Anteúltimo capitulo

657 27 22
                                    


Sabado 1 de enero del 2000

Camila

—Si Camila viaja a México, lo más probable es que nunca vuelva— suspiró Rafael —No se como decírselo ¿que hago?—

—Llámala a su madre, quizás si ella le explica la situación por teléfono, a Camila se le hace más fácil tomar una decisión— dijo Benjamín, su voz se notaba apagada —Tal vez solo se va un tiempo, y regresa más rápido de lo que creemos—

—También podemos visitarla ¿no?— preguntó Felipe

—Claro que si, pero lo importante es decirle la verdad a ella... ¿cómo hacemos?— preguntó el hombre

—No es necesario— dije entrando al cuarto —Ya estoy al tanto... y si, quiero hablar con mi madre, lo antes posible—

—Camila...— me habló Rafael, impactado

—No entiendo como ellos dos lo saben antes que yo— suspiré —quiero hablar con mis supuestos padres lo antes posible—

—Cami ¿te vas a ir?— preguntó Benjamín, asustado

—Sabía que existía la posibilidad de que esto suceda... aún así, no tome ninguna decisión, no hasta que no hable con mi madre—

Así fue, como Rafael me acompañó a mi cuarto, donde estabamos a solas. Luisana se quedo con los chicos, así yo podía hablar tranquila. Llamamos a Marina, mi madre al parecer, esperaba que atienta. Yo temblaba, mientras que Rafael a mi lado marcaba el número.

—¿Hola Marina?— lo oí decir —Disculpa la hora pero estoy con una personita que te quiere conocer... ella ya conoce la verdad—sonrío y me miró, un escalofrío me recorrió completamente al darme cuenta de que en realidad estaba por hablar con mi madre.

Me paso el teléfono y oí su voz, no me salían las palabras de lo nerviosa que estaba y presiento que a ella le paso lo mismo.

—¿Hola?— me insistió —Camila ¿estás ahí?—

Su voz era dulce, agradable.

—¿Mamá?— pregunté con mi voz temblorosa —¿mamá, sos vos?— 

Ella quedo en silencio y se lograba oír como lloraba, no creí que me iba a afectar tanto.

—Camila...— repitió —No podría haberme imaginado un nombre más hermoso—

Era horrible pensar que mi propia madre no había ni siquiera podido elegir mi nombre, y que se había enterado de como yo me llamaba hace apenas unos días. 

—Yo no tenía nombre... lo eligió un chico del orfanato, para poder darme una identidad— expliqué nerviosa —Perdón por llamar a esta hora, seguro estás festejando fin de año, y yo no quiero molestar...—

—Mi festejo está completo ahora que puedo oír tu voz, conocerla— aseguró —No veo la hora de poder conocernos en persona, Cami—

—¿Van a venir a verme? ¿vos y Damián?—

—No, Cami, es lo que más queremos, pero tu papá tiene una enfermedad, y no puede abandonar su tratamiento, tuvo una recaída, y por lo que nos dijo el doctor, hasta fines de marzo no vamos a poder abandonar el hospital... a penas podamos salir de acá, nos vamos a tomar el primer vuelo hasta Argentina— 

—¿Están en el hospital ahora?— preguntó

—Si, organizaron una fiesta de fin de año en la sala del hospital, así que también estamos festejando, a nuestra manera, claro—

Prohibido enamorarse de élWhere stories live. Discover now