25- Enfrentamiento cara a cara

597 47 33
                                    


El día de ayer le grité a Sylvie.



Los ojos me pesan, no he podido dormir en toda la noche. Pero ahora mismo no es motivo de queja, no tengo tiempo de andar lamentándome. 

Dentro de la cama verifico nuevamente la hora; Son las 3:50AM. Momento de levantarme.

Con mucho cuidado comienzo a destaparme para salir lentamente de debajo de mis sábanas. Mi compañera se encuentra durmiendo en otra cama a un metro de distancia de mí. 

Por nada en el mundo debo despertarla. 

¿Que excusa le pondría si me viese irme de la casa a este horario? Y por muy creíble que fuera esta, ella simplemente no se quedaría tranquila estando sola. 

Están las cosas mal ente nosotros. Lo sé. Y es por culpa mía.

Una vez consigo levantarme, comienzo a mirar en su dirección. Afortunadamente ella pareciera no estar despierta. Por lo que luego de tomar mi ropa, bajo lentamente las escaleras y ya en la planta baja; reemplazo mi pijama por camisa y pantalón.

El día de hoy; viernes, debo encontrarme con Ferrum. Exactamente a las 5:00AM cerca de la entrada del pueblo.

Mi casa está a unos 15 minutos de este. Y si tengo en cuenta lo que me llevaría atravesarlo, serían otros 30 minutos a pie, yendo por la principal a paso rápido. Sumando todo, sería un total de 45 minutos desde mi casa hasta allí.  Por lo que decidí salir temprano para llegar con un pequeño tiempo de sobra.

Pongo un pie fuera de casa luego de cerrar la puerta. El aire está algo fresco en la madrugada, este mismo me acompaña con cada paso que doy.

Estoy sumamente agotado, vengo durmiendo mal desde hace ya unos días y ayer simplemente no pude pegar un ojo en toda la noche.


Y claro... ¿Cómo iba a hacerlo?


La culpa me destruyó segundo a segundo.

No fue intencional lo que pasó, pero igualmente acabé dirigiéndome a ella como un animal. Yo estaba alterado por motivos de los que Sylvie no tiene la culpa. 

Un matón estuvo a punto de ir hasta nuestra casa, justamente buscándome a mí, o a mi compañera; quien se encontraba sola. 

Verla parada allí, en la puerta, sabiendo que lo peor pudo haber sucedido. Hizo explotar en mí un rejunte de emociones.

Suelo ser algo prepotente, cuando ella enfermó tampoco la pasé bien, e incluso me comporté de mala manera con Isabell.

¿Pero Sylvie? ¿Gritarle así? Por mucho que no haya sido mi intención, únicamente puedo describirme como un gran idiota. Honestamente, ahora mismo siento que no he hecho una sola cosa bien desde que llegó a mi lado. 

En verdad... ¿Gritarle así...?

Un llanto reprimio acompaña mi viaje hasta el pueblo.



Lo siento Sylvie, en verdad. 
Lo siento por todo, solo quiero que estas personas te dejen en paz.



...

Teaching Feeling Manual para sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora