Teacher ➵ j.b

By passionbieber

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"Lo de ellos fue amor a primera vista, pero ninguno de los dos quería aceptarlo". ©passionbieber 2017. co... More

sinopsis
cast
uno
dos
tres
Lo siento mucho
Aviso importante |Por favor leer|
cuatro
cinco
seis
siete
ocho
nueve
diez
once
doce
trece
catorce
quince
dieciséis
diecisiete
dieciocho
Aviso
diecinueve
veinte
veintiuno
veintidós
veintitrés
veinticuatro
veinticinco
veintiséis
veintisiete
veintiocho
Hold Me
veintinueve
treinta
treinta y uno
treinta y dos
treinta y tres
treinta y cuatro
treinta y seis
treinta y siete

treinta y cinco

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By passionbieber

Kelsey se removió molesta en la cama cuando comenzó a sentir que algunas gotas de agua caían sobre su rostro interrumpiendo sus maravillosas horas de sueño. Abrió los ojos encontrándose con el rostro de Justin a centímetros de ella. Este tenía el cabello empapado y solo una toalla cubría su desnudez. Algunas gotas se deslizaban por su pecho y sus brazos haciéndolo ver más caliente de lo normal.

—Es hora de levantarse nena —dijo Justin con voz ronca cerca de sus labios.

—Levántate tú, aún no he dormido lo suficiente —respondió mientras cubría su cuerpo desnudo con las sábanas de seda—. Ahora córrete, me estás mojando —pidió colocando las manos en su pecho mojado. 

—¿En serio? —preguntó Justin moviendo sus cejas rítmicamente y Kelsey soltó una carcajada.

—Idiota —puso sus ojos en blanco y tomó sus mejillas para acercarlo a ella.

—¿Qué sucede? —preguntó.

 —Nada —negó con su cabeza y juntó sus labios con los de Justin—. Espérame abajo, en unos minutos iré.

—Bien, te espero en la cocina —besó su frente y se levantó de la cama.

Se quitó la toalla dejándole ver a Kelsey su cuerpo esculpido por los dioses y se colocó un bóxer antes de salir de la habitación.

Kelsey se estiró en la cama y se quitó las sábanas de encima quedando completamente desnuda. Besó la cabeza de su gata y se levantó para posicionarse frente al espejo de cuerpo completo, soltó una carcajada al ver como estaba su cabello por consecuencia de una madrugada de sexo salvaje. Parecía que un tornado había pasado por encima de su cabeza. Se miró los cortes provocados por Michelle y se sintió más tranquila al ver que poco a poco desaparecían dejando marcas poco visibles a simple vista.

Habían pasado casi dos semanas de ese suceso y Justin ya se había encargado de poner una demanda en contra de Michelle. Kelsey intentó de convencerlo para que no lo hiciera porque no quería más problemas, pero de nada sirvió. Una vez que a Justin se le metía algo en la cabeza, era imposible quitárselo. Y peor aún si alguien se había metido con las personas que amaba, no pararía hasta que Michelle pagara por el sufrimiento de su novia.

Para suerte de Kelsey, el médico ya le había dado en alta ya que la palma de su mano estaba cicatrizando a la perfección y en pocos días le quitarían los puntos, así que el lunes podría volver a la escuela para dar clases. Extrañaba mucho a sus niños.

Kelsey se acomodó el pelo en una cola alta y se colocó una camisa de Justin sin abotonarla, se colocó unas bragas y caminó hacia el baño para cepillarse los dientes antes de salir de la habitación. Ya se había duchado después de la candente sesión de sexo con Justin, pero luego de desayunar se daría otra relajante ducha.

En el instante en el que colocó un pie en la sala, las puertas del ascensor se abrieron dejando ver a una sonriente Pattie. Su expresión cambió a una de horror al ver a la novia de su hijo semidesnuda.

—¡Pattie! —exclamó Kelsey horrorizada cubriendo sus pechos, los cuales se podían ver a través de la abertura de la camisa.

—¡Lo siento! —exclamó Pattie y comenzó a reír.

Le parecía una situación muy cómica e incómoda a la vez.

—¿Qué sucede aquí? —preguntó Justin apareciendo en la sala. Frunció el ceño al ver a Kelsey abotonándose la camisa que llevaba puesta y a su madre riéndose—. ¿Mamá? ¿Qué haces aquí? —preguntó extrañado.

—Buen día cariño, por suerte estoy muy bien, ¿y tú? —preguntó Pattie con sarcasmo mientras se acercaba a su hijo—. Lo siento, subí sin avisar pero no creí que me encontraría a Kelsey en paños menores —rió.

—Maldición —se quejó Kelsey en un susurro y apoyó su frente en el hombro de Justin avergonzada. Este rió y besó su frente.

—Oh no te preocupes linda, no es nada de otro mundo. A todos nos encanta andar por la casa con poca ropa apenas nos levantamos. Además, ha sido mi culpa por subir sin avisar —dijo Pattie colocando una mano en el hombro de Kelsey.

—¡Acabas de lograr que imagine algo horrible mamá! ¡No repitas eso de poca ropa! —exclamó Justin refregando sus ojos y todos soltaron una carcajada.

—¿Con qué derecho me lo dices si estás parado en frente mío solamente con un bóxer puesto?

—Estoy en mi departamento, tú eres la intrusa —Justin se encogió de hombros y rió al ver la expresión de su madre—. En fin, para la próxima ya sabes que tienes que avisar. Podrías haberte encontrado con algo bastante incómodo.

—Lo sé, lo sé, lo siento. No volverá a suceder —sonrió.

—No te preocupes —respondió Kelsey riendo. No le quedaba otra opción que reírse, sino se largaría a llorar por la incomodidad.

—Estoy preparando el desayuno, ¿quieres quedarte? —le preguntó Justin a su madre.

—No hijo, gracias. Solo me encontraba cerca haciendo unas cosas y he pasado para invitarlos a almorzar hoy. Tu padre ha vuelto hoy de su viaje y quiere que almorcemos todos juntos.

—¿No era más fácil preguntarlo por mensaje? —preguntó Justin riendo para molestar a su madre.

—¡Deja de cuestionar todo lo que hago Bieber! —puso sus ojos en blanco—. ¿Entonces qué dicen? ¿Almorzamos todos juntos?

—Claro que sí, allí estaremos —respondió Kelsey sonriéndole a su suegra.

—¡Bien! —respondió Pattie feliz. Adoraba los almuerzos familiares—. Debo irme para seguir con mis trámites, ¡nos vemos luego!

—Adiós —respondieron Justin y Kelsey al unísono antes de que las puertas del ascensor se cerraran.

Una vez que estuvieron solos, Justin comenzó a reír a carcajadas y Kelsey se tapó el rostro mientras chillaba con vergüenza.

—¡Qué vergüenza! —exclamó.

—¡Tendrías que haber visto la cara de horror de ambas! —exclamó Justin mientras se tomaba del estómago por el dolor que le estaba causando la risa.

—Eres un idiota —se tapó el rostro—. Tu madre me ha visto semidesnuda.

—Oh que problema, como si nunca hubiera visto un cuerpo desnudo —respondió Justin mientras controlaba su respiración y se acercó a su novia para tomarla por la cintura—. Solo te advierto que tendrás que soportar las bromas de mi madre sobre esto por el resto de nuestras vidas —besó su frente.

—Eso no es muy reconfortante —Kelsey puso sus ojos en blanco.

—Bienvenida a la familia Bieber nena —le dio una nalgada mientras reía y tomó su mano para guiarla a la cocina—. Ahora vamos a desayunar y mentalizarnos para el almuerzo familiar —sonrió.

—Oh sí, yo también me mentalizaré para las bromas de tu madre —bufó y se sentó en el taburete frente a la isla de mármol.

—Tómate un café y olvídalo mujer —besó su frente mientras dejaba una taza frente a ella.

Kelsey sonrió al ver como se movía por la cocina con tanta tranquilidad. Por eso amaba los sábados por la mañana, podían despertarse tranquilos, nadie los apuraba y podían levantarse de la cama a la hora que se les antojara sin apuros. Llevaba desde el día del incidente quedándose en el departamento de Justin, así que amanecían juntos todas las mañanas y se acostaban juntos todas las noches. Si seguían a ese ritmo terminarían viviendo juntos en cualquier momento, ya que ambos se estaban acostumbrando a la convivencia y la pasaban muy bien, pero por otro lado sabían que era muy pronto para eso. El futuro ya diría como marcharían las cosas.

{...}

Cuando llegó el mediodía, Kelsey bajó a la sala vistiendo un bonito vestido blanco que le caía suelto hasta las rodillas y unas sandalias negras que se complementaban con su atuendo. Sonrió al encontrarse con Justin mirando por el ventanal, llevaba un pantalón negro de vestir y una remera ajustada con botones en el cuello, los cuales estaban desabrochados. Ese hombre no dejaba de verse caliente en cualquier momento.

—Preciosa como siempre —dijo Justin cuando la vio y tomó su mano para hacerla girar sobre sus talones.

—Guapísimo como siempre —respondió y dejó un beso en su mandíbula—. ¿Estás listo?

—Sí, mi padre me avisó que ya nos están esperando.

Kelsey asintió y tomó su bolso del sofá para colgarlo en su hombro. Ambos salieron del Penthouse tomados de la mano y bajaron hasta el estacionamiento para caminar hasta el Aston Martin. Justin le abrió la puerta a Kelsey y rodeó el auto para subirse del lado del piloto. Una vez que hizo rugir el motor con fiereza, comenzó a conducir adentrándose en el pesado tránsito de Manhattan.

—Por aquí no es la casa de tu madre —dijo Kelsey extrañada al ver que Justin tomaba otro camino.

—Lo sé —respondió con tranquilidad y sonrió de costado.

—¿A dónde estamos yendo?

—Ya lo verás nena. 

 —Tu madre nos matará si llegamos tarde. Se veía muy emocionada con el almuerzo familiar —dijo Kelsey frunciendo el ceño.

—No llegaremos tarde a ningún lado Kels, cálmate —soltó una carcajada.

Kelsey se encogió de hombros y miró por la ventanilla como la ciudad iba quedando atrás dejando ver todo un paisaje despejado de edificios, solo había árboles. Sabía que Justin estaba ocultando algo y terminaría sorprendiéndola, pero no sabía con que se saldría ahora.

Sus preguntas quedaron en el aire cuando ante sus ojos aparecieron varios hangares y una pista de aterrizaje privada. Ahora estaba aún más confundida que antes.

—¿Qué diab... —su pregunta fue interrumpida por Justin.

—Ya verás amor —respondió Justin y tamborileó sus dedos sobre el volante con emoción.

La mandíbula de Kelsey cayó cuando Justin paró el auto frente a una gran reja esperando que le den acceso y pudo divisar a varios metros un gran jet privado con la escalerilla baja, como si estuviera esperando por ellos.

—Buen día señor Bieber, buen día señorita —saludó el hombre de seguridad antes de abrir las rejas frente a ellos.

—Buenos días —respondieron al unísono y Justin volvió a conducir para adentrarse a la pista.

—Esta no es la casa de tu madre —dijo Kelsey riendo con nerviosismo.

—Que observadora que eres nena —respondió Justin colocando una mano en su muslo—. Ahora verás que está sucediendo.

Aparcó el Aston Martin al lado del jet privado y se colocó sus lentes de sol antes de bajarse. Rodeó el auto con pasos elegantes y le abrió la puerta a Kelsey para luego tenderle la mano. Una vez que bajó, Justin tomó su mano y le tendió las llaves al hombre que se encargaría de aparcar su auto.

—Cuídalo como si fuera tu vida. No quiero verle ningún rasguño —le advirtió al hombre, quien asintió nervioso ante el tono amenazante de Justin.

—¡Justin! —lo regañó Kelsey, no soportaba cuando las personas se comportaban con superioridad.

—Sí señor, su auto estará en las mismas condiciones. Con permiso —hizo un asentimiento de cabeza y se montó en el auto antes de arrancarlo.

—Si vuelves a hablarle así a alguien patearé tus pelotas —lo amenazó Kelsey y Justin soltó una carcajada—. No estoy bromeando Bieber.

—Sé que no estás bromeando nena —besó el dorso de su mano.

—Ahora dime, ¿almorzaremos aquí en la pista? ¿Qué les dirás a tus padres?

—Claro que no almorzaremos aquí —Justin negó con su cabeza y caminaron hacia la escalerilla del jet—. Sube —indicó.

El corazón de Kelsey iba a mil por hora, nunca había se había subido a un jet privado, ni siquiera había estado cerca de uno jamás. En cambio Justin estaba completamente acostumbrado, subirse a un jet era como tomar un taxi en la ciudad un día cualquiera. Como había dicho miles de veces, nunca se acostumbraría al estilo de vida de los Bieber.

—¿Quieres que te suba en brazos cielo? —preguntó Justin riendo sacándola de sus pensamientos.

Kelsey rió y negó con su cabeza mientras subía por la escalerilla. Cuando llegó a la puerta del jet, una azafata le sonrió amablemente.

—Buen día —la saludó Kelsey con una sonrisa y se adentró al interior del jet.

Su mandíbula volvió a caer al ver lo lujoso que era todo. Tenía asientos enfrentados que se veían muy cómodos de color beige, en el centro de cada uno había pequeñas mesas de madera para poder comer o trabajar, más atrás un sillón largo y justo en frente una pantalla plana. Al fondo se podía ver una habitación con una gran cama de dos plazas y una puerta que suponía era el baño. Lo que más le llamaba la atención era el detalle que tenía cada cabecera de los asientos. Allí se podía leer "JB" con una bonita tipografía en color negro.

Sonrió al ver a Pattie sentada en uno de los asientos con Jeremy a su lado. La mujer levantó su brazo saludándola con efusividad, mientras que Jeremy solo les dedicó una sonrisa.

—Esto es sorprendente —susurró.

—¿Has visto? Es grandioso —respondió Justin emocionado como si fuera un niño mientras se adentraban más en el jet.

—¿Es tuyo? —preguntó Kelsey.

—Así es, este bebé es completamente mío —respondió con orgullo.

—Wow —fue lo único que pudo responder Kelsey.

Justin colocó unamano en su cintura y caminaron hacia donde estaban Jeremy y Pattie. 

—¡Hola! —saludó esta última y se levantó de su asiento para abrazar a su nuera y a su hijo—. ¿Tú sabías algo de esto Kelsey? Me ha tomado por completa sorpresa, casi me agarra un ataque al pensar en que estábamos aquí sin avisarles a ustedes —explicó y los dos hombres presentes rieron.

—Hola Pattie, hola señor Bieber —saludó a Jeremy—. Yo tampoco sabía nada de esto, al parecer lo han planeado a nuestras espaldas.

Este bufó mientras negaba con la cabeza.

—Tonterías, solo dime Jeremy. Ya hay suficiente confianza, si hasta mi esposa te ha visto como Dios te trajo al mundo —dijo y explotó en una carcajada junto a su hijo.

—¡Pattie! —exclamó Kelsey mirándola mal. No podía creer que se lo había contado a su esposo.

—Te dije que no te dejarían en paz —dijo Justin entre carcajadas y le indicó que se sentara en uno de los mullidos asientos.

Kelsey se tapó el rostro avergonzada y se sentó del lado de la ventanilla. 

—Ser motivo de las bromas de mi esposa significa que ya eres parte de la familia —dijo Jeremy sonriéndole a la novia de su hijo. 

—Que honor —respondió Kelsey con sarcasmo y los cuatro soltaron a reír. 

—Abróchate el cinturón nena, en poco despegaremos —dijo Justin mientras colgaba los anteojos en el cuello de su remera. 

Kelsey obedeció y se apoyó en el respaldo sintiéndose nerviosa, hacía mucho que no sabía a un avión y siendo sincera le daba un poco de miedo volar. 

—¿Estás bien? —preguntó Justin tomando su mano. 

—Solo estoy un poco nerviosa, hace mucho que no subo a un avión. 

—Tranquila, no sucederá nada —dijo Pattie dedicándole una sonrisa.

—Además son solo treinta minutos de viaje —respondió Justin y dejó un beso en su frente antes de abrochar su cinturón. 

Kelsey asintió e intentó relajarse en su asiento. No sería mucho tiempo allí arriba. 

Una hora después, la camioneta que los había recogido en la pista de aterrizaje privada, ingresó a un camino empedrado que los conduciría al hermoso hotel tipo rústico en el que se habían hospedado el día de su reconciliación. Kelsey sonrió al notarlo y apretó la mano de Justin, quien le devolvió la sonrisa al estar pensando en lo mismo. Recordaban como la habitación en la que se quedaron se había llenado de palabras cariñosas y a la vez de jadeos de puro placer. 

—¿Por qué no nos avisaron que vendríamos aquí? —preguntó Pattie. 

—Queríamos sorprenderlas. Hace varios días planeamos esto, te dije que invitaras a Kelsey a nuestra casa para que se confirmara su presencia, pero Justin y yo ya sabíamos que no almorzaríamos en casa —respondió Jeremy. 

La camioneta se estacionó frente a la entrada de ese bonito hotel y el chofer bajó para abrirle la puerta a todos. Justin le tendió la mano a Kelsey para ayudarla a bajar. Kelsey sonrió ampliamente al ver como el señor y la señora Karlsson se acercaban hacia ellos. 

—¡Hola! —exclamó Kelsey con una sonrisa en el rostro cuando la señora Karlsson la abrazó. 

—Hola bonita, hola Justin —besó la mejilla de ambos y luego se dirigió a los padres de Justin para saludarlos—. Que alegría recibirlos aquí. 

—Espero que tengan un bonito día y disfruten su estadía aquí —apoyó el señor Karlsson.

—Muchas gracias —respondió Justin con amabilidad y se colocó los anteojos de sol. 

—Sígannos, los guiaremos al kiosco de jardín donde les servirán lo que deseen. Les hemos reservado uno bastante alejado para que estén tranquilos  —dijo Martha mientras comenzaba a caminar al lado de su esposo. 

Kelsey enredó su brazo con el de Justin y comenzaron a seguirlos al igual que Jeremy y Pattie. Luego de cruzar todo el hotel y llegar a la parte trasera, salieron al hermoso e inmenso jardín donde se podía ver una enorme piscina y mesas por todos lados donde se podía comer al aire libre. Kelsey chilló al ver a las personas que se encontraban en el kiosco que estaba al fondo de todo. 

—¿¡Qué hacen ellos aquí!? —exclamó en un susurro emocionada haciendo que Justin riera. 

Allí en el fondo, se encontraban sentados sus padres, su hermana, su cuñado y su sobrina. No sabía la razón por la que Justin había invitado a todos ni en qué momento lo había hecho, pero tenía ganas de tirarse encima de él para llenarlo de besos. 

—Tenía ganas de que nos reuniéramos todos en familia, así que cuando mi padre me dio la idea de venir a Los Hamptons se me ocurrió también invitar a tu familia, pero no podía decirte nada porque ni siquiera tú sabías que veníamos —explicó Justin mientras la tomaba de la cintura para pegarlo a él.

—Te amo tanto —colocó una mano en su pecho y dejó un beso en su mandíbula.

—Yo a ti nena —respondió Justin.

—¡Tía! —se oyó el grito de Olivia en todo el lugar.

—¡Hola bonita! —dijo Kelsey y se soltó del agarre de Justin para tomar a su sobrina.

Se agachó con los brazos abiertos esperando a su sobrina y la recibió en un gran abrazo antes de llenarla de besos.

—¿Cómo estás nena? —preguntó mientras llenaba su rostro de besos.

—Bien —la niña sonrió y se bajó de los brazos de su tía para acercarse a Justin—. ¡Hola tío! —abrazó su pierna.

Justin sonrió ampliamente yla tomó en brazos para luego dar un beso en su mejilla. Cuando llegaron al kiosco, saludaron con efusividad a todos y se sentaron en los asientos que quedaban libres. Al instante se acercó un camarero a dejarles copas de un caro champagne.

—¿No ha venido Alavanna? —preguntó la pequeña.

—No nena, ella no está aquí. Pero cuando quieras puedes venir a mi departamento para jugar con ella —respondió Justin mientras dejaba un beso en su frente.

—¡Si! —respondió emocionada.

Luego de un almuerzo delicioso que pasó entre risas, se separaron en grupos para hacer diferentes actividades. Pattie y Vivien fueron hacia el Spa, Jeremy y Georg hacia la cancha de golf, Justin y Michael hacia la piscina junto a Olivia, y Kelsey se quedó en las tumbonas junto a su hermana.

Justin se había encargado hasta de agarrar ropa interior, bikinis y otras mudas de ropa de Kelsey sin que esta lo notara. Había planeado muy bien ese pequeño escape.

—¿Cómo está todo con Justin? —preguntó Samantha mientras observaba como su esposo y Justin jugaban en el agua con la pequeña.

—Todo va bien entre nosotros. Él es maravilloso —respondió Kelsey con una amplia sonrisa en su rostro mientras se acomodaba boca arriba en la tumbona.

—¿Su ex esposa loca ha vuelto a molestar luego del evento? Juro que aún tengo ganas de ir a su departamento y arrancarle las extensiones, porque estoy segura de que usa —dijo y Kelsey soltó una carcajada.

—No ha vuelto a molestar, Justin no se lo tiene permitido. No sé qué le ha dicho, pero conociendo su temperamento estoy segura de que la amenazó para que no se acercara más a mí —explicó Kelsey.

—Es un buen hombre, se nota lo mucho que te ama.

—Lo sé, yo lo amo muchísimo a él. Nunca pensé que encontraría a alguien que llenaría mi corazón de esta forma —suspiró—. Ya no puedo imaginarme sin él, se ha ganado todo mi amor en tan solo meses y dudo poder arrancármelo alguna vez del corazón.

—No tendrás que hacerlo. Se nota que él te ama tanto como tú lo amas a él, y que siente lo mismo que tú. Les veo un muy buen futuro —dijo Samantha mientras le sonreía a su hermana.

—¿Ahora eres bruja? —preguntó Kelsey riendo.

—Siempre lo he sido nena.

De repente la tranquilidad de Kelsey se esfumó al sentir como gotas de agua caían sobre ella y como su cuerpo era envuelto por unos fuertes brazos.

—¿¡Qué haces!? —exclamó pegándole en la espalda para que la bajara.

El cuerpo de Justin vibró cuando soltó una carcajada y se arrojó al agua con Kelsey en brazos. Sabía que luego se vendrían todos los reclamos de parte de su novia, pero quería divertirse. Se quedó en la superficie riendo a carcajadas viendo como Kelsey pataleaba debajo del agua. Su risa aumentó cuando emergió con todo el cabello pegado al rostro.

—¿¡Eres idiota!? —gritó furiosa y nadó hacia él para comenzar a pegarle en el pecho—. ¡Me podría haber ahogado!

—Que exagerada eres nena —puso sus ojos en blanco y la envolvió en sus brazos, pero Kelsey no le devolvió el abrazo, dejó su cuerpo rígido demostrando lo molesta que estaba—. ¿Te has enojado por mi pequeña broma?

—No ha sido una pequeña broma Bieber —intentó soltarse de su agarre. 

 Volteó su cabeza al oír risas. Entrecerró sus ojos al notar a su hermana, su cuñado y su sobrina riendo a carcajadas.

—¿Ha sido idea de Olivia y tú decidiste seguir la broma de una niña? —lo miró con una ceja levantada.

Justin sonrió de costado y comenzó a repartir besos por todo su rostro.

—Fue idea de nuestra sobrina en un principio, pero le dije que no porque sabía que aún no querías meterte en la piscina —explicó Justin. El corazón de Kelsey saltó al oír 'nuestra sobrina', pero no iba a mostrarle debilidad.

—¿Y qué te hizo cambiar de opinión?

—Aquél imbécil que está en la barra no paraba de mirarte como un lobo hambriento. Quería que supiera que estás conmigo.

Kelsey siguió con la mirada la dirección en la que estaba mirando Justin y pudo notar a un hombre moreno que sonreía mientras los observaba a ambos. Justin tensó su mandíbula y sus venas hirvieron cuando notó que el maldito le guiñó un ojo a su novia.

—Tienes que estar bromeándome Bieber. Eres un niño caprichoso —se quejó Kelsey.

—Estoy a nada de ir a partirle la cara a ese idiota. ¿Has visto como te guiñó un ojo? —preguntó molesto—. Nadie mira lo que es mío —finalizó.

—¿Dónde has firmado mi tenencia? —preguntó Kelsey con sarcasmo y se soltó de su agarre.

Le calentaba de sobremanera que Justin dijera que de era de él de esa forma, pero no le daría el gusto de demostrárselo, su lado feminista era más fuerte y no se lo permitía. Se aguantaría solo con sus celos.

—¿A dónde vas Kelsey? —preguntó Justin.

—Iré a partirle la cara a aquella rubia de allí —señaló con su cabeza hacia la parte donde había un hidromasaje—, la cual no ha dejado de mirarte desde que te metiste en la piscina.

—¿Celosa? —preguntó Justin elevando una ceja.

—No, no tengo que estar celosa. Los ojos están para mirar cariño —susurró en su oído—. A mi favor, mientras ella te desea a lo lejos, yo te monto la polla cada maldita noche —pasó las manos por sus pectorales hasta llegar al elástico de su bermuda sin que nadie los viera.

Sonrió sobre los labios de Justin al notar cómo la respiración de este se escuchaba entrecortada y su pecho iba de arriba a abajo con rapidez.

—¿Qué sucede cariño? —preguntó con inocencia.

—No hagas esto aquí si no quieres que te arrastre hasta una habitación teniendo a toda tu familia presente aquí —susurro Justin entre dientes.

—No estoy haciendo nada —negó con su cabeza y besó sus labios cortamente antes de alejarse de él.

—¿A dónde vas? —preguntó Justin abriendo los brazos con indignación.

—Me ha agarrado frío, iré a tomar sol —le guiñó un ojo antes de dirigirse hacia la escalerilla.

Tomó una toalla de la tumbona y se secó un poco el cuerpo antes de acostarse debajo del sol nuevamente. Con disimulo podía ver como Justin se encontraba hablando con su hermana y su cuñado. Tenía el ceño fruncido y la mandíbula tensa, parecía molesto, pero no iría a calmar su enojo. A Kelsey le parecía divertido verlo así solo porque un hombre la estaba mirando, pero a la vez no soportaba que le hiciera un reclamo tan estúpido.

Cerró los ojos disfrutando de cómo el sol calentaba su cuerpo secándole las gotas que se deslizaban por él. Necesitaba obtener algo de color, estaba muy pálida.

No sabía cuanto había durado su tranquilidad, pero por segunda vez en la tarde fue interrumpida ya que, de la misma forma que antes, fue tomada en brazos con fuerza. Abrió los ojos exaltada encontrándose con el pecho repleto de tatuajes de Justin.

—¿¡Qué crees que haces ahora Justin!?

—Dije que te llevaría a una habitación, no sabes como me ha puesto lo que dijiste hace minutos —explicó con la respiración agitada—. Aunque no te guste que te lo diga, te demostraré que eres mía y llevas mi nombre marcado en tu piel, así como yo llevo tu nombre marcado en cada parte de mi cuerpo —dijo y atrapó el lóbulo de su oreja entre sus dientes—. Y tienes razón, los ojos están para mirar. Por eso dejaré que ese maldito vea como te llevo a una habitación para que me montes la polla mientras él solo puede verte de lejos.

Kelsey sonrió ampliamente al oír eso último y sintió un cosquilleo que se extendió desde su centro a través de todo su cuerpo. Cada palabra que salía de la boca de ese hombre la encendía. Justin Bieber era erotismo puro en todo el sentido de la palabra.

{

...}


Holaa, ¿Cómo están? ¿Queda alguien por acá? Espero que si. 

Lamento muchísimo todos estos meses de ausencia. Primero en principal, estuve un montón de tiempo con la facultad, luego estuve pasando unas semanas horribles con ataques de ansiedad que me dejaban sin ganas de nada. Ahora estoy mejor, siguen estando aunque más leves, pero no quería seguir sin subirles capítulo. Así que no empecé el año de la mejor manera, pero ya estoy mejor. Luego empecé un curso de alemán, así que mi tiempo también se está yendo en eso. Y por si fuera poco, el mes que viene vuelvo a empezar la universidad. Pero aquí estoy otra vez. En serio lo siento por haber tardado tanto, y muchísimas gracias por las que se quedaron esperando y preguntando cuando volvería. Me hace muy feliz tener el apoyo de ustedes

Y sé que dije que actualizaría ayer, pero para cuando terminé de editar el capítulo se había hecho de madrugada, así que preferí subirlo ahora.

Ahora si, espero que les guste el capítulo. Si es así dejen sus votos y comentarios dándome su opinión⭐💬

Nos leemos pronto, las quiero mil, natt🖤

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