Poco después Sue nos puso la comida a todos los presentes. Comimos entre risas y yo estando más tranquila.
La verdad es que Sam y Jared intimidaban de primeras pero eran chicos simpáticos, aunque notaba cada cierto tiempo sus miradas puestas en mí, como ahora
─ Jared, muchacho, todos vemos que Gala es una chica guapa, pero la vas a desgastar ─ Bromeó Harry al ver como el chico me estaba mirando por 297338 vez.
Jared se puso nervioso y puso su mirada en el plato casi vacío.
─ E-es que tiene algo...─ Dijo en voz baja, aunque todos lo escuchamos.
Pasé mi mano por los labios rápidamente pensando que tenía alguna mancha y que nadie me lo había dicho, pero no tenía nada. Ese gesto causó la risa de los adultos.
─ ¿De qué hablas, tío? ─ Preguntó con el ceño levemente fruncido Jacob
Jared levantó la mirada derepente serio. Noté enseguida un cambio en el ambiente, se puso tenso y el aroma a lobo se intensificó. El lobo se había molestado
Mi cuerpo se fue tensando poco a poco en defensa preparado para cualquier cosa. Pero entonces Sam habló
─ Jared ─ Su voz fue grave, no del mismo tono que siempre.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo a la vez que Jared se relajaba notoriamente y el aroma a lobo disminuía
"Alfa..." Pensé. Sam era un Alfa
─ Bueno chicos, no hace falta poneros así ¿Eh? ─ Tranquilizó Billy.
Después fue un poco tenso.
Seguía notando las miradas de los dos metamorfos, pero hacía como que no me daba cuenta mientras que el simpático de Seth molestaba a su hermana y me hacía reír.
Con Leah...la veía seria y sin una pizca de ganas de estar en la mesa. Así que le pregunté a su hermano.
─ Seth ─ Le llamé susurrando. Me miró a los ojos interesado. ─ ¿Le pasa algo a tu hermana?
El gesto del preadolescente cambió abruptamente. Me sentí mal solo de verle el pequeño mohín que hizo. Entonces me arrepentí. Yo nunca me interesaba por los demás, ¿por qué ahora sí? Era mejor mantenerme igual.
─ Lo siento. No deb-─ Me interrumpió
─ Ella y Sam eran pareja...─ Comenzó a contarme susurrando. Noté como el lobo mencionado se ponía tenso, haciéndome recordar que ellos también podían oír todo ─ Pero dejó a mi hermana al conocer a Emily, nuestra prima
─ Oh...─ No supe que decir.
Miré de reojo a Sam viendo cómo ya nos estaba mirando. Él tenía un gesto contraído, como si esperara algo de mi, pero yo le di una suave sonrisa. Parecía que se sorprendió, pero creo que le entendía.
Esa tal Emily puede ser que fuera su impronta, su alga gemela, como Carlisle y yo. Y sabía que, si era igual de fuerte que los compañeros de los vampiros, era una unión difícil de romper
─ Por eso Leah está así, no soporta verlo. Al igual que Jacob, que aunque no se lleve muy bien con mi hermana, se sigue preocupando por ella ─ Terminó de decirme Seth.
─ Gracias por contarme, Seth ─ Le revolotee el pelo con la mano antes de levantarme de mi silla. ─ Te ayudo, Sue ─ Dije al verla recoger los platos de la mesa.
El tiempo pasaba rápido, y sin darme cuenta la semana estaba por terminar.
Era viernes y me dirigía al instituto con la Vespa. Sí, ya sabía conducirla al 100% y Charlie ya me dio el carnet de conduir.
Fue el lunes cuando cené en la casa Black y Jacob me dijo que a esa velocidad de aprendizaje podría conducir la moto en poco tiempo, y fue el miércoles cuando fuimos a una carretera y me desenvolví bien. A Charlie le encantó verme conducirla, y como un padre orgulloso me abrazó alegre. Justo ayer Charlie llegó a mi casa con el carnet, diciéndome que echaría de menos llevarme él a clases.
En el instituto estaba todo normal. Los Cullen no se me acercaban y Edward ya no entraba en mi cabeza, algo que me relajaba.
Estaba en la carretera desértica sin ningún coche cuando derepente me vino uno de esos "sueños"
•
•
•
─ ¡Os digo que no es normal! ─ Gritó Edward.
Estaban todos en el pasillo de la entrada con las mochilas en los hombros, además de Carlisle, que llevaba su maletín.
─ ¿Puedes dejar eso ya, por favor? Gala es una chica común ─ Dijo con hastío Emmett. Pocas veces estaba serio.
─ Si...siempre la vemos y no tiene nada de raro. ─ Dijo Jasper
─ ¡Deja ya a Gala! ¿Qué has visto que nosotros no? Va a ser feliz con Carlisle y nosotros con ella, si pasara algo ya lo abría visto ─ Dijo Alice ya cansada con lo mismo.
─ Edward, ¿qué viste el martes para ponerte así? ─ Preguntó tranquilamente Carlisle
Edward miró a todos sus familiares con duda para después responder
─ Ella pens- ─ Pero fue interrumpido por la pequeña hadita.
Alice soltó su mochila de golpe y un sonido de sorpresa
─ ¡¡Gala va a tener un-
•
•
•
Desperté de la ensoñación al sentir el volante moverse con brusquedad. Miré donde me encontraba, viendo que estaba cerca del instituto, pero la carretera estaba irregular, con varios baches que tendría que haber esquivado, pero que por obvias razones no hice.
Bajé la velocidad poco a poco intentando hacer algo, pero entonces, sin darme cuenta, perdí el total control del volante, la rueda se metió en un socavón y salí rodando por la carretera.
Solté un quejido más por la sorpresa que por el golpe, se escuchó el motor de varios coche y puertas cerrarse con fuerza. Al alzar la mirada vi a Carlisle y sus hijos viniendo hacia mi.
─ ¡Gala! ─ Vino con prisa hacia mí y se acuclilló a mi lado. ─ ¿Estás bien? ─ Preguntó con voz dulce y sin levantar mucho el tono.
─ Sí, si, estoy bien ─ Hice el intento de incorporarme de la carretera, pero su fría mano se puso en mi hombro y la otra en mi cabeza
─ Déjame que te ayude, puedes haberte golpeado la cabeza ─ Me dijo mientras que él, con su propia fuerza, me dejaba sentada en el asfalto. Me agarró con cuidado de las mejillas y me miró todo lo que llegaba a ver con preocupación.
─ Carlisle, estoy bien.
─ ¿Cómo puede ser que estés bien? ¡Ese golpe tendría que haberte hecho algo! ─ Soltó de golpe Edward molesto
─ ¡Edward! ─ Le riñó Rosalie
─ ¿Tú también Rosalie? Tendría que estar sangrando, o incluso mareada. No es normal.
─ Chicos...─ Dijo suavemente Carlisle, pero los adolescentes seguían discutiendo sobre algo que ya no prestaba atención.
Ahora estábamos los dos mirando a un punto fijo en mi cuerpo, viendo cómo mis dos brazos tenían grandes raspones por donde salia sangre.
Me acordé de Jasper, que había visto en el instituto sin respirar y tenso por todas las personas. Me imaginaba que era por un mal control de sus instintos y ahora estaba tensa en mi lugar preocupada en por si se le ocurría saltar sobre mí.
En ese momento el lugar se llenó del olor de mi sangre, ya que de las heridas salia cada vez más de ese líquido rojo. Noté como todos dejaron de discutir y se giraron a mirarme.
─ ¡Llevaros a Jasper! ─ Ordenó Carlisle
En ese momento agradecí poder seguir el ritmo de los vampiros, porque de un solo pestañeo Edward y Emmett fueron contra Jasper para sujetarlo, pero éste los evitó y corrió hacia mí con mirada preocupada.
Sí, preocupada
Ahora Jasper estaba al lado mía, con el maletín de Carlisle abierto, mientras que le tendía unas gasas a su padre para curarme. Carlisle lo miraba sorprendido
─ Jasper...¿Estás bien? ─ Preguntó cuidadosamente a su hijo.
─ Solo...─ Aspiró el aire, atragantándose con su saliva y poniendo a todos tensos por su siguiente movimiento ─ Solo cúrala, por favor ─ Dijo sorprendiéndonos a todos
Carlisle le hizo caso y con la gasa trató mis herida con cuidado mientras los demás se mantenían en silencio.