Soleil
Era sábado, y llegué a la casa de Lukas a las 12:00 pm con varios ingredientes para hacer los pastelitos rellenos de fresa. Como era casi costumbre, el señor Warthon me abrió la puerta principal con una sonrisa en el rostro al saludarme y me dejó pasar, diciéndome que Lukas estaba en la cocina.
Le agradecí y me dirigí a la cocina para encontrarme a Lukas quien con magia había puesto algunos ingredientes flotando en el aire; y todos los moldes y utensilios en la barra de la cocina. Saludé a Lukas con una sonrisa y ya. Aunque me hubiera gustado haberle dado un beso en los labios, pero eso era imposible; porque su padre estaba cerca y nos arriesgábamos a que nos vieran. Por lo que, me dediqué a poner todo en la barra mientras que él leía una parte de la receta para saber qué era lo primero que teníamos que hacer.
Al ser ambos unos inexpertos en la repostería, cabe mencionar que 7 pastelitos fueron directo a la basura por ser incomestibles ya sea porque la masa seguía cruda, estaban totalmente quemados, no sabían dulces o simplemente había algo que se nos había olvidado poner que hacía que supieran mal.
Por eso, fue tan gratificante lograr que dos cupcakes rellenos de mermelada de fresa no se hubieran quemado y se vieran comestibles a la octava vez que lo intentamos, una vez que salieron del horno.
Mientras esperamos que se enfriaran, nos dedicamos a hacer el betún de queso crema para decorarlos. Una vez que estuvo listo, cada uno tomó uno de los dos cupcakes,— los cuales por cierto eran de sabor chocolate ya que Lukas había logrado que su tío Jack (el hermano del señor Matthew que vivía en Clovek) le mandara chocolate en polvo—; para ponerle la crema y ya después cada uno se dedicara en ponerle algo más para decorarlo.
Lukas decidió ponerle al suyo (además del betún), chispas rojas y un corazón hecho de chocolate blanco el cual tenía la palabra "Love" en medio. Supongo que ese corazón también le pidió a su tío que se lo enviara. En mi caso, después de ponerle el betún, puse algunas chispas con forma de corazón de colores rojo y rosa; y en medio puse una fresa.
Al terminar, cada uno dio ese cupcake que habíamos decorado para el otro sin decir nada; solo sonriendo. Porque no había necesidad de decir nada, ambos sabíamos lo que el pastelito relleno de fresa significaba. Ambos nos gustábamos, ambos ya habíamos confesado nuestros sentimientos por el otro y ambos ya habíamos dejado en claro queríamos una relación romántica seria, la cual era algo que ya teníamos.
Ambos dimos una mordida al mismo tiempo a nuestro pastelito relleno de fresa, por lo que ambos nos dimos una mirada de aprobación respecto al sabor porque ¡estaban deliciosos! Aunque eso era en gran parte por el sabor del chocolate. El manjar más sensacional y exquisito que los humanos habían creado.
Ambos nos sonreímos y ante la felicidad de haber logrado hacer pastelitos tan ricos, nos dimos un beso en los labios y seguimos comiéndolos con un vaso con leche.
Cuando terminamos de comerlos, limpiamos la cocina y subimos a su habitación tomados de la mano.
Sus padres ya no estaban en casa, de hecho, se despidieron de nosotros a los 20 minutos que había llegado, diciéndole a Lukas (más bien recordándole) que se cuidara, que lo querían y que si había algún problema que le enviara una carta a su tía Caroline; ya que saldrían de la ciudad para comprar algunas pociones difíciles de conseguir que necesitaba el señor Matthew, por lo que hasta mañana regresarían. Por ello mismo, no hubo problema que se enteraran que en realidad no estábamos haciendo un pay de limón solo por diversión sino pastelitos rellenos de fresa.
Cuando estuvimos dentro de su habitación, él soltó mi mano y emocionado me dijo: — ¡Cierto! ¡Ahora que estás aquí, puedo mostrarte esto! — sacó una caja de zapatos, la cual estaba pintada de color morado, debajo de su cama y se acercó a mí sin quitar la emoción en sus ojos. Yo lo miré con curiosidad.
Entonces, abrió la tapa de la caja y dentro de ella, había un objeto que jamás había visto antes.
Era rectangular, parecía ligero, tenía una pantalla de cristal hasta la mitad, y la otra mitad tenía un pequeño teclado. Era de color morado y en la parte superior tenía escrito "BlackBerry".
Fruncí el ceño.
Sin duda era un invento humano, pero ¿qué era exactamente?
—Lo sé, esa cara de duda yo también la tuve cuando lo encontré en la cueva Clovek. — Lo tomó y sonriendo me dijo: — mi papá dice que se llama "Celular".
—Celular... — Pronuncié lentamente y me lo dio para que lo tocara. — ¿Qué es lo que hace? — Pregunté mientras tocaba la pantalla y lo miraba de un lado al otro.
— Con él puedes llamar a alguien. Es como un teléfono solo que este no tiene un cable que está pegado a la pared — explicó. Y yo apreté un botón que hizo que la pantalla se iluminara. —Todavía hay cosas que no entiendo de él, pero sé que con él podemos enviar mensajes.
— ¿Enviar mensajes?— fruncí de nuevo el ceño sin entender.
—Sí, mandar un mensaje es como mandar una carta. Solo que en lugar de escribir lo que quieres decir en una hoja, lo haces en un espacio del celular donde diga que va dirigido a la persona que quieres mandarle el mensaje. Y ya se lo envías. — Siguió explicando mientras me mostraba en el celular cómo se hacía.
—¿Y tarda mucho en que la persona reciba el mensaje? — cuestioné intrigado.
—Nop. Se envía y llega ¡al instante! Por lo que la otra persona puede verlo rápidamente y responderle rápido también.
—Wow... — le dije impresionado mientras seguía viendo ese invento humano.
—Y no sólo eso— tomó el celular, y movió varias veces con su dedo el botón negro que se encontraba en medio como todo un experto; para después alzar el celular a la altura de mi rostro. Entonces, apretó el botón y se escuchó un clic.— También tiene cámara ¡Mira!
Me enseñó el celular de nuevo, y agrandé mis ojos al ver mi rostro en la pantalla del celular como si de una cámara fotográfica se tratara.
—Increíble, el celular es como una fusión entre el teléfono y una cámara fotográfica. —Le dije asombrado ante tal invento de los humanos. Era como...
—Como si utilizaran magia ¿verdad? — dijo en voz alta lo que yo estaba pensando. — Pero no lo es (lo cual ya es genial) sino un producto de su ingenio y esa tecnología que cada día desarrollan más. —Asentí, dándole la razón y él prosiguió. —Y pues es lo único que sé. Todavía me falta explotarlo para saber qué otras cosas tiene. Así que... ¿te gustaría encontrar más cosas interesantes de él conmigo?
Estaba a punto de decirle que sí, que me encantaría. Sin embargo, puso el celular en la caja y me dijo apenado:— sabes ¿qué? Creo que mejor no. Hablemos de otra cosa.
Lo miré sin comprender.
—¿Por qué dices eso?
—Porque una vez más me estoy emocionando con el tema y no quiero abrumarte; y que pienses que nuestra conversación es tediosa.
—¿Pero por qué pensaría eso...? — le pregunté arrugando mi frente hasta que en mi mente volvió el recuerdo exacto donde le dije muy en serio (aunque no era cierto) que escucharlo y hablar sobre los humanos se había vuelto tedioso para mí.
Por lo que puse ambas manos en sus mejillas.
—Sabes que lo que te dije hace tiempo no es cierto ¿verdad? Ya hablamos de eso — lo miré seriamente. — Te mentí cuando te dije que hablar sobre los humanos se había vuelto tedioso. Eso no es cierto, me sigue interesando escucharte sobre ellos y me sigue encantando ver tus ojos llenos de emoción al hablar de sus inventos. — Confesé con sinceridad. — También te mentí cuando te dije que no entendía nada de los experimentos y pociones que me dices que haces, porque sí; al principio cuando empiezas a explicarme estoy perdido, pero solo eso. Agarro el hilo de las cosas, y termino entendiendo lo que dices y el porqué es fascinante para ti hablar de eso.
—Yo sé... pero hasta yo soy consciente que puedo llegar a ser intenso con las cosas que me gustan (en especial con todo lo relacionado con los humanos). De hecho, siempre tuve ese miedo de aburrirte al hablar sobre estos inventos. Tal vez por eso me impresionó mucho que dijeras que sí era aburrido para ti.
—¡Pero no lo es! No es aburrido.
— No tienes que mentir. Puedes decirlo con sinceridad. Yo entiendo que luego digo cosas tediosas.
—¿Me estás escuchando? Te digo que no es tedioso en absoluto.
—Te escucho, pero debo de admitir que sigue en mi mente ese momento en que me dijiste todo eso. Sonaste muy sincero... — Hizo una mueca.
—Pero eso fue porque realmente me esforcé en pretender que eso era verdad— dejé de mirarlo a los ojos y susurré:— ya que no podía permitir que Liam te dijera la verdad.
—¿Verdad? ¿De qué hablas? — me preguntó muy confundido ya que hasta este momento, él todavía no sabía la verdadera razón por la cual me alejé de él las vacaciones de invierno y quise romper mi amistad con él.
Apreté mis labios y volví a verlo a los ojos. — Hay... algo que no te he dicho, pero sentémonos primero.
Nos dirigimos a su cama para sentarnos en la orilla del colchón. Él dejó la caja de zapatos en el suelo y me miró esperando que continuara.
— ¿Y bien?
—Te mentí. — Solté sin más y él solo frunció el ceño. — Era mentira cuando te dije que la razón por la cual me alejé de ti en las vacaciones de invierno y rompí mi amistad contigo era porque William estaba celoso de mí por ser cercano a ti. Es decir, sí estaba celoso y sí me quería lejos de ti, pero esa no era la principal razón por la que hice todo eso.
—¿Entonces...?
—Él se enteró que me gustabas — alzó ligeramente sus cejas mostrando algo de sorpresa. — Me lo dijo dos días antes de que saliéramos de vacaciones. Yo traté de negarlo, pero supo que estaba mintiendo así que... —Entrecrucé mis manos, sintiendo algo de vergüenza por dejarme llevar por sus amenazas. — Me amenazó en que te diría que estaba enamorado de ti si no ponía algo de distancia contigo. Algo que me aterraba porque estaba seguro que solo me veías como tu mejor amigo y que si sabías que te veía más allá que un amigo, nuestra amistad se rompería y ya no íbamos a estar juntos. — Lo miré directamente a los ojos. — Y eso no podía permitírmelo porque nuestra amistad era lo más importante para mí. Ser tu amigo me hacía muy feliz, porque nadie me hacía sentir tan cómodo y seguro como tú. Por ello, no me importaba que mi corazón doliera cada vez que te veía besándote con William porque sabía que me dolería más no tenerte a mi lado.
Me miró con tristeza y puso una mano sobre las mías.
—En ese momento, solo le iba a hacer caso en alejarme de ti en las vacaciones de invierno para que ambos pasaran tiempo juntos; ya que aunque me había amenazado con alejarme de ti, él era muy consciente que tú me querías cerca. Por lo que no podía hacer nada al respecto. No si quería seguir actuando que le caía bien para que tú estuvieras contento y lo vieras como un chico dulce. —Proseguí. — Entonces, se enteró que nos besamos en el pasillo...
—¿Besarnos? — preguntó mientras trataba de recordar eso. — ¿Hablas de esa vez que tropezaste conmigo, ambos caímos al suelo y nos dimos un beso?
Asentí.
—Pero eso fue un accidente — pronunció con molestia.
— Lo sé, pero él no lo creyó así. Después de todo, él es de ese tipo de brujos que cree que los Hipnosommus somos seres fáciles que nos gusta seducir a cualquiera que tenga ya pareja. — Rodeé los ojos. —Por eso, para vengarse me puso ese extraño collar con el que me obligó a que lo golpeara y que me culparan por eso.— Hice una pausa, y vi que cerró sus manos en puños con fuerza. Se veía enojado. — Por ello, después de ese suceso fue que decidí romper mi amistad contigo porque ya no aguantaba más. Fue demasiado para mí. Estaba cansado de sus amenazas, de sus malos tratos y de tener el constante miedo de que algún día te dijera que me gustabas. Por eso decidí romper mi amistad contigo antes de que tú lo hicieras.— Hubo un silencio. — Y-y eso es todo... Yo sé que tal vez simplemente debí confesarte mis sentimientos en lugar de dejar que me intimida....
No terminé de decir la frase ya que me abrazó con fuerza.
—Perdón — me dijo en el oído.
—¿Por qué te disculpas? No hiciste nada malo. —Le regresé el abrazo.
—Puede que no, pero tuve de novio a un idiota celoso extremista que te hizo sufrir varias veces. — En su voz se notaba la furia. — De verdad que tengo ganas de ir a su casa y golpearlo por todo lo que te hizo. Aunque para eso creo que primero debo golpearme a mí mismo por haber sido un imbécil al estar con alguien así por meses, sin ver su verdadera cara.
Rompió el abrazo y desvió su mirada de la mía. Se veía enojado, culpable y arrepentido.
—Oye... no pongas esa cara. — Puse mi mano derecha en su mejilla e hice que me mirara de nuevo. — Si William me amenazó, intimidó y me hizo lo que me hizo, fue porque yo le di el poder de hacerlo.
— Pero eso fue así porque acepté que fuera mi novio en primer lugar.
—Bueno... pero así lo decidiste porque pensaste que era un buen brujo.
—De haber sabido que no lo era y que te gustaba, jamás hubiera aceptado que fuera mi pareja — suspiró.
— Lo sé... — le di una media sonrisa. — Y si yo hubiera sabido que tus sentimientos hacia mí eran recíprocos, no hubiera tenido tanto miedo de que te dijera que estaba enamorado de ti. Es más, hubiera tenido el valor de decírtelo primero. — Recargué mi frente con la suya.
— Ojalá pudiera retroceder el tiempo y haberte dicho mis sentimientos desde que supe que estaba enamorado de ti. Así hubiera evitado que William te molestara de esa manera— susurró.
—A veces también pienso en eso. Si te hubiera dicho mis sentimientos hace mucho, él nunca hubiera sido tu novio; y tampoco hubiera herido a Canek. — También dije en voz baja. — Pero no podemos hacer eso y está bien. Ahora todo está bien, porque al final fuimos valientes en expresar nuestros sentimientos y ser ahora novios ¿no crees?
Acercó sus labios a los míos y me dio un suave beso.
— Sí, todo está bien ahora. — Me dio otro gentil beso. — Ahora eres mi novio y soy muy feliz por ello.
—Yo también soy feliz... — Volví a besarlo. — Me gusta todo de ti. Me gusta que seas intenso al hablar de lo que te gusta. Así que no vuelvas a detenerte al hablar de ello. No es para nada aburrido escucharte hablar de los humanos y de sus inventos. Nada relacionado contigo lo es — dije con sinceridad. — Porque si fuera así, nunca me hubiera enamorado de ti.
—Amo cuando eres así de sincero. — Me dijo con una gran sonrisa en el rostro. — Al punto de ponerme tímido.
—Han sido años los que he reprimido mis sentimientos por ti. —Me encogí de hombros. — Ya estoy cansado de hacerlo. Así que espero que no te moleste que diga este tipo de cosas.
— ¿Por qué me molestaría que mi chico me diga cosas tan románticas? — alzó una ceja y volvió a besarme.
Lo que empezaron como besos suaves y delicados, se convirtieron en besos apasionados y llenos de deseo. Por lo que, ante la excitación, terminamos desnudos en su cama, acariciando cada parte del cuerpo del otro hasta que ya no pudimos soportarlo más y entró en mí de una sola estocada después de haber preparado mi entrada.
Como lo esperaba, se movió tan rápido como quiso porque dejó a un lado su autocontrol después de aguantarse toda la semana; y me hizo gritar sin ningún pudor. Aunque tampoco es algo que a ambos nos importara, ya que estábamos solos en su casa.
Dejé que me hiciera el amor como quisiera, tanto de una forma delicada como de manera ruda. Aunque debía de admitir que después de la segunda ronda, sus movimientos se volvieron más brutales mientras sujetaba mis piernas — las cuales estaban completamente abiertas— con brusquedad, tanto que sabía que me dejaría la marca de sus dedos en mi piel. Aunque no me importó mucho eso, puesto que aun si dolía un poco la fuerza que ejercía en mis piernas o en mis muñecas, solo ocasionaba que me excitara más y deseara que me apretara más hasta sentir que casi me rompía los huesos.
Algo que por supuesto no pasó, pero la sola idea de ello me emocionaba; y es que aunque Lukas no me lo había afirmado en ese momento, sabía perfectamente que estaba liberando su don sin poder evitarlo mientras lo hacíamos. Algo que realmente decía mucho porque si un brujo liberaba su don inconscientemente al tener sexo con alguien y sin hacerle daño realmente, solo significaba dos cosas: realmente disfrutaba mucho tener sexo con ese ser y era muy probable que estuviera muy enamorado de él.
Ya que solo un brujo que está perdidamente enamorado, sería capaz de liberar su don con el ser que más quiere sin lastimarlo.
Y eso pasó con Lukas al hacerlo conmigo esta vez al ser de día. Por lo que aunque se disculpó conmigo—una vez que nos acostamos en la cama exhaustos de tanta actividad física,— por haberme dejado moretones en mis muñecas y piernas; así como indicios de lodo en varias partes de mi piel, yo solo le sonreí y le dije que estaba bien.
—¿De verdad no te duelen? — volvió a preguntarme preocupado. — Se ven muy marcadas. — Me dijo mientras miraba los moretones con las marcas de sus dedos en mis muñecas. — Se ven muy mal...
— Ya te dije que estoy bien. — Lo tranquilicé una vez más con una sonrisa mientras veía con orgullo esas marcas.
—Es que... siento que realmente me pasé. No pude controlar mi don— soltó un suspiro con culpa. — Es una lástima que solo con los humanos pueda pasar las heridas que hago con mi don a mí mismo. Si fueras uno, ya te hubiera quitado esas feas marcas de tu linda y delicada piel.
—Y es por eso que estoy feliz de no serlo — le dije con orgullo. Arrugó su frente. — Porque así no eres capaz de quitármelas y puedo conservarlas un poco más. Puede que a ti te preocupa ver esto, pero a mí no; porque es esta una prueba más para mí de que te gusto mucho.
—Por supuesto que me gustas. Siempre te lo digo. — Hizo un pequeño puchero. — Y también trato de mostrártelo con acciones todo el tiempo.
—Lo sé, tener esto es una de esas acciones.
—Sabes que no me refería a eso — me miró con cierta molestia.
Solté una pequeña risa. — Lo sé, aun así ¿por qué te preocupas? Soy una criatura mágica, por lo que estos moretones desaparecerán en dos días. Así que ya deja de preocuparte y culparte. Y espero que por esto, no me pidas que ya no lo hagamos en el día porque espero que en el futuro lo sigamos haciendo. — Le di una mirada amenazante.
Soltó una risita.
—¿Tanto te gustó?
—Por supuesto. — Asentí. — ¿A ti no?
Acercó su boca a la mía.— Si no me hubiera gustado tanto, no te hubiera dejado esas marcas. — Acarició su nariz con la mía y me besó de nuevo; y sin esperarlo, volvió a hacerme el amor sin que yo pusiera en absoluto resistencia.
☀️☀️☀️
Dato curioso: un pastelito relleno de fresa puede que sea un pastel pequeño de una base o un cupcake. El sabor tampoco importa puede ser de vainilla, fresa, nuez, Chocolate etc. Lo importante aquí es que esté relleno de mermelada fresa y que el ser que lo vaya a regalar lo haya hecho con sus propias manos.
Muchas gracias por leer y votar 💖
Hasta la próxima actualización 🚺🥵❤️😅