Highlands ( #PGP2020)

By sarahcpalcn

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Trailer en el Cap. 6 ; Gracias por 120 K :) Tras perder todo lo que c... More

Huida
Change of Curse part 1
Change of course part 2
Costessey
Trailer
Scottland
The Nairn Wood
Aching heart, troubled soul
Atención
Robin Hood
Come and pick me up at midnight
Gromarty Part 1
Gromarty Part 2
Gromarty Part 3
Secrtetos en las Highlands.
La tierra conoce tu nombre
Lost Dreams In the Highlands.
Dinner
Mensaje
Noches de Bohemia.
Love or Hate?
Recordando Noches de Bohemia
Treason
Ain't no cure for love
A medianoche en mi balcón.
Confesiones
Aviso
Preparativos
Boda en Piperhill
Redcoat
Descubrimientos.
Las cartas sobre la mesa.
Próximamente
La liebre y el ciervo
Confesiones
Finales inesperados
El ojo de la tormenta
La sombra de la verdad
El callejón
Decisiones
Jugando con fuego
Recuerdos
Cena con el diablo
Cómo derretir el hielo
El muelle
No ha habido ni un minuto

The Woods

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By sarahcpalcn

Durante unos minutos nadie dijo nada, escuchábamos en silencio el sonido de las llamas. Tal vez me lo pareciera a mí, pero la sangre que corría por mi brazo salpicaba el suelo de una manera extraña, provocando un extraño sonido al caer en el. Me sostuve el brazo izquierdo con fuerza, tal vez esperando a que dejara de dolerme.

Tenía intención de salir corriendo.

- Estáis herida. - dijo alguien. Apenas prestaba atención. Aquello no sonaba a pregunta. No me molesté en levantar la vista. Escuché los cascos de un caballo que lentamente se acercaban a mí. Un lomo oscuro apareció en mi campo devisión .

Lentamente levanté la vista, mis ojos se encontraron de nuevo con los ojos del jinete. Aparté la vista bruscamente. Me incomodaba su mirada. Pegó su caballo al mío, su pierna rozó las mías. Alargó el brazo pero lo retiró . Alcé la mirada cautelosamente, curiosa.

Su mirada gentil y profunda lograron calmarme; su caballo seguía estando pegado al mío, su montura cerca de la mía. Alcé una ceja, interrogativa; él pareció sorprenderse.

- ¿Os importa que examine la herida? - preguntó. El brusco tono empleado anteriormente había desaparecido. Tuve que mirarle muy desesperada porque sin mediar palabra, me apartó la mano del brazo con suma delicadeza ( sin duda fascinante. ) Con sólo rozarme, grité. Aquello pareció alarmarle porque me miró angustiado. Tras lentamente asentirle prosiguió con su cometido.

( Qué soldado más extraño, sin duda temperamental, primero, me habla como si estuviera loca y después se porta como un lindo corderito. ¿Engreído?¿Repelente? No lo sé . ) pensé.

- Necesita que le extraigan un trozo de flecha, se ha partido la punta. -respondió solemnemente. (¡¿QUé?!) pensé.

Sin duda, palidecí. Lentamente, se volvió a sentar correctamente en su montura y dirigió su caballo hacia el sitio donde estaba originalmente. En frente mío.

- Bien, gracias. Sin duda acudiré al médico de Norwich, de paso informaré respecto a Great Yarmouth. - Nos llamaban los East Angles, así denominaban a la gente de esta pequeña península; Folk. Los dos caballeros me miraron con desaprobación.

- Milady, no podéis volver sola. - dijo el de cabello grisáceo. Sus ojos me parecían familiares, el eco de una memoria olvidada. Señaló el cielo, que comenzaba a oscurecerse. - Anochece y eso es peligroso.

Mi suspiro pareció resonar.

- ¿Cuánto habéis tardado en llegar, caballero?

- Casi medio día, diría un cuarto. - respondió el otro.

- SIn duda, eso explica la tardanza. - dije sin poder contenerme. - ¿Y qué sugieren que haga caballeros? - Ellos se miraron entre sí.

Un momento....

Un caurto? ¿ Sabían que iban a atacarnos? ¿O acaso habían divisado los barcos ne la costa?

- Deje que la escoltemos. - me dijo.- MI sorpresa sin duda fue grande. Escoltarme... NO tenía intención de parar a dormir en ningún sitio. Aunque así, estaría protegida. Tras contemplarles un largo rato, asentí. Galopamos durante largo rato, hasta que por fin, la noche se cernió sobre nosotros. Eso nos obligó a acampar, lo cual fue un gran alivio puesto que el brazo izquierdo me dolía angustiosamente. El caballero , vino a ayudarme muy amablemente a intentar bajar de mi montura.

- Adam, Godfrey.- se presnetó. Godfrey... aquel nombre no me era del todo desconocido.

-Ayla. - respondí con cierta dificultad mientras bajaba dek caballo. Perdí el equilibrio pues no me sobraban las fuerzas; caí en los brazos del caballero de ojos grises. Éste último había aparecido de la nada. Me entraron ganas de gritar.
Por qué tenía que haber caído en sus malditos, pero cálidos brazos?

Le miré, asustada, agredecida, sorprendida. Bueno, como un animal asustado. Por un segundo, me pareció verme reflejada en sus ojos, que apartó de inmediato.

- ¿Estáis bien? Por favor disculpadme- dijo el joven caballero que había aparecido, que se deshacía en perdones. Me permití el gusto de reírme. Un mechó castaño caía sobre mi rostro, intenté apartarlo, pero aún me cogía el soldado misterioso.

- No es tu culpa, está muy débil .
Le miré , y él me miró con su odiosa y encantadora mirada enigmática.
Ni siquiera sabía por que estaba sonriendo, porque no tenía razón alguna para sonreír.
Tal vez si fingía que nada había pasado...
Tal vez fuera un sueño.
Seguramente él lo era.

- No, yo, estoy bien- no pude acabar. Mis piernas, de nuevo me fallaron, mi mano resbaló por mi vestido empapado de sangre y por unos instantes perdía la noción del tiempo.Cuando abría los ojos, sentía como si volara. TArdé en darme cuenta de que alguien me llevaba en brazos. Me giré para ver quién era; de nuevo el soldado acudía en mi rescate. Cómo odiaba que me vieran débil. Especialmente , él; porque temí, tomara la opinión equivocada de mí.

- ¿Qué, Qué haces ?! - le dije. Él me miró, su cálida y fuerte mirada me dejó sin habla. No podía abrir los ojos.

- No os preocupéis, prometo no volver a ayudaros de esta manera si os incomoda. -dijo. Cómo pudo adivinar mi pensamiento? Odioso... Jamás conocí a alguien tan valeroso, incandescente y caballeroso pero travieso como un niño. Su tono era sin duda divertido. - Os curaré, mejor, si os estáis quieta.

- Iros al...

Caí presa de un agotador sueño. Lo último que alcancé a oir fue:

- Sin duda sois más bella cuando no replicáis. - susurró. Imbécil, pensé. Me revolví bruscamente, grité el nombre de mi hermano varias veces en mis sueños, pero siempre, él parecía estar cerca o tal vez aún seguía curándome. Lo único que sentía era su ahora, cálida y alagadora voz diciéndome que me calmara, acompañada por el mecido del viento que finalmetne cosiguió que perdiera la consciencia.

Desperté en mitad de la noche. Las hogueras de los soldados estaban ya apagadas; sus cuerpos yacían tumbados unos encima de otros a cierta distancia de mí. Yo estaba tapada con una manta azul que no era mía. Estaba apoyada en el tronco de un bello árbol. Un roble. A unos metros de mí, estaban Adam y el soldado sin nombre, al que debía ponerle mote . Ambos estaba tumbados juntos, adam tenia la cabeza en el vientre de el misterioso y salvaje soldado, usándolo de almohada.

Desde donde yo estaba tumbada, se podían ver las estrellas. Sin darme cuenta, unas lágrimas cayeron sin previo aviso sobre mis mejillas, rodando sobre ellas, meláncolicas. Qué sería de mi familia? Habrían ardido en llamas? Serían ahora tan solo un montón de cenizas o habían logrado escapar? Qué sería de Dan? Y de Alec? Mi corazón lloraba por ellos, no hacía ni un día que los había perdido y ya los anhelaba.

Estaba claro que no había sido un sueño. Había ocurrido de verdad.

Antes de darme cuenta, las lágrimas corrían desenfrenadas por mis mejillas. La pena me había engullido, puesto que anteriormente no había tenido tiempo para pensar en lo ocurrido.

¿Qué haría ahora que lo había perdido todo?

Mi vestido verde, ahora era parcialmente rojo. Decidí levantarme y dar un paseo. AL levantarme, la cabeza comenzó a darme vueltas y un pequeño dolor despertó en mi brazo, que miré instantáneamente. Estaba perfectamente vendado, mejor de lo que lo habría hecho yo. De pronto, me descubrí a mi misma recordando el cálido tacto de sus manos sobre mi piel ensangrentada. Sacudí la cabeza para apartar semejantes ideas de mi cabeza. " Loca" pensé.

Sigilosamente comencé a andar por el claro, la clara luz de la luna iluminaba mis pasos. A decir verdad, se habían portado bien conmigo, ahora me iban a llevar de vuelta a casa. Casa? qué casa? Intenté contener la nostalgia, mirando al cielo. Tal vez, mis padres y mi hermano y Dan podían verme. Sonreí ante aquella insignificancia. Tras llevar un largo rato paseando por los alrededores, por primera vez, escuché un ruido, los pelos de la nuca se me herizaron. Me quedé quieta, como la piedra. Al instante, un ciervo cruzó frente a mí, me aparté rápidamente, reprimiendo un grito de sorpresa. Por alguna razón eso me hizo gracia.

Lentamente, andé hacia atrás, retrocediendo, temerosa de que algún otro ciervo le diera por salir de un abeto o algo parecido. Oí pasos, pisadas tal vez, dos pares? parecían diferentes. Unas eran sigilosas, las otras pisaban fuerte pero rápido ;las otras en cambio parecían más lentas. En ambos casos, las dos estaban cerca de mí. TAl vez, sea otro ciervo al que le sigue un lobo. Ante aquella posibilidad, me sorprendí a mi misma pensando en que eso no sería ningún problema. Aquí en Folk, nuestros bosques habitaban a muchos animales, entre ellos los fieros y temido lobos. Sin embargo la gente, temía irracionalmente a los animales sólo porque en ocasiones se comían sus rebaños; pero éstos nobles animales no eran sino respetuosos con sus vecinos, pero pocos sabían eso. Mi respiración era agitada, inigualable al incesante latido de mi corazón. Me moví hacia atras en silencio. El sonido reinaba en el alejado claro, angustioso. Despacio volví a retroceder. Las sombras de los árboles se proyectaban inquietas en el suelo cubierto de hojas. Al retroceder, oí un gemido. Me moví con brusquedad hacia atrás, asustada.

Intenté gritar al chocar contra algo. Un cuerpo. Pero una mano sin guante cubrió mis labios para impedir que gritara. Me revolví asustada, mi espalda rozó la ropa del que me tenía sujeta, unas cadenas sonaron. Un sol. Antes de poder terminar mi deducción, yo y el que me sujetaba, nos movimos a un sólo compás bruscamente hacia la derecha; escondiéndonos tras un árbol. En aquel momento, note la fría espada de el hombre que me sujetaba en mi costado. Me removí presa del pánico. El que me tapaba la boca, perdió el equilibrio y me soltó. Iba a comenzar a correr. Quería gritar el nombre del soldado que me había curado pero me di cuenta de que no lo sabía. Una mano, agarró rápidamente mi brazo, tirando de mí antes de que pudiera salir de mi escondite. Como una corriente, me arrastró junto a él. En la misteriosa y no total oscuridad; mi cuerpo chocó de frente contra otro. Los brazos dueños del otro cuerpo, se crisparon sobre mi espalda, pegándome más a su cuerpo. Pude oir los latidos de su corazón al mismo compás del mío. Su agitada y nerviosa respiración.

Mis manos chocaron con una fina cadena, un soldado. Pensé. Alcé la vista.

Mis ojos, reprimidos y asutados descubrieron los ojos de mi acompañante y tal vez salvador;

mirándome incesantes. Mi corazón se disparó.


NOTA:

Queridos lectores quería anunciarles que he empezado una:

--> NUEVA NOVELA : EL ÚLTIMO CEREZO --> Por favor me gustaría que le echarais un ojo al primer capítulo muchas gracias .

( esta sigo escribíendola no os preocupeís )

¡Besos a tod@s los que leeís este libro !

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