Abismos Eternos © [ Parte 1 Y Parte 2]

8.

Abro mis ojos.

Estoy en una calle solitaria.

La lluvia cae intensamente, no se donde estoy. Mis manos están llenas de sangre por la herida en mi abdomen del lado izquierdo.

La calle sólo es iluminada por un farol de luz amarillenta, estoy justo debajo de él, la sangre se mezcla con el agua debajo de mi.

Estoy tirada en la acera.

Siento mis labios palpitar por el frío.

Mi espalda contra el poste de luz.

Siento mucho frío.

Mis manos sobre la herida haciendo presión por el dolor, a lo lejos, fuera del perímetro de lo claro alguien se acerca y tiene la navaja que introdujo en mi abdomen.

Mi vista está nublada.

Puedo ya ver una silueta reconocible es un hombre, aunque no diviso su rostro.

Debe tener una sonrisa en su cara, maldito.

Se acerca a mi con sus ojos llenos de esa expresión indescifrable a pasos lentos.

Por alguna razón mis sentimientos están congelados, quizás ya este muerta o apunto de morir en esta vida.

¿Pero porqué quieres matarme, extraño?

***

Nuevamente despierto con ese mal sueño en mi, parece que no es un sueño sino un recuerdo, son los de mi ultima vida, la más difícil de recordar.

Llevo mi mano a mi cuello en frustración, pero no siento miedo sino confusión.

¿Tan terrible morí?

¿Porqué quería matarme un "alguien"?

¿Qué le haría a ese hombre?

En algún lado también moría Henrry, ¿acaso esta misma figura habia acabado con él? morimos el mismo día o por lo menos eso me dijo Ella.

Solo pensar verlo muerto me causaba tristeza, me había tocado ver morir a muchas personas mientras yo vivia en los ETERNOS, pero esta vida era tan apegada a mi que no podía olvidar fácilmente ese amor tan grande que sentía por Henrry.

Aun no se abría todo el recuerdo, no estaba claro en mi mente, cuando intentaba pensar en la vida de Hera solo encontraba vacios, piezas que no encajaban en un gran rompecabezas sin edad ni tiempo.

Estaba tan confundida.

La semana habia pasado con tranquilidad y ya era viernes, estaba preparada para enfrentarlo.

El sol estaba asomando un poco su calidez, sería un dia sereno.

Camine hacia la ventana para lograr sentir el viento del bosque del pueblo, cuando la abrí sentí como lo tranquilo de la brisa me abrazaba empujando mi cabello hacia atras.

De el patio trasero veía como salia Dániels de mi pequeña habitación de locuras, la pequeña cabaña, era mi lugar de juegos, ahí siempre me reunía a jugar con Grace toda clase de cosas.

Siempre quise tener una casa en el arbol pero mamá decía que los arboles eran muy hermosos para arruinarlos con una y nunca la tuve, lo mas cercano a ella era ese sitio.

De pequeña decía que era mi propia mansión.

Parece que ahora era la del jardinero, ¿porqué no había dormido en el cuarto de los empleados?

Estaba aún con los jean y el torso descubierto, además de su cabello despeinado, de seguro ya se prepararía para ir al Instituto.

Se quedaba toda la tarde regando los arbustos limpiaba la piscina cortaba el césped y parece que tenia un proyecto de flores con mamá, algo así como un jardín.