Capítulo 42: La tortura.

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La cena transcurrió con normalidad. Al salir, toca ir a la posada más cercana a buscar un lecho en el que darse un descansito después de un trote (con fiebre del sábado noche incluida). Antes de llegar al hotel en cuestión, Caballo de Oros decide advertir al resto de una cosa importante según como lo mires.

Caballo de Oros: Gente, creo que tengo que advertir una cosa. Yo que vosotros tendría mucho cuidadito con eso de hacer magia en público, porque por aquí no está muy aceptado ese rollo y puede que os caiga una torturita, o sea.

Caballo de Copas: ¿Cómo? ¿Esto es una broma?

Caballo de Copas: No, no es una broma.

Sota de Copas: Hmmm... ¿Pero no se supone que el Reino de Oros es aliado del Reino de Copas? No tiene sentido que repudien la magia.

Caballo de Oros: Bueno, el Reino de Oros es aliado del Reino de Copas, pero hay algunos señores feudales que no están de acuerdo con eso ni con la magia en sí. Ahora mismo estamos en el feudo de Pulcra y el Señor de Pulcra no es muy amigo de la magia. Os lo digo para que tengáis cuidado.

Caballo de Copas: Ya lo que faltaba... Ni fornicar, ni hacer magia... Aquí te lo prohíben todo, paso.

Sota de Copas: En fin, pues a aguantarse y esas cosas. No me gustaría ver mi pellejo en una sala de torturas.

Caballo de Copas: A mí depende del contexto, la verdad, pero no me hace ninguna gracia que primero me prohíban fornicar y que luego me prohíban hacer magia. Estoy un poquito cansadito de este país.

Sota de Oros: Es lo que hay, chicos, nosotros solo avisamos...

Caballo de Copas: A callar, que me tenéis contento.

Y se da la vuelta y se dirige a la posada, donde se supone que le espera un mundo mejor. Un mundo en el que tendrá privacidad en una habitación para poder hacer magia o lo que se le viniera en gana.

La posada, por suerte, parece estar vacía. Al llegar allí toca solicitar habitación. Sota de Espadas se dirige a la posadera, pero antes de que pudiera articular palabra, Caballo de Espadas abre la boca para decir algo que, por la alarma de su voz, parece importante.

Caballo de Espadas: ¡Espera, Sota de Espadas! Creo que esta noche deberías pasarla junto a Sota de Copas.

Sota de Espadas se sorprende. Todos se sorprenden. Caballo de Espadas llevaba todo el viaje celoso e ingeniando cualquier clase de triquiñuelas para que Sota de Espadas no pasara la noche con Sota de Copas y ahora resulta que se lo propone directamente.

Sota de Espadas: ¿Eh?

Caballo de Espadas: Quiero decir que, normalmente te gustaba ir con ella. Ya estarás cansada de ir conmigo. Ya hemos visto que Sota de Copas es de fiar. Además, supongo que de vez en cuando te vendrá bien descansar de mi presencia, ya estarás cansada de dormir siempre conmigo.

Nadie se puede creer lo que está escuchando. ¿Qué es lo que esconde Caballo de Espadas? Sota de Copas lo mira con expresión melancólica, figurándose mas o menos lo que se le puede estar pasando por su cabeza sin necesidad de usar la telepatía (no estaba la cosa para ir haciendo hechizos tan a la ligera).

Sota de Espadas: Pero, Caballo de Espadas, ¿cómo puedes decir eso? No estoy cansada de ti...

Caballo de Espadas: Aun así supongo que tendrás ganas de pasar la noche con Sota de Copas, no tienes por qué estar atada a mí.

Sota de Espadas está preocupada. Primero se pasa el día sin dirigirle la palabra y ahora se pone a dar piruetas para no ir en la misma habitación de ella. "Probablemente se piense que soy una pervertida depravada a la que le gusta chupar pies... Y no le faltaría ninguna razón. Lo más seguro es que cuando Sota de Copas enseñó sus hermosos y apetecibles pies me lo notó... Normal que no quiera tener que ver conmigo. Y aun así intenta dar vueltas para no tener que hacerme daño...", piensa.

NAIPES: UNA HISTORIA DE FANTASÍA (O UNA FANTASÍA DE HISTORIA) #PGP2022Where stories live. Discover now