Highlands ( #PGP2020)

By sarahcpalcn

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Trailer en el Cap. 6 ; Gracias por 120 K :) Tras perder todo lo que c... More

Huida
The Woods
Change of Curse part 1
Change of course part 2
Costessey
Trailer
Scottland
The Nairn Wood
Aching heart, troubled soul
Atención
Robin Hood
Come and pick me up at midnight
Gromarty Part 1
Gromarty Part 2
Gromarty Part 3
Secrtetos en las Highlands.
La tierra conoce tu nombre
Lost Dreams In the Highlands.
Dinner
Mensaje
Noches de Bohemia.
Love or Hate?
Recordando Noches de Bohemia
Treason
Ain't no cure for love
A medianoche en mi balcón.
Confesiones
Aviso
Preparativos
Boda en Piperhill
Redcoat
Descubrimientos.
Las cartas sobre la mesa.
Próximamente
La liebre y el ciervo
Confesiones
Finales inesperados
El ojo de la tormenta
La sombra de la verdad
El callejón
Decisiones
Jugando con fuego
Recuerdos
Cena con el diablo
Cómo derretir el hielo
El muelle

No ha habido ni un minuto

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By sarahcpalcn

Alaster sabía que se había metido en una trampa, pero estaba preparado para cualquier cosa que pudiera ocurrir, además junto a él estaba su fiel amigo. La cena transcurrió sin especial mención más que de vez en cuando los ojos de Alaster escapaban su control y buscaban los de Aylin.

- Al, deja de mirarla. - le dijo

- No puedo, lucho por no hacerlo pero cada vez que me despisto se van a buscarla.

- Pues hazlo más discretamente.- suspiró su amigo.

Alaster contuvo la respiración unos segundos mientras mantenía la mirada fija en ella, en su silueta perfecta, en sus ojos eternos y entonces soltó un largo suspiro.

Aylin también le miraba, sus ojos se posaban en los suyos unos instantes y luego miraban a otro punto y de nuevo, le miraban a él. Cada vez que lo hacía un pequeño rubor coloreaba sus mejillas. Muchas veces, los ojos podían expresar más que cualquier palabra o acción.

Godfrey, que también estaba en la fiesta los miraba desde la otra punta, dedicarse miradas furtivas y largos suspiros.

" Cualquiera con dos ojso en la cara y con un mínimo de picardía se dará cuenta de las miradas de estos dos." Pensó. Soltó un gruñido y fue a hablar con Aylin para detener aquel juego de miradas que se llevaban entre manos. No podía creer que estando junto a su futuro esposo y amigos andara buscando la mirada de Alaster .

"No hace mucho tú hacías lo mismo " le susurró su conciencia.
" Sí. Y mira cómo acabó" se respondió a sí mismo.

Godfrey se detuvo, dejando a los amantes mirarse una vez más antes de interponerse.
- Aylin, me concedes este baile querida? - le preguntó, aunque ambos sabían que era una pregunta retórica. Aylin se levantó y cogió la mano de Godfrey y juntos comenzaron a bailar.
- Querida, crees que podrías dejar de mirarle aunque fuera solo un rato? Ya está la espada demasiado afilada como para que ahora vayas tú y des la mínima excusa para usarla.
Compórtate.
Aylin volvió sus ojos hacia él y asintió.
- Tienes razón. Soy una insensata. Debo centrarme en por qué estamos aquí.
Pero verle aquí me saca de quicio y a la vez...
- Lo sé, lo sé.
Bailaron dos o tres canciones hasta que Godfrey se quejó sobre lo viejo que estaba para aquellas cosas y la llevó a por una copa de vino a la Parte más apartada del salón; desapareciendo del campo visual del joven guerrero que no quitaba la mano de la daga que guardaba en el costado.
Alaster no tardó en seguirles y apreció tras el marco de piedra.

Aylin que estaba apoyada contra la pared hablando con Godfrey y dos Lords ingleses no tardó en verlo.
Podía escuchar los ojos de él llamarla en aquella mirada furtiva y suplicante, como si de una daga se tratase era imposible obviar el frío tacto que dejaba y el escalofrío que le recorría el cuerpo.

- Alaster, por qué te has levantado?

- No pienso perderla de vista.

- ¿Y no crees que eso no va a llamar la atención?¿ Acaso no crees que puede cuidarse sola? ¿Que Godrey no dudaría en dar su vida por ella?

Alaster miró a su feliz amigo, el matrimonio con Sohnia le había sentado muy bien, lucía más sereno. Lo cierto es que a Alaster le daba exactamente igual llamar o no la atención, no era algo que le preocupara en exceso.  Además, auqnue lue hubieran quitado los ojos, seguería viéndola en su mente.

Lucía hermosa en auqel vestido, y aquellas joyas la hacían parecer una emperatriz romana. Alaster se maldijo una y mil vecesp or dejar que se fuera con aquel bandido sin honor. Aylin miraba de hito en hito al highlander, con la máxima discrección posible, pero lo cierto era que la mirada penetrante de él comenzaba a angustiarla, pues sentía que el corazón le iba a doscientos por hora. Se notaba inquieta, insegura, no sabía cómo podía acaba aquella noche.


Godfrey, dejó a Alyin sola con unos Lords y apareció detrás de Alaster.

- Haz el favor de dejar de mirarla.

Alaster se giró sobresaltado y suspiró de alivio al ver que no era Kent. El highlander bajó la vista.

- No es algo que pueda evitar.

- Eso no importa y lo sabes.

- Sí.




- Haz el favor de no caldear más el ambiente.- le advirtió Gdofrey mientras se alejaba. 

Su fiel amigo Allard había vuelto con un par de cervezas  y al ver su rostro sombrió preguntó:
- ¿ Qué te ocurre ?

- Nada, simplemente no estoy a gusto aquí.

- Ni tú ni nadie. -se rió mientras bebía.

Frente a Alaster apareció un misterioso Robb, que sutilmente le indicó con la cabeza que le siguiera. Alaster se levantó de una, sobresaltando a su amigo.

- ¿ A dónde vas ahora ?

- Con Robb.

- Tu cuñado- se rió- Alaster le dedicó una mirada de reproche.- Lo siento, el alcohol me sienta mal. No hagas ninguna tontería.

- Ni tú.

Alaster seguió a RObb por la sala, hasta llegar a un esquina, en la que había un estrecho pasillo.

- Robbert.- lo llamó Alaster, éste salió de entre la sombras de los tapices.

- He venido a advertirte. Kent tiene siete guardias en la puerta, esperando la ordend e venir a por tí. Si haces el más mínimo movimiento que no le guste puede hacer que esto desemboque en tragedia.

- ¿ Sólo siete hombres ? Pocos me parcen. - respondió sarcástico. Robb le miró serio.

- Si vas a hablar con mi prima, asegúrate de que no os ve nadie. ¿ Me has entendido ?

Alaster asintió y siguió la mirada de Robbert, que se vertía en la silueta de una mujer.

- Algo me dice que no soy el único con problemas sentimentales.

- Por lo menos la tuya no está casada.

- Aún. -recalcó Alaster.

- Aún.- repitió Robbert.

- ¿ Por qué no vas a hablarle, está sola ahora ?

- No sé si tengo fuerzas. - confesó.

- Claro que sí, venga ves.

Robbert le miró dudoso pero al final cedió y caminó hacia ella. Su sonrisa al verle pareció iluminar toda la sala.

- Robbert, llevo toda la noche esperando verte. -le saludó.

- Lo sé, yo también.

- Ven.- dijo ella, cogiéndole del brazo sutilmente y llevándolo a un rincón más apartado.

- ¿ QUé ocurre ?

- Kent trama algo. No sé qué pero algo ocurre. - le informó.

- ¿ Para esta noche ?

- De eso sí estoy segura.

- DIos santo, ¿ qué querrá ese maldito ahora ?

- No lo sé, Robb.- dijo ella, aprentnado el brazo de él. - Pero sea lo que sea, mantente al margen.

- Sabes que no puedo.

- Si te pasa algo no seré capaz de contenerme y todos lo sabrán.- confesó ella. Robbert la miró con cariño y posó la mano sobre la suya.

- Tendré cuidado, lo prometo.


***

Mientras  tanto, Alaster seguía observando desde el estrecho pasillo, no veía a Aylin por ninguna parte. Caminó por el pasillo con peuqueñas aberturas al comedor, intentando buscarla, al acercarse a la puerta de la otra parte del salón la vio.

Aylin creía que Alaster se había ido, y respiraba tranquila, pues ya no tenía que luchar contra sí misma para ocultar sus sentimientos. Sin embargo, se relajó demasiado pronto, entre los tapices de la puerta del fondo divisó los ojos claros de su amante clavados en ella. Como una daga se e incrustaron en el pecho y comenzó a acalorarse. Tenía el fuego en su mirada, y sabía que no había tormenta que lo apagara, necesitaba tomar aire. 

- Caballeros, la prometida necesita refrescarse un poco, volveré de inmediato.- se disculpó. Todos asintieron menos Godfrey, que intentó abrir la boca en balde.

Aylin se dirigió hacia la puerta de la izquierda, por el rabillo del ojo vio como Alaster salía de su scondite para segurila como su más fiel peregrino.

- ¡Aylin!- la llamó él desde el fondo del pasillo.

- ¡No! - le dijo ella, mientras aceleraba el paso, pero la seguía por el pasillo, sin importarle lo demás. Consiguió alcanzarla, y la agarró suavemente del brazo, obligándola a girarse.

- Aylin.- dijo suavemente.

Las ventanas arqueadas dejaban paso a una luna llena que les miraba con ternura, como si supiera que el tiempo de los amantes se acababa.

Aylin se giró malhumorada.

- ¿ Qué ?

- ¿ Cómo que qué ?

- Lo siento.- suspiró ella.

- ¿ Por qué te has ido ?- preguntó él.- ¿ Ha pasado algo ?

- ¿ Que por qué me he ido ? Lo que pasa eres tú. ¿ Crees que puedo concentrarme contigo mirándome así  ?

- ¿ Acaso crees que lo hago aposta ?

- Sinceramente no lo sé.

Él se mostró ofendido.

- Pues no todo lo que hago es para fastidairte sino más bien del revés.

- Ah ya veo...

- ¡ Lo que hice lo hice para protegerte maldita sea ! - exclamó, dejando a Aylin muy sorprendida.- Pero ahora ya te has prometido con ese salvaje, que era lo correcto ,supongo y ya no puedo hacer nada. Me arrepiento de cómo hice las cosas,  pero estaba atado. Lo siento.

- Por esa razón debes mantenerte al marrgen, ahora sólo yo puedo luchar esta causa.

- ¡ Ya no puedo mantenerme al margen, estás en todos sitios ! - se quejó, angustiado, acercándose a ella, con su mano todavía sujetando su brazo.

- ¡Todo este tiempo llevas estando al margen! - le gritó ella.

-  ¡Sí! ¡Y casi me mata eso! Temo que si me sigo quedando al margen me  vuelva loco, no puedo no verte, aunque sea en la distancia, no puedo vivir sin saber nada de ti, temo morir sino, lo juro.

Se hizo un corto silencio en el que se quedaron mirándose fíjamente a los ojos, Aylin que durante un tiempo sí dudó del amor de Alaaster ahora, al verlo triste y desesperado por confesarle lo ocurrido supo que siempre la había querido.

- Me dijiste.... me rompiste el corazón.

- Maldita sea, no ha habido un minuto desde que te conocí en el que no te haya querido. Tuve que elegir entre tú y yo y te elegí a ti y ahora...- intentó explicarse él, moviendo las manos en el aire como si así encontrara las palabras.

- Ahora estamos aquí, en este pasillo, bajo la luz de la luna, solos. - le dijo ella. Alaster calvó su mirada en ella y sin pensárselo dos veces la atrajó hacia él y la besó. Ella le devolvió el beso con fiereza y se vieron envueltos en la pasión, sus cuerpos chocaron contra la pared de piedra mientras intentaban devorarse. Las manos de él recorrían la espalda de ella, explorándola de nuevo, asegurándose de que todo lo que había memorizado de ella seguía en su sitio; los dedos de Aylin se enredaban en los cabellos de Alaster, surcaban su cuello, sus hombros. Se besaban con el ardor de los amantes escondidos y anhelados, la vehemencia de los amantes que se robaban los besos en pasillos y jugaban partidas de ajedrez contra el tiempo. 

La pregunta era:  ¿ ganarían la partida ?.



******


Disculpad la tardanza por motivos personales no pude escribir el capítulo. Espero poder subir el siguiente a lo largo de esta semana.

Gracias por vuestros comentarios y favs.

Un saludo.

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