7. Es un Secreto.

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Tantos camarógrafos y fotos me habían bloqueado la mente, ibamos a casa de Aaron para evitar que los camarógrafos supieran donde vivía. Venían tras nosotros unos tres autos llenos de reporteros, era obvio que saldría en las noticias, al menos una vida en la que estuviera en tv no me haría daño.

Aaron se veía tan relajado y acostumbrado a esto, era natural para el.

Una llamada a su teléfono sonó mientras nos acercábamos asu casa, él contestó de inmediato dejando el altavoz acomodándolo detrás del volante

—Si dime, Edwart— dijo, al parecer hablaba con su primo.

—¿Donde demonios estás? Ya apareciste otra vez en las noticias y esta vez estás con la tipa esa del otro día.

¡¡TIPA!! Que estupido era llamándome así. Sin controlarlo abrí mi boca de asombro y molestia y Aaron lo notó.

—Ehh si, vamos para allá avisale al portero que habrá de inmediato, ella viene conmigo— dijo Aaron sonriéndome, yo hice lo mismo.

—¡Y porque tienes que traerla hasta acá, porqué no la llevas a su casa o le pagas un maldito taxi para que la trasporte!— dijo el ahora idiota primo de Aaron.

Era tan arrogante parecía que sorbía algo, estaba como tomando o algo parecido. Era obvia la tensión que sentía por su primo, estaban en discordia después de todo, pero... ¿porqué meterse conmigo?

—Ella viene conmigo Edwart, no es tu problema.

Bien dicho, me encantó la forma en que lo dijo, la manera en que desbancó sus argumentos, se notaba que Aaron tenía más dinero que su primo que apenas y era taxista para lograr compensar su pobreza, seguramente estaba de arrimado en la casa...

—Recuerda que la mansión es de ambos y yo también decido quien entra y quien no— bueno... Arrimado no era.

Pero... ¡¡Desgraciado!!

Me las pagaría.

—Edwart deja las estupideces y habla al portero que nos deje pasar ya estamos cerca.

Aaron cuelga la llamada y no dice una palabra, esta incomodo por haberla dejado en altavoz pero ya que... Se escuchó lo patán que es su primo. Me ofendió desde el minuto uno.

Cuando nos acercamos a la mansión el portero abrio de inmediato no dejando entrar a los demas autos, ellos salieron y tomaron algunas fotos y se fueron.

Nos movimos a través de algunos lugares, era un territorio con canchas y piscinas; todo un conjunto cerrado para ellos solos. Luego, se dejaba ver la casa de los Freend, un poco modesta, pequeño en comparación con la casa de Jhalia y enorme en comparación con la de Hera.

—Que lindo lugar— dije para que pensara que estaba siendo amable.

—¿Y eso que no has visto la casa?

¿Que? ¿Que esa no era su casa? Mientras pensaba a que se referia el auto pasó de largo dejando atras la otra estructura, rodeándola mostrando detras la que al parecer si era su casa, una mansión enorme, esta si parecía la de los Philip, era blanca, todo de blanco en todos lados, todo un palacio para muchas personas aunque solo vivieran 2.

No habia olvidado lo que había hecho ese chico taxista y sus comentarios para que Aaron se deshiciera de mi.

El auto simplemente paró en cualquier parte y nos bajamos, el podía aparcar en cualquier parte era su terreno, bueno... De él y de su primo había quedado claro en su llamada.

Esta vez abrí la puerta primero para que no pensara en bajarse a abrirme. Me hizo un ademán para que me moviera hacia la mansión y de inmediato le seguí.

Abismos Eternos © [ Parte 1 Y Parte 2]Where stories live. Discover now