Juntos, hasta el Final de los Tiempos (Jaidefinichon GOTH)

VII Navidad Inusual

24 de Diciembre, 11:30 pm

La Navidad llegaría dentro de poco y, a pesar de que sería muy distinta a lo que acosumbraban, todos los sobrevivientes se encontraban reunidos afuera del comedor, donde habían varias sillas y mantas en el suelo para que estuviesen cómodos; los niños jugando o cantando, los adultos conversando felizmente y los más abuelitos observaban alegres o también conversaban. Lo más importante es que todos estaban dispuestos a celebrar y disfrutar un rato junto a sus compañeros.

En el centro del lugar había un montó de leña, una fogata que a las 12 encenderían para que fuese una celebración especial. Dentro del comedor habían dos mesas con algo de comida, no era una típica cena, con pavo, y en la que luego los niños iría a abrir sus regalos; pero por lo menos tendrían como festejar la Navidad.

Alfonso se encontraba dentro del comedor, ordenando las últimas cosas para que todos pasaran una buena noche. Iván se encontraba con él, pero no ayudando, sino mirando hacia afuera donde la gente se encontraba reunida.

-¿Subió?- preguntó el hombre mayor- ¿Está ahí?

-Sí, desde aquí lo veo- dijo el pelinegro, mientras observaba a Nicolás conversar alegremente con Edgar y Manuel, mientras Oscar y Alexander reían al ver a Tiabes corriendo y jugando con los niños más pequeños.

-¿Navarro está con él?

-Uum...- observó todo el lugar, hasta que dio con Jaime saliendo de los búnkers a paso lento, aparentemente caminando hacia sus amigos- sí, recién salió de los búnkers y va a donde los cabros.

-Anda con el Nico- dijo Alfonso seriamente.

-¿Ahora?- Iván no sonaba convencido- ¿No podemos dejarlos tener una Navidad tranquila?- lo miró desafiante.

-Sabes bien que no nos podemos arriesgar, hay que mantenerlos separados, así que haz lo que te dije y anda con el Nico, o no se, pero manténlo distanciado de Jaime- Iván lo miró con desaprobación- sé que te gusta, así que no te hagas de rogar.

Al de bigote no le daba vergüenza admitir y demostrar los que hace tanto sentía por Nicolás, desde que se conocían en Santiago que el mayor le atraía su extrovertida, siempre animada e inusual personalidad, pero en ese tiempo lo veía como una posibilidad tan lejana que simplemente se había dado por vencido.

Pero ahora era diferente, con Nicolás y Jaime peleados, además de lo que había sucedido con Holyfencio en la mañana, una gran oportunidad se le había abierto, y no pensaba desperdiciarla.

Salió del comedor y caminó hacia Nicolás, con la intención de llegar un poco antes para que Jaime lo notara.

-Hola po'- Dijo Edgar, alegre.

-Wena cabros- respondió sonriente.

-Wena Iván- sonrió Manuel.

-Hola- Nicolás habló secamente sin mirarlo, además.

El de bigote comenzó a hablar, pero sólo Edgar y Manuel le seguían la conversación. Nicolás miraba a quien se encontraba a unos metros de ellos, a quien Iván le daba la espalda.

Se miraban a los ojos, el moreno practicamente llamándolo con la mirada, pero Jaime no sabía si acercarse. Están con el Iván ¿Pa' que voy a ir?, un pensamiento extraño si conocemos la indiferente actitud del rojo, pero finalmente, decidido, avanzó hacia su grupo de amigos.

Iván había estado observando por el rabillo del ojo toda la escena, viendo como ninguno quitaba la mirada del otro, por lo que en el momento que Jaime se acercaba a ellos y Nicolás sonreía por la cercanía del barbón, le rodeó los hombros con el brazo y lo apegó hacia él. El moreno dio un respingo y lo miró sonrojado, mientras que el barbón, con la sangre hirviendo, se detuvo de golpe.