Capitulo veintitrés

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Luisana:

Todos me hablaban al mismo tiempo, la pequeña habitación de hospital se volvió un loquero.

El doctor tuvo que intervenir, para hacerme unos estudios y hacer que los chicos se vayan de la habitación, pero yo insistí tanto que me dejo que se quede por lo menos uno conmigo.

—Solo uno, no puedo permitir más— dijo el medico.

—¿Quien se queda?— preguntó Luz, la mujer que vive en frente de mi casa, no recordaba mucho, pero sabía que fue ella la que me encontró y me trajo hasta acá, ella me hablaba en la ambulancia.

—Me encantaría quedarme, pero creo que Agustín necesita estar con ella— dijo mi novio

—¿Y si se quedan los hermanos?— pregunto la enfermera, de mala gana

—Yo no tengo hermanos— fruncí el ceño

—No, pero esta vez podemos hacer una excepción, y que se queden tres en lugar de uno— el doctor le guiñó un ojo a Agustín

—Yo creo que se tiene que quedar Camila, que es la mejor amiga— sonrió Titan 

—Podes quedarte vos— respondió ella —Ustedes dos son como hermanos casi, le va a hacer bien que te quedes—

—Entonces se quedan ellos tres, Titan, Agustín y Juanita— sentenció Felipe

—¿Y Juanita por qué?— pregunto Tiago

—En representación de las mujeres— hablo rápido María. Tenía la sospecha de que me ocultaban algo.

—Bueno, tendré que pedirle al resto que abandone la habitación— pidió el medico 

Antes de que se vayan, tomé la mano de Felipe, deteniendolo. Él me miró confundido.

—Gracias— susurré

Felipe había sido el único capaz de escucharme, de entenderme, a pesar de que yo no podía despertar. Se que él convenció a todos de que yo podía escucharlos. 

Él me guiñó un ojo, y se retiró. 

—Es muy lindo Feli ¿no?— me preguntó Juanita

—Si— respondí sin darme cuenta —Digo, lindo ejemplar de tarado es— 

—Te gusta— rió

—¡No! ¡Que asco!— chille —tenes mucha imaginación, Juanita—

—Que lindo es poder volver a hablar con vos— me abrazó —Nunca más nos dejes—

—Yo siempre supe que te ibas a despertar, Lu— se acercó Agustín

—Nos diste un susto enorme— agregó Cristian

—No se van a librar tan fácil de mí— sonreí —Nunca nunca nunca los voy a abandonar, ustedes son las personas que más quiero en el mundo, gracias por nunca perder la fe—

Los tres me abrazaron, al mismo tiempo. Fue entonces cuando cerré los ojos, y otro recuerdo llego a mi mente.

flashback:

Estaba sentada en un pasillo del hospital, no podía ver la cara de los demás, pero sabía que no estaba sola, estaba rodeada de gente. 

Luisana quedate quieta— ordenó mi papá, él lucía nervioso —Está por nacer tu hermanito

¿Papá va a ser nena o nene? le preguntó otro chico a mi lado, no pude ver su rostro. 

Aún no lo sabemoscontestó un hombre mayor, mi abuelo Yo siento que va a ser un nene, así podes jugar con él

Prohibido enamorarse de élWhere stories live. Discover now