𝟒𝟒 | 𝐈𝐍𝐓𝐀𝐂𝐓𝐎 𝐏𝐭. 𝟑

14.1K 1.7K 2.8K
                                    


inesperado ; tercera parte


Una vez que termino de subir las escaleras, espero a que Nanaba coloque la clave de su apartamento. Desde dentro, se escucha una risa escandalosa y el sonido de algún video. Cuando miro a Nanaba, ella solo suspira negando con la cabeza y riéndose entre dientes. La rubia abre la puerta, la risa se escucha mejor. Nana señala una habitación con los ojos y luego hace una mueca por lo bajo.

—Espera aquí —dice antes de irse por un pequeño pasillo, sin antes dejar lo comprado en la mesa del comedor.

Yo hago lo mismo y también quito las bolsas para dejar solo el producto. Le he contado lo que Levi me había dicho durante el recorrido a su casa. Habíamos tomado una ruta alterna donde habían puros callejones, casas recién pintadas y las veredas estaban completamente vacías a lo que Nanaba decía cosas como "A esta hora, los vecindarios están silenciosos porque todos están encerrados y comiendo por algún lugar." Luego pasamos por otro pequeño restaurante de comida china, donde pidió arroz frito con carne dulce para su compañera de cuarto. Regresando al tema, ella se mostró un poco pensativa tras contarle lo de Levi y luego estuvo alegando que necesita—y yo también—, meditarlo.

Yo, por otra parte, me hago una idea. Ciertamente, aunque Nanaba se muestra completamente gentil y muy comprensiva a mi lado, seguía sintiéndome un poco, y solo un poco, insegura. Tampoco es que siempre haya dudado de todo, solo que, siento que ahora es un poco más difícil el que yo confíe a la primera. Pero la rubia a sido parte de mi apoyo y soporte. Me quedo algo pensativa mientras observo la comida humeante. Una vez que destapo el recipiente reciclable para luego poder pasarlo a otro y así poder compartir; una chica alta, casi tan alta como Nanaba, sale por el pasillo, casi sin notarse sorprendida de que yo esté allí.

— Justo tenía hambre después de haber limpiado esta polvareda de apartamento.—exclama acercándose a mí, asustándome un poco con su reacción. Cabe decir que la palabra "polvareda" lo mencionó mucho más fuerte mientras miraba el pasillo por donde ella vino y del que ahora sale Nanaba—. Hola, ¿Qué tal? —dice después de apoyar medio cuerpo a la mesa y poder "picar" algo de comida con los dedos. Por el tono de voz al decir lo último, pensé que me estaba coqueteando.

Sentí cosquillas en las orejas.

—Santa mierda —murmura por lo bajo— ¿No dije mi nombre, verdad? Bueno, soy Ymir, un gusto.

Lo primero en que me fijé es que tiene un montón de pecas en todo el rostro, más aún en las mejillas, lo que me parece demasiado lindo. Lleva puesto un suéter de lana de diversos colores a punto de mezclarse en un remolino psicodélico y portaba un pantalón de tela, parecido a un pijama. Le digo mi nombre, acercándome un poco a ella, quien tiene una sonrisa en la cara.

—¡Ah! Lo comencé a sospechar cuando Nanaba lo mencionó cuando llegué —dice y deja de apoyarse en la mesa para meterse a la cocina, que está a cuatro pasitos, mientras sigue hablando—. Pero verás, tenía demasiado sueño así que...

Vuelve con exactamente dos platos y sobre estos, unas tenazas, y tenedores. La miro un poco extrañada.

—Estos dos son para ti y Nanaba, yo comeré directo del envase.

—¿Segura?—pregunto, a veces hago eso también, comer directo del envase, olla, sartén.

—No quiero lavar el plato que sea mío.

Me río y tomo los platos. Ella se recoge el cabello con un gancho. Hago espacio en la mesa, pues hay cuatro sillas. Nanaba se acerca a nosotras poco después con el rostro lavado. Ymir se ríe al vernos los rostros cansados, preguntándonos qué nos pasó, con cierta pizca de burla.

𝐘𝐎𝐔'𝐑𝐄 𝐒𝐎 𝐂𝐎𝐎𝐋  | Levi AckermanOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz