Capítulo 51: Contar la verdad para seguir viva.

52 11 176
                                    

Después de ver el cartel que indica el camino hacia la guarida "secreta" de la Sociedad de Cazarrecompensas, todo resulta mucho más fácil. Vamos, que después de ese cartel encuentran otro y otro hasta llegar a la puerta del lugar en cuestión.

Sota de Copas: Pues al final ha sido pan comido.

Sota de Oros: Pues sí.

Nadie se lo esperaba, pero encontrar la guarida secreta de una asociación clandestina que llevaba décadas operando de manera ilegal había sido demasiado sencillo. Se nota que lo que querían era que Sota de Espadas los encontrase, aunque, a decir verdad, aquellos carteles tenían pinta de estar puestos allí de forma permanente, como si de una atracción turística se tratase.

Caballo de Copas: No sé, a mí esto me parece muy raro.

Nadie dice nada. Sí, todo aquello parecía muy raro, pero había que entrar. Si querían salvar a Caballo de Espadas tenían que arriesgarse.

Sota de Copas: En fin, abramos la puerta...

Se prepara para lanzar un hechizo, pero entonces, Caballo de Copas se acerca y la abre con sus propias manos. Sin hacer ningún esfuerzo más allá que el de abrir el pomo.

Caballo de Copas: Ya está.

Sota de Copas: J*der, es que no nos piden ningún esfuerzo. Esto no es entretenido.

Sota de Espadas mira mal. Ella no quiere entretenimientos, quiere salvar a su primo, y tiene la sensación que la gente está allí para pasar el rato y tener algo que hacer por la tarde. Como una quedada de amigos. Refunfuña, pero no dice nada. Sota de Copas la mira. Entiende que esté frustrada por toda la situación que le está tocando vivir, así que se calla.

Al entrar se encuentran un largo pasillo levemente iluminado por varias antorchas. Siguen andando pensando que tras la puerta del final encontrarían a Caballo de Espadas. La tensión se palpa en el ambiente. Caminan sin decir una palabra. En esas situaciones sabían que no tenían que hablar por lo que pudiera pasar.

Cuando abren la puerta lo que se encuentran no es Caballo de Espadas rodeado de un grupo de cazarrecompensas sedientos de sangre. Se trata de un solo hombre con dos katanas, una en cada mano, y varios puñales repartidos en correas de cuero a lo largo de todo su cuerpo. Se trata de Sirocco, al que parece que su jefe ha dejado la importante misión de hacer criba en la entrada, como una primera fase para sus visitantes. La intención del CEO de la Sociedad de Cazarrecompensas era que Sirocco acabase con todos los visitantes menos con Sota de Espadas, a quien tenía que dejar con vida para que llegase a él y se intercambiase con Caballo de Espadas. Sirocco no tendría ningún problema para poder con todos ellos, porque era bien conocido por masacrar aldeas enteras. Masacrar a cinco personas no era nada.

Caballo de Copas: Menudo pedazo de daddy.

Sota de Copas: Así que tenemos que enfrentarnos a este señor, supongo...

Sirocco: Buenas tardes, mis queridos visitantes. Me presento, me llamo Sirocco, y estos van a ser vuestros últimos momentos de vida...

Caballo de Copas: Un momento, Sirocco...

Sota de Copas: Es el que masacró a la aldea de Caballo de Bastos.

Caballo de Copas: Que me masacre a mí, menudo papito.

Sirocco: No sé quién será ese tal Caballo de Bastos, pero dudo mucho que haya masacrado a su aldea y él haya vivido para contarlo, porque nunca dejo a nadie con vida. En cuanto al chavalín, no te preocupes, os voy a masacrar a todos.

Sota de Copas: Qué crecidito se lo tiene el tío, en fin.

Sota de Copas levanta su brazo para lanzar un potente hechizo contra el conocido cazarrecompensas, pero entonces, una barrera se interpone entre ella y Sirocco. Y entre ella y Caballo de Copas.

NAIPES: UNA HISTORIA DE FANTASÍA (O UNA FANTASÍA DE HISTORIA) #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora