Aiden.

Oleh Poli_MDE

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Amy, una bruja, la más poderosa que podría existir, fuerte y valiente. Evan, un híbrido, el rey de los vampir... Lebih Banyak

Aviso 1.
Prólogo.
Capítulo 01: Los novatos.
Capítulo 2: El destino que nos une.
Descripciones.
Capítulo 3: Aiden.
Capítulo 4: El desastre.
Capítulo 5: La bestia.
Capítulos 6: Caminos que se unen.
Capítulo 7: El ataque de los otros.
Capítulo 8: Atrapada.
Capítulo 9: De vuelta a casa.
Capítulo 10: Quien sea reina.
Capítulo 11: Lluvia en el cristal.
Capítulo 12: Sus recuerdos.
Aviso
Capítulo 13: A tu lado.
Capítulo 14: Olvídalo.
Capítulo 15: Acorralados.
Capítulo 16: Humana.
Capítulo 17: Jaque mate a la reina.
Capítulo 18: En una noche como esta.
Capítulo 19: Desconocido.
Capítulo 20: El demonio.
Capítulo 21: El lob... vampiro feroz.
Capítulo 22: Días de paz.
Capítulo 23: Donde el camino empieza.
Capítulo 24: Tu mirada.
Capítulo 25: Una nueva aventura comienza.
Capítulo 26: Hasta las lágrimas.
Capítulo 27: De vuelta en casa.
Capítulo 28: Un día especial.
⚠️Bueno, llego el gran aviso ⚠️
Capítulo 29: Feliz cumpleaños.
Capítulo 30: Peligro.
Capítulo 31: Finalmente lo que soy.
Capítulo 32: Diversión.
Capítulo 33: La decisión final.
Capítulo 34: Devuelta a casa.
Capítulo 35: La voz de su conciencia.
Capítulo 36: Liberame.
Capítulo 37: Aquél día
Capítulo 38: La extraño.
Capítulo 39: Tiempo de verano cálido.
Capítulo 40: La mujer de mis sueños.
Capítulo 41: A un paso.
Capítulo 42: Entre la niebla.
Mini trailer.
Capítulo 43: Te he esperado.
Capítulo 44: Un infierno brillante.
Hi babys. 💕
Capítulo 45: Una noche de recuerdo.
Capítulo 46: Armadura.
Capítulo 47: Sorpresa, el enemigo es fuerte.
Capítulo 48: Los visitantes.
Capítulo 49: La salvación.
Capítulo 50: A cargo.
Capítulo 51: Lado sádico.
Capítulo 52: En la noche...
Capítulo 53: Entre la noche.
Capítulo 54: Siempre tuya.
⚠️ Nuevo IG ⚠️
¿Por qué desaparecí?
Cap 55: Nuestro comienzo.
Capítulo 56: La pelea.
Capítulo 57: Amor de a tres.
Capítulo 58: Huésped.
Capítulo 59: Revelando al monstruo.
Encuesta para mis angelitos 💕
Capítulo 60: El despertar del ghoul.
Capítulo 61: Elijo a ambos.
Capítulo 62: Última decisión.
Aviso: Internado ⚠️
Peguenme un tiro, digo volví 😂
Capítulo 63: Aquel día.
Capítulo 64: La mejor decisión.
Capítulo 65: Una noche desafiante.
Capítulo 66: Organizados.
Capítulo 67: Salvados.
Capítulo 69: El final de la batalla.
Capítulo 70: Ira.

Capítulo 68: El deshielo.

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Oleh Poli_MDE

Holis ✨

Tarde mucho en publicar, no lo niego y solo me disculpo por ello.

Ustedes saben que ahora soy una adulta de 24 años que debe trabajar, estudiar y hacer quehaceres así que el poco tiempo que tengo libre lo uso para tener vida social y dejo mis pasatiempos de lado, pero bueno, no es mi intención dejar el libro inconcluso así que aunque tarde pero seguro subiré capítulos.

Espero que les guste, creo que es el cap más largo que he escrito hasta el momento, pero está lleno de cosas.

Lxs extrañé ♥️

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

¿Cómo explicar lo que ocurrió aquella noche?

El desastre que hubo, las bajas y los heridos...

El fuego crepitaba entre los escombros y los troncos dejando a su paso un manto oscuro de cenizas y una gran nube de humo negro que seguía ardiendo fervientemente.
Las estrellas se repartían por el cielo oscuro ajenas a todo lo ocurrido bajo ellas.

Los cadáveres se extendían por todas partes dejando que su sangre se convirtiera en grandes charcos que se unían entre sí.
El bosque permanecía en total silencio como si llorara por las almas que acababan de partir.

Amy estaba de bruces en el suelo húmedo, su ropa estaba rasgada y cubierta de sangre, se notaba lo herida que estaba y aunque como bruja debía sanar su poder se había desgastado tanto que incluso cerrar un par de rasguños era difícil.
Sus hombros caídos se agitaban sutilmente mientras permanecía cabizbaja de frente a la enorme pila de escombros.

-Lo lograste -escuchó la voz de Belon, una de las ancianas del consejo.

Amy levantó lentamente la cabeza, sus ojos estaban rojizos y colmados de lágrimas, por debajo de su párpado derecho traía un corte profundo en la mejilla del cual brotaban líneas de sangre que se unían con sus lágrimas hasta desaparecer por debajo de su mentón.

-Lo intenté -murmuró con voz rota.

La anciana detrás de ella apretó los puños colérica de solo oírla, avanzó por el camino de tierra y tomó a la líder de los cazadores por el cabello tirando de él con fuerza. Amy soltó un quejido y se vio obligada a voltear su rostro para mirar la expresión de odio que le dedicaba aquella mujer.

-¡Deja de llorar! Lograste lo que querías ¿No es cierto? -exclamó furiosa -No querías ser la líder de este clan, así que ahora eres libre ¡Deberías festejarlo!

-No es lo que... -su labio inferior temblaba y el dolor emocional no le permitía seguir hablando.

Belon estrelló su palma en la cara de la bruja y la empujó al suelo observando con desagrado la imagen de su líder, destruida y débil.

-Deja de fingir que te duele, Amy.

A duras penas la muchacha logró sostenerse con sus brazos y levantar la mirada.

-¡Hice lo que pude! -gritó con todo el dolor de su corazón -¡No quería ser una líder pero mucho menos quería algo como esto! -sus ojos grises se alzaron al cielo -Me convertí en líder para darle a estas personas un mundo mejor incluso a costa de mi propia felicidad... Lamento tanto lo que pasó.

Belon se limpió un par de lágrimas fugaces que cayeron por sus mejillas.

-Si realmente te hubieses preocupado por tus cazadores nos habrías hecho caso cuando te lo pedimos y nada de esto habría pasado.

La anciana de cabellos blancos se agachó ante Amy y la tomó del mentón para que sus ojos grises se fijarán en ella.

-Fue tu culpa Amy, tú mataste a estas personas, sus vidas fueron arrebatadas por tu descuido y su sangre es la que mancha tus manos -deslizó su agarre hasta el cuello de Amy y lo apretó -Mereces vivir sabiendo que todo esto es tu culpa, vive con ello y será tu mente la que te destruirá al final.

-No... Yo no quise que esto pasara.

-Mientes.
«Eres la peor decisión que pudimos tomar como consejo, jamás debiste ser nuestra líder, debimos haberte matado cuando pudimos, después de todo no eres más que un peligro para todos.

Su agarre se profundizó y las uñas de aquella anciana se clavaron en la piel de Amy haciéndole brotar pequeñas gotas de sangre.

-Eres un demonio Amy Oliver, eres un ser repugnante que debió ser destruido hace mucho tiempo. Tu mera existencia nos ha condenado a todos.

Las llamas iban haciéndose más pequeñas habiendo consumido todo lo que alguna vez fue la sede de los cazadores.

-Ahora no nos queda más que dejarte vivir, ese será tu castigo -la mujer sonrió aunque no había nada por lo que alegrarse -Que tu mente sea tu condena, que la culpa no te deje en paz y que en esta vida nunca encuentres la felicidad, ese es mi último deseo.

La anciana cansada por la pelea se apartó de Amy, retrocediendo un par de pasos y extendió ambos brazos dejando fluir su poder, así es como una bruma azulada la rodeo por completo.

-Amy Oliver, te maldigo con estás palabras y que las almas de los caídos me apañen para que en esta vida tu misma seas tú verdugo.

-No...

La muchacha se arrastró por el suelo intentando apresuradamente ponerse de pie pero en cuanto pudo el poder de la bruja anciana estalló empujándola al suelo nuevamente y reventando el corazón de la más vieja.

-¡No! -aún mareada por el golpe Amy corrió hacia el cuerpo de aquella mujer y la agarro por los hombros -Por favor no... Despierte, por favor.

Vivir con la culpa, tener que levantarse cada día sabiendo que las muertes se debían a sus malas decisiones la atormentarían de por vida y que jamás podría lograr la felicidad era el peor castigo que se le podía dar a alguien.

-Por favor no...

"Amy"

En la batalla ante la desesperación y el dolor los nudos de poder se habían desatado dejando completamente agotado el centro de energías de la bruja superior lo único que le quedaba como reserva era aquel sello que juro no abrir porque sería la puerta a la libertad de Dominic, sin embargo durante su enfrentamiento parte del sello se quebró y la presencia de Dominic se hizo aún más latente.

Ya no solo podía oír la voz de aquel demonio en su cabeza, también podía sentir su presencia como una sombra distorsionada en su interior, un ser que solo estaba a un paso de tomar el control completo de su cuerpo.

-Dejame -susurró asustada llevándose las manos a la cabeza.

"Liberame Amy y yo te libraré de esa maldición"

-No, no puedo.

"Pero lo quieres, quieres paz, quieres libertad... Quieres que dejen de echarte la culpa"

Amy negaba ante aquellas palabras y ocultó su rostro entre sus rodillas, ya estaba muy cansada para seguir adelante.

-Elián, Evan ¿Dónde están? -murmuró con lágrimas colmando sus ojos -Ayúdenme, por favor...

"Estás sola Amy, ellos también te han dejado sola"

-No, ellos vendrán.

"Nadie vendrá, todos te odian y tú solo querías protegerlos ¿No es así?"

El hulular de un búho se hizo oír y la muchacha volvió a levantar su mirada, sus ojos grises estaban bordados por una gruesa línea negra que antes pocas veces apareció pero que consigo siempre traía la presencia de Dominic.

"Fueron tan ingratos contigo, lo has dado todo por todos y mira como te pagan.
Ahora estas maldita y condenada a sufrir pero a nadie le importó, para ellos eres la villana"

-¿Lo soy? -su voz cansada apenas se lograba oír.

"No, no eres una mala persona. Yo te comprendo mejor que nadie Amy, soy parte de ti y tú de mí"

El viento frío sopló agitando las ramas y volviendo a avivar parte del fuego que aún permanecía encendido.

"Solo déjame salir Amy, déjame acabar con todos los que te hicieron daño. Déjame vengarte y liberarte de esa maldición... Yo te daré paz"

El cuerpo de Amy temblaba bajo un sudor frío que le recorría el cuerpo. El agotamiento de la batalla estaba haciendo estragos en su ser.

-Parte de mí -murmuró, al mover sus pies escuchó el salpicado de un líquido bajo ella y cuando se percató de que era sangre deslizó su mano izquierda por la superficie roja para luego contemplar ante sus ojos aquel líquido carmesí que manchaba su piel.

"Si Amy, yo soy tú y tú eres yo"

Amy recordó las palabras de Belon antes de suicidarse, la llamó demonio mirándola con tanto odio que carcomía su ser.

"Somos iguales, tú naciste para ser parte de mí es por eso que te busqué. Yo te comprendo más que nadie, yo soy tú salvación Amy Oliver, dame tu poder y yo te daré libertad"

Aunque las piernas le temblaban la joven bruja logró ponerse de pie en medio de aquel claro en el bosque.

-Si acepto tú... Tú vas a matar a mis seres queridos, no quiero eso.

"¿Tú seres queridos? ¿Te refieres a quienes te han abandonado? ¿A quienes te traicionaron?"

-Ellos son mi familia.

"Ellos te dejaron sola"

-No...

"Ellos no te aman como tú los amas"

-Mentira.

"No te valoran, no te merecen"

-¡Cállate!

Se cubrió las orejas con ambas manos pero al sentir el tacto de la sangre contra su rostro volvió a apartar la mano y al mirar el charco de sangre bajo sus pies se percató de que ésta sangre le pertenecía a otra joven bruja a la que conocía como una de sus aliadas súbditas. Esa imagen horrible de muerte la hizo sollozar nuevamente, estaba harta de rodearse de muertos.

"Mira estos cadáveres, tantos inocentes muertos por culpa de Clary y los suyos pero tú puedes hacerlos pagar como a ella con mi ayuda."

-Por favor detente, Dominic...

"Liberame Amy, déjame ayudarte a que tú corazón ya no duela ¿Acaso no es eso lo que quieres?"

Desesperada por la voz que se hacía cada vez más presente la joven bruja empezó a correr entre traspiés tratando de alejarse lo más que podía de algo que estaba dentro de su cabeza.

-Amy...

La voz de una mujer le dió escalofríos y lentamente se volvió por sobre su hombro a mirar sin poder acabarselo de creer, a un par de metros el cuerpo de aquella joven bruja fallecida permanecía de pie, sus ojos estaban completamente blancos y la señalaba con el dedo índice.

-Nos dejaste morir -continuó con voz arrastrada.

-No -Amy se volvió completamente al darse cuenta que los demás cuerpos se ponían de pie todos mirándola con ojos igual de vacíos y señalandola.

-Nos dejaste morir -exclamó un hombre -Nosotros confiamos en ti.

-Hice todo lo que pude, yo... Yo di todo de mí, pelee y...

-Asesina -la interrumpió la voz de Belon quien también se había puesto de pie.

Los ojos de Amy estaban abiertos de par en par, el terror la recorría de pies a cabeza y sus piernas tentaban con dejarla caer al suelo en cualquier momento.

-Asesina -continuó otro cazador.

-No -se cubrió las orejas con ambas manos y cerró los ojos.

El dolor de su corazón se hacía cada vez más grande como el daño que recibía su alma ante la culpa que la carcomía.

-Hice lo mejor que pude, lo hice.

Un coro de voces se alzó gritándole "Asesina" una y otra vez haciendo que Amy entrara en crisis, ella soltó un grito de desesperación y cayó nuevamente al suelo de rodillas sin ser capaz de abrir los ojos. Ya no podía soportar ver aquellos cadáveres acusándola como si fuese la causante de todo los males.

-¡BASTA!

-¡ASESINA!

"Liberame Amy y las voces se irán..."

-¡No! Por favor, por favor...

-¡Asesina! -le gritaron a cada oído haciéndola llorar de desesperación.

-Por favor alguien... salveme...

-Asesina -el susurró de aquella voz femenina hizo que de inmediato la bruja abriera los ojos presa de pánico y la sorpresa.

Su cuerpo se había paralizado pues agachada ante ella, a solo milímetros tenía a una muchacha de largos cabellos rubios y ojos completamente blancos mirándola fijamente.
El corazón de Amy latía a más no poder y sentía que pronto se partiría en dos. Era como si cada papito resonara en todo su ser.

-¿Megan? -tartamudeó.

La rubia tenía un enorme agujero en el pecho del cual se deslizaba la sangre que manchaba su ropa.

-Tú me mataste, tomaste mi corazón como si fuese un trofeo.

-No Meg...

El cuerpo de Megan se puso de pie y retrocedió unos pasos para levantar su brazo derecho y señalar a Amy con el índice.

-¡Asesina! -gritó.

-¡No!

"Amy, liberame y todo el dolor se irá, lo prometo"

Las palmas de Amy se estrellaron contra el suelo quedando ella boca abajo, respirando con dificultad por las lágrimas mientras un montón de cadáveres se paraban a su alrededor al sonoro susurró de "Asesina".

Liberar a Dominic significaba la muerte para todos aquellos que aún habían quedado con vida luego de la batalla, significaba la caída de los clanes y la perdida de miles de humanos. Quedaba en manos de Amy una responsabilidad tan grande como esa.

Podía liberar a Dominic, claro que sí, pero eso significaba que el mundo dejaría de ser lo que alguna vez fue, y aunque el mundo era una pesadilla para Amy ella sabía que más allá de ella éste mundo era una vida de paz para muchos otros.
Mantener a Dominic dentro suyo, a pesar de que éste la atormentaba, significaba paz para los demás, aún a costa de destruirse a sí misma.

"Calma Amy" de repente fue la voz de Evan la que llegó a ella desde lo profundo de su mente. Él era su enlazado y por ende era capaz de sentir sus mismas emociones así como sus dolores físicos, y cuando el muro mental entre ambos cae es capaz de hacerle oír a Amy sus pensamientos.

La muchacha sollozo al oírlo, de pronto la soledad interior ya no era tan abismal como antes porque del otro lado tenía a su híbrido que velaba por ella.

Amy prefería vivir mil veces bajo ésta agonía antes de dejar que Dominic le hiciera daño a alguien más, era el sacrificio más grande que podía hacer por el mundo; daría hasta la última gota de sangre y hasta la última parte de su alma para liberar a los demás de un oscuro futuro.

¿Acaso esta no era la mayor muestra de amor que podía tener hacía los demás?

¿Realmente era la villana que Belon y muchos más pensaban?

Viendo cómo sus propias lágrimas se estrellaban contra el suelo la muchacha se llevó una mano al pecho y evocó el poco poder mágico que le quedaba para formar una daga de sangre que resplandecía con una tenue luz rosácea.

-No te liberaré, Dominic -musitó firmemente y apoyó la punta de la daga sobre su corazón.

"Amy escúchame..."

-Prefiero morir y llevarte conmigo antes de condenarlos a ellos.

"¡Ellos jamás harían algo así por ti! Te han dejado sola ¿Y aún así deseas sacrificarte por su bienestar?"

Una débil sonrisa surcó los labios de la joven bruja.

-Es lo que hace una líder -murmuró y alzó su mirada nuevamente a Megan -¿No es así Meg?

Se enderezó ante aquellos que la observaban expectantes con sus ojos blancos bien abiertos, tomó la empuñadura de la daga con ambas manos, alzó el mento bien en alto y cerró los ojos aún permaneciendo con una sonrisa.

-¡Asesina! -gritó nuevamente uno de los cadáveres y los demás empezaron a gritar lo mismo.

-Sí lo sé -empezó a añadirle presión a la daga y está se comenzó a enterrar en su carne dejando brotar la sangre.

-¡AMY!

Escuchó el grito cercano, unos instantes después sus manos fueron detenidas apartándole el arma y su cuerpo fue tomando en un fuerte abrazo. Amy abrió los ojos, su mentón estaba apoyada contra el hombro de aquel chico que con su calor la envolvía.
De pronto notó que los muertos ya no estaban de pie y que la imagen de Megan había desaparecido, todo fue una alucinación.

-¡¿Qué diablos crees que haces?! -el chico se apartó un poco solo para tomarla por el rostro con ambas manos y inspeccionar que estuviese bien.

Al ver sus ojos azules cuál tormenta eléctrica la expresión seria de la muchacha se desdibujó y las lágrimas no tardaron en brotar nuevamente.

-Elián, sí viniste...

El vampiro no podía ocultar el pánico en su mirada, estuvo a tan solo unos segundos de perder a quien más amaba.

-Te dije que nunca te abadonaría, te lo prometí -exclamó -Lamento haber tardado pero no vuelvas a hacer algo así, yo vendré por ti siempre.

-Ellos estaban por todos lados y él... -se llevo ambas manos a la cabeza -Me dijo que estaba sola, que no vendrían a ayudarme.

Elián no dudó en apoyar su frente contra la de su amada.

-Caperucita, no escuches lo que él te diga, aquí me tienes, yo nunca te dejaré sola.

Amy sonrió débilmente y acarició la mejilla de su amado vampiro para luego apoyarse contra su pecho, agotada.

-Yo los maté, Elián.

Las cenizas de los escombros volaban por el aire y desaparecían entre las copas de los árboles.

-Es mi culpa todo lo que ocurrió, yo... soy una asesina.

-No Amy, tú... -de pronto se quedó en silencio notando el peso brusco de Amy entre sus brazos pues ella se había quedado completamente dormida por el agotamiento.

Elián se puso de pie tomando entre sus brazos a su amada quien lucía completamente agotada y tan frágil entre sus manos.
La guerra dió bajas innumerables y un sin fin de problemas que lamentablemente pronto la bruja debería enfrentar.

*****

Horas antes...

El semidemonio esquivó el golpe de Austin con una sonrisa burlona entre labios, apenas lucía algo incómodo por la pelea mientras que el vampiro estaba agotado de estar intentando seguirle el paso para herirlo cuando el enemigo no hacía más que evitar sus golpes.

Bastián se arrojó en carrera para golpear a la criatura de Dominic pero Austin se puso delante suyo evitandole el paso.

-¡No te acerques! -ordenó.

-¡Déjame ayudarte!

-¿No lo ves? Ni siquiera le he hecho un rasguño -exclamó lleno de ira -Esta haciendo esto a propósito para burlarse de mí, si alguno de ustedes se acerca los matará.

El semidemonio esbozó una gran sonrisa siniestra donde todos sus dientes estaban afilados cual tiburón.

-¿Te has cansado de jugar, líder vampiro? -preguntó con una voz grave.

*****

La noche era más oscura que otras veces y Elián podía ver su reflejo en el cristal de una ventana, permanecía inmóvil con un vaso cargado de whisky en la mano mientras sus pensamientos revoloteaban de manera descontrolada pues en todo momento buscaba una manera de acabar con este enorme conflicto entre Clary y Amy salvando a ésta última de lo que podría ser un final trágico.

-¿No puedes dormir? -preguntó al percatarse de la presencia de su amada detrás suyo.

-Desperté y no estabas ahí, pensé que te habías ido.

Elián se volvió a verla habiendo dejado el vaso de whisky sobre el marco de la ventana, atrajo a Amy hacia él tomándola por los pasa cintos de sus pantalones apegando su cadera a la suya.

-No iría a ningún lado sin ti -exclamó acariciándole el rostro -Deberías volver a la cama, aún necesitas descansar.

-No es cierto.

-Amy -murmuró -Por más que no quieras verlo últimamente estás muy agotada física tanto como mentalmente, necesitas un respiro ¿Por qué no aprovechas ahora que las brujas viejas no vienen a molestarte?

Amy deslizó suavemente sus manos a través del pecho del vampiro hasta entrelazar sus dedos detrás de su nuca.

-No lo necesito, dormir solo me trae pesadillas, en cambio si me mantengo despierta puedo verte y sentirte -se puso de puntillas para besarlo sutilmente.

-No iré a ningún lado, podrás tenerme cuando quieras -Elián tomó la mano de Amy y depositó un suave beso por debajo de su muñeca -Soy tuyo completamente.

El calor entre ambos y la cercanía peligrosa de sus cuerpos aceleraba el ritmo de sus corazones y encendía una flama ardiente en ambos. El amor que se tenían era avasallante y tan denso que no podría disolverse ni en mil años.

Estar cerca de Elián era como caminar en medio de una carretera desierta, con bosques frondosos a los lados, bajo la noche y la luz de la luna llena mientras una ligera niebla cubre la distancia; era enigmático, posiblemente peligroso, pero llamativo y atrapante, era una invitación a lo desconocido y al anhelo de libertad.

Sus miradas llenas de intensidad conectaban de una manera que nadie más podría comprender y sin esperar un segundo más Elián redujo la distancia entre ambos, apegando sus cuerpos aún más y besándose apasionadamente deseando poseer a Amy completamente, así como ella lo desea a él.

Las manos del vampiro bajaron hasta sus caderas y lentamente un poco más abajo sin cortar el ritmo de su beso, deleitándose de sentir los dedos de Amy recorrer su torso buscando una rápida manera de quitarle la ropa.

Sus besos bajaron por el cuello de su amada, su piel suave y cálida parecía llamarlo por cada centímetro, sabía que el bombeo fuerte de su corazón era por él, por el intenso deseo que tenía de estar entre sus brazos.

Elián bajó las ligas de la blusa de Amy a través de sus hombros acariciando su piel suave y brillante. Sus besos recorrieron sus clavículas y tuvo el impulso de querer morderla, anhelando fuertemente el sabor de su sangre, pero se contuvo pues no se permitía ser el causante de ese dolor, a menos que ella se lo pidiera.

De repente Amy se apartó bruscamente de él retrocediendo un par de pasos, lucía confundida y a su vez asustada, su cuerpo temblaba precipitadamente, respiraba lento y observaba sus propias manos como si estuviese a la espera de algo malo.

-¿Amy? -Elián avanzó hacia ella y sus miradas se encontraron nuevamente, sin duda estaba aterrada -¿Qué sucede?

Encontrar palabras era difícil para la joven bruja, es terror que sentía se estaba esparciendo rápidamente por su ser.

-Duele -murmuró un instante antes de soltar un gruñido de dolor y doblarse.

Elián la sostuvo de inmediato evitando que su amada cayera al suelo y dándose cuenta de que su mundo parecía caerse a pedazos cuando sintió sangre deslizarse por sus manos. Amy gemía de dolor y ambos igual de espantados tanto como confundidos observaron la herida abierta que apareció de pronto en su abdomen.
Juntos llegaron a una inmediata conclusión sin siquiera decirlo; Evan estaba herido.

-Tranquila, estarás bien -la levantó en brazos aún oyendola quejarse y la dejo recostada sobre el sofá más cercano -Voy a solucionarlo.

Amy ni siquiera podía hablar sentía mucho dolor y a la vez frío. Se apretó la herida con tal de detener el sangrado y se esforzó para usar un hechizo de Saniré antes de que sus energías se agotaran, pero un instante después de haber sanado la herida otra más profunda le apareció en el brazo, Amy soltó un grito de dolor y Elián que se había ido a buscar un teléfono celular volvió corriendo junto a ella.

Mantenía una llamada telefónica mientras sostenía la mano de Amy con fuerza.

-Maldita sea, nadie responde -masculló molesto.

-Evan, Evan está... -Amy intentaba mantener la calma y respirar pese al dolor que la agobiaba.

Sentir como su piel se abría profundamente como si la estuviesen apuñalando una y otra vez era una tortura.

Al ser la enlazada de su vampiro podía sentir y vivir todas las heridas graves que él estuviese pasando en aquel momento y si los daños eran tan serios como parecían serlo entonces corría el riesgo a qué ambos murieran, ya que si alguien arrebataba la vida de Evan, Amy pagaría con la suya por igual.

Llamaron a la puerta pero ninguno de los dos se había dado cuenta y alguien ingresó a la casa de manera estrepitosa cuando Amy volvió a gritar de dolor.

Aunque usará el poder de su magia para acelerar la curación no quería decir que el dolor fuese menos y mientras más magia usará menos energías tendría, además Amy ya estaba muy agotada de todo lo que había vivido últimamente y éste suceso no hacía más que empeorarlo todo.

Lucían apareció en escena, corrió hacia su hermana y se agachó junto a su lecho viendo las heridas que ella presentaba con total espanto.

-¡¿Qué diablos paso?!

-¿No es obvio? -Elián ignoró a Lucían para ponerse de pie al percatarse de la presencia de Sasha y se acercó a ella de inmediato -Evan está siendo atacado, tengo que ir a buscarlo ¿Pueden cuidar de ella mientras yo no esté?

-Por supuesto -la pelirroja respondió sin titubeos -Vete.

Elián asintió y salió corriendo, no tenía idea de a dónde ir pero confiaba completamente en sus instintos y en su capacidad de rastreo para encontrar al híbrido antes de que se acabe el tiempo.

*****

Evan retrocedió un par de pasos observándose el abdomen, la sangre se expandía por su camiseta rasgada pero la herida causada por el enemigo estaba sanando rápidamente, obviamente dolía pero dicho dolor no permanecería mucho tiempo, lo que más le preocupaba es quedarse sin energías antes de acabar la pelea.

Había enfrentado muchas brujas a lo largo de su vida, una más poderosa que la otra pero hacía tiempo que una bruja de agua con especificación en hielo no le había dando tanta pelea como ahora. Sin duda esta mujer era fuerte e ingeniosa.

Lo miraba con ojos felinos como si estuviese degustando a su presa y al mismo tiempo se notaba a través de su lenguaje corporal que estaba muy alerta a la situación de su alrededor.
Sus compañeros destructores estaban heridos y cansados pero se sentían confiandos al tenerla cerca, ahora Evan entendía porqué habían venido tan pocos a enfrentar al alfa, confiaban en que la bruja podría vencerlo.

Thomas aún no había deshecho su transformación de lobo pues los enemigos aún continuaban queriendo atacarlo, por lo menos Evan había logrado liberarlo de aquella trampa de hielo, sin embargo por perder tanta sangre y energía el alfa no estaba consiguiendo sanar sus heridas rápidamente. Estaba débil y por más que intentaba mantenerse de pie su vista se ponía borrosa y trastabillaba.

Rory estaba abrazada a su padre, ocultando su rostro entre su pelaje, podía sentir el calor de su pequeño cuerpo así como el temblar de sus manos, estaba aterrada y por más que intentaba no llorar se notaba lo mucho que había resultado afectada.
Antes de que Victoria muriera Rory jamás vivió una escena de peligro como esta, su madre se había encargado de protegerla con uñas y dientes de todo mal, pero ahora la reina vampiro no está y muchas cosas han cambiado. Thomas había hecho todo lo posible por honrar el nombre de su esposa y proteger a su hija como ella lo hizo, pero las cosas se pusieron cada vez peor y llegaron a salirse de sus manos, aunque aún estaba dispuesto a dar su vida por su hija.

La bruja de hielo era buena en pelea cuerpo a cuerpo y se arrojó en carrera contra Evan, él bloqueó un par de golpes y patadas hasta que ella utilizó nuevamente su magia usando la sangre salpicada de él para convertirla en una improvisada daga de hielo e intentó clavarsela en el cuello. Evan sostuvo el filo del arma a milímetros de su piel y la pateó en el estómago, ella solo rodó hacia atrás pero se volvió a poner de pie como si nada, se notaba que su respiración estaba acelerada quizás pronto comenzaría a cansarse y llegar a su límite, pero hasta entonces Evan debía mantenerla a raya y no dejar que ninguno de sus enemigos se acerque.

El híbrido le dio una mirada rápida a Thomas, notó como se había expandido un pequeño charco de sangre bajo la pata amputada del lobo.

Si Thomas deshacía la transformación su cuerpo humano aparecería con la misma herida pues no estaría cerrada ya que solo ocurre una rápida curación cuando está convertido en lobo, sin embargo al perder tanta energía su cuerpo ralentizaba la sanación, así que de un modo y otro no volvería a obtener su brazo a menos que mágicamente recupere energías suficientes.

Si de un modo u otro tendría la misma herida era mejor que volviese a su forma humana ya que sería más fácil hacer un torniquete antes de que acabara por desangrarse completamente.

Evan cerró los puños con fuerza y solo necesitó de una rápida mirada a la asustada Rory para saber lo que debían hacer.

-¡Thomas, conviértete en humano! -gritó.

Los ojos dorados del lobo se fijaron en él, Thomas no entendía al principio porque Evan le pediría algo así, eran varios enemigos contra ellos dos, necesitaba de su transformación como lobo, sin embargo su visión empezaba a ponerse borrosa pues la falta de sangre tentaba con hacerlo perder la conciencia y si no hacía algo al respecto todo se pondría aún peor.

El alfa apartó a Rory y se puso de pie sobre sus dos patas traseras, relajando la mirada al momento en que su pelaje se empezó a desprender de su cuerpo.

-¡Ahora! -gritó la bruja pelinegra y los dos destructores que tenía a su favor se arrojaron en carrera contra Thomas.

Evan se puso delante de aquellos dos sujetos a uno le pateó las piernas y al otro lo tomó por la garganta tumbandolos de espaldas al suelo, dándole el tiempo suficiente a Thomas.

El licántropo se había convertido en hombre y el cuerpo del alfa sintió como un golpe todo el agotamiento de la pelea. Cayó al suelo, sus piernas apenas le respondían, su piel estaba muy fría y húmeda, pero sus heridas habían sanado, aunque su brazo izquierdo ya no estaba desde el hombro hacia abajo.

Evan le arrojó su chaqueta que le cayó sobre los muslos.
Que se volviera humano no quería decir que estaba a salvo de las consecuencias de haber peleado tanto, su cuerpo estaba agotado y muy pronto podría caer desmayado si no entraba en calor. Thomas tomó la chaqueta y se la colocó al rededor de su cintura e intentó ponerse de pie con todas sus fuerzas, lográndolo pero a duras penas.

Deshacer su transformación solo significaba una cosa; huir.
Ya no estaba preparado para continuar la pelea por mas que quisiera.

*****

Miku POV.

Estaba cansada de correr, me herí tantas veces que mis manos y mis rodillas estaban llenas de raspones. Por más que avanzaba en busca del vehículo de Aiden no logré encontrar nada y estoy casi segura que tome el camino equivocado, sin embargo no puedo darme tiempo a dar marcha atrás y debo continuar mi camino hacia los desconocido, quizás y con mucha suerte llegaría a alguna carretera donde pueda encontrar algo de ayuda.

Me dolía hasta el respirar, sentía un ardor en las fosas nasales por lo agotada que estaba al correr y mi corazón no dejaba de palpitar desbocadamente.

La noche era extensa y quizás igual de interminable que el bosque, tenía miedo de haber tomado un camino muy errado y acabar aún más profundo entre la frondosa vegetación.

Ni siquiera recuerdo cuanto tiempo estuve corriendo pero puedo creer firmemente que han pasado más de media hora.
Trataba desesperadamente en centrarme en huir y no pensar en lo que deje atrás, porque si tan solo dejaba que la imagen de él agobiara mi mente volvería corriendo nuevamente a la guardia de los destructores y eso sería un pase seguro a la muerte.
Aiden se esforzó muchísimo para ayudarme ahí, lo mínimo que puedo hacer es lograr escapar y conseguir ayuda.

Sé que Elián no estará contento al enterarse que su hijo y yo vinimos a a interrogar a Clary, pero también sé que sería incapaz de dejarnos a nuestra suerte y que será el primero en venir a salvar a Aiden.

Solo espero que Aiden esté a salvo.

"Ecaparé, tengo fe en ello, aún si esos sujetos están tras de mí usaré todo lo que tengo para defenderme e intentar volver a casa a salvo"

Y como si mis pensamientos hubiesen sido escuchados pude llegar al final del bosque, allí donde se topa con una carretera y una vez que con mis pies toque el pavimento me sentí un poco más a salvo. Quizás mi suerte no era tan mala porque puede ver a unos metros el vehículo de Aiden semi ocultó entre la maleza, si lograba llegar a el solo restaba volver a casa.

*****

Erick y Tessa preparaban la cena cuando Naomi llegó de visita después de que su mellizo se encontrara con su mejor amiga en el mercado, obviamente la conversación de aquel encuentro se hizo presente y Erick observó perspicazmente la expresión de su hija quien estaba entretenida picando verduras.

-Solo le dije que fuese más cuidadoso y que tú te preocupas por él, pero sabes cómo es, le entra por un oído y le sale por el otro -Tessa exclamó molesta la adolescente rubia -No piensa en los peligros que hay a su alrededor.

-¿Liam es el hijo de Evan, no? -preguntó el hombre dejando a un lado el repasador con el cual estuvo secando unos platos.

Naomi que estaba sentada en un taburete comiendo una manzana asintió con una media sonrisa.

-Sí, el otro es Aiden, hijo de Elián y mi mamá -explicó.

-Vaya, hace tiempo que no me relaciono con todos ellos que olvido hasta los nombres de sus hijos -comentó y luego se volvió hacia su hija -Creí que quien te gustaba era Aiden.

Las mejillas de Tessa se tornaron rosáceas inmediatamente.

-¡Papá! No hables de esas cosas ahora -lo regaño avergonzada haciendo reír a Naomi.

-Tess, no me molesta saber que te gusta mi hermano mayor -dijo la morena luego dándole un ruidoso mordisco a la fruta.

-No es eso. Además ¿Por qué lo dices así? -la rubia se volvió hacia su padre arqueandole una ceja curiosa.

Erick se encogió de hombros y le dió una sonrisa inocente.

-No lo sé, como se pusieron a hablar de Liam y tú siempre te estás quejando de él, pensé que te gustaba, después de todo pasa más tiempo en tu mente que su hermano mayor.

-¡Papá!

Naomi se atragantó entre risas y señaló a su mejor amiga para decir.

-¿Te gusta Liam también?

Ante la pregunta alarmada Tessa se volvió hacia ella arrojándole un pedacito de cebolla.

-¡Claro que no, tonta! ¡¿Cómo me va a gustar tu hermano?!

Naomi puso expresión de "¿Es enserio?" Y volvió a recibir un pequeño golpe de cebolla.

-¡Hey, deja de arrojarme cosas! -se quejó -¿Qué culpa tengo yo de que te traigan loca los genes Oliver?

Erick empezó a reír a carcajadas seguido de su invitada y aunque Tessa lucía molesta al principio lentamente fue cediendo y su expresión se relajó hasta convertirse en una gran sonrisa con mejilla ruborizadas.

*****

Lucian caminaba de un lado a otro tomándose la cabeza, los pensamientos trágicos no dejaban de acosarlo y la noche tan tranquila que había tenido se había vuelto un infierno de dudas en un par de horas.

Sasha lo detuvo tomándolo de la mano y esos ojos verdes lo miraron con cariño.

-Debes calmarte, todo estará bien.

-Amy está siendo herida y Austin no me contesta ni una llamada, es más que obvio que algo va muy mal -exclamó lleno de impotencia -¿Qué se supone que deba hacer?

-Tal vez calmarte, Amy está estable por el momento y es lo que importa. Austin está completamente preparado para estas cosas, sabrá que hacer si es un caso peligroso.

-Tal vez deba ir a buscarlo.

-Tal vez no.

-Sasha...

-Cariño -le apoyó una mano en la mejilla y lo vio con amor -No quiero que te arriesgues de ese modo, no quiero perderte de nuevo.

Lucian bajo la mirada y tomó las manos de su amada entre las suyas.

-Es mi hermano, bombón, no puedo abandonarlo. Conozco a Austin mejor que nadie y sé que si no me responde es porque algo grave debe haber ocurrido, lo presiento.

-¿Y qué hay de Amy? ¿Te irás y nos dejaras aquí solas?

Unos pasos lentos los alertaron, cuando se volvieron a ver quedaron atónitos de encontrarse a Amy de pie junto al marco de la entrada a la cocina, se notaba lo agotada que estaba, su cuerpo se doblaba del cansancio y unas ligeras ojeras lilas resaltaban el gris de su mirada.

-Es peligro, quédate -exclamó con determinación, aunque su imagen era débil su actitud imponía liderazgo -Aún no sabemos lo que sucede y hasta que se esclarezca será mejor que te quedes.

Lucian compartió una mirada de duda con su amada pelirroja y luego se acercó a su hermana menor.

-Es más que obvio qué sucede, Amy.

-Lucian, no te pediría que te quedes si no creyera que es algo serio -dijo después de tragar saliva con dolor en la garganta.

Sasha se acercó a ella y la tomó del brazo.

-Amy, vuelve a recostarte, no deberías estar de pie.

-No, estoy bien, haré un hechizo de recuperación e iré a la sede de cazadores.

-¿Tú puedes salir pero yo no? -preguntó Lucian con notable molestia -Acabas de decir que es peligroso ¡Evan está siendo herido en este momento, tú podrías morir ahora mismo!

Amy enderezó la espalda haciéndole frente a su hermano mayor, a pesar del dolor se obligó a sí misma a permanecer con la barbilla en alto y una mirada dura.

-Es diferente, yo soy su líder -puntualizó sin titubeos -Soy a quien siguen ¡Soy a quien esperan! Si algo malo está sucediendo debo ir.

Lucian endureció la mirada al escucharla.

-Y yo soy su hermano, Amy... No voy a dejarlo solo, aún si es peligroso.

-Austin es un vampiro y cazador, sabe defenderse, puede hacerlo, no deberías subestimarlo tanto.

-¿Estamos hablando del mismo Austin? Te recuerdo que es también tu hermano ¿Por qué actúas como si no estuvieses preocupada por él?

Amy volteo los ojos exasperada.

-¡Claro que me preocupo por él! Solo intento no poner en riesgo a más personas.

-Entonces es a mí a quien subestimas -exclamó oyendose más como una pregunta, sin acabarselo de creer.

La joven bruja apartó la mirada y dejó ir un suspiro, aún podía recordar aquel día, hace muchos años cuando se enteró de la muerte de Lucian, de el dolor que sintió al perderlo.

-No quiero que te hagan daño otra vez -murmuró -Ya no eres tan joven como en aquel entonces, en cambio Austin es inmortal, es fuerte y...

-¿Olvidas quien es el mayor? -la interrumpió su hermano -No me des órdenes Amy, serás su líder pero no la mía, y aunque no me vea como un adolescente aún soy joven y sigo siendo igual de fuerte que antes.

-Pero ya no entrenas con los cazadores, ya no peleas, no puedes ser parte de una batalla -observó de soslayo a Sasha -Ahora tienes una familia, tienes mucho más que perder.

-Lo sé, pero Austin también es mi familia y la tuya por igual, así que deja de preocuparte solo por mí si no lo harás también por él -la regaño y Amy no pudo contradecirlo.

Quizás Lucian tenía razón, estaba tomando muy a la ligera el hecho de que Austin no respondiera las llamadas, que sea un vampiro y cazador no quería decir que fuese invencible, pero es que todos estos años en los que ella trabajó a su lado pudo corroborar lo bueno que el vampiro es en su trabajo, lo bien que pelea y la confianza en él se multiplicó enormemente, Austin se convirtió casi en su mano derecha, confiaba en él y en sus capacidades ciegamente, quizás por eso no se alarmó cuando Lucian lo hizo.

-Tienes razón -susurró avergonzada -Puedes irte.

Lucian se volvio hacia su amada, Sasha, la tomó de las manos y ella le dedicó una sonrisa intranquila.

-Volveré pronto -y le dejó un beso suave sobre la frente -Llámame si ocurre algo.

-Okay, solo ten cuidado -ella lo abrazó -Y no te atrevas a morir de nuevo ¿Está claro?

Lucian rio por lo bajo.

-Sí, lo prometo.

Aún que no estaba de acuerdo con la decisión de su hermano mayor Amy sabía que no habría modo de detenerlo si él quería ir y lo mejor sería cooperar con él para ayudarlo a qué el desafío fuese más fácil.

-En el sótano hay un par de armas que podrías necesitar, trae algunas y me encargaré de hechizarlas para tu protección -le dijo.

-¿No estás un poco débil para usar tanta magia? -le preguntó Sasha.

Había notado como las heridas graves de Amy acabaron por cerrarse pero unas pequeñas aparecían deliberadamente, eran claras señales de que Evan aún estaba en peligro.

-No, estoy bien.

Sin embargo a pesar de lo que decía era fácil notar el agotamiento en su rostro Amy no lucía tan saludable como antes, estaba cansada física y emocionalmente.
Una bruja de sentimiento debe estar estable completamente con su ser para mantener su poder en una línea de control perfecta, pero la vida no había sido muy amable con Amy y ese control nunca fue del todo conseguido.

Estaba a una gota de derramar el vaso y nadie parecía darse cuenta de ello.

****

Thomas corría por una de las calles del vecindario, era muy tarde por la noche y no parecía haber un alma a su alrededor. Todo lucía como una oscura película de terror en dónde era acechado por el asesino y nadie parecía aparecer para ayudarlos.
Abrazada a su pecho traía a Rory, ella ocultaba su rostro contra su cuello, aferrándose a él con todas sus fuerzas.

El motivo de su vida estaba entre sus brazos, sujeto a él con enormes esperanzas de que la salvaría. Su padre era su héroe y él había prometido protegerla hasta el final así que Thomas no se quería permitir romper dicha promesa.

Habían dejado a Evan atrás porque él se lo ordenó, estaba haciendo todo lo posible por retener a sus enemigos y que Thomas encontrara un lugar seguro para la pequeña.

-¡Papá ahí! -Rory le señalo un callejón oscuro a los lados de unas fábricas viejas y sin pensarlo el alfa corrió hacia allí.

Una vez ocultos los minutos pasaron pero nadie se acercaba, al parecer no los habían seguido y Thomas pudo bajar a Rory con un suspiro de alivio. Detrás de ellos, adentrándose aún más en el callejón encontró un contenedor de basura, aunque se sentía algo asqueado se animó a abrirlo y encontró dentro un par de bolsas, en ellas tuvo la suerte de encontrar algo de ropa ya que la chaqueta de Evan no le servía más que para un taparabo. Esta podía ser una de las peores noches de su vida pero no tenía tiempo para pensar en ello.
Consiguió una camisa vieja a la que le faltaban los primeros botones superiores y unos pantalones holgados con unos agujeros cerca del bolsillo derecho delantero, aún estaba descalzo pero podía continuar así.
Luego de pedirle a Rory que se cubriera los ojos para poder cambiarse de ropa rápidamente se aseguró también de tomar un trozo de tela y anudarlo con fuerza alrededor de su herida, un torniquete era lo mejor que podía hacer en este momento.

La sangre aún caía gota a gota y el dolor seguía siendo algo constante, el haber perdido su brazo era algo terrible pero no se podía limitar a pensar en ello, sabía que aún corrían riesgo y que debían continuar camino antes de que aquellos sujetos volvieran a aparecer.

-¿Te duele mucho? -preguntó Rory al ver que la piel de su antebrazo se puso morada por la presión del cordón.

Thomas se forzó a formar una sonrisa aún luciendo completamente agotado, tenía sudor bajo los ojos y la piel del rostro pálida además de estar respirando con dificultad, pero no quería que Rory se asustara más de lo que ya estaba, sin embargo el alfa se preguntaba ¿Cómo haría para llevarla a un lugar seguro?

¿Tendría las fuerzas suficiente para seguir adelante?

Rory aún era muy pequeña, aún lo necesitaba.

Thomas se apoyó contra una pared y se dejó caer hasta el suelo sin fuerzas suficiente para ponerse de pie nuevamente, apenas podía respirar y sentía que su corazón latía con menos fuerza que antes.

-No princesa, no me duele mucho, solo... solo estoy un poco cansado.

Los ojitos azules de su niña se cristalizaron por las lágrimas, se acercó a él y se acurrucó a su lado.

-Entonces durmamos un poquito -ella murmuró -Mami decía que eso ayudaba a tener más energías.

El alfa sonrió cerrando los ojos lentamente.

-Sí, tú mamá siempre tuvo la razón en todo -un recuerdo fugaz apareció en la mente de Thomas, en dónde vio a su esposa sonriéndole desde lejos y tendiendole la mano esperando por él -Cariño, escucha lo que te diré...

Rory alzó la mirada hacia su padre aunque él no tenía los ojos abiertos.

-Papá quizás no pueda seguir corriendo, estoy muy cansado, yo intentaré juntar energías pero... si no puedo y si esos hombres malos aparecen tú me tienes que prometer que huíras sin mí ¿Está bien?

Se volvió lentamente hacia su hija y ella al mirar a sus ojos cafés cargados de pena comprendió que algo no estaba bien.

-No papi, no me voy a ir sin ti.

-Rory... -Thomas le acarició la mejilla y de repente ella empezó a llorar cubriéndose el rostro contra su hombro.

La pequeña no comprendía la gravedad del asunto pero sabía perfectamente que algo muy malo estaba pasando, las personas malas le hicieron daño a su papá y ahora tuvieron que escapar de ello, pero su papá ya no se quería levantar y eso la angustiaba porque él se veía tan... triste.

-Prométeme que vas a correr muy lejos Rory y que no vas a dejar que ellos te alcancen.

"¡Rory corre!" La voz de su madre resonó en la memoria de la pequeña niña y asintió entre lágrimas.

-Buena niña.

Thomas volvió su mirada al cielo y cerró los ojos, necesitaría un milagro para seguir adelante pero estaba al tanto de que el mundo había sido tan injusto con él que sería imposible que alguien apareciera para ayudarlo.

*****

Los cuerpos de unos destructor yacian inertes en el jardín trasero de la casa de Thomas, la sangre de ellos se acumuló hasta humedecer el césped en dónde Evan y aquella bruja de hielo estaban enfrentados, ella lucía finalmente cansada, tenía unas pequeñas heridas en su rostro y sin embargo su daño no se comparaba al del híbrido. Tenía a Evan sometido contra el suelo, le clavó unas estacas de hielo en cada mano para sostenerlo al suelo mientras de su torso caían gotas de sangre por heridas algo profundas en su cuerpo.

Junto a ella estaba un último destructor y al igual que los demás se veía agotado hasta la médula.

-Iré tras el lobo -anunció el ex cazador y la bruja solo asintió en aprobación.

Aprovechando que Evan estaba incapacitado para moverse el Destructor corrió hacia la dirección por la cual se fue Thomas llevando con él a Rory.

-Voy a desmembrarte lentamente y disfrutaré cada minuto -exclamó la bruja esbozando una sonrisa victoriosa -Luego les mostraré a los destructores de cómo fui capaz de matar al tan temido híbrido para que nunca más alguien le tema a esa palabra.

Evan soltó una carcajada sin gracias y levantó la mirada, sus ojos dorados lucían vibrantes y llamativos cómo la luz de una fogata mientras que el reborde violeta magnetizaba a quien veía.

-Aún sigo con vida bruja, no me subestimes.

Y de un tirón seguido de un grito voraz levantó ambas manos atravesandolas con aquellas estacas y dejando las mismas clavadas en el suelo mientras sus manos permanecían con dos grandes agujeros en sus palmas que lentamente se cerraban.

La mujer observó aquello sorprendida y pronto formuló una sonrisa.

-¿Acaso no te importa el dolor que tu bruja estará sintiendo con tus actos tan imprudentes como este?

Evan se observó las manos mientras estás entrecerraban tejido por tejido para que ya no hubiese herida sangrante.

-Mi Amy es capaz de soportar cualquier cosa -exclamó dándole una mirada oscura a la bruja -Porque ella es la más fuerte de todas.

La manera en que lo dijo se oyó como un insulto para las demás pues para Evan no había bruja que estuviese al nivel de Amy, no solo mágicamente sino en todos los aspectos, para él Amy era perfecta.

-¿La más fuerte? Eso lo dudo -y sin esperar respuesta arrojó una lluvia lateral de dagas de hielo.

Evan esquivó algunas cubriéndose con un árbol, no obstante recibió daño en su pierna izquierda y aunque no lo hizo ver a su enemiga se notó que el ataque le dolió pues las dagas se clavaron profundamente en su muslo.

"Lo siento cariño" pensó más preocupado por la salud de Amy que por la suya.

Arrancó una rama gruesa de aquel árbol, la partió y la arrojó hacia la bruja, ella bloqueó el ataque y Evan aprovechó esos instante para arrojarse en carrera hacia ella, con el otro extremo de la rama la utilizó cuál daga y rozó el cuello de la bruja, si ésta no se hubiese hecho para atrás le habría cortado el cuello.
Ella levantó las mano y una enorme espina de hielo broto del suelo atravesando el estómago de Evan que estaba justo frente a ella, él vomitó sangre y la misma se unió al bloque de hielo.

La bruja se llevó una mano a la garganta, asustada porque por un milímetros casi muere.

-¡¿Cómo te atreves?! -gruñó.

Y de repente creó una espada de hielo con aquel hielo ensangrentado y la luz se reflejó en el filo de la misma.

Evan le dió un rodillazo al bloque de hielo partiendolo en dos y pudiendo dar un salto hacia atrás aún con la punta del hielo clavada al abdomen. La tomó entre manos y sin pensarlo dos veces se la arrancó sintiendo un intenso mareo que lo hizo tambalear.
La bruja corrió hacia él y blandió la espada haciéndole un corte transversal a la altura del pecho, luego levantó nuevamente la espada apuntandole a la cara, Evan puso las manos y detuvo el filo que se le enterró en las manos y pateó a la bruja arrojándola al suelo.

Ella al tocar el piso formó unos látigos de agua que se aferraron a los tobillos de Evan, él confundido intentó liberarse pero era imposible y la espada que se quedó entre sus manos se derritió inmediatamente para convertirse en esposas de agua que se aferraron a sus muñecas.

-¿Qué carajos? -balbuceo irritado luchando por liberarse.

La bruja se levantó del piso formando de su propia sangre y sudor una daga filosa cuando caminaba lentamente hacia Evan, una vez frente a él le apoyó la daga sobre el pecho directamente dónde su corazón estaba y le sonrió.

-Adiós híbrido.

Evan la observó con un intenso odio en sus ojos pero en vez de insultarla sonrió de lado.

-Adiós bruja.

La mujer le enterró la punta de la daga de golpe pero a milímetros de su corazón se detuvo abruptamente, se escuchó previamente un grotesco ruido y su cuerpo se puso rígido.
De repente sintió las caricias de una mano en su hombro y una voz sedosa susurrarle al oído.

-Nunca bajes tu guardia en una pelea.

La mujer miró de soslayo y se encontró con un chico de ojos azules que se veía bastante divertido con la situación.

De repente el sonido grotesco de carne y sangre se intensificó, la mujer dejó ir un gruñido ahogado y su cuerpo se desplomó sobre el suelo.
El vampiro tras ella dejó caer sobre su cadáver un corazón ensangrentado que le manchó la ropa.

Las esposas de agua que sostenían al híbrido se deshicieron de inmediato y éste se dobló sobre sí mismo, apoyándose las manos sobre las rodillas tratando de respirar.

-¿Por qué tardaste tanto? -exclamó adolorido.

Elián se sacudió la mano salpicando con sangre a su alrededor y algunas gotas fueron a parar a la mejilla de Evan.

-No sé, quizás porque no tenía idea de dónde estabas y no soy un sabueso.

Evan se enderezó y fue cuando Elián pudo ver sus heridas ensangrentadas.

-¿Estás bien? -preguntó el vampiro rubio.

-¿Te preocupo?

Elian dejó ir una risa sin gracias y se alejó del híbrido.

-Quien me preocupa es Amy -curioso se acercó a la pata de lobo café que estaba tirada entre los pastos -¿Puedes decirme si está bien?

Evan cerró los ojos un momento concentrándose en su unión con la bruja superior, podía sentir su ser vibrar al otro lado de una línea invisible y sus pensamientos alborotados moverse fugazmente de un lado a otro, ella estaba preocupada, asustada y sumamente adolorida pero viva.

-Estará bien -respondió girandose hacia la dirección en la que se fue Elián.

El vampiro rubio tomó entre sus manos aquella pata y con ella señaló a Evan.

-¿Tu amigo está muerto?

Evan camino hasta el árbol más cercano, se sentó junto a sus raíces y apoyó la espalda contra el tronco. No solo estaba cansado sino adolorido, sus heridas sanarían pero las energías agotadas no volverían rápidamente.

-No... eso espero -alzó la mirada al cielo estrellado -Hazme un favor y llama a Wade, necesitaremos su ayuda de inmediato.

****

La pequeña Rory no sabía cuánto tiempo pasó desde que llegó con su padre a aquel escondite pues al rato se había quedado dormida a su lado y cuando despertó el cielo seguía siendo oscuro, las estrellas iluminaban el pequeño fragmentos de cielo que podía ver en aquel callejón y les sonrió.

Thomas permanecía inmóvil con los ojos cerrados y de su brazo amputado aún caían pequeñísimas gotas de sangre que hicieron un pequeño charquito junto a su cuerpo.

-Papi -murmuró la pequeña dándole unos golpecitos en el pecho para despertarlo pero él no abrió los ojos -¿Papi?

Lo sacudió pero Thomas no presentó reacción alguna.

-¿Papá?

De repente unos pasos la alertaron, Rory se volvió completamente asustada y se encontró con una figura alta y fornida mirándola directamente con ojos de cazador. Eran unos ojos negros de mirada profunda que le trajeron una extraña y horrible sensación de escalofríos.
Era un sujeto alto quien la observaba y que cuando caminó unos pasos hacia ella pudo notar que él vestía el mismo uniforme que aquellos tipos malos que los atacaron en su casa.

Su sola imagen expulsaba una vibras aterradoras que hicieron a la pequeña retroceder asustada y toparse con las piernas de su padre.

El destructor miró más allá de la niña, al alfa que yacía inmóvil contra aquella pared.

-No me digas que ya está muerto.

Rory se volvió hacia su padre y al notar que este no se movía sus sollozos rompieron el silencio de la noche.

-Oww, pequeña, no llores -la voz de aquel sujeto estaba cargada de sarcasmo y malicia -Ven conmigo, yo te protegeré.

La pequeña pelinegra se volvió hacia aquel sujeto percatandose de que él se agachó ante ella, queriendo verse más confiable.

-Ven -la llamó tendiendole la mano.

-¡No! -Rory se abrazó a Thomas -¡Papá!

La mirada del ex cazadores se endureció y se puso de pie sacando la espada que traía enfundada en un estuche a la espalda.

-Entonces te daré un poco de ventaja y mejor corre niña.

Rory ocultó su rostro contra el cuello de su papá, su aroma la hacia sentir en casa y extrañaba desesperadamente que él la abrazara, que la protegiera y la llevara a casa.

"Prometeme que vas a correr muy lejos Rory y que no vas a dejar que ellos te alcancen."

Al recordar estás palabras la pequeña se apartó lentamente de su padre, su corazón quería mantenerse aún a su lado echando lágrimas y deseando con todas sus fuerzas a qué su padre abra los ojos, pero su pequeño cuerpo la obligaba a alejarse de él recordando la promesa que le hizo un rato antes.
Y dándole una última mirada desafiante a aquel sujeto salió corriendo, emprendió una huida, pasando junto a aquel destructor y avanzando sola por la calle desolada.
El ex cazador soltó una carcajada y comenzó a caminar lentamente hacia la salida del callejón dándole una mirada burlona al cuerpo de Thomas, a fin de cuentas él no pudo contra los destructores.

Mientras Rory huía el sujeto se paró bajo una farola a ver cómo la niña solo le llevaba unos pocos metros de distancia, sostuvo entre sus manos la espada y paso su dedo índice por el filo de la misma haciéndose un diminuto corte.

-Aquí se acaba tu linaje, reina vampiro. Me llevaré el cuerpo de tu hija y se lo presentaré a mi líder como un trofeo -exclamó emprendiendo una corrida detrás de la niña.

Rory estaba desesperada, su pequeño corazón latía a más no poder, sentía que por cada aliento que dejaba ir sus piernas parecían ir más lento, miraba a cada lado pero nadie aparecía para ayudarla y por su descuido acabo tropezando con un bache. Sus rodillas se rasparon así como sus manos pero no quiso detenerse, no obstante el ruido de los pasos acercándose velozmente le helaron la sangre, se volvió sobre sí misma para encontrarse a solo un metro a aquel aterrador sujeto que la miró con un intenso deseo de muerte.

El sujeto alzó la espada por sobre su cabeza esbozando una sonrisa al ver el miedo en los ojos azules de aquella niña.

-¡Muere!

Rory soltó un grito de terror cuando la espalda cortó el aire sobre ella y en un instante desesperado por protegerse puso las manos frente a su cara.

-¡Papá!

El filo del arma cortó y una línea irregular de sangre salpicó el asfalto.

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