Maratón 2/3
31 de septiembre del 2020
🌎 Buenos Aires, Argentina
Termino de dar unos retoques a mi maquillaje y me encargo de poner dinero, mi celular y algunas cosas más en mi bolso. Tomo mi chaqueta de mezclilla y salgo de mi habitación.
Había quedado con Valu, Ana y Caro para ir de compras y aprovecharía para comprar algunas cosas que necesito y ropa para unas fotos. Sip, me tomaría unas fotos, ¡necesito alguien que me ayude con eso! Primero tengo que conseguir una manager para todo eso, así que esperaré hasta que me cambie de departamento.
Ayer después de regresar de compras y que medio mundo me viera como un bicho raro por traer gorra y lentes obscuros, aparte de estar hablando frente a una cámara como loca. Me topé con Rugge y nos quedamos platicando un rato, hasta que me dijo que vivía en el edificio de a lado. Vaya cuando lejanía.
Salgo del edificio para subir a mi co e y ponerme el cinturón de seguridad y salir rumbo al centro comercial.. al menos así suelo decirle yo, no juzguen.
No estaba literalmente tan lejos, pero el tráfico de estas calles hacen que lo sienta como una eternidad y como que si no fuera a llegar nunca. Oficialmente mañana empiezo en ese ambiente de empacar, y me da tanta pesadez por que aunque esté amueblado, tengo que llevar un montón de cosas que tengo en este departamento. Pero para eso me conseguí un equipo de mudanza que no dudaron en aceptar y prestarme unos coches, para llevar algunas de las cosas. Yo me encargué de comprar bastantes cajas y la ropa y zapatos los llevaría en maletas. Si todas esas maletas empolvadas que están en la bodega.
Llegó al centro comercial, tomo mi boleto y busco algún lugar disponible, aunque es muy difícil encontrar en menos de cinco minutos hoy tuve suerte... Me bajo del coche no sin antes mandarle un mensaje a Valentina diciendo que estoy aquí.
Después de diez minutos estar buscando me encuentro a las chicas en la entrada del lugar. Este lugar está tan lleno que no se distinguen quienes son las personas que te encuentras al paso. Es lo bueno de venir aquí.
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Esto de hacer compras es demasiado cansado, sigo las instrucciones de Caro para dejarla en su departamento, si me ofrecí como buena persona que soy por que pediría un taxi y la verdad es un agobio andar en taxi.
—¿Como te sentís de volver a grabar así con todos y en especial Soy Luna?— me pregunta mientras le da un sorbo a su bebida —Déjame decirte que yo me emocione demasiado siempre había actuado y estaba trabajando en una obra, pero no podía perder la oportunidad de regresar— me dice riendo.
—Me dio un ataque de ansiedad, nerviosismo, lo hablé con mi manager, lloré y tomé la decisión. Al último me sentí feliz, creo que era de esperarse— le digo riendo.
—Bueno, creo que tú tenías un huracán de emociones..— me dice riendo.
—Gira a la derecha en 10 metros—
—De verdad que si fue un huracán de emociones. Peor mírame aquí, con todos ustedes...—
—Como si nada hubiera pasado, ¿no?— me dice riéndo— asiento en un suspiro —Lamento lo de hace años, no éramos los mismos... te admiro demasiado de verdad. Y agh, creo que nos vimos muy egoístas al hacerte de lado—
—Yo sola me hice a un lado— suelto una risa amarga... —No te preocupes—
—Fuiste una amistad muy especial, que perdí por una estupidez... Mike nos contó cómo reaccionaste con el, y tenía miedo que pasar lo mismo— suelto una carcajada y niego.
—Oh, descuida. Esa vez estaba iniciando con mis consultas para simular todo, de pronto llegó Mike y fue el primero con el que pude descargarme— le digo riendo —Eso sirvió para que nuestra amistad fuera un poquito más como antes... eso si, un poco más madura— le digo riendo.
—Vale... agradezco que no reaccionaras así conmigo, imagínate, me da un infarto— se carcajea.
—Creo que hemos llegado— señaló del edificio.
—Oh si, gracias. ¿Nos vemos luego?— me pregunta.
—¿De casualidad quieres formar parte de mi equipo de mudanza?— le pregunto riendo.
No debía perder la oportunidad.
01 de octubre del 2020
🌎 Buenos Aires Argentina
Un mes y una semana para mi cumple. La emoción está a flote. Son las siete de la mañana y yo estoy levantada por que hoy inicia mi mudanza y tenía que tomar una ducha antes de que mis ayudantes llegaran. Les explico ayer Carolina acepto mi propuesta y me dijo que estaría aquí a la hora que le dije. Ahora yo estoy esperando que los demás lleguen y empece a hacer la intro de mi video para presentarlos cuando llegaran.
Claramente mis videos se subirán después de la publicación del video de promo de "Soy Luna" por que se supone que aún no podemos decir nada, ni siquiera que estamos en Argentina, los que somos extranjeros.
El timbre suena por primera vez en la mañana y me doy a la tarea de apresurarme a abrir la puerta. Me encuentro con Ruggero, wow que puntual salió ahora. Recuerdo que era de la sperosnas que llegaban hasta el últimos.
—Por tú mente estará pasando que llegue demasiado temprano, déjame decirte que en este tiempo trabaje en mi puntualidad— me presume.
—Justo en eso estaba pensando— le digo riendo —De verdad, gracias por estar aquí.— le digo cerrando la puerta.
—No es nada, no tenía nada mejor que hacer. Aparte es como bueno pasar tiempo con amigos, che—
—Solo tenemos que esperar a unas personas más y tendremos que empezar... detested las—
—Mudanzas..— dice riendo —Recuerdo cuando se mudaron a este departamento, vine a rescatar a tu mamá de tú y tú mal humor— me dice riendo.
—¡Que grosero!— le aviento un cojín.
—Es la verdad— se encoge de hombros.
Platicamos de cualquier cosa al azar y después de un rato se van integrando los demás, mi sala está llena, lo digo por qué no hay más espacio donde sentarse, creo que eso se debe a que Mike está acostado completamente en uno de los sillones. Ayer me había comprado una cámara y es cuando recuerdo que tengo que grabar. Salgo corriendo por ella sin dar aviso y regreso.
—Chicos saluden— digo entrando al panorama de ellos grabándolos —Saluden a los Karolistos y Karolistas...— digo mientras trato de enfocar a todos: Rugge, Mike, Valu, Gas, Gio y Caro.
—¿Que no ya no grababas videos?— Dice Mike sentándose en el sillón.
—Oh eso, solo saluda— le digo restándole importancia —Bueno hay que empezar que el día se nos va— miro mi celular 9:38am. —No es mucho, son unas cajas por rellenar y los muebles se quedarán aquí, creo que todo se puede hacer hoy.. entonces nos dividiremos— les digo.
—Pido empacar tu closet completo— dice Valu levantando la mano. Levantó mi pulgar diciéndole que está bien.
—Rugge, ¿puedes ayudarme con la decoración de la sala?— Asíente —Gio y Caro lo de los baños— las miro asentir —Y por favor Gaston y Mike no que tenía mi vajilla— les digo mientras hago un puchero.
—Tranquila, Karola— me dice Gas.
—Chango— me quejo cuando revuelve mi cabello.
—Tranquila, Karol. Relájate todo saldrá bien— me dice Rugge, le sonrió y asiento.
—Me pondré a hacer cajas y ahora les entrego las que ya estén armadas— les digo.
—Te ayudó— me dice Rugge.
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En este departamento por donde pases te encontrarás cajas y no es que esté exagerando pero lo sala está repleta de cajas que he tratado de acomodar, me encargué de guiar a Gastón y Mike por qué sentía quebrarían los platos y como no ya llevan tres seguidos. ¡Colapsare!
—Karol, ocupó otra maleta— dejó lo que estoy haciendo para tomar una de las maletas y llevarlas a mi habitación que está Justo al frente de el cuarto donde tengo todo el cochinero, más bien son más cosas de mamá y regalos de los fans. —¿Tu guardas tu ropa interior?— asiento inmediatamente ante la pregunta de Valu.
—No te preocupes, yo me encargo de eso— le digo y vuelvo a salir. — me duele la espalda— le digo recargándome en el umbral de la puerta.
—yo estoy cómodamente acomodada en tu alfombra así que no me pasa nada— dice riendo.
—Yo tengo que estar de cuclillas o invada y eso es demasiado cansado créemelo— le digo riendo, salgo del lugar después de decirle que dejo eso para encargar comida.
Cuando llego a la sala escucho a los chicos platicar y me encuentro con los tres enterados en el sillón.
—Hola, enana. ¿Quieres tomarte un descanso con nosotros?— me pregunta Mike.
—Gracias por tu amable invitación— le digo girándome en el sillón —A todo esto... ¿ya terminaron?— les pregunto.
—A mi solo me falta ese mueble— dice Ruggero quien señala el mueble de la esquina.
—Y a nosotros toda la comida— se queja Gastón.
—Gracias por quebrar tres platos de la vajilla de mi madre— le saco la lengua infantilícente.
Pedimos delivery, platicamos un rato en lo que descansamos y por último nos encargamos de terminar nuestro trabajo. Para las siete de la noche apenas nos encontramos cargando las cajas hasta el coche. Había sido una jornada agotadora. Aunque al último casi no hice nada, deje que los chicos me ayudaran a empacar las cosas que tenía en la bodega y me ahorré el trabajo, en si no... solo me fui a guardar unas cosas con Valentina y quitar las sábanas de la cama.
.-Y✍🏽
Holiiiii