Capítulo 33: Tensión sexual ¿resuelta? en la colonia élfica.

87 12 116
                                    

Después de salir de la celda, a Caballo de Espadas y Sota de Copas solo les queda asimilar la situación. ¿Alguien les había apresado mientras estaban perdidos por el bosque? Sí. ¿Un elfo había intentado devorar a Sota de Copas cuando creían que solo era un simple fetichista de pies? También. La cosa estaba seria, sí, pero todavía había cosas que tenían que descubrir.

Sota de Copas: Lo primero, tenemos que encontrar tu arma. Sin ella no vamos a ninguna parte.

Caballo de Espadas: Y a Sota de Espadas.

Sota de Copas: No sabemos si Sota de Espadas está aquí. Según tú, cuando nos perdimos por el bosque, no estábamos con ella. Probablemente ella esté en el bosque buscándonos, aunque no puedo poner la mano en el fuego. La cosa es que tenemos que encontrar tu arma.

Caballo de Espadas: Y a mi caballo.

Sota de Copas: No creo que lo tengan en el mismo sitio que tu arma. Pero también. Primero buscamos tu arma y después tu caballo. De momento, tendrás que utilizar mi cachiporra de imitación.

Caballo de Espadas: Algo es algo.

Y marchan por los oscuros pasillos de la mazmorra élfica. No se oye un alma. Mirando por las distintas celdas, se enteran de que nadie más está encerrado por allí. Tampoco está su arma guardada en ninguna. Unos pasos después, Sota de Copas se para. Está exhausta. Haber perdido anteriormente su poder mágico le había dejado para el arrastre y aún le quedaba mareo en el cuerpo. Caballo de Espadas se la queda mirando.

Caballo de Espadas: ¿Por qué no te das prisa? No está la situación para andar parándose.

Sota de Copas: No puedo hacer más. Todavía estoy mareada, ¿sabes? ¿Y no crees que estás siendo un poco desagradable?

Caballo de Espadas: No estoy siendo desagradable. Simplemente, trata de esforzarte un poco. Nuestra vida está en juego.

Sota de Copas: Eres realmente muy desagradable.

Caballo de Espadas: ¿Qué sabrás tú?

Sota de Copas: Menudo caballero...

Caballo de Espadas: Ah, que tienes ganas de discutir... Me lo esperaba de ti, no sé por qué me hago el sorprendido. Ya sé la clase de persona que eras. ¿Te estás mareando? Yo creo que lo haces todo para entorpecerme porque no me tragas. Y no quieres que me encuentre con Sota de Espadas...

Sota de Copas: Menuda historia más interesante te has montado en tu cabeza. Deberías probar eso de escribir libros, tienes talento para imaginar... Y el que tiene ganas de discutir eres tú, que eres el que ha empezado.

Caballo de Espadas: ¿Yo? Yo tengo ganas de salir aquí cuanto antes, pero con ese paso de tortuga que llevas es imposible.

Sota de Copas: Ya te he dicho que es lo que hay.

Caballo de Espadas refunfuña, pero no puede perder más tiempo, así que extiende su mano hacia Sota de Copas, entre regañadientes.

Sota de Copas: ¿Pero qué haces?

Caballo de Espadas: Es para que me des la mano.

Sota de Copas: ...

Caballo de Espadas: No podemos permitirnos ir tan lento. Si te vas a caer, coge mi mano, si no hay otro remedio.

Sota de Copas: Bueno, vale.

Y así, Sota de Copas toma de la mano a Caballo de Espadas, que se sonroja y vuelve a sonrojarse. Esa situación no le hacía ninguna gracia, ¿pero qué le podía hacer? Estaban en una angosta mazmorra y lo último que podían hacer era entretenerse. De la mano de Caballo de Espadas, Sota de Copas anda más rápido. Después de recorrer el largo pasillo, consiguen llegar hasta una escalera. Cuando llegan al final hay una puerta.

NAIPES: UNA HISTORIA DE FANTASÍA (O UNA FANTASÍA DE HISTORIA) #PGP2022Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang