Capítulo 26: La Sociedad de Cazarrecompensas.

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Después de una noche corta, todos reemprenden su viaje al norte en busca del Dragón Rojo. Caballo de Espadas tiene unas ojeras que le llegan hasta los tobillo. No había pegado ojo en toda la noche de pensar en el hecho de que había tenido más que palabras con Caballo de Bastos. Y no solo eso, había tenido más que palabras con Caballo de Bastos mientras se imaginaba que era Sota de Espadas.

"Soy definitivamente un depravado. No es como si no lo supiera de antes, al fin y al cabo estoy enamorado de mi prima. ¿Pero esto? Yo jamás había tenido esta clase de pensamientos. Me siento como una basura. Me siento sucio. Nunca más voy a poder mirarla a la cara", piensa mientras camina de modo dramático unos pasos por detrás del resto. A su lado está Sota de Oros.

Sota de Oros: ¿Qué te pasa? Te veo tristón.

Caballo de Espadas aprovecha que Sota de Espadas está bastante más adelante para desnudar su alma sin que le oiga.

Caballo de Espadas: Ayer... Yo... En el juego de la botella... Me besé con Caballo de Bastos...

Sota de Oros: ¿Y? Era solo un juego, o sea...

Caballo de Espadas: Ya... No es por eso... Es que mientras lo besaba pensaba que era Sota de Espadas... Tuve pensamientos impuros con Sota de Espadas... No me lo puedo perdonar. ¿Qué clase de persona soy? Tengo la mente sucia y degenerada.

Sota de Oros: A ver, a mí no me parece para tanto.

Caballo de Espadas: Pero... Sí es para tanto. Es mi prima.

Sota de Oros: Pero eso ya lo sabías. O sea, que era tu prima y que te gustaba. No es nada nuevo.

Caballo de Espadas: No es lo mismo. Nunca me la he imaginado así... Ya sabes... Haciendo esas cosas.

De la nada, aparece Caballo de Copas.

Caballo de Copas: ¿Qué cosas? ¿Qué cosas?

Tanto Caballo de Espadas como Sota de Oros se asustan.

Caballo de Espadas: ¿Pero tú qué haces aquí?

Caballo de Copas: Lo mismo que tú, buscar el Dragón Rojo y esas cosas. Bueno, dime, ¿qué cosas te imaginaste?

Caballo de Espadas: No tengo por qué contarte nada...

Caballo de Copas se le queda mirando. Sota de Oros también.

Caballo de Espadas: Pero, bueno, eso, me imaginé que me besaba con ella...

Caballo de Copas: ¿Y eso son pensamientos impuros para ti? Pfffffasjdjsjdjajsdjas. Un simple besito de nada. Por favor, mis pensamientos impuros implican cadenas y látigos.

Caballo de Oros, que está unos pasos por delante oye las palabras de Caballo de Copas y se acerca.

Caballo de Oros: Oye, baja un poco la voz...

Caballo de Copas: ¿Hola? ¿Por?

Caballo de Oros: No sé cómo será en el tuyo, pero en este país se llevan muy a rajatabla los códigos de la moral y las buenas costumbres. Como vayas aireando tan abiertamente tus movidas sexuales te puedes meter en un buen problema. Lo digo por tu bien.

Caballo de Copas: Ah, gracias, lo apuntaré en mi lista de cosas que no me importan nada.

Sota de Oros: No es ninguna tontería. Aquí según qué cosas hagas se puede considerar un crimen importante penado con torturas y, en el peor de los casos, la hoguera.

Caballo de Copas: Mmmmm, torturas, estoy en ello totalmente.

Caballo de Oros: SHHH pero te he dicho que te calles. De verdad, esto te puede suponer un problema.

NAIPES: UNA HISTORIA DE FANTASÍA (O UNA FANTASÍA DE HISTORIA) #PGP2022Where stories live. Discover now