Capitulo veintinueve

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Camila

—Luisana, eras vos— dije nerviosa

—¡Hola, mi amor!— habló ella, acercándose a Benjamín —Me dijo Rafael que te despertaste, que lindo es poder verte, me tenías muy preocupada—

Sentí un fuerte dolor en mi pecho, no podía comprender como todo había sucedido tan rápido, la culpa me comía por dentro, habíamos arruinado todo. 

—Camila, hermanita ¿Nos dejas solos?— preguntó Benjamín

Cínico. Hipócrita. 

Quería lanzarme sobre el y golpearlo, romperle la otra pierna si era necesario ¿cómo había sido capaz de besarme? y aún peor ¿cómo era capaz de fingir que nada había pasado? ¡su novia casi nos descubre! ¡Luisana es mi mejor amiga!

No supe responder, sabía que iba a insultarlo, y mucho. 

—¿Qué te paso en el labio? te esta sangrando— dijo Luisana, confundida

Lleve mi mano hasta mi boca, Benjamín había sido tan bruto para alejarse que me había lastimado el labio inferior. 

—Me mordí, sin querer— mentí —Los dejo a solas—

Salí del lugar, con unas inmensas ganas de llorar, pero me prometí a mi misma no hacerlo, no valía la pena. 

Él no sentía nada por mí, aunque a mi ese beso me cambió todo el panorama. Admito que jamás deje de sentir algo por él, pero no podía dejar que ese sentimiento siga creciendo, yo no podía enamorarme de él, estaba completamente prohibido. 

Me dolió, mucho. 

Quería arrancar ese sentimiento de mi pecho, pero era imposible. Me volvía a sentir como ese día en las sombras, cuando lo vi junto a Luisana por primera vez, cuando rompió mi corazón. Yo siempre era la segunda, la que tenía que verlo ser feliz con otra. 

Jamás podría interferir en su relación, si alguien se entera de la verdad se que todos me odiarían, les mentí a todas las personas que me importan, y ahora todo eso está en juego. 

La culpa no me deja dormir tranquila, y se que ahora todo será aún peor.  No tengo con quien hablar, soy consiente de que estoy sola en esto.

Decidí volver al hogar, yo ya no tenía nada que hacer aquí.  Necesitaba aclarar mis pensamientos. 

Benjamín


—¿A qué se debe esa cara?— preguntó Luz, ella recién había llegado

Ya era de noche, todos se habían ido a la tarde, y me habían dejado completamente solo.

Bueno, en realidad no, estaba con Rafael, pero era peor que estar solo.

—¿Los chicos no van a venir?— Pregunté desilusionado

Estaba a minutos de cumplir años, y ninguno de mis amigos estaba a mi lado, todos se habían olvidado de mí. Era otro año, festejando solo. 

—No lo creo, ya es muy tarde— dijo Luz

—Mañana van a verse en el hogar, seguro te dan el alta— recordó Rafael

Como siempre, usaba ese estúpido disfraz que lo hacía parecer mayor, me molestaba que le mienta a Luz, ella si que era buena, y confía en las personas, no merece que la engañen

—Creí que iban a estar acá, es un día especial—

—¡Cierto! ¿era tu cumpleaños?— preguntó el hombre

Prohibido enamorarse de élWhere stories live. Discover now