¡Estúpido niñero! (yaoi-gay)

Da 50N14-SNR

3.5M 266K 126K

Se me abrió un mundo de posibilidades en el momento en el que mi madre me dijo que había conseguido un trabaj... Altro

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
La despedida.

Capítulo 21

86.9K 6.2K 2.7K
Da 50N14-SNR

   — Yo — Susurró Taylor cuando nos hubimos encontrado solos, saliendo de clase evitando encontrar a Xander.— escuche lo que hicisteis anoche.

   Me paré en seco en el pasillo al igual que Taylor ya que agarraba mi muñeca con su mano mientras el resto de alumnos pasaban a nuestro lado, parecía que nos encontrábamos en el vacío mientras nuestras miradas se fundían en confusión.

   — ¿Qué? — Pronuncié atónitoante su confesión que me cogió completamente por sorpresa.

   — Qué os oí anoche mientras él domaba tu anaconda — Explicó Taylor haciendo notorio su sentido del humor mientras hacía el gesto de estarse masturbando.

   — ¡Te estás confundiendo! — Exclamé negando histérico, agitando las manos mostrándole que estaba en un gran malentendido.— ¡Xander y yo no...! No hicimos...

   — Ya lo sé — Accedió mientras me daba la mano y bajábamos las escaleras completamente para quedarnos esperando frente al baño a que Xander llegara.-, pero te tocaste y gemiste.

   — Habla más bajo — Mascullé entre dientes, clavando mis uñas en la parte contraria a las palmas de sus manos.

   — Y cuando le pediste que gimiera — Explicó sin contenerse, poniéndose rojo de tan sólo recordarlo.— ¡Madre mía! ¡Aquello fue un show! — Pronunció entre carcajadas, colocando la palma de la mano contraria a la que yo tenía agarrada sobre su cabeza; haciéndola colisionar contra su frente de manera sonora.

   — ¿Quieres callarte? — Pregunté de forma imperativa tirando de su oreja hacía abajo, haciendo que él se doblara y retorciera de dolor aún sin borrar esa perversa sonrisa de su cara.

   Ambos nos callamos cuando vimos descender por las escaleras al perverso pelirrojo, que se acercaba indiferente hacía Taylor, no le importaba sí yo me encontraba ahí.

   Tras aparecer intimidador ante nosotros, colocó su mano contra la pared, centímetros por encima del hombro de Taylor; con el brazo rígido (y gracias a su excesiva altura) pudo curvar su espalda hasta dejar su frente pegada a la del moreno.

   — ¿A qué hora hemos quedado al final? — Preguntó frío, sin vitalidad en la mirada a pesar de que estos tenían un color que lograba quemar e incinerar el alma de mi amigo.

   — A las seis — Tartamudeó Taylor, pegando sus brazos a la pared; parecía querer fundirse en ella para así poder llegar al otro lado, separándose así de Henry.—, en el parque.

   — No tardes — Le ordenó separando sus frentes mientras el de cabello cobrizo me miraba de reojo con furia.— ¿qué miras? — Preguntó tosco, mirándome ahora de frente tras alejarse del moreno, el cual tenía el corazón tan acelerado que juraría poder oírlo a distancia.

   — Sólo me imaginaba como quedaría tu cara después de darte una paliza sí le pones la mano encima a Taylor — Le expliqué mostrándole mi mejor sonrisa, cosa que tal vez hizo que se enfadara más.

   Dirigí de nuevo mi mirada a las escaleras, por las que tan sólo descendía una última persona; por suerte, la que nosotros estábamos esperando.

   — ¿Qué ocurre? — Preguntó al percatarse de la presencia de Henry, la cual pareció incomodarle.

   Tras bufar pesadamente, Henry se apartó del moreno para dirigirse a la salida y marcharse al igual que hicimos nosotros segundos más tarde.

   — Klaus, Xander ¿podría pediros un favor? — Preguntó Taylor con una sonrisa que nos provocaba desconfianza mientras salíamos finalmente del centro.— ¿Podríais ser mis guardias de seguridad?

   — ¿A qué te refieres? — Titubeé siguiéndole la corriente, aunque a juzgar por la mirada desorbitada de Xander no debería haberlo hecho.

   — Acompañarme a mi cita con Henry y esconderos detrás de un arbusto — Resumió nuestra labor concretándolo tanto que la actividad perdió completamente la gracia. Xander me dirigió una mirada fatigada, preguntándome con ella si podía ser tan sumiso como para obedecer sus órdenes.

   — ¿Y qué ganamos nosotros? — Negoció Xander, tratando sacar beneficio de su futura y poco duradera tarea.

   — Todo mi amor, cariño y aprecio — Le explicó Taylor mostrando una mueca pervertida, lanzándole un beso al rubio mientras le dirigía una mirada lasciva.

   — No me interesa — Se excusó Xander, desviando la mirada y tratando de ignorar el beso que le había tirado.

   — ¡Klaus! — Rogó Taylor suplicándome de manera rastrera, mientras me agarraba las manos y las juntaba entre las suyas.

   — Con una condición — Propuse haciendo que ambos acompañante míos despertaran su interés hacía mi propuesta.—: haz una reserva en el bar de tu padre para dos personas, la cena la pagas tú — Expliqué tornando mi mirada a una fiera, una que se mostraba insensible a cualquier impotencia.

  — ¿Para qué quieres tú eso? — Preguntó Taylor cada vez más aturdido. Le guiñe un ojo, no se sí así logré que comprendiera mi propósito; pero de todas maneras se encogió de hombros y aceptó mi chantaje.— De acuerdo, como quieras; pero quedamos en mi casa a las seis menos cuarto.

   *   *   *

   Y así llegamos, escondidos tras un arbusto, observando entre las ramas las miradas de confusión y de pasión que se cruzaban en ocasiones entre los muchachos a los cuales vigilábamos.

   — No comprendo cómo hemos llegado a hacer esto — Masculló agotado Xander, tratando de buscar la postura idónea inútilmente.

   — ¡Cállate! ¡Está ahí! — Susurré alarmado, tratando de silenciar su voz (a pesar de que ni siquiera se había molestado en comentar nada más) cubriendo su boca con mi mano.

   Xander mordió mis dedos con fuerza, sin agresividad; pero ni siquiera me molesté en responder su ridículo gesto. Observaba como aquella cerilla andante e imponente se acercaba con pasos mansos hacia el moreno que permanecía apoyado en el tronco del árbol acariciado por la sombra que proyectaba éste.

   Tragué saliva, advirtiendo que sus voces se distorsionaban convirtiéndose así en susurros lejanos que resultaban imperceptibles desde el lugar en el cual nos encontrábamos.

   — No se oye — Farfulló Xander mientras se colocaba detrás de mí y se ponía de rodillas al igual que yo, colocando sus manos sobre mis hombros, agarrándolos con firmeza para inclinarse más hacia adelante, tal vez creía que así oiría la conversación, pero era completamente inútil.

   — Tal vez si te callas — Bufé mirándole de reojo, consiguiendo que me sonriera burlón finalmente depositando un beso sobre mi mejilla. Tras aquella pequeña muestra de cariño, torné de nuevo la mirada hacia la escena que nos habían encargado vigilar.

   Eran casi imperceptibles sus voces, no era capaz ni lograba distinguirlas entre el pitido constante que había ocasionado agudizar mi oído al máximo, tampoco servía de ayuda el chirriante e incomodo trinar de los pájaros y el incansable y prepotente viento que golpeaba con fuerza las hojas del arbusto en el cual nos encontrábamos.

   — Sólo nos queda prestar atención a sus gestos — Explicó Xander, centrando su mirada en los objetivos de nuestra misión.

   Fijé mi mirada en Taylor, que respetaba una distancia considerable, aún así parecía nervioso y en parte asustado al advertir que Henry trataba de romperla. Taylor parecía acorralado y mi corazón cada vez latía más fuerte a cada paso que daba el pelirrojo hacia mi amigo. Sentía mi corazón latiendo en mi garganta, aturdido al advertir como Henry mataba la distancia que dividía sus cuerpos al igual que hizo esa misma mañana.

   — Cambiémonos de sitio — Propuso Xander saliendo del arbusto sin que se percatasen de ello, agarrándome por la muñeca para finalmente llevarme con él hacia un arbusto que se encontraba más próximo a ellos. Tras llegar y acomodarnos en nuestra nueva posición, dirigimos de nuevo nuestra mirada hacia nuestro blanco, que había cambiado de posición al igual que nosotros: Henry, mientras sujetaba con fuerza las manos de Taylor para que no escapara de su agarre, besaba forzosamente los labios de mi amigo. Eso sí, la audición desde este lugar era magnifica, se podía oír perfectamente la sintonía de su pegajoso beso y los intentos fallidos de Taylor por separarse de Henry, convirtiendo sus esfuerzos en gemidos de agotamiento.

   — ¡Será cabrón! — Pronuncié entre dientes, agarrando una piedra del tamaño de un sacapuntas y tras alzarme sin discreción, la tiré con fuerza contra la cabeza del pelirrojo, propinándome con un quejido por parte de este; y antes de que este se pudiera girar exaltado para comprobar la procedencia del pequeño objeto que colisionó contra su cabeza, Xander me clavo los dedos detrás de las rodillas haciendo que se me doblaran inconscientemente y cayera al suelo para después el poder cogerme.

   — ¡Qué haces! ¡Te has vuelto loco! — Me preguntó alarmado Xander mientras me presionaba sobre su pecho. Me incorporé de encima de él para colocarme de nuevo de rodillas, no podía perderme lo más mínimo de aquella escena.

   — ¿Te has hecho daño? — Preguntó Taylor sin mostrar su preocupación por el estado del pelirrojo que observaba con cautela los alrededores, tratando de encontrarnos, cosa que no lograría.

   — Un poco — Susurró Henry, parecía no querer que el moreno lo escuchara para ponerle en evidencia.—. Pero no nos desviemos del tema ¿Dónde estábamos? — Preguntó girando de nuevo para quedar de frente a Taylor, acercándose a él de nuevo a continuar lo que yo logré detener.

   — Estábamos hablando de que te olvidaras de mí — Le explicó Taylor, colocando su mano en la cara del otro, logrando así que no se aproximara, incluso le obligó a alejarse de él.

   — Ya te he dicho que no puedo — Al parecer, repitió Henry, apartando la mano de Taylor, sosteniéndola, haciéndola descender por su pecho.—, la noche que me hiciste pasar fue inolvidable.

   — Pues yo no la recuerdo — Le respondió Taylor de forma hipócrita, tratando de apartar su mano del pecho del otro, pero cuanto más tiraba, más se aproximaba a él.

   — Estabas borracho — Comentó sonriente, sosteniendo la mano de su compañero y jugando con ella, entrelazando sus dedos y acariciando sus yemas.—, eso fue lo que lo hizo más divertido.

   — No es justo si te aprovechas de mí — Añadió Taylor, girando su rostro hacia el lado contrario, dándole el perfil al pelirrojo.

   — Más bien fuiste tú el que se aprovechó de mí — ¿Entendimos bien lo que nos quería decir Henry? ¿O es tal vez que él se explicó mal? A juzgar por la mueca de nuestro amigo, el tampoco había logrado entender lo que su acompañante le había dicho.

   — ¿Perdón? — Fue lo único que salió de su boca, dudando alarmado de cuál sería la respuesta.— ¿A qué te refieres?

   — A que yo era el de abajo — Contestó dejándonos más que sorprendidos, anonadados, estábamos completamente boquiabiertos.

   — ¿Cómo? — Exclamamos todos al unísono, Taylor no se lo creía y nosotros destrozamos nuestra tapadera al sacar la cabeza de nuestro escondite para asegurarnos de que no se trataba de una broma pesada.

   Henry se acercó enfurecido a nosotros y se nos quedó mirando con cara de pocos amigos, conteniendo sus infinitas ganas de destruir nuestra existencia. Agarró el cuello de nuestras camisas y tiró con fuerza de ellas para sacarnos del arbusto, haciéndonos caer contra el suelo.

   — Malditos imbéciles ¿Qué hacéis aquí? — Preguntó rabioso y envuelto en furia y llamas, saltaban chispas de sus ojos dorados, parecía poder fundirnos y prendernos fuego con ellos.— ¿Fuisteis vosotros quienes me tirasteis la piedra?

   — ¡Fue él! — Le explicó el rubio nervioso señalándome con su dedo acusador, haciendo así que su horrible mirada recayera tan solo en la mía.

   — Gracias por protegerme, yo también te quiero — Dije sarcástico, tratando de ignorar la futura paliza que me caería encima.

   — Insecto, tenías que ser tú — Pronunció amenazante, aproximándose a mí, pero para mi suerte Taylor apareció en mi defensa, interponiéndose entre el pelirrojo y yo; aunque su manera de detenerlo dejó mucho que desear, aunque de todas formas no estaba nada mal.

   Taylor lo detuvo aprisionando entre sus manos la entre pierna del pelirrojo dejando su cabeza cerca del hombro del contrario, mostrándole sutilmente que si daba un paso en falso o simplemente que no fuera de su agrado lo dejaría cual eunuco.

   — Un no es un no — Resumió Taylor explicándoselo con la mayor frialdad posible, soltando su virilidad, para después girarse y extenderme la mano que había rozado tan de cerca al pelirrojo, así que opté por incorporarme yo solo, y tras eso, ayudé a levantarse al rubio.

   Nos alejamos de aquel parque, dejando atrás a Henry. Taylor volvió a mostrar su sonrisa imborrable y a reírse del pobre muchacho y de si mismo por pensar que el pudo ser el de abajo. Realmente me cogió desprevenido, pero bueno, ya está todo solucionado; solo queda que Taylor cumpla la otra parte del trato y me guarde mesa en el restaurante de su padre. Espero que a Xander no le importe cenar mañana fuera de casa.

Continua a leggere

Ti piacerà anche

75.6K 9.4K 139
Entra para obtener más información de la historia 💗
3.7M 162K 134
Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo trato de estar planificada. Mi manía e...
77.2K 5.6K 20
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...
44.7K 1.8K 37
Esto es para los que no tienen Twitter y quieren arruinar su estabilidad emocional :v