Capítulo 36: Duchas, tabernas, cerveza y asesinos a sueldo.

47 11 97
                                    

Sota de Oros: Uffff, un descansito, porque llevamos un trote...

Caballo de Oros: Ya era hora, porque madre mía.

Caballo de Copas: Pero si no habéis hecho nada.

La batalla contra Antoñito el Puñales acababa de terminar y los ánimos no estaban para muchos trotes. Hacía tiempo que era de noche, quién sabe si el viernes había dejado de ser viernes para dar paso al sábado, porque la verdad es que se entretuvieron mucho entre matanzas de elfos varios y duelos medievales. No daban abasto desde que durmieron la noche anterior. Que si misa, que si pelea contra 100 mercenarios, que si secuestro élfico, que si cena élfica, que si masacre élfica, que si Antoñito el Puñales... Ese viernes había dado para mucho, y aún quedaba ducharse.

Caballo de Bastos: J*der, menudo coñazo, ya me estaba poniendo de mala h*stia con tanta m*erda. Que me tengo que dar una ducha, j*der.

Sota de Bastos: J*der, tío, te admiro un montón. Ya sabes, eso de ducharse a veces... Menuda fuerza de voluntad...

Caballo de Copas: Ya ni siquiera será viernes, así que se te habrá pasado tu momento de limpieza.

Caballo de Bastos: J*der, pues menuda p*tada, ahora una semana más sin ducharme.

Sota de Copas: A ver, Caballo de Oros, ¿tú qué dices? ¿Es viernes o no es viernes?

Caballo de Oros: Hhhmmmm... Yo diría que aún es viernes.

Caballo de Bastos: Pues rápido, vamos a la posada a ver si pillamos habitación con barreño. Antes de que sea sábado.

Caballo de Copas: Qué manía con ducharse justo en viernes...

Les cuesta poco encontrar la posada. El pueblo está vacío, es muy de noche y solamente hay dos locales abiertos: la taberna after-hour y la posada. Al entrar en la posada la recepcionista se despierta ante el barullo. Se estaba echando una siestecita en la recepción.

Recepcionista: Uy, clientes.

Caballo de Espadas: Buenas noches.

Recepcionista: Buenas noches.

Se fija en los nuevos visitantes y cae en la cuenta de algo.

Recepcionista: Una chica rubia. Antes ha venido por aquí un hombre preguntando por una chica rubia que supongo que serás tú.

Sota de Espadas: Ya le hemos saludado, no se preocupe.

Caballo de Copas: Jijjjijijiji el puñales... Patético...

Recepcionista: En fin, ¿qué quieren?

Caballo de Bastos: Nosotros queremos una habitación doble con barreño.

Deja un par de platos de plata sobre la mesa.

Caballo de Bastos: No tenemos dinero en efectivo, espero que acepte esto.

La mujer mira los platos y no le parecen nada mal. Se ven buenos. Los acepta sin rechistar. Probablemente costaran más de lo que cuesta la habitación.

Caballo de Espadas y Sota de Espadas también piden una habitación doble con barreño. Los de oros piden una para cada uno con barreño.

Caballo de Copas: Una habitación doble con barr...

Sota de Copas: No, Caballo de Copas, no podemos pagar el barreño... Aún no tenemos ingresos. Lo siento.

Caballo de Copas: Pero... Estoy sucio... Y asqueroso...

Sota de Copas: Lo siento, Caballo de Copas... Cuando ganemos algo de dinero te prometo que dormiremos en una habitación con barreño...

Caballo de Copas: Es que flipo. Peor que cuando vivía en la mendicidad. Paso.

NAIPES: UNA HISTORIA DE FANTASÍA (O UNA FANTASÍA DE HISTORIA) #PGP2022Where stories live. Discover now