(JENNELLE)
Fruncí los labios con desgana, apartando el viejo libro de nombres que Simone me había traído en la tarde para que le echaramos una ojeada Tom y yo, aunque me había olvidado de el durante el día. Shiro dormía plácidamente en nuestros pies, sobre el edredón.
Ese día me había dado cuenta de que, considerando las dimensiones de la casa, no íbamos a tener una habitación para el bebé, ni de broma. Coloqué mi mano libre sobre el bulto que crecía y se expandia más cada semana que pasaba, acariciandolo.
- ¿Que piensas ? -cuestionó Tom.
Lo miré de soslayo y él mantenía sus ojos en mi, con su teléfono celular en la mano. Nos encontrábamos en nuestra habitación, metidos en la cama, la televisión hacia de sonido ambiente pero no la veíamos.
Me acomode un mechón de cabello detrás de la oreja, tenía que ser cuidadosa con respecto a como tocaba el tema con mi hombre, él recordaba muy seguido para su propia paz mental el sermón que nos había dado mi madre en su apartamento, cuando supo del embarazo.
-estaba pensando en que...-dude- uh, visitar al agende de bienes raíces que está intentando vender el terreno donde estaba la casa de mi padre.
Tom frunció el ceño, sin comprender, obviamente, el rumbo de mis pensamientos.
- ¿Ya está a la venta? -cuestionó, dejando su teléfono celular sobre el edredón- no me habías contado nada enana.
Me encogí de hombros, sofocando una risa, si que le había contado pero estaba muy distraído y emocionado por el bebé y todo se le olvidaba.
- si mi amor, ya está a la venta- respondí y el alzo una ceja.
Tom se frotó la barba de su barbilla con los dedos, sopesando un pensamiento, sin lugar a dudas.
- ¿Has pensado que es tan pequeña la casa que el bebé no va a tener una habitación? -cuestionó, sin dejar de mirarme con atención.
Asentí con la cabeza, ¿Tan bien me conocía o se me notaba la preocupación en el rostro?
-Agnes está dispues a ceder un poco del espacio de su habitación-respondi, medio sonriendole.
Tom bufó y negó con la cabeza, dejándome a la espera de una sonrisa en respuesta.
-no creo que sea una buena idea-murmuro- he pensado en poner a la venta esta casa y buscar una nueva...-dudó y me medio sonrió- quizás podríamos usar el dinero del terreno de la casa de tu padre para añadirle presupuesto a la búsqueda.
Alce ambas cejas, no se me había ocurrido.
-oye, que buena idea-mencione, sonriendole.
Tom dejo su teléfono celular sobre el edredón y coloco su mano sobre mi vientre, al lado de la mía, acariciando a nuestro bebé dentro de mi con sumo cuidado y amor.
-a veces tengo buenas ideas-murmuró, apartando sus ojos de mi y mirando mi vientre- ¿Cuando te vas a mover para mi ?