56- Histeria

231 16 25
                                    

Hoy es un día en el cual no soporto mi propio humor.


Por la mañana me levanté de mala gana e igualmente tuve que obligarme a hacer las tareas del hogar.

El desayuno qué preparé fue bastante mediocre, lo que también me hizo enojarme conmigo misma.

El Amo dijo que lo disfrutó, al igual que los demás días. Pero él siempre dice eso e incluso aunque no me mienta, siento que esta vez lo mencionó sólo por compromiso. Acabó de comer todo con tal prisa, que apenas si tuvimos tiempo de saludarnos en la mañana...

Él últimamente estuvo trabajando mucho. Vino sumamente motivado de su viaje, como si hubiese sido un empujón de inspiración en su amada carrera. Se propuso analizar a toda la gente de mediana y avanzada edad respecto a cómo llevan el invierno. Teme que el virus del pueblo vecino haya podido llegar pese a que están aislados en una cuarentena. Con el avance de los días pareciera no ser el caso, pero aún así prefiere velar por la seguridad de todos.

Pese a mi insistencia no lo he estado acompañando como enfermera, son análisis rutinarios y densos según él. Por lo que prefiere no sobrecargarme. Creo que ha estado dándome cuidado extra desde que le conté lo sucedido en el bosque.

No me gusta quejarme... E incluso aunque lo hiciese... No tendría un motivo justo para hacerlo, quiero decir; siempre está todo en orden, igual que todos los demás días.
Tengo un acogedor techo sobre mi cabeza, un plato de comida caliente cuatro veces al día, unos libros nuevos que él trajo para mí... El Amo está bien, siempre feliz, motivado, con su brillo tan asombroso y característico que tiene... Es sólo...

Bueno, desde que él llegó... No me dio toda la atención que necesito... O... al menos... "Ese" tipo de atención que quiero...

...


El Doctor se encuentra sentado a la mesa, justo la tarde siguiente al día de su regreso.

-Sé que sólo pasó un día, pero acabo de terminar esta lista de pacientes.-sacude victorioso un manojo de papeles.- Es un itinerario algo ajetreado, pero podré con él.-Sonríe con su vista al frente.

Me giro desde la mesada, terminando de lavar algunas verduras, para poder apreciar su espalda erguida, sobresaliendo de una de las sillas.

Siento mis mejillas sonrojarse: verlo sentado siempre tan apuesto, con su impecable camisa. Resolviendo sus problemas inspirado como un hombre...

Abandono mi lugar para molestarlo un momento.

-Hmmm usted siempre trabajando tanto...-Suspiro coqueta abrazándolo desde la espalda.- Me encanta eso...-

Los hombros del Amo se sienten firmes al rodearlos con mis brazos y estos emanan un calor que me hace querer no despegarme de su cuello. Tantos días alejada de él... Realmente extrañaba poder tenerlo un momento para mí.

Mi respiración parece llamarle la atención, mi gesto se percibe claramente más íntimo que de costumbre.

-¿Pasa algo?-Voltea a mí con curiosidad. Cómo buscando corroborar si su pensamiento fue acertado.

-¿Qué le parece si cenamos un poco más tarde?-Hablo en su oreja sin dar rodeos.

Una sonrisa acorde se muestra sobre su rostro en ese instante.

-Oh, quieres comenzar con el postre...-Murmura acercando sus labios a mí. Entonces lo recibo suavemente en lo que compartimos un beso con calidez.- Extrañaba esto...-pone mis pelos en punta con su voz gruesa.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 12 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Teaching Feeling Manual para sonreírWhere stories live. Discover now