Los días fueron pasando y llegó el día de la graduación.
Después de muchas charlas con Charlie me convenció de asistir a la ceremonia....Así que ahora me estaba maquillando un poco en el aseo.
No tardé mucho en hacerme un sencillo maquillaje natural y volví a mi habitación. Solo me faltaba coger una pequeña chaquetilla y darle el beso de despedida al cuadro de mi madre.
Pero nada más cruzar la puerta de mi habitación me tensé.
Su aroma a frutos del bosque estaba por toda la habitación.
Paseé mi vista por todo el lugar, pero él no estaba. Me di cuenta de que la ventana estaba abierta cuando yo la había mantenido cerrada en todo el día, pero lo que más me llamó la atención fue lo que había en mi cama.
Me acerqué y lo cogí.
Era un sobre de color crema y en la esquina estaba mi nombre escrito con su letra tan pulcra.
Esa letra que me impresionó desde el primer día que le vi en el hospital.
Rodé los ojos y dejé la carta donde la encontré, ignorando lo rápido que me latía el corazón.
Fui al armario a por la chaquetilla, le di el beso al cuadro y caminé hacia la puerta.
"Piensa con el corazón"
Las palabras de Charlie llegaron a mi cabeza antes de salir de mi habitación, haciendome parar.
Con el corazón...
Giré mi cuerpo de vuelta a la carta.
Mi cabeza me decía que no quería nada de él. No quería nada de Carlisle y esa carta lo era. Por lo tanto...no la abriría.
Pero mi corazón...
Éste latía rápidamente impaciente por leer las letras dentro del sobre.
Apreté los labios intentando decidir lo que debía hacer.
En realidad no me tomó mucho tiempo, a los pocos segundos ya estaba sentada en el borde de mi cama con la carta en mis manos.
Sin poder evitarlo paseé los dedos por mi nombre, acariciando la escritura, ansiando poder acariciarle a él.
Abrí lentamente el sobre aguantando la respiración por los nervios.
Saqué el folio y dejé el sobre a mi lado. Lo desdoblé y noté como todas esas letras estaban escritas en pluma en vez de bolígrafo, haciendo que se notase más su bonita caligrafía.
Tomé una bocanada de aire y me dispuse a leer.
Il mio cuore sta iniziando a crollare. Per la mancanza del tuo sguardo con i tuoi occhi in cui è contemplata l'intera galassia.
La mia bocca ahnela i tuoi baci, i miei occhi che li vedi. Forse è quello che il mio essere merita per gli errori che ho fatto nel corso dei miei giorni.
L'unica cosa che la mia anima soffre di forza è che tu mi ami, come io amo te. Perché se ciò non accade, la mia anima sarà lacerata fino a scomparire.
Il mio amore per te è così grande che senza di te la mia esistenza non avrà motivo di continuare con la sua danza in quella che chiamiamo vita.
¿Qué?
Extrañada, le di la vuelta al folio buscando una traducción. Traducción que no había por ningún lado.
Carlisle me había dado una carta en italiano.
¿Con qué fin? Él sabría que no la entendería.
No voy a mentir diciendo que me daba igual lo que significaba, porque en realidad me había llevado una pequeña decepción, pues esperaba encontrarme unas bonitas palabras, de esas que solo él me decía.
Sí, me había decepcionado un poco la carta.
Y sí, puede ser que sí tengan esas palabras que yo esperaba leer, pero ¿por qué escribirlas en un idioma que no entendía?
Lo único que sacaba de aquí es que Carlisle no tiene la cara para siquiera escribirme algo que entendiera, porque ni para eso tiene fuerzas.
Resoplé y tiré la carta sobre mi cama, sin meterla de nuevo en el sobre y sin siquiera doblarla.
Ahí se quedaría.
Ya no podía perder más tiempo, llegaría tarde sino
Cuando llegué al instituto tuve la atención de las personas y todos sus ojos puestos en mi.
Era normal, llevaba el último mes de clase sin aparecer por aquí.
Cómo siempre hacía cuando iba al instituto, ignoré a todos, cuadré mis hombros y fui hacia donde se haría la ceremonia.
En la puerta me encontré con Charlie, quien estaba siendo saludado por, literalmente, todo el mundo.
─ Vaya Sheriff, hoy no pasa desapercibido ─ dije poniéndome delante suya.
─ Gala, ya llegaste ─ dijo con una sonrisa
─ No, soy su fantasma ─ dije irónica en tono bromista.
Charlie entonces viró los ojos y me empujó suavemente hacia el interior de la gran sala.
─ Venga, busca tu sitio.
Anda más poner un pie dentro sentí su aroma, la presencia de todos los Cullen y el aroma de mi padre cerca.
Alcé los ojos del suelo y enseguida me topé con los de Carlisle, quien ya me estaba mirando estando sentado al lado de Esme.
Ignoré su mirada y me caminé hacia los asientos de los graduados, pero antes de llegar Alice se me puso por medio.
─ Gala...si que has venido...─ dijo sorprendida.
─ ¿No habías visto mi decisión? ─ pregunté seria con la ceja alzada.
─ Si, pero...no sabía si la cambiarías en el último momento.
─ Agradécele a Charlie. No estaría aquí si no fuera por él ─ le respondí igual de sería.
Entonces, Jasper, quien iba vestido de amarillo y azul como todos los demás, se puso al lado de su pareja.
─ Estamos muy contentos de que hayas venido, de verdad ─ dijo con una de sus suaves sonrisas.
─ Ya lo veo ─ dije viendo cómo Edward e Isabella estaban girados en sus sitios mirándonos.
Cuando mis ojos conectaron con los de Edward éste se levantó y caminó hacia nosotros, haciendo que Isabella lo siguiera. Cuando estuvo enfrente mia puso una mueca y habló suavemente.
─ Por favor...puedes...¿Puedes guardar tu rictus serio esta mañana? Solo durante la ceremonia. ─ alcé la ceja ante su petición ─ Por favor. Nosotros ya hemos tenido muchas graduaciones, pero es la primera contigo... Nos gustaría poder disfrutar de tu graduación y de la de Bella estando en paz y como siempre.
─ Si no quieres que fastidie la graduación de Isabella solo tienes que pedírmelo. No hace falta añadir mi nombre para que acepte ─ dije cruzándome de brazos.
─ No Gala. Digo esto con sinceridad. Quiero, queremos poder disfrutar de tu graduación. Sí, también es la de Bella, pero hoy deseamos que estés con nosotros, que no nos alejes de este día.
Le aguanté la mirada a Edward intentado ver si de verdad lo decía con sinceridad, como él decía.
Pero lo único que veía en sus ojos era una decisión firme y cariño...
Así que suspiré y asentí, dejando ver una pequeña sonrisa.
Sonrisa que hizo que todos sonrieran.
Entonces mi cuerpo se volvió a tensar, pues Carlisle se había levantado de su sitio y venía hacia nosotros junto con Esme.
Una vez los dos adultos llegaron intenté no mirar al rubio. Si querían que todo fuera, al menos, más llevadero, no tendría que relacionarme con Carlisle, pues con su presencia desde luego nada era llevadero para mí.
─ Nos alegra que aceptes ─ dijo Esme con una de sus cariñosas sonrisas.
─ Bueno, yo también quiero una graduación tranquila. ─ dije intentando estar tranquila.
Y como ya les dije a ellos, tendríamos una pequeña "tregua" esta mañana, así que aguanté esa pequeña sonrisa en mi rostro.
─ Tu padre está aquí. Está escondido, por si alguien le reconoce, pero quería venir a ver tu graduación.
Lo que dijo Esme me hizo sonreír un poco más. Me alegraba saber que mi padre estaría en mi graduación.
─ Sí, lo sé. Le sentí al llegar. ─ asentí simpática.
Entonces miré hacia uno de las grandes ventanas, allí se veía el bosque, y a simple vista nada más, pero sabía que mi padre estaba entre esos árboles.
─ Está acostumbrado a esconderse, así que nadie le verá ─ dije mirando a cierto árbol.
─ Gala...─ me reí al escuchar el regaño de mi padre.
Regaño que los Cullen también escucharon y se rieron un poco tensos.
─ Lo digo de broma, no iba con segundas intenciones ─ rodé los ojos aún con una pequeña sonrisa al ver cómo todos se habían tensado.
─ A mi padre le gusta volver a ver tu sonrisa.
Nada más escuchar lo dicho por Edward mis comisuras se destensaron quitando la pequeña sonrisa. Miré a Carlisle quien miraba a su hijo con el ceño fruncido.
─ No digas cosas que puedan incomodar a Gala, Edward ─ le regañó.
─ Es lo que pensaste, tiene que saberlo ─ respondió seguro de su pensamiento.
Pero ese comentario ya había puesto tenso a todos los del círculo...hasta que Alice habló.
─ Por la noche se celebrará una fiesta en nuestra casa por el fin de curso ─ cambió de tema rápidamente ─ Van a venir todos. No creo que haga falta decírtelo, pero...estás invitada.
Volví a sonreír levemente olvidado lo que había pasado y me centré en la pequeña chica. Le brillaban los ojos y tenía una sonrisa emocionada.
Las fiestas eran lo mejor para Alice.
Antes de que pudiera contestar sentí un peso en mi hombro, me giré para ver el causante viendo como Charlie estaba detrás mia con su mano apoyada en ese lugar.
─ Claro que irá.─ dijo simpático
─ Tío...─ le regañé.
─ Tienes que divertirte un rato, además, creo que tenéis cosas que hablar.
Tiene que ser una broma.
Charlie no puede haberle dicho a Carlisle eso.
El sheriff no puede estar mirando al doctor como un padre al primer novio de su hija.
Solté una pequeña risa falsa por los nervios y me fui de allí al instante.
Busqué mi asiento sin mirar de nuevo a los Cullen y una vez lo encontré me senté suspirando.
─ ¿Gala? ─ me giré hacia el llamado, viendo que Ángela Weber estaba sentada a mi lado ─ ¡Madre mia! ¡Si estás viva! Nadie sabia de ti ni de tu repentina desaparición ─ dijo simpática.
Me reí levemente un poco avergonzada.
─ Tuve que tomar clases en casa por un pequeño problema. Pero ya está todo solucionado y hemos podido pasar el curso ─ le expliqué rápidamente ─ Buen trabajo.
Alcé mi mano en un puño para chocarlo con el de Ángela, quien se rió divertida.
Justo en ese momento empezó la ceremonia.
Con el paso de los minutos los profesores fueron hablando, Jessica hizo su discurso -que no había estado nada mal- y los alumnos fueron subiendo a por su diploma uno por uno.
Cuando llegó mi turno encuadré los hombros y caminé hacia el profesor a paso seguro mientras mi sonrisa se mostraba bonita en mi rostro.
Habían pasado muchas cosas este año.
Demasiadas.
Buenas y malas.
Mientras cogía mi diploma me di cuenta de como la familia Cullen y Charlie estaban de pie aplaudiendo.
Charlie me guiñó el ojo con su mostacho levantado por la sonrisa.
Después miré a los miembros de la familia uno por uno, hasta llegar a Carlisle, quien volvía a mirarme como siempre lo hizo.
Cariño.
Respeto.
Adoración.
Amor.
Mientras bajaba las escaleras del escenario miré a la ventana por instinto.
Mi padre estaba asomado por ella con una gran sonrisa y la mano apoyada en el pecho.
Orgulloso.
Supe entonces que ya era momento.
Era momento de seguir a mi corazón y perdonar.
Aunque me llevara mi tiempo conseguirlo, sabía que quería volver a la normalidad.
Y así sería.
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Aquí está el capítulo.
Dios mío, una semana entera sin actualizar, siento la tardanza y las preocupaciones que haya causado (agradezco a las lectoras que se han preocupado por mi y me han preguntado como estaba ❤️)
La semana ha estado ocupada y movidita, y de nuevo he tenido un pequeño bloqueo.
¡Pero ya estoy de vuelta!
Espero que hayáis disfrutado del capítulo.
No os pongáis ansios@s por la traducción del poema ni lo busquéis en el traductor, saldrá más adelante.
De verdad lo digo, no busquéis la traducción eh. Que la sabréis de una forma muy bonita (confiad en mi😉)
El poema es de una lectora Lisa_momoland2007 muchas gracias por tu poema 💚
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¡¡Nuestra Gala graduada!!
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