Amber
Tenemos la costumbre de quejarnos constantemente por las injusticias que se cometen a diario, por el infortunio de algunos o por las malas personas que gobiernan este mundo.
¿Por qué la crueldad es la primera en tener dinero y poder?
Si me lo preguntan mi respuesta sería muy sencilla: no tengo idea.
No voy a fingir esta vez, se quién soy, las cosas que hecho, a las personas que he lastimado, las veces que me he salido con la mía por mi belleza y el dinero de mi familia.
No soy una buena persona, tampoco lo era Cassey.
Elegimos dominar en un mundo donde devoras o eres devorado, elegimos herir porque en este mundo eres la presa o el cazador. Elegimos ser monstruos, y si algo sé de monstruos es que todos tienen un origen.
El de Cassey ocurrió al nacer en una familia que le recordó toda su vida el poco valor que tenía debido a ser mujer, pero sobre todo fue en la camilla de un laboratorio clandestino obligada por el miedo a tomar una decisión para la que no estaba preparada.
—Je suis cassee?* —preguntó como de costumbre cuando sentía que se derrumbaba.
Coloqué mi mano sobre una de las suyas.
—Nein, du bist unzerbrechlich*
Ella sonrió, pero desde día nada fue igual. Esta vez algo en ella si se rompió, volviéndola más fría, distante y cruel.
Ahora, después de presenciar la última clase mis lágrimas caían por mis mejillas por la pérdida de mi mejor amiga, la única familia que había conocido.
Quería llorar hasta que darme seca porque probablemente sería la única persona que lamentaría su muerte.
Pero el maestro tenía otros planes para mí, para todos.
Mientras yo lloraba en el piso sin fuerzas para levantarme una nueva clase comenzó.
Mis ojos se nublaron.
Mis labios percibieron un sabor amargo en el aire.
Mi respiración se entrecortó.
Luego el salón se llenó de gritos de tortura. Gritos de una voz conocida.
¿Esa voz? Esa voz era la de Grecia.
***
*Jesuis cassee?: ¿Estoy rota?
*Nein, du bist unzerbrechlich: No, somos inquebrantables.
***
Maratón 2/?
Cortito lo se, pero es un abre boca de lo que se viene. A Grecia le toca duro en los próximos capítulos.
Nos vemos en una hora...