Capítulo 2: Caminos que se cruzan, destinos que se unen.

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Caballo de Bastos y Sota de Bastos han llegado al sur del Reino de Espadas, las tierras donde se supone que se encuentra el Dragón Rojo. Se dieron mucha prisa, y es que el peso de la humillación que habían sufrido no era suficiente peso para frenar las ganas de conseguir la gloria, volverse a casa y darse un descansito, porque llevaban un trote...

Caballo de Bastos: Oye, estoy pensando...

Sota de Bastos: ¿El qué?

Caballo de Bastos: ¿Crees que las monedas nos las robaron?

Sota de Bastos: Claro, en el saco no están. Esta mañana volví a mirar por si acaso. No pesa, pero ya sabes, soy el p*to amo, y lo más probable es que mi fuerza cada día sea mayor y mayor y no me pesen, pero este no es el caso. Las monedas no están por ninguna parte. Tenemos que asumirlo. Nos han robado. Fuimos a ese pueblo a pasarlo bien y salimos escaldados. Y humillados. Esta humillación no se me olvidará tan fácil...

Caballo de Bastos: No, si lo digo porque, pensándolo fríamente... ¿No crees que nos gastásemos todas las monedas en la taberna? Ya sabes, cerveza tras cerveza...

Sota de Bastos: Ni de c*ña, nos han robado. Aunque estuviéramos borrachos, nosotros somos personas responsables, no nos gastamos el dinero tan a la ligera...

Caballo de Bastos: Si tú lo dices... Pensábamos fundírnoslo todo en una noche... Y vaya si lo hicimos.

Sota de Bastos: Cállate la p*ta boca, que no nos han robado, c*ño.

Caballo de Bastos: ...

Sota de Bastos: Cambiando de tema... El Dragón Rojo está por aquí, según tengo entendido.

Caballo de Bastos: Se supone que sí, pero hicimos el plan en caliente. No tenemos un mapa ni nada. Ahora que estamos aquí, ¿cómo vamos a encontrar el sitio exacto?

Sota de Bastos: Estás aguafiestas hoy, eh... Pues, claramente, preguntamos a la gente, como siempre se ha hecho.

Caballo de Bastos: Si tú lo dices...

Llegan a una aldea. Allí, se acercan a una señora entrada en años.

Sota de Bastos: Disculpe, ¿sabe usted cómo se va al Dragón Rojo?

Anciana: Pues mire, tiene que tirar por la salida del pueblo del este y, luego, por allí, seguir por el caminito de rocas negras todo recto, y luego, cuando llegas al pozo, girar a la derecha. Allí sigues andando dos minutos y te encuentras con un cruce de caminos. Pues allí tiras hacia la derecha. Y ya sigues diez minutos y te lo encuentras. Hay carteles indicando, pero por si acaso, os lo digo.

Sota de Bastos: Ah, muchas gracias, noble señora.

Anciana: Nada nada, si cada día vienen turistas por aquí buscándolo, chico, nos sabemos el camino ya de memoria.

Caballo de Bastos: ¡¡Muchas gracias!!

Y emprenden su camino.

Cuando llegan al pozo, avistan dos personas fuera del camino, a mediana distancia.

Sota de Bastos: Shhhhhhh. Mira.

Caballo de Bastos mira a los forasteros.

Sota de Bastos, en voz baja: Parece que buscan lo mismo que nosotros.

Se esconden detrás del pozo y los observan desde la lejanía a ver si consiguen sacar algo en claro.


Sota de Espadas: Llevamos ya tres días dando vueltas.

Caballo de Espadas: Pero en el mapa pone que es aquí.

Sota de Espadas: Sí, pero la X abarca una parte muy grande del mapa. Está por aquí, sí, ¿pero dónde? Me empiezo a hartar un poco.

NAIPES: UNA HISTORIA DE FANTASÍA (O UNA FANTASÍA DE HISTORIA) #PGP2022Where stories live. Discover now