Capítulo 17: No es una buena historia si no tiene su episodio de baños termales.

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El descansito fue corto. Los sirvientes del castillo llegaron a los enormes aposentos de los visitantes del Feudo de Uvunu. Y no iban solos, como ya dijo el Señor del castillo, sino que traían varios conjuntos de ropa para cada uno de ellos. Y no se trataba de cualquier baratija. Las telas y los diseños eran de absoluta calidad y detalle. Todos se quedaron impactados. No vieron las reacciones de sus compañeros de viaje, pero cada uno de ellos estaba convencido que el resto reaccionaría igual. Es cierto que muchos de ellos estaban acostumbrados a buenas ropas, pero no es normal que llegues a un sitio que no conoces de nada y te colmen de regalos y de los buenos.

Los sirvientes avisaron de que la comida estaba lista y ya podían bajar al gran salón, en la planta primera. Y que fueran bien vestidos, que en Uvunu se valoraba la etiqueta.

No tuvieron más remedio que ponerse, cada uno, uno de los conjuntos con los que les obsequiaron, a pesar de no haber podido darse una ducha ni nada por el estilo. Recordamos que estamos en una época en la que lo lógico es que las habitaciones de invitados no tengan ninguna zona de aseo, por mucho que se encuentren en un elegante castillo y por mucho que se encuentren en el Reino de Oros.

Oliendo a choto, se pusieron las ropas y salieron de sus habitaciones. Los primeros en salir fueron Caballo de Espadas y Sota de Copas, que se encontraron en el pasillo. Caballo de Espadas no le dedica ni un mísero saludo a Sota de Copas y voltea su cabeza de manera muy visible, sin disimular siquiera que la ha visto.

Sota de Copas: ¿No me vas a decir nada?

Caballo de Espadas, sin ni siquiera girarse hacia Sota de Copas: ¿Qué debería decir?

Sota de Copas: No sé, que me queda muy bien este maravilloso traje que me han regalado por la cara. Lo típico que se comenta.

Caballo de Espadas: No se me da bien mentir.

Sota de Copas: Ah, gracias. Por la sinceridad. Pues a ti te queda muy bien el tuyo.

Caballo de Espadas: ¿Me estás tirando la caña? ¿Estás banalizando con la masacre de miles de individues acuatiques? No me lo esperaba de ti. O, bueno, sí, sí me lo esperaba. Sabía que eras una persona insensible sin ninguna clase de aprecio por las otras especies de nuestra tierra.

Sota de Copas: Ah, anda, no sabía que te preocupaban estas cosas. No me lo esperaba de una persona de armas. No soléis pensar mucho.

Caballo de Espadas ignora completamente a Sota de Copas.

Sota de Copas: Y no te estaba tirando la caña. Se pueden hacer cumplidos sin tirar la caña.

Caballo de Espadas sigue ignorando completamente a Sota de Copas. Entonces, Sota de Espadas aparece por detrás. Llevaba un elegante vestido de color azul oscuro y bordados en negro. Caballo de Espadas se sonroja al verla.

Caballo de Espadas: S...Sota de Espadas... T...Te queda muy b...bien... U...uwu...

Sota de Copas: No le tires la caña.

Caballo de Espadas se sonroja más.

Caballo de Espadas: ¡N...no le estoy tirando la caña! S...solo digo lo que pienso...

Sota de Espadas: Gracias, Caballo de Espadas. A ti también te sienta bien la ropa nueva.

Caballo de Espadas: G...gracias...

Sota de Copas: Te queda genial, Sota de Espadas.

Y se acerca a Sota de Espadas para susurrar a su oído, con la intensidad suficiente para que Caballo de Espadas también lo oiga.

Sota de Copas: Pero me gustas más sin ello puesto...

Sota de Espadas se sonroja. Caballo de Espadas rabia, intentando que no se le note mucho.

NAIPES: UNA HISTORIA DE FANTASÍA (O UNA FANTASÍA DE HISTORIA) #PGP2022Where stories live. Discover now