Y sin darnos cuenta el tiempo pasó rapidísimo, los días se volvieron semanas y las semanas se convirtieron en un mes entero.
Aiden me contó acerca de sus sospechas sobre Dominic quien actuó como un estúpido parásito y realmente se metió dentro de Rory, así que todos desde la confirmación de dicha noticias están mucho más atentos a la pequeña ideando una y otra vez planes para sacar a ese engendro de ella, pero ninguna idea parece ser realmente buena.
Todo implica un peligro para Rory ya que ella aún es menor de diez años y mientas corre el tiempo aumenta la preocupación. Thomas no deja de ir y venir buscando respuestas, Diana se ofreció para ayudar a eliminar a Dominic y aunque es la más indicada para ello su poder es un riesgo en el pequeño cuerpo de Rory.
Nadie quiere que salga herida mucho menos que la situación empeore pero no hay muchas salidas.
Todos lucen preocupados, incluso Aiden que se debate en sentir alegría al ver a sus padres juntos o preocupación por lo que ocurre con Rory. Yo por mi parte estoy casi igual a él, es decir, estoy realmente preocupada por Rory, tengo miedo por lo que le vaya a ocurrir y a su vez me siento feliz de ver a Elián feliz aunque me sorprendí mucho cuando los vi pasar tiempo juntos.
Siempre quise que Elián sea feliz, incluso lo alenté a que volviera con Amy, pero ahora que los veo juntos me resulta bastante sorprendente y un poco molesto, después de todo acababa de darme cuenta que él me gustaba y ellos volvieron a ser pareja. Bueno, no soy la única que se sorprendió, todos lo hicieron pero lo llevan mejor que yo.
Con respecto a Rory la veo casi todos los días, acompaño a Aiden cada vez que quiere ir a verla, él realmente se preocupa por ella y creo que es porque ahora empatiza mucho más con sus emociones, después de todo él sabe lo que es perder a su madre y vivir en una vida sobrenatural desde pequeño, además de que quiso mucho a Victoria antes de ser secuestrado por Clary.
Así que los dos pasamos mucho tiempo juntos y hemos descubierto muchas más cosas del otro que no sabíamos; creo que el niño arrogante que me mostró por primera vez era solo una fachada, en realidad su personalidad es mucho más profunda que eso y resulta sumamente interesante.
-¡Ey, tonta! ¡Concéntrate! -me voltee justo a tiempo cuando Cyrus me arrojó un pedazo de corteza de árbol a la frente -¡Mantente alerta!
-¡Auch! ¡Eso dolió! -me quejé sobándome la frente -¿Por qué no me avisaste que la arrojarías?
-Te dije que te concentraras -su gesto inexpresivo como si participará de un juego de poker lograba sacarme de quicio.
-¡Eso no es avisar!
Habíamos empezado a entrenar unos días después de la reunión en casa de Amy, desde entonces me he encontrado con Cyrus en plena noche en lugares diferentes, él me toma del brazo y de inmediato somos absorbidos por su bruma oscura que nos transporta a lugares diferentes cada vez, lugares que obviamente él conoce sino no podríamos estar aquí.
Esta vez por ejemplo estamos en una hermosa y verde colina alejada de toda civilización, solo veo un par árboles, mucha maleza y montañas que no fueron pobladas aún por el hombre.
-¿Dónde dijiste que estamos? -pregunté luego de que un fuerte viento soplará.
-Escocia -respondió Cyrus y lo dijo con tan pocos ánimos como si fuese lo más normal del mundo.
Estaba parado a varios metros lejos de mí, vestía de forma casual como si fuese a entrenar aunque él no era el del trabajo duro, sino yo.
Su cabello y ojos negros contrastaban con el tono de su piel, era sorprendente que fuese tan guapo y a la vez tan desagradable.
Quién diría que un chico como él, qué aparenta ser baterista de alguna banda de rock, resulta ser más poderoso que Amy o cualquiera.
-¡Waoh! Es asombroso...
-Ponte en posición de defensa -me ordenó.
-Oye, jamás he salido del país y ahora estoy en Escocia ¿No podrías dejarme disfrutar del paisaje por un instante? -me crucé de brazos.
Cyrus me miraba como si yo fuese la molestia más grande de su vida.
-No.
Y volvió a arrojarme un pedazo de corteza que traía en sus mano, volviendo a pegarme en la cabeza.
-¡Ay! ¡¿Cómo haces eso?!
-Práctica, la misma que te falta a ti -me señaló con el pesado de madera que le sobraba -¿Acaso crees que con ese nivel de poder podrás realizar un escudo?
-¡Pues lo hice cuando Elizabeth atacó!
El viento soplaba tan fuerte que me zumbaban los oídos.
-¿Y como resultó eso? -exclamó con sarcasmo -¡Ah sí! Muerta, te moriste porque eres una inútil que no puede hacer un escudo decente ni para salvar tu propia vida.
-¡Oye, lo intento! -grité.
-Pues inténtalo más.
Y me arrojó el último pedazo de corteza, extendí ambas manos hacia él, soltando un grito de enojo y la madera se clavó contra un escudo de color esmeralda transparente.
Me reí al ver que esta vez me salió mucho más rápido que las otras veces en las que entrenamos juntos.
-¡Lo logré! ¡¿Viste eso?! -el escudo desapareció y corrí a tomar la corteza entre mis manos -Y tú dijiste que era una inútil.
Cyrus vino hasta mí, realmente cerca, tomó la corteza de entre mis manos y levanté la mirada justo a tiempo para encontrarme con su mirada de superioridad.
-Patético.
Me reí sin comprender.
-¿De qué hablas? ¡Lo hice bien! -tomé la corteza de sus manos y la arrojé con molestia al suelo -¡Esta vez no atravesó el estúpido escudo!
-¿Estás segura de eso? -me agarró por el codo derecho con fuerza haciendo que le preste atención a mi brazo y note la sangre deslizándose por una herida en mi hombro. -Si lo hubiese arrojado más a la izquierda podía haberte atravesado el corazón, así de bueno es tu escudo.
Me solté de su agarre enojada y lo empuje con ambas manos por el pecho.
-¡Hago lo que puedo!
-No es suficiente, es ridículo. -su voz era profunda y varonil pero con aquel semblante serio daba bastante miedo a veces.
-¡Ya lo sé! ¡No tienes porqué estar recordándomelo a cada rato!
Cyrus se alejó de mí para tomar su chaqueta que había dejado a un lado durante el entrenamiento.
-¿Te molesta que te diga la verdad?
-¡Me molesta que seas tan cruel! -no iba a dejar que siga hablándome con ese tono sarcástico.
Fui hacia él avanzado en pasos grandes para no atorarme en los huecos de la tierra.
-Siempre estás diciéndome cuan inútil soy y que ya debería estar muerta ¡Pero nunca me felicitas por lo que hice bien!
-¿Recibir un corte en el brazo es aplaudible? -preguntó sin voltear a verme mientras se colocaba su chaqueta.
-No, sé que no -miré el césped a mi alrededor -Pero aún así no es justo que seas así ¡No fui yo quien pidió ser un escudo! ¡Fue Diana quién me eligió!
-Deberías estar más agradecida, si no fuera por ella tus amigos ya habrían muerto -se volvió a verme y se reclinó un poco hacia mí ya que era más alto -Porque yo los habría asesinado a todos de una sola vez, así habría menos problemas.
-Estás demente.
Cyrus se encogió de hombros.
-¿Acaso quieres que sea dulce y amable como Diana? -arqueó una de sus cejas -¿Te debo recordar que soy un demonio? No tengo porqué ser amable contigo.
En parte tenía razón pero a la vez no.
-Sé que tú y Diana hacen todo esto para que sobrevivan mis amigos, es el camino difícil, lo sé. Pero sigo creyendo que es injusto, después de todo tengo a Eris dentro de mí, soy como ella.
-No, no lo eres -ante sus palabras volví a alzar mi mirada hacia aquellos ojos negros -Eris no era débil e indecisa como tú.
Fruncí el ceño así como apreté los puños.
-¡Pues no era tan genial, ya que está muerta! ¡Era patética!
De pronto Cyrus me tomó por el cuello con una mano y su mirada paso de molestia a enojo.
Me jalo hacia él y aferre ambas manos a su muñeca tratando de liberarme, de repente el temor que tenía hacía él aumentó un poco más al ver sus ojos.
-No vuelvas a insultar su nombre -murmuró -Gracias a ella tienes vida, sino solo serías un muñeco más de Dominic como lo son tus otros asquerosos hermanos.
«¿Quieres que deje de tratarte como inútil? Pues gánate el título, sorprendeme, crea tu propio camino, sé mejor que Eris y te aplaudiré, pequeña demonio.
Y de un empujón me soltó, caí al suelo tosiendo por la falta de aire, alcé la mirada hacia su imponente figura sintiendo una mezcla de temor, respeto y odio hacia su persona.
De repente una bruma oscura y violácea nos rodeo tragandonos por completo, supuse que volvíamos a casa.
****
Mara dormía abrazada a una almohada cuando Jason volvió a la habitación, le habían permitido abandonar el cuarto una vez por día para dar un pequeño recorrido y entrenar, se supone que para el corte con Megan debía estar en óptimas condiciones para soportarlo, el trato era que sobreviviría a cambio de permitir dicha separación con la ghoul, sin embargo no era algo que estuviese en sus planes realmente.
Por cada día de este mes que pudo salir observó disimuladamente las salidas más cercanas y cada lugar que podrían usar de escondite él y Mara si decidían de pronto huir. Obviamente salir de aquella sede era lo primordial, el tiempo corría y no faltaban mucho tiempo para que Clary viniera a él con las intenciones de intervenir entre su lazo con Megan, si no buscaba un medio de escape pronto serían asesinados y lo peor era que al no estar bebiendo sangre de Mara cómo prometió hacerlo había empezado a debilitarse nuevamente; si perdía fuerzas también perdería parte de su habilidad vampírica y él no sería nada en contra de ex cazadores de vampiros.
Ante el sonido de la puerta cerrarse Mara se despertó, su mirada confundida divago por la habitación un momento antes de posarla en el vampiro de ojos color zafiro.
-Ho, hola -dijo entre bostezos -¿Ya volviste?
No hace mucho su lazo de confianza creció un poco más, lo suficiente como para tolerar se bien y que ella dejará de querer dormir en el suelo lejos de él, aunque solo dormía en la cama cuando Jason se iba.
-Sí, estuve dando un par de vueltas por los pasillos pero creo que encontré un camino seguro.
-¿Enserio? -la adolescente se sentó y refregó su muñeca sobre su ojo izquierdo -¿Qué tan seguro?
-No lo suficiente, pero servirá si salimos de noche y con suerte no nos oirán.
La chica de cabello cobrizo lo contempló preocupada.
-No se oye muy seguro, entonces.
-Es todo lo que tenemos -Jason se quitó la sudadera y la arrojó sobre la silla más cercana -Si no nos vamos pronto a este paso moriremos.
Los ojos bicolor de Mara se detuvieron en una herida en el brazo de Jason.
-¿Cómo te hiciste eso?
Jason miró su herida de la que no se había percatado hasta entonces.
-Ah, esto... Me tropecé hace un rato y golpee mi brazo contra una esquina.
-¿Te caiste?
-Sí, no es nada grave. -respondió dando vuelta a la cama y arrojándose al colchón cubriéndose los ojos con un brazo -Estoy cansado.
Mara aún no se había bajado de la cama, se quedó junto a él observadolo de cerca notando que su piel estaba más pálida y lucía delgado, no tan delgado como para ser un riesgo, pero si tenía una apariencia cansada.
-Los vampiros como tú no deberían tener accidentes como esos, no se supone que te caigas en cualquier lado ¿Qué pasará si al huir te sucede algo así?
-No pasará, solo fue un tropiezo -exclamó con tono dormilón.
Mara frunció el ceño, no estaba molesta más bien indecisa sobre lo que quería decir.
-¿Haz bebido sangre últimamente?
Pero confirmando a sus sospechas Jason no respondió.
-Si no te alimentas perderás fuerzas y no podremos huir, además si Clary viene y te ve en este estado ella se dará cuenta de que no te haz estado alimentado de mí...
Jason se quitó el brazo de los ojos y miró a Mara, esa chica gruñona no parecía estar regañandolo en este momento, más bien se veía preocupada.
-Oye, no me veo tan mal.
-No es por eso, me refiero a que si se da cuenta me matará porque sabrá que me haz estado... protegiendo.
Jason soltó un suspiro, apoyó las manos a casa lado y con ellas se impulsó para sentarse en el recto, frente a frente con su compañera de habitación.
-No te preocupes, aunque lo descubriera no permitiré que te hagan daño ni que te vuelvan a llevar a ese lugar en el que estabas ¿Okay?
-No.
Jason puso los ojos en blanco.
-Y aquí viene de nuevo...
-Escucha, no puedes ser tan despreocupado, estamos viviendo con el enemigo, en cualquier momento ella podría aparecer -mientras hablaba Jason fingía imitarla solo para hacerla enojar -Y tienes que beber sangre para sobrevivir.
Al darse cuenta que Jason dejo de prestarle atención, Mara lo tomó con ambas manos por las mejillas tan de pronto que el vampiro se quedó estupefacto. La mirada decidida de la muchacha lo dejo hipnotizado.
-Escuchame bien idiota,vas a beber sangre de mí en este preciso momento y vas a recuperar tus fuerzas de inmediato.
Los ojos de Jason se abrieron de par en par.
-¿Estás loca? Tú misma me haz dicho que jamás, jamás...
Mara golpeó con ambas manos las mejillas del vampiro.
-Créeme, sé lo que dije, pero si en verdad vamos a escapar por donde tú dijiste no podremos hacerlo si estás débil. Los sujetos de aquí son mucho más fuerte que nosotros en este momento, necesitamos que vuelvas a ser un vampiro real y si eso consiste en que bebas de mi sangre, por mucho que me desagrade la idea, entonces lo harás ¡¿Te quedó claro?!
Aún con las manos de ella en sus mejillas Jason asintió bastante eclipsado por su determinación y esa mirada hizo a Mara sonrojarse por primera vez.
-Idiota -exclamó tratando de verse enojada.
Decidida a no dar ni un paso atrás y a riesgo de cometer el peor error de su vida tomó el borde de su camiseta y se la quitó cubriéndose con ella los pechos ya que no traía sostén.
Jason simplemente no podía creer lo que pasaba, obviamente no era la primer chica que veía semi desnuda ante él, pero le sorprendía que en este momento esa chica se Mara, después de todo ella parecía odiarlo más que a Clary.
-¿Estás segura de esto?
-Claro que sí ¿Acaso no me crees capaz de tomar mis propias decisiones?
-No me refería a eso, más bien...
-¡¿Vas a beber mi sangre o no?!
-Okay...
Al acercarse tan solo unos milímetros a ella la vio cerrar los ojos con fuerza, obviamente estaba asustada por todo lo ocurrido antes, pero Jason había prometido no hacerle daño y cumpliría su palabra lo mejor que pueda.
Deslizó una mano por la mejilla de la muchacha lentamente hasta su cuello y la acercó a él dejando que sintiera primero la respiración suave de él contra su piel y apoyó lentamente sus labios como una caricia.
Podía oír el correr del corazón humano a más no poder y sonrió pues había pasado un tiempo desde que bebió de una humana.
-Descuida, será rápido -murmuró y clavó inmediatamente sus dientes en la piel de Mara, ella soltó un agudo grito de dolor que sucesivamente apagó mordiéndose el labio inferior.
La mordida de perforación fue rápida para que no doliera tanto, sin embargo era la primera vez que pasaba por algo así, la había tomado de sorpresa y aquello la hizo lloríquear un poco.
Pero el dolor aún no empezaba del todo hasta que Jason empezó a succionar su sangre y el movimiento de su lengua le rozó la herida.
Al ser la primera mordida Jason se apartó pronto, no quería hacerla llorar y mucho menos que odiara la sensación, no ahora que necesitaría beber más de seguido para recuperar fuerzas.
Mara abrió los ojos y justo en ese momento Jason, que aún no se había apartado del todo le dió un beso sobre la perforación tomándola por sorpresa.
-Para que no duela mucho -murmuró apartándose un poco, lo suficiente para estar mirándose ambos a los ojos y contemplar el rubor en las mejillas de ella.
-No fue tan malo -ella tartamudeó sin comprender porque su corazón seguía latiendo rápidamente.
-¿Lo ves? Y tú me tenías miedo -bromeó y se pasó el pulgar por el labio inferior limpiando un rastro de sangre que luego limpió contra su lengua sin apartar la mirada de Mara.
Aquella mirada era avasallante y devoradora al punto que hizo dudar a la muchacha de si deseaba hacer algún movimiento más.
-Yo no le tengo miedo a nada.
Jason esbozó una sonrisa.
-Sí eso dices... -apartó la vista -Iré a traerte unas vendas.
Mara asintió bajando la mirada avergonzada ante su extraño actuar, pues para ella eran nuevas estás sensaciones y no sabía cómo actuar ante ella, mucho menos conocía el calor de su rostro al haber estado tan cerca de un chico.
Cuando Jason se metió al baño en busca de un botiquín ella se golpeó ambas mejillas con las palmas de las manos.
-¿Qué diablos me pasa? -murmuró -¿Acaso fue por la mordida?
****
El vientre prominente de Sasha era una ilusión hermosa para toda la familia, el nacimiento de su pequeño bebé traía en vilo a todos y principalmente a Lucian, su esposo. Ella reposaba tranquilamente en un sofá con las piernas extendidas sobre este mientras le daba caricias circulares a su barriga al son de una melodía suave.
-Bombón, te traje algunas fresas con chocolate, espero que te gusten -dijo Lucían saliendo de la cocina.
Él y Sasha habían decidido quedarse unos días más de visita luego de todo lo ocurrido y Amy los había acogido en su hogar felizmente.
-No tenías que molestarte -le sonrió y tomó el platillo -Muchas gracias.
Lucian se sentó junto al sofá, en el suelo para recostar su cabeza suavemente sobre las piernas de Sasha y así poder contemplar su embarazo de mucho más cerca.
Sus ojos verdes brillaban de ilusión y una sonrisa iluminaba su rostro.
-Me pregunto cuándo podremos conocerlo.
Sasha se llevó una frutilla a la boca y se encogió de hombros.
-Aún faltan un tiempo, no te apresures, ya sabes que los bebés de las brujas nacen sí o sí a los nueve meses, a menos que un enlace lo interrumpa.
Lucian acarició el vientre de su amada y sintió unos suaves movimiento debajo de su piel.
-Tienes razón, lo mejor es que cumpla los nueve meses -alzó la mirada a la chica de facciones delicadas -Por eso quería preguntarte ¿Cuando volveremos a casa?
-¿A qué te refieres?
Lucian resopló.
-Sasha, estar aquí es peligroso, hay vampiros, brujas, cazadores, destructores y lobos por todos lados...
La joven adulta se cruzó de brazos dejando de lado las frutas.
-Creí que estabas feliz de volver a ver a tu familia -exclamó con molestia.
-¡Y lo estoy! -se apresuró a decir ante la expresión de su amada -Créeme, estoy feliz de volver a verlos pero, tú estás embarazada y con tantas cosas que ocurren en este pueblo podría ser peligroso ¿Qué tal si hay un novicio cerca y se enlaza a nuestro hijo?
-Eso no pasará -apartó la mirada queriendo verse segura de sí misma, pero la verdad es que en parte tenía el mismo miedo que Lucian.
-Eso no podremos saberlo. Sasha, hay que irnos, lo sabes, por lo menos hasta que el bebé nazca y luego volveremos.
La pelirroja terminó por suspirar y asentir decaída.
-Tienes toda la razón, pero no he visto a Elián y a nuestros amigos durante tanto tiempo que pensé, que sería lindo verlos el día que nuestro bebé naciera.
-¿El día? -Lucian se puso de pie y Sasha lo volvió a mirar -¿Acaso tenías planeado que nuestro hijo naciera en este pueblo?
La pelirroja sonrió inocente.
-No, definitivamente no nacerá aquí -se opuso el chico de cabellera café -Es peligroso, no podemos quedarnos tanto tiempo.
-Por favor Lucian -extendió la mano y lo agarro por los dedos -Por favor, por favor ¿Sí?
-¿Sabes? Lo que tú haces es manipulación y eso está mal.
Ella le puso ojitos de inocente que se vio tan hermosa al punto de brillar cual angel para Lucian y terminó por convencerlo.
-Bien, nos quedaremos.
-¡Sí! -tomó nuevamente el plato con frutillas bañadas en chocolate -Cariño ¿Me traes un poco más?
Lucian resopló nuevamente, no importaba cuanto discutiera la situación con Sasha, ella siempre salía ganando.
Tomó el platillo sin antes darle un beso a su amada y volvió a la cocina, ahí se encontró con Elián preparando una taza de té vistiendo solo unos pantalones grises de gimnasia, era notable que se quedó a dormir con Amy.
-¿No tienes camiseta?
-¿Y tú algo de decisión? -se burló el vampiro -Disculpame pero oí tu conversación con Sasha.
-Si vas a burlarte de mí por no poder convencerla, no voy a oírte.
Elián se puso de pie, ya que estaba sentado ante la mesada, para tomar el frasco de azúcar desde la estantería de arriba y Lucian pudo observar la cicatriz en su pecho.
-Aunque no lo creas estoy de acuerdo contigo.
-¿Enserio?
-Así es, adoro a Sasha y quisiera estar el día que su bebé naciera pero, no quiero que corra peligro estando aquí y mucho menos que su bebé resulte enlazado de alguien desconocido.
Lucian asintió y sin pedir permiso tomó la taza de té que Elián se estuvo preparando y de la cual no había podido tomar ni un sorbo, el vampiro lo observó pero solo se rio de ello y volvió a prepararse otra.
-Solo quiero que estén a salvó pero convencerla de ello es casi imposible, además odio verla enojada o triste por mi culpa.
Elián se volvió a verlo y le extendió un sobre de azúcar.
-Te entiendo, Sasha tiene ese don para convencerte, pero admito que eres bastante débil ante ella.
-Cierra la boca -le arrebató el paquetito de la mano -Tú eres el menos indicado para hablar de debilidad ante mujeres.
Elián sonrió torvamente.
-Tienes razón, soy un fracaso -y le dió un sorbo a su nuevo té caliente.
-Lo que tienes ahí -señaló a la cicatriz de su pecho -Te lo hizo Amy ¿No es así?
-¿Se ve bien, no? Me hace ver más rudo.
Lucian no le prestó atención a esa actitud desinteresada de siempre pues sabía que Elián ocultaba algo más.
-¿Piensas que quizás pueda volver a atacarte de ese modo? Ella te ama sin duda pero, quiso matarte y...
-Yo también -lo interrumpió -En el pasado también quise matar a Amy, claro que mis motivos eran distintos, pero también lo intenté ¿No es así?
-Esto es diferente y lo sabes.
Elián acabo de beber su infusión y dejó la taza a un lado sobre la mesada en la cual se apoyaba.
-No permitiré que algo así vuelva a ocurrir, te lo juro. Haré lo que sea para proteger a Amy de ella misma.
Lucian no había acabado de beber su té y aún así lo dejó de lado.
-Confio en tus palabras -contempló la cicatriz en el pecho de Elián -Me alegra saber que tiene alguien que la ame como tú, así que por favor no permitas que Dominic la mate.
-No lo permitiré.
Lucian asintió y del refrigerador tomó unas pocas fresas para luego marcharse sin antes darle una mirada de aprobación al vampiro y asentir ambos al mismo tiempo como si completarán un juramento.
****
Me arrojé a la cama de Aiden, boca arriba y con los brazos tanto como piernas extendidos cual estrella de mar.
-Estoy agotada -dije viendo el techo.
De pronto mi teléfono celular sonó y al revisar la notificación se trataba de un mensaje de texto que envió Megan, desde aquella reunión ella y yo comenzamos a vernos un poco más y me ha aconsejado bastante acerca del nuevo mundo en el que vivo.
-Hoy habrá una reunión en la sede de cazadores ¿Quieres ir?
Nunca antes concurrí a una de esas reuniones, creí que eran específicamente para personas de alto rango como lo son los tres líderes de clanes y sus manos derechas, como Austin.
-Por supuesto.
Le respondí de inmediato, me daba mucha curiosidad saber de qué hablarían y viendo que a futuro seré quién deba contener el poder de Amy no me vendría mal observarla de cerca cuando trabaja.
****
Elián se colocó su camiseta gris frente al espejo que Amy tenía en su habitación mientras la esperaba ya que ella estaba en el baño dándose una ducha.
Después se acercó a la ventana y al abrirla notó que el cielo tenía unas ligeras nubes oscuras, no era época de lluvias así que este mal clima le daba una mala sensación.
El viento soplaba lo suficiente como para hacer volar un par de hojas secas y hacer que estás giren por el jardín trasero.
-¿Ya estás listo? -escuchó decir, al volverse se encontro con la hermosa mujer que tanto amaba.
Ella vestía una falda negra con una blusa roja y corta de cuello de tortuga, más unos zapatos con tacón bajo. Su cabello estaba peinado y húmedo.
-Te ves hermosa.
Amy sonrió tímidamente, caminó hasta él y apoyándose en su pecho acercó sus labios para dejar un dulce beso.
Elián la tomó con una mano por la cintura y con su mano libre acarició el rostro de su amada, disfrutaba de tenerla tan cerca, de poder apreciar su bello rostro y la suavidad de su piel.
-Estas segura que no quieres que nos quedemos un rato más.
Amy negó y lo besó nuevamente.
-Austin convocó a una reunión de emergencia, dijo que el asunto de ser líder de vampiros lo trae preocupado.
-Creí que Evan tomaría su lugar una vez que volviéramos al pueblo -murmuró llevando ambas manos a la cintura de la joven.
-Sí, eso se supone pero los vampiros se negaron a tener que cambiar de líder nuevamente. Ellos piensan que Evan los abandonó cuando Cyrus los envió lejos y por eso dejaron que Austin se quedará un tiempo, pero supongo que eso se está acabando.
Mientras Amy hablaba Elián observó sus ojos grises y se percató de que la línea que bordea sus iris era un poco más gruesa y oscura.
-Caperucita...
-¿Sí?
-Nada.
No valía la pena decirle algo como eso, quizás solo era algo normal en ella y no había tenido tiempo a prestarle atención, después de todo Amy lucía completamente bien.
-Vamos, llegaremos tarde -entrelazó sus dedos con los de ella y juntos salieron de la habitación.
****
Una de las criaturas de Dominic se paró delante de Clary, ella permanecía muy calmada al otro lado de su escritorio, sin inmutarse por aquella mirada gélida que le daba su aliado. Para ella esos sujetos eran monstruos fáciles de manipular, como títeres.
–Ha pasado más de un mes ¡¿Cuando vamos a atacar a la bruja?!
–Pronto.
–¡¿Cuando?! ¡¿Qué estás esperando?! –golpeó con su puño aquel escritorio y este se quebró –¡Le haz quitado su poder a la bruja, ahora tienes magia! ¡¿Cuanto más debemos esperar?!
Clary suspiró cansada.
–Estoy esperando la señal para empezar.
La mujer observó a la puerta de su oficina al oír a alguien acercarse rápidamente y sonrió satisfecha cuando uno de sus Destructores ingresó.
–Mi señora –exclamó –He seguido al vampiro como usted pidió y he observado sus movimientos.
–¿Y?
El ex cazador sonrió en grande, el plan era cruel pero estaba feliz de que su líder lo llevará a cabo, después de todo aquel vampiro le caía muy mal.
–Usted tuvo razón, él y la humana se han vuelto amigos, lo oí alimentarse de ella y hablar acerca de un escape.
Clary se recostó contra el respaldo de su silla, entrelazó los dedos por sobre su estómago y miró a su aliado, aquella criatura de Dominic. Un sujeto alto, de cabello platinado, ojos de un tono rojizo y con marcas parecidas a rayones negros en sus pómulos.
–Ahí lo tienes, la señal para comenzar el caos.
Aquel sujeto de aproximadamente dos metros observó la expresión de los destructores sin comprender exactamente bien qué pasaba.
–¿A qué te refieres? –gruñó entre sus dientes puntiagudos como de tiburón.
–Ya lo verás –Clary se sentía plenamente contenta pues su plan estaba marchando a la perfección –Ve y tráeme a la humana.
De inmediato su discípulo asintió y y salió de la oficina volviendo a dejar a Clary tanto como al semi demonio solos.
–¿Cuál es tu plan, Clary?
La rubia mantuvo una mirada burlona sin responder, si él quería saber de qué se trataba todo esto pues debía verlo con sus propios ojos.
****
Un rato después...
El consejo de cazadores y líderes de la trilogía estaban reunidos en una misma oficina, sentados alrededor de una inmensa mesa redonda, el mismo lugar donde solían debatir los temas más importantes y aquellos con máximo poder entre comunidades estaban presentes.
Amy encabezaba la mesa como siempre, a su derecha estaba Evan y a su izquierda Austin, también asistieron las ancianas brujas del consejo y Thomas.
–Los vampiros no me quieren como su líder y eso era algo que ya todos sabían –expresó Austin –Pero está vez todo ha empeorado.
La idea de estar sentado ante esa mesa le desagradaba, él no era un hombre de política más bien prefería el campo de batalla y mantenerse a un margen de las decisiones difíciles, pero en este caso no podía hacerse a un lado.
–¿A qué te refieres? –preguntó una anciana pelirroja.
–Ustedes saben acerca del duelo a muerte el cual gane, pero su apoyo no será eterno, me enteré por una fuente confiable que muchos han estado conspirando en mi contra y sospecho que próximamente atacarán, intentarán derrocarme y tomar el mando.
«Y antes que lo pregunten, con derrocarme me refiero a que van a intentar asesinarme en masa.
Amy lo observó preocupada y su hermano mayor tomó su mano entre la suya para darle un apretón suave como si le pidiera que estuviese tranquila.
–¿Realmente es segura esa información? –le preguntó Wade quien acudió a la reunión como consejal de Thomas.
–Lo es. Estuve averiguando por mi parte y todo resultó cierto, ellos planean matarme antes de lo esperado para desligar a los vampiros de la trilogía.
–¿Por qué harían eso?
–No tienen a Victoria –exclamó Elián llamando la atención de todos, él estaba presente en aquella oficina lejos de la mesa.
–Tú no puedes opinar, no formas parte del consejo –lo regañó una de las ancianas, quienes eran conocidas por ser odiosas.
–Yo se lo permito –ordenó Amy –Continua ¿Por qué crees eso?
Elián traía una expresión calculadora como si analizará cada situación ocurrida en el pasado.
–Es obvio, rechazaron a Evan por irse tanto tiempo y no es su culpa ¿Pero como hacerles entender? Luego está Austin, que puede ser un buen líder pero no comparte el linaje de Victoria y ante ellos es un usurpador que mancha el lugar de su líder.
Evan asentía en silencio ante las palabras del vampiro.
–¿No podemos hacer que Evan retome de alguna manera el lugar de líder? –preguntó otro miembro del consejo.
–No –dijo Evan y todos se volvieron a verlo –Conozco a mis súbditos, ellos nos ven como si fuésemos de la familia real, como si nuestra sangre fuese oro y el haberles fallado fue como si hubiese renunciado a mi título. Sospeche que algo así pasaría pero esperaba que no, ahora no habrá manera de que vuelvan a aceptarme, soy como un traidor que debería estar muerto para ellos.
Amy apoyó los codos sobre la mesa y recostó su frente contra sus palmas.
–¿Qué vamos a hacer entonces? Clary nos declaró la guerra y los vampiros también lo harán si no hacemos algo para detenerlos.
–Además no olvidemos el hecho de que perder a los vampiros sería un desastre si Clary decidiera atacar –agregó Austin –No tengo idea de qué podemos hacer, pero en esta situación solo se me ocurre una cosa terriblemente desquiciada.
–Cualquier cosa es mejor que nada –exclamó una anciana.
Austin bajó la mirada a la mesa.
–Rory.
–¡Ni lo sueñen! –interfirió de inmediato Thomas poniéndose de pie.
–Piensalo, es descendiente directa de Victoria, tiene su sangre...
–¡Es solo una niña! ¡¿Qué podría saber ella de liderar a un clan?!
–Podriamos ponerle un representante, Austin podría serlo, él sería quién tomara las decisiones pero diría que son en representación de ella –la anciana pelirroja miró al Alfa deleitándose internamente de su mirada de pánico, porque en lo profundo él sabía que ellos tenían razón –Esa es la única salida y tú lo sabes.
–Mi sobrina no es parte de todo esto, no vamos a permitir que le impongan un deber tan grande como ese –Evan le dió una mirada de odio a aquella mujer haciendo que está sintiera terror cuando sus ojos celestes se volvieron dorados y violetas –Ella no es un arma ni mucho menos su juguete y no será la líder de un clan a tan temprano edad.
–¿Qué otras opciones tenemos? –preguntó un hombre más del consejo –Ella es hija de Victoria, es su deber tomar el mando sin importar su corta edad, porque tú les has fallado como líder.
–Entonces les diré que pueden asesinarme si quieren siempre y cuando le den el mando a Austin como...
–¿Qué hay de tus hijos? –preguntó una anciana rubia quien siempre estaba del lado de la pelirroja.
–Ellos no –de inmediato Amy se interpuso –Ni mis hijos, ni Rory serán parte de todo esto.
–¡Ellos también tienen la sangre de Victoria! Deberían tomar responsabilidad, después de todos también viven en este pueblo.
–¡He dicho que mis hijos no! –Amy se puso de pie en un golpe y los objetos más cercanos cayeron al piso estrepitosamente.
Todos la observaron en silencio al contemplar como sus ojos tuvieron un instantáneo destello color negro.
Al igual que todos Elián acabó por confirmar sus sospechas y sintió un nudo en el estómago al ver lo que se avecinaba.
–El sello –susurró preocupado.
–Ninguno de ellos tomará esa responsabilidad –ordenó la líder –Buscaremos una solución para todo esto.
–¿Qué tal yo? –preguntó Thomas y Amy negó de inmediato, luego volvió a sentarse.
–Eres el alfa de los lobos, por cercano que seas a Evan ellos te rechazaron al no ser de su clan, ni siquiera Wade puede, necesitaremos a alguien más.
Ambas ancianas se pusieron de pie al mismo tiempo.
–Decide lo que quieras Amy, pero piensa en lo mejor para toda la comunidad no solo tu comodidad, después de todo si los vampiros se desligan todos los demás estaremos acabados...
–Y el peso de las almas perdidas caerá sobre tus hombros –agregó la anciana rubia –Serás responsable de cada muerte y tendrás que lidiar con ello hasta la tumba, porque si los cazadores caen tu castigo será la muerte.
–Y todo aquel que se oponga ira contigo al infierno –finalizó su aliada anciana.
La sesión dió por finalizada y aquellos en desacuerdo con Amy abandonaron la habitación dejándola a solas con sus más allegados.
Al sentir el peso de los problemas y las consecuencias que se avecinaban Amy sintió como el mundo empezaba a estrangularla, le faltaba el aire y tuvo que sostenerse de la mesa para no caer.
Jamás quiso ser líder, nunca quiso tener tantas responsabilidad y ahora debía lidiar con la responsabilidad de cientos de almas.
–Amy –Elián fue el primero en acercarse y tomarla de los hombros para ayudarla a sentarse nuevamente.
Evan le tomó la mano y la apretó suavemente.
–Tranquila, todo estará bien.
La bruja bajo la mirada y negó ante sus palabras. Su mente estaba siendo un descontrol, todo parecía estar a punto de desmoronarse ante sus ojos y no encontraba solución a todo esto.
Megan estaba fuera de la oficina junto a Rory y Miku, ellas dos jugaban en el pasillo ajenas a lo sucedido mientras que la Ghoul había estado pegada a la puerta oyendo toda la discusión y cuando todo acabó se puso de pie e ingresó a la habitación.
Al contemplar lo devastada que se veía su amiga y la preocupación en sus amigos sintió que debía hacer algo pero no sabía exactamente qué.
–¿Por qué papá gritó? –preguntó Rory acercándose a Megan y tomándola de la mano –¿Y por qué todos parecen querer llorar?
–Ellos... ellos solo... –pero al final de cuentas no supo que decir.
****
Jason salió de la ducha feliz porque se sentía mucho mejor, parte de su fuerza estaba volviendo y ya no se sentía tan cansado como antes, y todo eso gracias Mara.
Se estaba terminando de vestir cuando un rápido recuerdo vino a él y fue esa exquisita expresión que puso la humana luego de haber besado su herida, ella lo miraba como si le pidiera un poco más y tuvo que contenerse bastante para no hacerlo.
Paso una mano por el espejo cuando de pronto un grito le helo la sangre.
–¡No, déjame!
Jason salió abruptamente del baño y sin esperarlo vio a un Destructor tomando a Mara por el cabello, arrastrándola por el suelo, inmediatamente el vampiro corrió hacia ellos pero otro Destructor que esperaba afuera ingresó y le disparó al pecho. Jason soltó un grutural grito de dolor y cayó al suelo, aún no era lo suficientemente fuerte y todo este tiempo sin beber sangre hizo que su regeneración se ralentizara bastante.
–¡No! ¡Jason! –gritó Mara y el ex cazador que la sostenía la subió a su hombro –¡Déjame ir, déjame!
–¡No! ¡Déjenla! –gritó Jason intentado ponerse de pie pero el dolor de aquel impacto lo hizo caer de nuevo al suelo.
Los Destructores desaparecieron tras la puerta y el vampiro oía los gritos de Mara alejarse, pero no permitiría que le hicieran daño.
Se puso de pie esforzándose a más no poder y notó que su herida seguía sangrando sin importar cuantos segundos pasarán ¿Es que acaso su regeneración había dejado de funcionar?
Salió tambaleante de la habitación siguiendo los gritos de Mara por un pasillo y se detuvo al llegar al gran salón donde antes había asesinado a aquella que fue la compañera de esa humana. Allí mismo lo esperaba Clary, parada en medio de todo el lugar como si se tratara de un espectáculo y en su mano traía aquella cuchilla con la que había degollado a la amiga de Mara.
Todo parecía un deja vu.
La humana estaba sentada en el suelo, sus rodillas estaban sangrantes, traía el rostro cubierto de lágrimas y la bruja líder la sostenía por el cabello como hizo aquel otro sujeto. Los secuaces de Clary esperaban detrás de ella a varios pasos y no muy lejos estaba una de las criaturas de Dominic analizando el espectáculo.
Jason apretaba su herida para disminuir la hemorragia mientras sentía la falta de aire.
–Dejala ir.
–Un pajarito me contó que ustedes dos planean escaparse.
–No es cierto.
–¿Ah no? –su tono era burlón y su mirada cruel –Porque yo creo que mientes.
–Clary, si le haces algo... –siseó entre dientes.
–¿Qué harás? ¿Matarme? ¿Cómo? Según parece estás muy débil y herido.
–No accederé a romper el lazo con Megan. –ante la situación la amenaza era uno de sus recursos pero él sabía bien que a Clary no le importaba.
–¿Enserio? Es una lástima –se burló –Pero puedo vivir con ello, Megan solamente sería el interruptor para empezar la pelea, pero puedo crear otro, tengo muchos Ases bajo la manga.
Tiró del cabello cobrizo de Mara y ella gritó adolorida tratando de safarse con todas sus fuerzas.
–Yo tengo una mejor propuesta qué tal si hacemos ahora mismo el corte y si te niegas la voy a degollar, aquí frente a ti, como sucedió con su amiguita.
–¡No, por favor! –imploró Mara mirando con desesperación a Jason –Por favor.
–Tú elijes Jason, o cortas el lazo con Megan o dejas morir a tu amiga humana ¿Cuál te parece mejor opción?
Mara se cubrió la cara con ambas manos mientras sus sollozos inundaban todo el lugar.
–Ya cállate –Clary tiró de sus cabello con más fuerza y la empujó a un lado, hacia aquellos Destructores que la acompañaban.
Jason dió un paso al frente pero uno de ellos se agachó junto a Mara y la tomó por el cuello haciendo que está mirara al vampiro mientras le apoyaban a ella una daga en la espalda.
–Decide rápido vampiro o dejaré que mis amigos le hagan mucho, mucho daño.
Aquel Destructor que sostenía a Mara por el cuello le dedicó una sonrisa lasciva al vampiro y luego lamió la mejilla de la humana mientras ésta se quejaba entre lágrimas.
Jason apretó los puños con fuerza sin saber qué hacer, si rompía el lazo con Megan está despertaría su lado ghoul y atacaría a todo aquel que se le pusiera en frente, sin importar quién sea y no tendría límite alguno. Pero si no lo rompía entonces Mara moriría.
Había prometido volver a ver a Megan y en este momento su hermoso rostro venía a él en forma de un recuerdo doloroso. Había pasado años esperando por ella y Clary le dijo que Megan había dejado de buscarlo hace mucho tiempo pero a vista de esta situación estaba seguro de que esa bruja había mentido, y si era así, quería decir que Megan aún no lo había abandonado ¿Acaso él lo haría?
Observó a Mara y ella posó aquellos bonitos ojos de colores diferentes en él.
Jason bajo la mirada al suelo sintiendo su pecho comprimirse por la culpa.
–Lo siento... –murmuró.
Clary resopló harta y miró de soslayo a su discípulo, éste colocó la hoja del puñal en el cuello de Mara a punto de acatar la orden de su líder.
–Haré el corte –exclamó el vampiro y Clary con tan solo una mirada hizo que su Destructor se detuviera –Haré lo que tú quieras, pero déjala ir.
Clary sonrió de oreja a oreja.
–Tomaste una buena decisión.
El aliado de Clary soltó a Mara empujándola hacia donde Jason estaba y ella corrió de inmediato hacia él justo cuando el vampiro tropezó por el dolor y lo ayudó a mantenerse en pie.
–Jason, Jason –susurraba su nombre preocupada ante la sangre que salía de su herida.
–Tranquila, estaré bien.
–Mírense, si no fuera por tu amor a Megan diría que ustedes se ven como dos amantes, aunque no podría decir que estás muy enamorado de Megan, después de todo la traicionaras.
La culpa con la que Jason cargaría era enorme, lo sentía en aquel momento, pero el ver el rostro de Mara y recordar el sufrir que vivió desde siempre lo hacía pensar que fue la mejor decisión.
Sí dejaba a Mara a manos de Clary está la mataría o aún peor, la llevaría nuevamente a aquel lugar parecido a una granja donde sería regalada como tributo a otro vampiro. No podía hacerle algo así, ella ni siquiera había vivido su vida como merecía, ni siquiera conocía el cielo.
****
Unas horas habían pasado y acompañé a Rory a jugar por los pasillos de las sedes de Cazadores, Megan nos siguió para ayudar a que la pequeña se distrajera lo máximo posible después de toda la tensión que vivimos en la oficina de los líderes.
Noté que Megan lucía realmente preocupada y no la culpo, ella comprendía a sus amigos pero también pensaba igual que los demás del consejo, estoy segura, es por ello que parecía estar debatiendo consigo misma.
–Saldrá todo bien –dije apoyando mi mano en su hombro mientras veíamos a Rory adelantarse en el pasillo.
Megan solo asintió con una sonrisa triste.
–Miku, tú eres amiga de Diana ¿No es así?
–No realmente pero ¿Por qué lo preguntas?
Nos detuvimos en un comedor enorme donde habían varias personas y todos nos observaron, algunos disimuladamente pero no nos prestaron tanta atención como a Rory, supongo que el rumor de volverla la próxima líder se había esparcido rápido.
–Tengo algo importante qué decirle a Cyrus, así que me pregunto si puedes hablar con ellos para acordar una reunión.
No entendí qué estaba pasando por su mente, pero supuse que no me diría.
–Esta bien, los llamaré mañana mismo.
Megan sonrió y de repente me dió un cálido abrazo.
–Muchas gracias.
Sonreí incómoda porque simplemente no entendía nada de lo que ocurría.
–¡Miku, mira esto! –me llamó Rory.
–Ya voy –me aparte de Megan pero no sin antes decirle –No sé que estarás pensando pero, te apoyaré en lo que sea.
En el poco tiempo que nos conocimos llegamos a hacernos cercanas, lo suficientemente para hacernos amigas y es que ella me comprendía mucho mejor que otras personas.
Cuando llegue junto a Rory vi que estaba maravillada con una pecera enorme de vidrio en donde tenían a varias espécimen de peces coloridos. Sonreí al ver lo adorable que era la pequeña pelinegra y le di un abrazo.
Oí detrás de mí a alguien tosiendo y note que varias personas se veían alarmadas, todas mirando a lo que sucedía. Me voltee confusa por la situación y quedé petrificada al ver a Megan agarrándose el estómago con fuerza mientras tosia compulsivamente.
–¿Megan? –Rory se había escapado de mi agarre y fue hacia ella.
–¡No te acerques! –gritó Megan a todo pulmón.
De pronto sentí una oleada enorme de adrenalina cuando un aura tenebrosa rodeó su imagen.
Corrí rápidamente a tomar a Rory justo cuando ella estuvo por tocar a Megan y retrocedí apenas un paso cuando la rubia alzó la barbilla.
Su semblante fue lo más aterrador que conocí hasta el momento, su piel palideció de pronto y unas marcas negras dañaron su semblante.
–Co, corran –llegó a murmurar y justo después soltó un gruñido aterrador.
Aquel brillo de conciencia y miedo que poseía en su mirada se desvaneció y sus ojos se tornaron completamente negros como la noche.
Mi corazón latía a toda velocidad y sentí que las piernas me temblaban cuando noté el filo en todos sus dientes.
De repente las palabras de Chloe vinieron a mí desde un recuerdo profundo y escalofriante.
"¡Nos atacó de pronto como si fuese un maldito monstruo! Huí de allí... Sus ojos eran tan oscuro, Dios, era aterrador..."
"¡Miku, ayúdame por favor...!"
–Tú...
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Tarde pero seguro 💕
Es un capítulo algo largo peeero me gustó 😂
Ya saben que si ven algún error ortográfico me avisan, así lo soluciono.
Síganme en IG: @mde_0.0
Lxs quiero mucho 💕