25/Agosto/1975
//Ryan//
Ha pasado una semana desde que encontré aquel orfanato. Y durante esos días visité a Joseph. Siempre lo visito en las noches, me escapo de Frank un rato. No creo decirle que visite a Joseph, porqué nunca me dejará estar sólo. Y yo solo quiero un amigo.
Hoy es un día un poco agradable y digo poco porqué Frank estuvo muy insoportable toda la mañana. Me decía que no me acercará a las brujas lo cual yo contestaba con un "Ajá", "Sí", "Claro".
Frank dijo que tenía que resolver unos asuntos. Y dijo que todo el día me quedara cerca del lago, yo sólo asentí ante sus instrucciones.
Ahora me encuentro caminando al Orfanato para visitar a Joseph. Sé desobedecí las órdenes de Frank, pero no me preocupa porqué él jamás se enterará.
Había poca brisa y con ella se llevaba algunas hojas de los árboles. En el cielo abundaban pocas nubes y eran tan blancas como un algodón.
Cuando pude ver el Orfanato apresure mi paso. Después llegué a mi destino y me acerque a una pared. Al parecer no se encuentra nadie más que Joseph. Atravesé la pared y llegue al pasillo.
- Wow, y aun de día se ve peor.- Exclamé. Al menos en la noche no se veía tan deprimente el lugar, pero de día sí porqué se puede distinguir el gris de las paredes. Éste parece un lugar muerto. Pase por una habitación y era donde mantenían a los niños. Joseph me había dicho de que Olga y Hans hicieron que los niños se desmayaran y que llevan dos semanas así. Sí que Olga es una bruja despreciable.
Llegue a la puerta de la habitación donde estaba encerrado Joseph. La puerta era de una madera muy fina y es de color blanco. Atravesé la puerta y lo primero que ví fue a Joseph sentado. Estaba pensando.
- ¡Hey! Joseph.- Al parecer ni se percato de mi presencia porqué se sobresalto.
- Dios... Que susto me has dado.- Exclamo él para después dar un suspiro.
- Perdón.-
- ¿Qué haces aquí?.- Pregunto Joseph.
- Es obvio, vengo a visitarte amigo.-
- Pero es de día. En cualquier momento pueden venir Olga o Hans.-
- Sólo atravieso rápido la pared y ya.- Dije obvio.
- Bueno... De todos modos me alegra que hallas venido, porqué tengo un plan.- Entre cierro mis ojos, demostrando confusión en mi rostro.
- ¿Plan? ¿Qué plan?.- Pregunto con la duda.
- Me ayudarás a escapar esta noche. Huiré al bosque y después iré a vivir con mi tío, él vive en Luxemburgo.- Proceso todo lo que me acaba de decir. ¿Cómo le voy a ayudar sí no puedo tocar las cosas materiales?
- ¿Pero cómo te voy a ayudar?.-
- Fácil. Cuando Hans abra la puerta de esta habitación lo distraes y me dará tiempo de escapar. ¿Qué dices?.- Por unos momentos lo pensé, pero accedí a ayudarlo.
- Esta bien te ayudaré.- Joseph sonrió pero en sus ojos se notaba otra cosa: irá, enojo y rencor. Tengo el presentimiento de que todo va a salir mal en el plan, pero ¿Por qué dejarme llevar por presentimientos? ¿Qué tal sí todo salía bien?
Borre esos pensamientos de mi cabeza.
Pase charlando con Joseph un par de horas. Me contó que su padre murió cuando él tenía sólo cinco años. Que duro es perder a tus padres, tal vez yo nunca tuve ese sentimiento porqué no me acuerdo de mis padres.
Pobre Joseph, perdió a sus padres. Pero él piensa que fue "cómplice" de la muerte de su madre. Y todo porqué se lo dice Hans. Además tengo la duda de por qué Hans perseguía a Joseph y a su madre, pero mejor no pregunte.
Cuando salí del Orfanato, camine a otro rumbo del frondoso bosque. El ulular de los búhos me tranquilizaba, además ya la noche estaba siento presente y el plan lo llevaríamos a cabo cuando la Luna este en su punto más alto.
Llegué a un tipo de cabaña o casita. Al parecer había alguien, porqué había una lámpara de petróleo encendida y estaba puesta en el césped seco.
¿Estarían las brujas?
Me acerque a una ventana, ésta estaba llena de polvo. Se me dificulto ver atravez de ella.
- ¿Estas perdido?.- De la nada pregunto una voz gruesa. Decidí no voltear, podría ser alguien malo ¿No?.
- Hey niño, no te asustes. No te haré daño.- Sus palabras casi me convencen, pero tengo que estar firme.
- Vamos, no te haré daño porqué sé que tú eres un espíritu.- Y ahí se había esfumado mi valentía.
- ¿Quién eres?.- Le recalque, mientras me daba media vuelta sobre mis talones para verlo.
- Me llamo Carlos.- Cuando me di media vuelta, vi al individuo de nombre Carlos. Estaba un poco anciano, con arrugas que surcaban en su frente. Tenía unos ojos marrones y su cabello era café y eran notorias las canas.
- Me llamo Ryan.-
- Bien, Ryan... No creo que debas estar aquí. Cerca del Orfanato.- Me congele por su comentario imprevisto ¿Él sabe de mis visitas?
- Usted... A-acaso.. Usted..- Intentaba hablar claro, pero el miedo me consumía por completo causando mi tartamudeo. Como sí el leyera mi mente asintió y respondió:
- Claro que sé de tus visitas al Orfanato, pero te advierto.- Se acerco a mí.- que ya no visites el Orfanato, ¿Qué no sabes que hay brujas ahí?.- Asentí, pero la furia empezó a dominarme dejando mi miedo al olvido. Odio que me digan que hacer.
- Y usted.- Lo señale, junte mis cejas demostrando mi enfado.- ¿Qué no sabe que hay un chico encerrado?.- Carlos calló, agacho su cabeza y respondió:
- Lo sé.- Me aleje un poco de él. ¿Cómo sabe eso? Joseph jamás me menciono de un tal Carlos, que extraño.
- ¿Cómo lo sabe?.-
- Lo sé porque yo pertenezco a ese Orfanato. Soy el jardinero.- Al parecer no era alguien malo, siguiendo los pasos de esas dos brujas y Hans. Iba a contestar pero un grito nos sacudió a ambos.
- ¡Ryan! .- De los árboles salió Frank con enfado en su rostro. Me tomo del brazo y me alejo de Carlos. El viejecillo sólo me observo y no movió ninguna parte de su cuerpo. Pasamos entre varios árboles
- ¡Cuantas veces tengo que decirte que no te acercaras al Orfanato! ¡Pero al parecer quieres que las brujas te atrapen! .- Me zafe de su agarre y lo mire directamente a los ojos.
- Frank no entiendes, ¡Debemos ayudar a Joseph de las garras de las brujas!.-
- No, no debemos arriesgarnos, ¡Es peligroso!.- Dijo tratando de convencerme. Lo conozco, para él todo es peligroso. Tal vez si tenga razón esta vez, pero tengo que ayudar a Joseph, es mi amigo. Además siempre he querido ayudar a alguien. Me dí cuenta que ya muy noche, tengo que volver al Orfanato y rápido.
- ¡Ryan!.- Grito él, al ver que estaba corriendo en dirección al Orfanato. No acudí a su llamado. Esquivaba cada árbol o también lo atravesaba. Los grillos empezaron su canto, mientras que los búhos pararon de ulular. Observe sobre mi hombro y Frank estaba persiguiéndome, pero no me importa soy más rápido.
Llegue a la entrada del Orfanato y atravesé la pared que conduce al pasillo, pude ver la silueta de un hombre, al parecer es Hans.
Él le quito el seguro a la puerta donde estaba Joseph, después se dio media vuelta para recoger la bandeja de comida que había dejado reposando en la mesita. En ese instante actué.
- ¡Hey tú!.- Lo llame mientras salía de mi escondite. Hans, un poco confundido quito su mirada de la bandeja para observarme. Su rostro se torno pálido, sus pupilas se dilataron del terror. Dejo caer la bandeja al suelo, y se formo un charco de mermelada y trozos de pan tostado en la alfombra.
- La comida no se desperdicia.- Dije acercándome a él. Hans dio un grito
- ¡Ayuda! ¡Olga! ¡Gothel!.- "Vaya que cobarde" pensé. Iba a efectuar mi siguiente movimiento, pero de la puerta salió corriendo Joseph hasta la salida. Después se abrió la puerta de una habitación y de ella salió Olga.
- ¡Ve por Joseph, Hans! Yo me encargare de él.- Dijo apuntándome. Hans obedeció y fue en busca de Joseph. Olga se empezaba a acercar a mí, yo quería correr, huír. Pero no puedo, algo me lo impide. Olga se detuvo a mitad de camino y empezo a retroceder.
- Esto no es posible.- Murmuro y cubrió su boca con sus manos. No entendía lo que pasaba, eran extrañas esas actitudes de Olga. En su rostro estaba denotando el miedo.
Alguien me toma por el brazo y me sobresalte. Tal vez Gothel me atrapo, cerre los ojos esperando mi fin.
- ¡Vamos, Ryan! ¡Corre!.- Abrí mis ojos y vi a Frank. Al menos..
Dí un suspiro y corrí junto a él. Estabamos lo suficientemente alejados del Orfanato, entonces escuche un disparo. Algunos pájaros salieron volando, alejandose. Me detuve y camine hacía lugar donde se escucho el disparo.
- ¿Qué crees qué haces?.- Me dijo Frank siguiendome.
- Estoy caminando a donde procede el disparo.-
Cuando nos acercamos, tuvimos que escondernos en un arbusto. En frente de nosotros estaba la escena que rondaría en mi cabeza por años.
- Oh no puede ser..- Murmuro Frank, pasmado.
El cuerpo de Joseph estaba tendido en el pie de un árbol, mientras la sangre ascendía de su pecho. A lado de él estaba Hans. Con una arma en su mano.
- ¿¡Qué hice!? ¡Me deje cegar por ella! ¡Maldita!.- Dijo entre el llanto.
Las lágrimas mojaban mis mejillas, mi vista de hizo leve por la cantidad de lágrimas que estaban entre mis ojos.
- No.- Murmure. - ¡Es un asesino!.-
Frank tapo mi boca con su mano. Hans me había escuchado por que salió huyendo de la escena del crimen. Frank me alejo de aquel lugar, yo seguía sollozando. Había perdido mi único amigo. Había presenciado su muerte.
En los próximos días yo y Frank aún seguiamos con la impresión, con la impresión de haber presenciado un asesinato. Nunca sacaré de mi mente eso, ni en la rabía que notaba en los ojos de Joseph.
Había algo que no entendía, y era la expresión de horror que le había causado a Olga. Ella es una bruja se supone que las brujas no temen de los espíritus más conocidos como fantasmas.
Jamás volví al Orfanato, ni me encontre con Carlos, ni con las brujas.
Una noche Frank me contó algo que me lleno de terror.
"Ahora lo entiendo todo..."
.....-.-.
Bien, aquí acaba "Un oscuro pasado"
UwU
Al parecer a Hans le había dado un ataque de rabia o no sé de que :v y eso provoco que matará a Jack :(
Y Jack estaba desesperado, por eso le pidio a Ryan que lo ayudara en el plan...
>>Nos vemos en la próxima ♥