta que una extraña magia verde estaba haciendo que flotara en el aire. Para después sentirse empujado por dicha magia con fuerza, ocasionando que cayera de sentón en el firme techo.

Estaba confundido, pero más que nada frustrado. ¿Quién mierda se había atrevido a frustrar su plan de suicidarse? ¡Es que ni ese puto deseo le podía otorgar La Madre Naturaleza?

—¿Es verdad lo que dices?– Detrás de él, escuchó una voz muy grave y fuerte—. ¿Te gustaría ver este mundo destruido o sólo lo has dicho por decir?

Se levantó dándose la vuelta. Entonces, a un metro de él se encontraba un hombre de casi 2 metros de altura, robusto pero no por exceso de grasa. Más bien fornido. De piel blanca, pero más blanca que la de un muerto, con el cabello oscuro que le llegaba a los hombros.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Después del Ocaso (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora