17.

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Aun estábamos plasmados viendo el horizonte, entretenidos con el nuevo.

—Entremos.

Todos concordaron conmigo, abrí la puerta mientras Dániels cargaba a Grace hasta hacerla entrar.

Grace no paro de hablar sobre lo informada que estaba y la gran conexión que tenía con la directora.

Era tan presumida.

—recuerdo la última vez que estuve en este lugar, lo que sucedió fue terrible, aun no lo olvido— con esas palabras Grace entro en pausa.

—Si, pero no es para tanto, al menos fue por un momento y no es como si un asesino quisiera matarte y te acosara cada rato— reí.

Era curioso, ambos asintieron y rieron conmigo sin saber que hablaba de mi vida.

***
Habían pasado las horas en las que hablábamos, la segunda sala ya estaba llena de palomitas en cada lugar, reíamos, me olvidé de el asesino, de mi madre, de la relación de Grace con Dániels, me olvidé de todo, solo quería estar en este lugar a esta hora sin pensar en nada.

—Porque crees que de inmediato lo terminé— hablaba Grace —quería que comiera las cosas despues de haber pasado por su boca, decía que eso era una demostración de amor, estaba loco.

Dániels me miro justo antes de que los tres nos uniéramos en una carcajada.

Las relaciones de Grace era tan extrañas.

—Bueno, creo que debo irme, papá está esperándome afuera.

Dániels se levantó para despedir a Grace y llevarla hasta el auto mientras esperaba en la puerta.

"Tiene una herida que debió ser para ti, estas contenta de no recibirla"

Ella, podía ser tan inoportuna en ocasiones.

—Ella, ya callate— Susurré para mí misma.

" ¿Porqué? ¿Te causa acaso algún remordimiento verla en esa silla puedes estar tranquila, no sabe que eres la culpable"

—¡Ya basta!

El grito llegó hasta la entrada donde aun se acomodaba Grace en el auto de su padre ayudada por Dániels que la cargaba sin esfuerzo.

Todo miraron instantáneamente, sin saber que hacer di media vuelta y subí a mi habitación.

El ruido de mis pies formó una melodía, estaba tan acostumbrada a vivir.

Era cierto mi corazón no paraba de estrujarse al verla reír ahí, sentada, y aunque no era por siempre mi mente no se detenía para creer que esa herida...

Cerré la puerta dejándome caer en ella, deslizando mi cuerpo hasta tocar el suelo frio y oscuro igual que este maldito pueblo.

Las lágrimas no se hicieron esperar dejándose caer en mi ropa, cubriendo mi rostro y todo lo que tenía por alma.

Odiaba llorar, no quería hacerlo, intentaba parar pero la Jhalia dentro de mi necesitaba olvidar todo, esa Jhalia creía sentir que cuando lloraba por debilidad se hacia fuerte.

Así consumida por el llanto mudo de mis ojos y sintiendo culpa y dolor... descancé.

***

Como pude logré hacer que mamá me dejara ir a la escuela, conce me ayudó con eso.

Estaba retrasada, ¿donde estaba Trein?

Faltaban aún algunos escalones cuando escuché un ruido en mi habitación, deje la mochila al final de las escaleras y corrí hacia el segundo piso.

Abismos Eternos © [ Parte 1 Y Parte 2]Where stories live. Discover now