Somos una mentira | Min Yoon...

By BaeHyunLee

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Abril era una completa mentira, lo único real era su sonrisa y la forma en que lo miraba. Min Yoon Gi era dif... More

Prólogo
T1 | Capítulo 1
T1 | Capítulo 2
T1 | Capítulo 3
T1 | Capítulo 4
T1 | Capítulo 5
T1 | Capítulo 6
T1 | Capítulo 7
T1 | Capítulo 8
T1 | Capítulo 9
T1 | Capítulo 10
T1 | Capítulo 11
T1 | Capítulo 12
T1 | Capítulo 13
T1 | Capítulo 14
T1 | Capítulo 15
T1 | Capítulo 16
T1 | Capítulo 17
T1 | Capítulo 18
T1 | Capítulo 19
T1 | Capítulo 20
T1 | Capítulo 21
T1 | Capítulo 22
T1 | Capítulo 23
T1 | Capítulo 24
T1 | Capítulo 25
T1 | Capítulo 26
T1 | Capítulo 27
T1 | Capítulo 29
T1 | Capítulo 30
T1 | Capítulo 31
T2 | Capítulo 32
T2 | Capítulo 33
T2 | Capitulo 34
El regreso...

T1 | Capítulo 28

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By BaeHyunLee

A pesar de todo... aun había algo que seguía molestándome.

Serví el café en silencio mientras los escuchaba hablar. En el estudio de la empresa, Suran y Yoon Gi conversaban a mis espaldas, ambos demasiado concentrados en lo que estaban haciendo.

Era la sexta vez en las últimas dos semanas que se veían para trabajar en la nueva canción de la chica, a pesar de que en unos cuantos días se lanzaría el nuevo álbum de los chicos, y aunque aún faltaban algunas cosas por ajustar, al parecer, el peli azul había organizado a la perfección su tiempo para poder hacerle un poco de espacio a ella.

Claro está, no tenía maneras de quejarme en este asunto. Yoon Gi era tan dedicado con la música y respetaba tanto su trabajo que solo me quedaba confiar en él, así como él lo hacía conmigo. Además, no podía dejar a un lado el hecho de que a pesar de todo lo que hubiera ocurrido entre ellos, Suran era una cantante a la que seguía admirando.

— ¿Quieren que les traiga algo de comer? —Pregunté con toda la amabilidad del mundo cuando dejé el café delante de ellos. — Seguro estarán hasta tarde... —Agregué, siendo consciente de que una vez me había mencionado que no tenían mucho tiempo para producir la canción.

— Con el café es suficiente. —Se limitó a decir el peli azul sin apartar la mirada de la pantalla mientras movía algunos de los botones de la mesa de edición, algo que no entendía ni en lo más mínimo.

— Gracias... Está delicioso. —Dijo ella sonriéndome, y es que era tan hermosa que se parecía a una muñeca. Menuda suerte la mía.

— Claro... Llámenme si necesitan algo más. — Agregué dándole una última mirada al cavernícola ese que simplemente se limitó a asentir con la cabeza, antes de salir.

Fui directamente a la cocineta de ese piso para dejar las cosas que llevaba para preparar el café. Ahí me encontré a Ha Neul quien conversaba con algunas de las chicas de vestuario mientras compartían una bebida. Al verme, instantáneamente me sonrió y se despidió de ellas para acercarse a mí. A pesar de todo lo que había ocurrido, con el tiempo, las cosas fueron normalizándose y empezamos a vernos nuevamente.

Ha Neul había sigo un gran apoyo desde que había llegado a Seúl, sin ella, no hubiera llegado a ese lugar jamás, y tal vez nunca hubiera podido conocer a Yoon Gi. Discutimos nuevamente, si... Pero logramos resolver las cosas aunque ella no estuviera de acuerdo que continuara mi relación con el peli azul, aun así, lo respetaba, e incluso hacía el intento de apoyarme en todo lo que pudiera.

— ¿Por qué traes esa cara? —Preguntó ayudándome a organizar las cosas que traía encima. — ¿Está todo bien con Yoon Gi? —Agregó, ella seguía preocupándose por mí.

— Está todo bien, solo... estoy cansada. Y estoy pensando en qué haré luego de que mi contrato se acabe. —Reconocí apoyándome contra el mesón una vez que terminamos de organizar todo.

— ¿Has pensado en enviar nuevamente hojas de vida a algunas oficinas?

— Si, ya estuve revisando algunas ofertas laborales, hay varias oficinas que están necesitando arquitectos, tienen buenos términos de contrato pero algunas piden demasiada experiencia. Es una locura... —Reconocí. — Dylan también me llamó...

— ¡Ah! No menciones a ese idiota... —Soltó rodando los ojos, su reacción me hizo reír.

— ¿Tanto lo odias?

— ¡Claro! —Agregó cruzándose de brazos.

— Pero bien que te encantaba cuando lo conociste... —La molesté. Sabía que se pondría histérica con solo mencionar su relación con Dylan.

Y es que cuando empecé a trabajar en esa empresa, ambos se conocieron una noche en que Ha Neul me esperó fuera de la oficina luego de tres días de no haber ido a dormir al apartamento. Cuan mamá que era, fue a quejarse sobre mi explotación laboral, pero todo quedó en el olvido cuando vio salir al pelirrojo a mi lado.

Tuvieron uno de esos amores a primera vista, demasiado apasionado y para su mala suerte... Muy cortó como para disfrutarlo por completo. En ese entonces, Dylan tenía demasiado trabajo y no estaba dispuesto a tomar la responsabilidad de lo que implicaba normalizar una relación, y Ha Neul no quería seguir perdiendo el tiempo con alguien que no le daba seguridad. Desde entonces, no podía verlo ni en pintura a pesar de que ambos siguieran suspirando el uno por el otro.

— Cierra la boca... —Yo me volví a reír, sintiendo que podía relajarme un poco, hasta que... — Por cierto... Vi que Suran ha venido muy seguido últimamente. ¿Eso es normal?

— Mmm... Están trabajando en una nueva canción. Ya anunciaron la colaboración así que están intentando terminar antes del lanzamiento del álbum. —Hice una pausa. — Así que si... supongo que es normal. —Entonces noté como ella hizo una mueca llena de incredulidad. — ¿Qué?

— ¿Estas segura? —Preguntó frunciendo sus labios.

— Si.

— No parece, te ves preocupada... —Comentó soltando una risa floja. Y estuve a punto de quejarme por un buen rato, de no ser porque la puerta de la cocineta se abrió de golpe dejando a la vista el sereno rostro de Yoon Gi. Ha Neul rápidamente reaccionó ante la mirada que le dedicó el recién llegado. — Debo irme a trabajar... —Agregó acariciando levemente mi hombro antes de tomar sus cosas y salir de la cocineta dejándonos a solas.

Tontamente preferí no mirarlo en ese momento y comencé a organizar nuevamente las cosas para preparar el café como si ya no lo hubiera hecho antes, simplemente para matar el tiempo u fingir que estaba haciendo cualquier cosa en vez de estar quejándome por mi incomodidad.

Él tampoco dijo nada, en silencio entró y dejó las dos tazas vacías que hacía unos minutos atrás había llenado de café, sobre el mesón frente a mí. Hubo un silencio incomodo entre los dos seguido de un ruidoso suspiro de su parte.

— Voy a empezar a molestarme si sigo preguntándote si estás bien. —Dijo de pronto haciendo que girara rápidamente mi rostro hacia él, encontrándome con esa felina mirada suya. — Y aún más si dices que lo estas.

— Pero estoy bien...

— Maldición... —murmuró cruzándose de brazos sin apartar sus ojos de mí. Estaba perplejo, hasta yo lo estaba, pero de cierto modo, no podía decirlo. — Si estás esperando que mágicamente adivine por qué estas extraña últimamente, vamos a quedarnos esperando, porque simplemente, no lo sé. Si tienes algo que decirme, entonces hazlo...

— ¿Pero que más quieres que te diga? Realmente no tengo nada que decirte. —Mentí cruzándome también de brazos. — Pensé que lo habíamos aclarado todo ese día en la ducha.

— Si, yo también lo pensé. —Se limitó a decir rodando los ojos y volviendo a suspirar. — ¿Qué es lo que tanto te molesta o preocupa? —Esta vez no dije nada. Y era consciente de que si continuaba de esta manera, terminaría arruinando todo lo nuestro. — Bien. —Dijo al final cuando se cansó de esperar una respuesta de mi parte.

— Yoon Gi, de verdad que...

— Después nos vemos. —Se limitó a decir antes de darme la espalda y salir de la cocineta.

Comencé a refunfuñar al tiempo que pasaba las manos por mi cabello, demasiado frustrada como para poder aclarar mis pensamientos. ¿Cómo podía decirle todo lo que me tenía preocupada o molesta? ¿Cómo podía decirle que la mitad de las cosas que sabía de mí eran mentira? ¿Cómo podía decirle que me molestaba tanto verlo con Suran? ¿Cómo?

— Me voy a volver loca... —Susurré para mí misma, resignándome por el momento.


Preferí ocuparme el resto del día. De hecho, Yoon Gi no volvió a hablarme desde ese momento, ni a pedir café ni comida, simplemente se limitó a quedarse en el estudio junto a Suran mientras a mí me llevaba el demonio.

Hice de todo un poco, ayude a Ha Neul con algunas ideas para los vestuarios de las promociones del album, di una vuelta por la sala de edición donde preparaban los últimos detalles de la edición del MV, fui también con el resto de los chicos para ver si necesitaban ayuda, que para mi sorpresa, fue Nam Joon quien me mantuvo la mayor parte del tiempo ocupada.

A eso de las 7 de la noche, decidí darme una pasada frente al estudio de Yoon Gi, una, dos, y hasta tres veces para ver si en algún momento salía pero nunca lo hizo, y cuando mi esperanza comenzaba a marchitarse, la puerta se abrió dejando a la vista el bonito rostro de Suran.

— Oh, aun estas aquí. Pensé que a esta hora ya estarías en casa. —Me dijo ella con esa sonrisa gentil suya.

— Me quedé un rato más por si querían algo de comer, es tarde. —Me aventuré al tiempo en que miraba por encima de su hombro, esperando que mi cavernícola saliera pero no daba ni señales de humo. — ¿Terminaron?

— Por hoy si... —Dijo ella suspirando con cansancio. —Mataría por un tazón de ramen... Estoy agotada. ¿Ya comiste?

— Aun no.

— ¿Quieres que vayamos a comer? De verdad agradecería que me acompañaras, te hicimos esperar hasta ahora. —Se apresuró a disculparse. A veces no sabía si ese rostro de preocupación era verdadero o simplemente estaba fingiendo conmigo. ¿Cómo entenderla? ¿Realmente le agradaba? Porque a mí no del todo.

— ¿Quieres que esperemos a Yoon Gi? — Propuse.

— No creo que quiera comer. Dijo que se quedaría trabajando hasta tarde... —Y eso mató por completo mis esperanzas de verlo esta noche y al menos poder arreglar las cosas.

Al final no pude escaparme de Suran y terminamos comiendo un tazón de ramen con arroz cada una, en una tienda de convivencia a unas cuantas calles de la empresa, y por la forma en que la chica devoraba su comida, parecía que realmente quería comerlo desde hacía tiempo.


— Mi dieta es muy estricta. —Respondió a las preguntas que nunca dije en voz alta. — Mi manager va a enojarse cuando vea mi rostro hinchado, se supone que debo hacer una sesión de fotos mañana. —hizo una pausa mientras se llevaba una cucharada de arroz a la boca y masticaba rápidamente.

— Es una lástima que no puedas comer las cosas que quieras, cuando quieras. —Reconocí, simplemente para tener un tema de conversación ya que comenzaba a ponerme incomoda.

— Lo es. Pero unas cosas compensan otras, no puedo quejarme. —Agregó ella sonriendo levemente, seguramente agradecía de que en la tienda solo estuviera el chico que atendía y nosotros, así ella podía estar libre de tapabocas y capuchas o gorras. — Yoon Gi y yo solíamos comer pollo con cerveza por la noche, extraño eso.

Instantáneamente sentí una punzada de disgusto, estas eran cosas que no quería escuchar.

— Él siempre decía "Debo adelgazar para el comeback" antes de devorar el pollo frito. —Continuó con una leve risita. — Pero ahora se ve más respuesto, parece que está comiendo bien.

— Si, para eso estoy aquí. —Murmuré. — Debía recuperarse de una mala racha de alimentación, cansancio y preocupaciones. Y dejar todo eso atrás... —Ella sonrió.

— Creo que hiciste mucho más que alimentarlo. —Susurró esta vez posando la mirada en mí. — ¿Cuándo piensas irte?

— ¿De qué hablas?

— Hablo... de tu contrato. —Dijo ella manteniendo su voz calmada. — Ahora que Yoon Gi está mejor, no creo que te necesiten más. ¿Qué harás entonces? Porque... ¿Vas a irte, cierto?

— ¿Tienes muchas ganas de que me vaya? —Fui directa al grano.

— Si. —Maldición...

— Sabes... estaba esperando el momento en que fueras directa conmigo. Esta extraña invitación a comer y pasar tiempo conmigo, ya me parecía extraño... No creo que seas así de amable con todos, y menos conmigo. — Ya no teníamos nada más que esconder. — ¿Qué estas esperando?

— Realmente quiero regresar con Yoon Gi, y creo que eres una distracción innecesaria. No soy tonta, sé que algo pasa entre ustedes, ya son dos veces las que él me ha dejado sola para ir detrás de ti. Pensé en dejarlo pasar pero ya comienza a molestarme. Quise darle un tiempo, que tonteara un rato y que dejara el estrés atrás, pero ya es suficiente.

— ¿Qué te hace pensar que él regresará contigo?

— Porque lo nuestro no fue una simple distracción del estrés del trabajo. Algo que tú si eres, porque no conoces lo suficiente a ese chico, no sabes por todo lo que ha pasado para llegar a donde está. —A esas alturas, estaba conteniéndome demasiado para no poner en práctica todo lo que había aprendido en los dramas coreanos. — No quiero ofenderte pero eres nueva en este mundo que nos rodea a nosotros. Lo único que vas a ganar de esto es darte el lujo de decir que estuviste con alguien como él, cuando seguramente, para él serás un problema más adelante.

Ella hizo una pausa mientras comía su última cucharada de arroz. Quise decir de todo en ese momento pero preferí dejar que descargara todo lo que tenía que decir. Luego sería mi turno de hablar... Y vaya que no tendría ni una pizca de delicadeza.

— No sé qué buscas con todo esto. Así que te recomiendo que le des fin a lo que sea que hay entre ustedes. No me des motivos para hacer que te vayas.

— ¿Estas amenazándome ahora?

— Si, lo estoy haciendo. —Reconoció cruzándose de brazos sin apartar la mirada de mí.

— Esto es un poco ridículo... —Hice una pausa dejando los palillos sobre la mesa— ¿Tan insegura te sientes de ti misma que me ves como una amenaza?

— ¿Qué?

— Si estuvieras segura de ti misma y de lo que supuestamente Yoon Gi siente por ti, no estarías aquí haciéndome esta ridícula escena de celos con amenazas incluidas. —Reconocí cruzándose de brazos, esta vez ella se quedó en silencio. — No puedo decirte si hay algo entre nosotros o no, porque ese no es asunto tuyo. Y en caso de que lo hubiera, deberías empezar por dejar de humillarte de esta manera.

En ese momento noté como apretó la mandíbula y luego estuvo a punto de interrumpirme, pero rápidamente levanté la mano para silenciarla.

— No sé qué tipo de relación tuvieron en ese entonces, y no me interesa. No debería opinar al respecto pero creo que eres demasiado descarada. ¿No fuiste tú quien desapareció y lo dejó solo? ¿Dónde estuviste cuando estaba triste o cuando enfermó? ¿Fuiste a verlo al hospital? Todos saben que por ti estuvo así, eso no es un secreto... Y aun así, después de todo eso... ¿Tienes el descaro de volver a querer estar a su lado? ¿Qué tipo de relación es esa? ¿Qué derecho tienes?

— Lo que sucedió...

— No quiero saberlo. —La interrumpí. — No tengo ánimos ni tiempo para esto, Suran. —En ese momento recordé las palabras que Hobi había mencionado tiempo atrás. — Eres es increíble... Y tú eres una mala persona.

— ¿No crees que eres un poco hipócrita, Abril?

— No voy a seguir con esto. —Me limité a decir al tiempo en que me ponía de pie sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda.

— Entonces, no eres muy diferente a mí... —Agregó. Pero para ese entonces ya no estuve dispuesta a escuchar más.

— Somos muy diferentes, no tiene ni idea de cuánto... Yo no lo lastimaría de la manera en que tú lo hiciste.

— Pero lo harás... —Entonces sonrió levemente ladeando su rostro. — En algún momento...

— No voy a seguir escuchando eso.

En ese momento preferí tomar mis cosas y dejar las cosas ahí. No quise saber por qué me llamó "hipócrita" de hecho, no quería saber nada más que tuviera que ver con ella... Y Yoon Gi tampoco tenía porqué enterarse, después de todo, seguirían trabajando juntos.


El taxi se estacionó frente al edificio donde vivía. Estaba hambrienta, agotada y de mal humor pues después de aquella confrontación, ni le di ni una sola probada a mi ramen, y lo único que quería en ese momento era darme un baño, ordenar comida e irme a la cama...

Pero todos mis planes quedaron en el olvido ya que para mi sorpresa me encontré a un muy concentrado Yoon Gi sentado en el suelo mientras intentaba pelar una mandarina.

La imagen me causó gracia e instantáneamente mi mal humor desapareció. Pero también recordé el incómodo momento que tuvimos por la mañana, y por más que quería arrojarme a sus brazos para que me mimara, me contuve.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunté en voz baja llamando su atención. Distraídamente elevó el rostro hacia mí y como si fuera un anciano, se puso de pie entre quejidos. — Pensé que estarías en el estudio.

— Estaba... Pero, salí a comprar mandarinas y creí que querrías. —Dijo vagamente recogiendo una bolsa del suelo que antes no había visto, repleta de mandarinas, y sin ninguna delicadeza la dejó entre mis brazos. Instantáneamente comencé a sonreír. — ¿Qué? ¿No quieres?

— Es la peor excusa que pudiste inventar. —Solté ladeando el rostro. — ¿Tanto te cuesta decir que querías verme? —Lo puse en evidencia.

— Tonta... —Se quejó encogiéndose de hombros y apartando la mirada como si estuviera avergonzado.

Y con solo ver esa expresión en su rostro, con un leve rubor en sus mejillas, mandé todo a la mierda en ese momento. Di un paso hacia adelante cortando la distancia que nos separaba y le di un beso, uno que lo tomó por sorpresa pero que no tardó en responderme.

— Gracias por las mandarinas. —Bromee cuando noté que aquel beso comenzaba a tener más efecto en ambos del que esperaba, a lo que él terminó rodando los ojos y dándome un leve golpecito en la frente. — ¿Por qué tienes que ser tan animal? —Me quejé.

— Obviamente no son para ti. —Dijo rápidamente arrebatándome la bolsa. — ¿Dónde estabas? —Agregó luego de escuchar unas cuantas quejas de mi parte por las mandarinas.

— Salí... —Él arqueó una ceja esperando más detalle. — Acompañé a Suran a comprar Ramen.

— ¿Qué? ¿Ahora son amigas? — Ese tono burlón en su voz hizo que rodara los ojos y le diera la espalda para abrir la puerta de mi apartamento.

— Lo dudo. A esa es la última persona que quisiera de amiga. —Solté como si nada arrojando mi bolso al suelo mientras nos quitábamos los zapatos en la entrada.

— "A esa" —Susurró burlonamente. — Por tu cara me imagino que no cenaste. ¿Pollo y cerveza?

— ¡Ni se te ocurra! —De vuelta mi mal humor, y él muy gustoso lo estaba empeorando — Juro que te echaré de mi casa si pides pollo con cerveza.

— ¿Con que loca estoy saliendo? —Maldito. No entendía cómo podía estar tan burlón cuando mi humor era de los mil demonios.

— Cierra la boca. —Solté comenzando a quitarme la ropa, sin importarme que tenía sus ojos puestos en mí, recorriéndome con total descaro. — Voy a darme un baño, haz lo que quieras.

Lo dejé a solas en la sala mientras me fui directamente al baño. Me deshice de mi ropa y dejé que el agua se llevara las preocupaciones esa noche. Tal vez, si tenía un poco de suerte, podría armarme de valor y decirle toda la verdad.

Un par de minutos después, salí con una toalla envolviendo mi cabello y con un intento de pijama, que simplemente era un camisón de los más viejos que tenía. En la cocina, el olor de la pasta invadía todo el espacio junto a una divertida imagen de Yoon Gi picando cebollas.

En silencio me subí a la silla de la isla de la cocina, entretenida con cada una de sus quejas y lamentos, además de muecas entrecerrando sus ojos cuando comenzaron a picarle aún más. Era completamente ajeno a mi presencia así que preferí disfrutar un poco más de él en ese aspecto.

— ¿Quieres que llame a tu mamá? —Bromee haciendo que saltara del susto.

— Silencio, tú ya estuvieras chillando...

— Si, si... llorón. —Seguí con mis bromas, disfrutando de la venganza.

— ¿Quieres que te deje sin cenar? —Y ahí de nuevo estaba el Yoon Gi autoritario.

Rápidamente negué con ambas manos y dejé que él continuara con su labor. No volví a hablar mientras él se movía sigilosamente en la cocina, picando las verduras, preparando la salsa de la pasta y la proteína de acompañante. Y para mi sorpresa, todo se veía delicioso cuando dejó la comida sobre la isla justo delante de mí.

— Espera... —Soltó golpeando levemente mi mano con los palillos cuando me vio intenciones de probar su comida antes de que se sentara a mi lado.

— ¿Por qué eres tan mañoso? Apúrate anciano, la comida se enfría... —Lo escuché refunfuñar a lo lejos mientras servía las bebidas, pero pude ver como una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios.

No tardó mucho tiempo en volver a mi lado, se sentó en la silla a su lado y por fin me dejó probar la comida, que ciertamente, estaba demasiado deliciosa y jamás admitiría en voz alta que Yoon Gi cocinaba diez veces mejor que yo.

— Hay algo que quiero que hagamos mientras comemos. —Murmuró de pronto sacando su billetera.

— ¿Qué?

— ¿Puedes tragar antes de hablar? Te pareces a Taehyung... —Se volvió a quejar.

— Deja de regañarme y dime que quieres... —Ignoré sus quejas.

— Revisemos esto... —De pronto, de su billetera sacó un papel doblado. Con cuidado lo desdobló y dejó sobre la mesa para que yo le diera un vistazo, dejando a primera vista mi letra.

— Nuestro contrato... —Murmuré bastante sorprendida. Arqué una ceja y lo miré con cierta diversión. — ¿No crees que ya rompimos casi todas estas reglas? Iniciando por la de... —Miré de reojo el papel leyendo por encima— "Nada de contacto corporal" Esa ya está sepultada...

— Seguramente... —Comentó distraídamente mientras comía de su pasta. — Pero no me refiero a eso, lee la numero 14. —Hice lo que me pidió.

14. No decir mentiras.

Instantáneamente sentí una punzada en el pecho. Elevé la mirada hacia él buscando respuestas en sus ojos. ¿Acaso sabía algo? ¿Los chicos le habrían contado mi secreto? ¡Estaba a punto de volverme loca! Pero en sus ojos, no encontré nada, ni enojo, ni molestia... Él solo estaba ahí junto a mí, esperando que hablar.

— Tengo la intención de hacer uso de esta regla ahora mismo. Dime de una buena vez ¿Qué es lo que tanto te molesta? —Murmuró agarrando el borde de mi silla para acercarme mucho más a él hasta que nuestras piernas se tocaran. — Me molesta no saberlo. Estoy seguro que no es solo por Suran. ¿Qué más hay?

¿Cómo podía decirle la verdad... sin hacerlo realmente?

— ¿Qué es esto que tenemos? —Dije de pronto acercándome un poco más, necesitando poder ver a la perfección cada una de sus expresiones. — ¿A dónde vamos a parar? Tenemos vidas completamente diferentes. Amo lo apasionado que eres por tu trabajo, y realmente no quiero retenerte, quiero que sigas creciendo, haciéndolo cada vez mejor... Creo que en algún momento, alguno de los dos tendrá que irse, y... Siento que será muy difícil extrañarnos.

— Abril...

— Déjame terminar... —Hice una pausa al tiempo en que acariciaba su rostro y le apartaba el cabello de la frente. — No voy a ser tu asistente para siempre. Pronto tendré algún trabajo y eso significa que ya no podré verte. Tengo miedo de hacer las cosas mal y que esto extraño que nos sucedió a ambos, simplemente, se acabe. Pero... ¿Y si continuamos y las cosas salen mal? ¿Si nos descubren? ¿Y si esto perjudica a tu carrera? ¿Estás seguro de querer arriesgarte así? ¡Dime! —Y ahí estaba él, inexpresivo mirándome a los ojos como si quisiera procesar cada una de mis palabras.

Nos quedamos un par de segundos en silencio mientras nos mirábamos. De cierto modo, no había mentido, solo había omitido gran parte la verdad. Era cierto que todas esas cosas me preocupaban y al menos quería que él lo supiera.

— Hace unos meses conocí a una chica que realmente era un dolor de cabeza. Me molestabas solo con verla o escucharla... Ella era entrometida, atrevida, un desastre. Un día la quedé mirando mientras dormía y me di cuenta de que esas cosas que me molestaban de ella, hicieron que me gustara. —Hizo una pausa mientras acariciaba mi cabello acomodándolo detrás de mi oreja. — Me obligue a mí mismo a no admitir en voz alta lo bonita que era... A negar que me gustaba. Pero era imposible, tú eres imposible.

— Si sigues hablando así vas a hacerme llorar... —Murmuré sonriendo sin poder apartar la mirada de él, de esa expresión tan bonita que se había puesto en su rostro.

— Shh... —Instantáneamente me silenció— ¿A dónde vamos a parar? No lo sé, nadie lo sabe. Pero no por miedo voy a dejar que se acabe. Si estás conmigo, estoy dispuesto a arriesgarme y enfrentarme contra el mundo. ¿Por qué te preocupas por cosas que aún no han sucedido? ¿Cuáles son esos mundos diferentes de los que hablas? Soy Min Yoon Gi contigo, no Suga. Y aun así, los dos te quieren como no tienes idea.

Y para ese entonces, yo ya estaba hecha un mar de lágrimas.

— ¿Por qué eres tan llorona? —Se burló haciendo un intento por limpiar las lágrimas que corrían por mis mejillas. Y como si fuera una niña pequeña que necesitaba ser consolada, me bajé de la silla de un salto para ir a abrazarlo.

— ¿Por qué tienes que aparentar ser mal humorado, serio y amargado, y luego decir cosas como esas? —Pude escuchar su risita en mi oreja mientras que sus brazos me rodeaban. — A veces quiero solo golpearte, pero luego quiero comerte a veces.

— Eres libre de hacerlo...

— Lo siento... —Susurré apartándome solo un poco para poder ver su rostro. —Realmente, lo siento...

Y en ese momento, no era capaz de decir nada más. Simplemente tomé su rostro entre mis manos para poder besarlo con toda la libertad que tenía.

Fue un beso lento y tierno donde sus labios recorrían los míos como si los estuviera probando por primera vez, como si quisiera memorizarlos por completo mientras que sus manos me acariciaban con cuidado. Dejé que me besara y tocara a su antojo, lo único que quería en ese momento era sentirme suya...


Sus suaves caricias sobre mi espalda desnuda hicieron que poco a poco me despertara. Aún era de noche y podía sentir su tranquila respiración a mi lado. Yoon Gi estaba acostado boca arriba, con un brazo detrás de su cabeza y sus ojos puestos en el techo.

Lo espié en silencio, encantada con cada facción de su rostro, su expresión serena y el cómo su cabello alborotado caía sobre su frente. Y tuve que contener una sonrisa cuando el vaivén de sus dedos descendió a mi espalda baja.

— ¿Qué miras? —Preguntó con la voz ronca.

— A ti... —Susurré con un tono sugerente en la voz.

— ¿Por qué?

— Porque me encantas... —Y él que estuviera coqueteando con él le hizo sonreír.

— Ya basta... —Estaba avergonzado, pero no me importó en absoluto.

— Es la verdad... —Agregué moviéndome lentamente para acercarme, teniendo sus ojos en mí, a la expectativa de lo que sea que fuera a hacer. — Luces atractivo, sexy... con el pelo así. —Agregué trepando sobre su cuerpo, dejando mi rosto a escasos centímetros del suyo. — Me gustan tus ojos, tu sonrisa... —Y ante cada palabra notaba como despertaba el deseo en sus ojos.

— ¿Estas intentando seducirme? —Su voz se había puesto cada vez más ronca haciendo que una corriente recorriera mi cuerpo y terminara en la parte baja de mi abdomen.

— Si... —Agregué apenas rosando mis labios con los suyos.

Algo en su mirada me encendió por completo, dejando sus labios con las ganas de un beso. En cambio, deje un pequeño camino de estos por su mandíbula mientras descendía sobre su cuello y pecho hasta que me incorporaba para quedar sentada a horcajadas sobre su pelvis.

Sus ojos me recorrieron por completo, él estar desnuda delante de él no me intimidaba en lo más mínimo, menos cuando su mirada me decía lo mucho que me deseaba. Moví las caderas suavemente y noté como sus labios se separaron cuando su respiración comenzaba a acelerarse.

De pronto sus manos aparecieron en la escena y se deslizaron por mis piernas hasta llegar a mis caderas, presionando sus dedos sobre mi piel, controlando mis movimientos. Solté un jadeo cuando se incorporó hasta quedar sentado dejando su rostro frente al mío. No me besó, ni apartó sus manos de mis caderas a pesar de que mi cuerpo ya suplicaba por sus caricias.

— Hazlo... —Susurró y de solo escucharlo, un jadeo se escapó de mis labios.

Con sus manos aun aferradas a mis caderas, me levanté para luego dejarme caer rápidamente, robándole un gruñido cuando no comencé a moverme de inmediato. Contuve la respiración por un momento y cerré los ojos disfrutando de la sensación de tenerlo dentro, hasta que fue él quien comenzó a desesperarse y sus manos me obligaron a moverme sobre su miembro. Un vaivén lento que comenzaba a desesperarnos a ambos.

— Mírame... —Demandó y cuando abrí los ojos, su mirada fue la que me desesperó por completo y me animó a moverme mucho más rápido, mientras nuestras respiraciones se mezclaban y nuestras miradas hablaban de mucho más que deseo. 

No soporté mucho y prácticamente me arrojé sobre sus labios. Nos perdimos entre besos, nos dejamos llevar por lo que sentíamos...

Fuera verdad o mentira...

Era lo único que nos importara en ese momento.

— Tengo que preguntarte algo... —Dije más concentrada en el cereal que me estaba comiendo.

Eran las 7 de la mañana, y teníamos el tiempo justo para arreglar el desastre de la noche anterior, ducharnos, desayunar e irnos para la empresa.

Por otro lado, Yoon Gi, quien tenía el cabello aún más alborotado que antes, preparaba el café mientras se quejaba por lo agotado que estaba, a diferencia de mí, que más enérgica no podía estar.

— ¿Qué? —Murmuró sirviendo el café solo para él al tiempo en que se giraba hacia mí.

— ¿Cómo es que los demás chicos saben que estamos juntos?

— ¡Ah, eso...! —Entonces comenzó a reír. — Lo que pasó fue...


...

Hace unas semanas...

— ¡Yoon Gi! Si no vienes ahora, te quedaras sin desayuno. —Se escuchó la voz de Jin en cada recodo de la casa, mientras los seis chicos se encontraban en la cocina, prácticamente devorando toda la comida que Jin había preparado.

Un soñoliento Yoon Gi apareció de la nada, arrastrando los pies y aun en pijama. Prácticamente empujó a Taehyung quien ocupaba su puesto en la mesa y este entre risitas, solo se burló del mayor junto a los otros dos menores.

Se sirvió el café y luego comenzó a comer distraídamente, cuando de pronto...

— Abril es mi novia... —Dijo el peli azul. Taehyung y Nam Joon quienes estaban bebiendo jugo de naranja en ese momento, prácticamente lo escupieron sobre los demás.

— ¡Oye! ¿Por qué tienen que ser tan asquerosos? —Se quejó Jungkook quien no se inmutó en lo más mínimo ante la confección, pero no fue él solo.

— No escupan sobre mi comida. —Dijo Yoon Gi ignorándolos prácticamente para seguir comiendo.

— ¿Cómo es que...? —Nam Joon tartamudeó esperando una explicación.

— Hyung... ¿Por qué esa reacción? ¿De verdad no lo sabía? —Jimin los sorprendió a todo, incluso del peli azul quien ahora lo miraba a la expectativa. — ¿De verdad? Ya lo sabía... Los vi hace un tiempo besándose en la cocina. —Explicó encogiéndose de hombros.

— No des tantos detalles, Jimin... —Repuso Yoon Gi avergonzado.

— Es que ninguno de los dos sabe disimular... — Esta vez fue Hobi. —Con solo ver como él la mira.

— No tenía ni idea... —Repuso Taehyung rascando su nuca.

— Yo también tengo novia. —Comentó de pronto Jungkook, y este sí que ocasionó reacciones de todos sus hyung.

— ¿Qué? ¿Esto se convirtió en desayuno de confesiones? —Bromeó Jin sirviendo un poco más de tortillas en los platos de los demás.

— ¿Cómo es que conseguiste novia? ¿Quién es? —Preguntó Jimin sorprendido.

— Es una larga historia. —Se limitó a decir, Jungkook era el primero de ellos en negarse a dar detalles sobre su relación.

— ¿Cómo se llama? —Preguntó Nam Joon quien aún no dejaba la expresión de sorpresa desde la confesión de Yoon Gi.

— Ya la han conocido antes. ¿Recuerdan la chica que vino con Abril a traer los cupcake's? —Preguntó sin apartar la mirada de su comida. — Se llama Olivia, es ella.

— ¿La pelicastaña que te dio el único cupcake de chocolate? —Preguntó Jin ofendido— ¡Ya decía yo que había algo raro ahí! Teniendo preferencias de entrada, y hasta prepara postres más ricos que yo.

— ¿Así que Abril te ayudó? —Preguntó Yoon Gi arqueando una ceja. — ¿Por eso era que salían juntos seguido?

— Si, hyung... —Y ahí fue cuando su sonrisa de conejo apareció— Era nuestro secreto.

— Esa condenada... — Ahí fue cuando todos comenzaron a reír.

— Entonces, Yoon Gi, Jungkook y yo tenemos pareja... ¿Hay alguna otra confesión? —Preguntó Jimin ansioso y más animado que nunca. — ¡Hablen ahora o callen para siempre!

— Bueno... ya que estos estamos hablando. Yo también... —Confesó Hoseok sonriendo radiante, dejando a sus amigos nuevamente atónitos.

— ¡Oye! Voy a comenzar a ofenderme... —Repuso Nam Joon cruzándose de brazos— Todos ustedes son increíbles.

— Lo tenías bien escondido... —Comentó Yoon Gi devorando la última tostada que le quedaba en su plato.

— Yo... —Comenzó Taehyung.

— ¿Tu? Si me dices que también tienes novia, voy a empezar a preocuparme. —Lo interrumpió el mayor mientras los demás reían.

— Yo... creo que voy a adoptar un perro. ¡Si señores! ¡Pronto tendremos un nuevo miembro en la familia Bangtan!

Y eso fue suficiente, para que todos los demás comenzaran a reír a carcajadas.

...


Después de aquel encuentro, las últimas dos semanas que nos quedaban, transcurrieron mucho mejor de lo que esperaba. Hice un gran esfuerzo por olvidarme de todo por un momento y disfrutar del poco tiempo que teníamos juntos. Instantáneamente el humor de ambos mejoró, incluso los chicos lo notaron y hasta bromeaban sobre el asunto.

En cuanto el asunto con Suran. Yoon Gi insistió en saber si mi malestar influía en la presencia de esa chica y aunque quise evitarlo muchas veces, terminé mencionando algunas cosas de nuestra desagradable conversación. Claramente se molestó pero no reaccionó de la misma manera en que yo lo hice. A decir verdad, a disimuladamente le escuché decirle de la manera más tranquila que se mantuviera al margen de su relación y que separara los asuntos personales del trabajo...

No pude escuchar su respuesta ni mucho menos ver su reacción, pero por la mirada que me regaló un par de días después de eso, supuse que no le agradaba el asunto. Pero para ese entonces... ese ya no era mi problema.


Un día del lanzamiento de LY: Her...

A pesar de la diferencia de horarios, mi mamá no dejaba de hablar como un loro mojado por teléfono mientras yo hacía un esfuerzo monumental por quitar los olorosos zapatos de los chicos de la entrada el apartamento para poder entrar el carrito con los vestuarios para la rueda de prensa.

Como era de esperarse, también tuve que mentirle a mamá con respecto al tema del trabajo. Hasta el momento, para ella había conseguido un nuevo trabajo en una oficina de arquitectos. Le había contado que el sueldo era bueno y que podría renovar mi permiso laborar para mi estancia en el país. Y aunque estuvo un poco triste de saber que no nos veríamos por un tiempo más, estuvo de acuerdo en apoyarme en esto.

Lo siento, mamá...

Más, fue un gran alivio para mí que la llamada terminara cuando un apestoso zapato de Hobi me hizo lloriquear. ¿Cómo podían traer de vuelta a casa todos los tenis de ensayo? Estaba segura de que cuando volvieran a casa esa noche, les jalaría las orejas a todos. Olivia tenía mucha suerte de que a Jungkook no le olieran los pies.

Cuando logré poner todo en su sitio, seguí con el carrito con los vestuarios de los chicos. Los conduje con cuidado hasta la sala, pero para mi sorpresa, en ese momento tocaron la puerta. ¿Acaso estaba esperando algún pedido? No me gustaba atender cuando estaba sola en el apartamento, pero la persona tras la puerta era insistente... Que para mí desgracia, Suran apareció frente a mi cuando abrí la puerta.

— ¿Qué haces aquí? —Rápidamente pregunté a la defensiva.

— Dejé mi teléfono cuando vine ayer... —Hizo una pausa estudiando mi reacción. Una que no le di el gusto de ver. ¿Por qué demonios tenía que estar aquí ayer? — En el estudio de Yoon Gi.

— No puedo dejarte entrar si los chicos no están.

— Está bien. Hablé con Yoon Gi por el teléfono de mi manager. Me dijo que estarías aquí, y que tú sabías la clave de acceso del estudio. Llámalo si no me crees... —Por supuesto que lo iba a llamar, pero no tuve necesidad de hacerlo pues la pantalla de mi teléfono se encendió con una llamada entrante del "Cavernícola"

— Suran está aquí. — Fue lo único que dije cuando contesté.

— Si. ¿Puedes dejarla entrar? Dejó su teléfono en el estudio. —Dijo Yoon Gi en voz baja, precavido, como si esperara que me molestara en algún momento.

— Está bien. —Entonces, ambos suspiramos. Más no le di tiempo de decir nada más pues le di finalizar a la llamada.

La dejé pasar, y ella con una sonrisa victoriosa me siguió hasta el estudio de Yoon Gi donde rápidamente digitalicé la clave de acceso y abrí la puerta. Ella entró un tanto confundida como si no supiera donde estaba parada.

— ¿Dónde está? —Se preguntó a si misma mientras miraba por todos lados, comenzó entonces a buscar en el sofá mientras yo me cruzaba de brazos en la puerta.

— No tardes. —Demandé.

— ¿Me ayudarás entonces a buscarlo? —Murmuró con ese tono de voz lleno de arrogancia, pero justo en el momento en que iba a entrar a ayudarle, escuchamos el sonido de algo cayéndose en la sala.

No tuve más remedio que dejarla sola para encontrarme le desastre del carrito de vestuario desarmado y con toda la ropa en el suelo. Prácticamente salí corriendo a levantarlo todo, ya que si Ha Neul veía una sola arruga en alguna de las chaquetas, seguro que iba a cortarme la cabeza.

Tardé unos minutos arreglando todos, y luego de un rato, apareció Suran con su teléfono en la mano.
— Estaba debajo del sofá... —Dijo tranquilamente. — Debo irme ahora, mi manager me está esperando. Gracias. —Y sin más, ella se fue dejándome con un mal sabor en la boca.

El resto del día, me ocupé de organizar el apartamento de los chicos que era un completo desastre. Habían estado tan ocupados que hasta a Jin le preocupaba que sus mascotas de azúcar no estuvieran comiendo bien con las atenciones del manager ya que él no podía.


Unas horas antes del lanzamiento de LY: Her...

Una llamada entrante fue la que me despertó de mi siesta. Que fue un completo alivio ya que se suponía que en un rato debía estar en la empresa acompañando a los chicos para el gran momento. Rápidamente me abalancé sobre el teléfono para responder, jurando que Yoon Gi iba a matarme por ir tarde.

— ¿Te dormiste? — Pero aquella cálida voz fue lo más lejano a estar molesto.

— Si, pero juro que ya voy en camino. —Me apresuré a decir.

— Está bien. —Entonces lo escuché reír. — Antes de que salgas del apartamento, necesito un favor.

— ¿Qué necesitas? —Dije rápidamente mientras me acomodaba el cabello y la ropa.

— Ve a mi estudio. Hay un archivo en el escritorio que se llama "Muestra base final finalito" Necesito que ese archivo lo envíes a un correo que te voy a pasar por el chat. —Me pidió. Y como era de esperarse, comencé a reír también. — ¿Qué?

— "Final finalito" —Me burlé

— No molestes...

— Si señor Min...

— Date prisa y ven a la empresa. Quiero que estés aquí. —Dijo en voz baja haciendo que se me estrujara el corazón. No necesitaba ser adivina para saber lo nervioso que estaba.

— Está bien. En un rato estaré contigo... 

Finalicé la llamada y me apresuré a hacer lo que me pidió. Fue fácil dar con el archivo ya que Yoon Gi era muy organizado en sus cosas de trabajo. Envié el correo a su respectivo destinatario para así poderme ir de vuelta a la empresa.


Pero, una hora después, cuando llegué a la empresa y subí al piso donde me encontraría con los chicos, me llevé una sorpresa. Todo el lugar estaba vuelto un desastre. Muchos miembros del staff corrían de un lado para otro desesperados, se escuchaba un bullicio, a muchas personas gritando y otras molestas... Era como una tormenta y yo no entendía que pasaba.

— ¡Llegaste! —Ha Neul apareció de pronto tomándome de la mano y prácticamente empujándome hacia las salas.

— ¿Qué demonios está pasando? —Me apresuré a preguntar.

— Ve con los chicos ahora, están todos en la sala de reuniones. —Dijo ella ignorándome.

— ¡Ha Neul!

— Abril... Alguien filtró el album completo.

Abrí la puerta de la sala de reuniones con fuerza, encontrándome 7 rostros preocupados. Jimin estaba llorando y Taehyung se sujetaba el cabello con fuerza. Sentí tanta impotencia en ese momento de no poder hacer algo al respecto para ayudarlos, verlos en ese estado luego de que se habían esforzado tanto por hacer el album.

— ¿Cómo es que...? —Mi pregunta quedó en el aire cuando Yoon Gi extendió su mano hacia mí para que me acercara.

— No sabemos. —Fue Nam Joon quien respondió. — Alguien hackeo la base de datos y filtró el album. La publicó en alguna página ilegal de música y en cuestión de segundos, más de 200 usuarios en YouTube lo estaban publicando.

— PD. Nim y el manager Kim ya tienen a todo el equipo de informática bloqueando las cuentas. — Agregó Hoseok.

— ARMY también se está encargando de denunciar esas cuentas... —Dijo Jimin con la voz quebrada.

— Esto es un desastre... —Susurró Yoon Gi a mi lado.

— Está bien. Sé que todo va a salir bien y que podrán solucionarlo. También sé que ARMY los apoyará más que nunca, y serán pacientes y esperarán escuchar el album cuando sea oficialmente lanzado. —Quise apoyarlos y animarlos, pues era lo único que podía hacer en ese momento.


Media hora después, PD. Nim y el manager Kim entraron a la sala con el semblante serio. Y en ese instante resé para que no dieran malas noticias.

— Ya logramos denunciar y bloquear todas las cuentas que publicaron el album. —Anunció el CEO de la empresa, quien lucía agotado y molesto. — También encontramos la dirección desde donde se filtró el album. —Continuó dejándonos a la expectativa.

— Publicaron el album desde el computador de Yoon Gi desde un usuario que ya no existe. —Dijo el manager Kim. Y aquella noticia fue como un balde de agua para todos.

— ¿Qué demonios? —Soltó Yoon Gi furioso. — ¿Fue mi computador el que hackearon?

— Parece que sí. —Agregó el mayor.

— ¿Alguien extraño entró al apartamento en los últimos días? —Quiso saber el manager Kim.

— No. Solo los chicos y yo. —Esta vez fui yo la que hablé. — Ningún repartidor tiene permitido entrar. Y esta semana nadie más del staff lo hizo.

— ¿Cómo es que pudo pasar? —Preguntó Jin. — Tienes un super programa de vigilancia.

— No entiendo. —Entonces Yoon Gi me miró a mí. — Hoy cuando te pedí que enviaras el archivo de mi computador... ¿Estas segura de que enviaste el archivo correcto?

— Lo hice. Envié el que me diste. —Me apresuré a responder.

— ¿Estas segura? —Preguntó el manager Kim.

— No me equivoqué de archivo. Estoy completamente segura de que no fui yo quien filtró el album. —Esta vez el tono de mi voz cambió, su pregunta tenía un sutil tono de acusación.

— Ella no lo hizo. —Dijo Yoon Gi.

En ese momento, alguien tocó la puerta. Un chico delgado y cabello negro asomó la cabeza, era uno del staff quien traía un paquete en la mano.

— Dejaron esto en la entrada. —Anunció dejando el paquete sobre la mesa. — No tiene remitente, pero dijeron que era urgente. —Agregó y sin más se marchó.

— ¿Dispach? —Preguntó PD. Nim arqueando una ceja. — Chicos... este no es el momento. —Pero todos negaron rápidamente.

— ¡No hemos hecho nada! —Esta vez fue Jin quien habló.

— Cálmense...

El Manager Kim le restó importancia al asunto y tomó el paquete sobre la mesa. Desconfiado lo abrió y sacó los papeles que habían en su interior. Hubo un minuto de silencio mientras él leía los documentos, poniéndonos más nerviosos de lo que estábamos.

De pronto levantó la mirada y la clavó en mí. Yoon Gi lo notó, así que no dudó en ponerse de pie para acercarse al manager Kim y arrebatarle los papeles.

Pude imaginar cualquier cosa... Fotos de Yoon Gi y mías en una situación comprometedora, cambiando juntos de la mano, besándonos o abrazándonos en cualquier lugar... Pero de haber sido eso, Yoon Gi jamás me hubiera mirado de la manera en que lo hizo.

— ¿Qué sucede? —Jungkook fue quien rompió el silencio mientras yo sentía una horrible sensación en el pecho. — ¿Y bien?

Entonces, el menor no tuvo más remedio que también levantarse de su puesto para acercarse a Yoon Gi quien ahora aferraba con fuerza su mano con los documentos. Instantáneamente sus ojos se abrieron como platos, pero fue Yoon Gi quien me dio la respuesta.

— ¿Qué es esto, Abril? —Su voz fue tan severa que sentí puro terror...

Fue ahí que arrojó los documentos sobre la mesa, dejando a la vista de todos mi verdadero curriculum, el portafolio de carrera y fotografías mías en proyectos donde había trabajado.

Ahora él sabía la verdad...

En ese momento, supe...

Que todo había acabado. 

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