35 - Café/Restaurant

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Mi día comienza de una poco habitual manera. 




Doy un gran bostezo para luego abrir los ojos, entonces procedo a sentarme con pereza, manteniendo la frazada que se envuelve sobre mí. Estos días comenzó a hacer algo más de frío. 

Vaya momento oportuno, justo cuando debo dormir en el sofá.

Al aclarar mi vista y mente, me concentro en el Amo quien duerme de forma tranquila sobre la cama. Estoy a poca distancia de él y sin embargo siento un gran vacío al verlo allí. 

Acostumbro a dormir hecha "bolita" cuando el clima está fresco, posible herencia de mi pasado durmiendo en el suelo. Sinceramente, extraño despertar de esa forma entre los brazos del Doctor, envuelta en su olor y el calor de su pecho.

Van tan solo dos días desde que comenzó su extraña condición. Pero para mí, ya se siente como una eternidad.

Con gran lentitud y a paso lento finalmente salgo de mi refugio. Al momento de dejar caer la frazada corro con algo de prisa hacia el armario para cambiar mi ropa con velocidad. Nunca fui una amante del invierno, tampoco me gusta el calor en exceso, las temperaturas bruscas suelen producirme un leve dolor o también sensaciones molestas en mis cicatrices. Supongo que mi estación favorita siempre será la primavera.

Pese a que el Doctor duerme decido salir de la habitación para cambiarme, si se despertase con el estado que él tiene, se formaría un muy extraño escenario... bueno, sinceramente, aunque se encontrase bien; por algún motivo me apeno al tener que vestirme en frente suyo...

Algo más preparada para combatir el frío vuelvo a acercarme a la habitación, resulta que me olvidé de lo más importante de la mañana:

-Buen día, Amo.-Doy un suave beso en su frente antes de dirigirme al piso de abajo.

Hoy me desperté antes que de costumbre; es mi primer día de trabajo.

La habitación se ve con un tono azul debido a la estación en la que estamos. Y a diferencia de antes, parece que le gané en tiempo a Isabell. Por lo que hoy podré esperarla yo con el desayuno.

La ayuda que ella brinda alrededor de la casa es sumamente útil. Uno se esperaría de tener que encargarse de alguien mayor, pero con la señorita Isabell es todo lo contrario; ella ayer se encargó de prácticamente todas las tareas de la casa mientras yo no estaba.

Mientras preparo el desayuno, comienzo a mirar el reloj. Estoy a buen tiempo para tomar un café caliente antes de partir hacía lo de Nephy.

"¿Por qué tomas café?"

Pasa por mi mente al tomar un frasco de cristal con granos de este. Aquel repentino recuerdo de mi conversación con Isabell me deja paralizada, mientras mantengo mi vista centrada en dicho frasco que tomé.

Realmente comenzó a gustarme de la nada... El Amo se veía feliz al tomar una taza ¿Puede que haya querido estar feliz como él? ¿O de alguna forma imitarlo?

Noto como hasta hace un momento estaba haciendo casi todos mis movimientos de forma rutinaria y sin embargo, ahora que estoy pensando; Siento como soy yo quien está atenta a cada movimiento de mi cuerpo.

Hasta que bajé, prácticamente acomodé todo con mi mente en blanco y pensándolo un poco mejor, creo que desde que llegué aquí o incluso antes, siempre me moví acorde a las cosas que aprendí. Pero... ¿Por qué ahora es tan distinto?

Teaching Feeling Manual para sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora