16.

51 18 9
                                    

—No tengo idea.

Sus caras frente a mi describieron lástima.

—Estaremos en contacto con usted, cualquier cosa que quiera decirnos, algo de lo que se acuerde o que tenga información no dude en llamarnos.

Guardaron todo y los acompañé hasta la puerta donde no se despidieron, solo se fueron.

El instituto estaría cerrado hasta nueva orden, ya habían dos atentados en ese lugar donde dos personas habían sido asesinadas de manera terrorífica.

Todos estábamos muy nerviosos.

Mamá me había ordenado, no asistir al lugar aunque dieran el permiso.

Nadie podía creer que un homicida de tal calidad rondara un pueblo como este.

En la entrada de la casa apareció Dániels que entraba con prisa al lugar, caminó hacia la cabaña sin mirar el cristal y sin percatarse de que estaba ahí.

Lo seguí descalza.

el césped estaba mojado, se sentía frio y perfecto, cuando llegué al patio trasero Dániels salía de la cabaña.

Camino hacia la piscina y saltó a ella lanzando agua a todos lados, se sumergió hasta lo mas profundo.

Cuando logre ver su rostro fuera del agua le hablé.

—¿Como esta Grace?

Quitó el agua de su cara y tocó su cabello.

—Esta mejor, tiene orden para salir hoy mismo del hospital, la herida esta vendada, pero no podrá caminar.

—¿Cómo... qué...?

—Usará una silla de ruedas hasta que la herida sane— me interrumpió.

Aaah, Asentí.

Se sumergió nuevamente en el agua nadando de un extremo a otro, lo hacia muy bien.

—¿Que crees que quiera él?

Dije hablando del asesino.

Nuevamente salió a la superficie y respiro profundo.

—¿Que decías? No... No logré escucharte.

Porque debía preguntarle, ¿Que podría responderme él?

—Que ¿A que hora sale Grace?

—Eeh, ya debe estar saliendo, vine a tomar una ducha, regresaré al hospital ahora.

Salio de la piscina, se acerco a mi mientras secaba su torso con una toalla y su cabello mojado.

—Debo irme— Dijo.

—Adelante, dile que estaré en su casa en unas horas.

Hicimos silencio por un momento, nos mirabamos el uno al otro, él solo estaba ahí de pie frente a mi mirándome.

Rompió su quietud para acercar su cara a la mía e intentar besarme otra vez.

Di dos pasos atrás y marqué la distancia entre nosotros.

Abismos Eternos © [ Parte 1 Y Parte 2]Where stories live. Discover now