Capítulo 18: La noche me confunde.

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Son las ocho de la tarde. Ha pasado el tiempo y Caballo de Espadas no ha hecho amago de moverse de su cama, ni siquiera para ponerse la ropa. Ha estado toda la noche llorando. ¿Por qué? Ni él mismo lo sabía. Oír lo que había oído le había dejado en estado de shock, lo suficientemente en shock para ponerse a pensar en que había recorrido desnudo el Castillo de Uvunu sin ninguna clase de pudor. Pero, ¿qué más da? Uvunu es una ciudad sin ley.

Caballo de Espadas: ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Qué he hecho para merecer esto?

No para de repetirse las mismas palabras. Ha entrado en bucle y no hay quien le saque de ahí. Entonces, alguien llama a su puerta. Toc toc toc.

Caballo de Espadas no hace ni caso, no estaba como para visitas, pero quien estuviera detrás de la puerta no parecía con ganas de desistir. Toc toc toc. La puerta sigue sonando. Y Caballo de Espadas sigue ignorando. Los toques se hacen más persistentes. Toc toc toc toc. Pero Caballo de Espadas seguía sumido en sus llantos.

Entonces, quien estuviera tras la puerta se da cuenta de que esta está abierta, así que entra.

Sota de Oros: Toc toc toc.

Caballo de Espadas sigue llorando y la presencia de Sota de Oros no puede hacer que pare, así que se le acerca.

Sota de Oros: Madre mía, menudo ghosting me estás haciendo, eh... Anímate un poco, hombre, hay muchos peces en el mar... Por cierto, ponte algo, te vas a resfriar.

Caballo de Espadas llora sin decir nada.

Sota de Oros le tapa con una manta que había en la habitación.

Sota de Oros: Así mejor, tapadito.

Caballo de Espadas: ...

Sota de Oros: Oye, ya se acerca la hora de cenar... Te recuerdo que esta noche hay cena y fiesta en la plaza del pueblo... Vendrás, ¿no?

Caballo de Espadas: No.

Sota de Oros: Ah, menos mal que ya hablar.

Caballo de Espadas: ...

Sota de Oros: Pues deberías venir, vamos a pasarlo bien.

Caballo de Espadas: No quiero. Pasadlo bien sin mí.

Sota de Oros: Que no, tío, ya verás, o sea, vamos, comemos, tomamos unas copas, charlamos, nos reímos, y nos lo pasamos bien. Te sientas con Caballo de Oros y conmigo y te olvidas de todo. Hablaremos de lo que quieres. ¿Qué es una fiesta sin ti?

Caballo de Espadas: Literalmente no has ido a ninguna fiesta conmigo.

Sota de Oros: Pero me imagino que será divertido, porque me lo paso muy bien contigo.

Caballo de Espadas se sonroja.

Sota de Oros: Y ahora dime, ¿estás así por lo que has escuchado en el baño?

Caballo de Espadas asiente.

Sota de Oros: Lo siento por haber espiado y por haberte animado hacerlo. La verdad es que, o sea, me siento, o sea, fatal... No sabía que te ibas a poner así... No me parecía tan fuerte... ¿Sabes? Después de que te fueras Caballo de Oros siguió escuchando un poco y me dijo que se oyó a Sota de Espadas decir que solo le estaba frotando la espalda...

Caballo de Espadas levanta la cabeza y se incorpora en la cama, su expresión cambia totalmente, sus lágrimas se han secado de manera automática.

Caballo de Espadas: ¿De verdad?

Sota de Oros: Eso me ha dicho.

Caballo de Espadas suspira.

Caballo de Espadas: Y... ¿crees que irá a la fiesta? ¿Qué me debería poner? ¿Cómo debería peinarme?

NAIPES: UNA HISTORIA DE FANTASÍA (O UNA FANTASÍA DE HISTORIA) #PGP2022Where stories live. Discover now