5

2.1K 140 14
                                    

Cuatro a.m y yo aún despierta. Puedo culpar a mis pensamientos o mejor a mis emociones o un poco a ambas. Lo único que quiero hacer es disculparme.

Di vueltas en la cama como si me estuvieran friendo. Gemma dormía profundo como momia y Hanna supongo que también aunque no la escuchaba roncar o respirar profundo. En cuanto a Peter dormía en un colchón junto a la cama.

Finalmente me quedé mirando hacia el techo. Admiraba las estrellas fosforescentes que Hanna colocó allí. Y pensé ¿Por qué debía darle tanta importancia a todo lo que ella hace? ¿Por qué mi cabeza se crea tanto drama cuando de ella se trata? Si tuviera la oportunidad de controlar mis sentimientos...

Es que no lo puedo evitar. Es diferente a cada chica. Y siempre he dicho que todas las mujeres son tiernas y delicadas , no importa cómo se comporten siempre tendrán esa parte fina que ningún hombre puede tener. En cambio... Hanna era diferente, es decir. Es diferente. Me hace pensar que no es un ser humano. Que quizás la esculpieron los dioses o algo así.

Es verdad. Hay algo en ella... Sus ojos soñadores, la manera en que mueve sus labios cuando piensa, mis ojos siempre los observan. Sus cejas definidas, es probable que ella las mantiene, y esa risa de bebé. Me quiero morir.

Bueno no literalmente.

-¿Sigues despierta? - la voz de Hanna sonó en susurro.

Mi voz tembló un poco -Ah, si - me giré a mirarla. Cabe decir que estoy en el medio.

- Lo siento ¿No te dejo dormir?

-No importa yo también estoy inquieta.

-Pero si no te has movido en ningún momento.

-Es un decir, Mar... - Me sondea los ojos y a continuación una sonrisa.

Esa poderosa sonrisa que pensé no volver a ver hasta el lunes en la escuela.

- Lamento haberte hablado así - solté aire que guardaba en mi pecho.

-¿Crees que fuiste ruda? - soltó con humor.
-Cualquiera se pondría así. Soy muy pesada, supongo que te trae loca ¿Verdad?

Sí. Exactamente así me traes. Y el hecho terrible de esta situación es que no sabes que eres tú. Oh Dios, qué tragedia, no podré seguir adelante, ya no tengo fuerzas para seguir en este mundo de agonía...de dolor ... ¿Este es el sentido de la vida? ¿Sufrir? Me reí. Me reí fuerte por mis pensamientos tan exagerados. A mi mente maquiavélica le gustaba hacer comentarios estúpidos. Me mantiene cuerda.

Sus dientes se ven en la oscuridad, se abre en una sonrisa - ¿Qué es lo gracioso?

- Nada, nada. Solo mi cabeza y yo. - sondea los ojos otra vez. De la misma forma que hace segundos. Y me gustó. Me gustó ver eso de nuevo. Le pediría incluso, que lo hiciera otra vez.

- En fin. No debí contestar así tampoco así que lo siento.

— Buenas noches, rarita.

Cerró los ojos.

(. . .)

Domingo por la mañana fui despertada por un bocinazo frente a mi casa. Estaba segura que era un tractor o un camión de esos que salen en Transformers pero no, era solo el camión de mudanza de mi hermano. Pues al parecer es definitivo. Se muda con su novia a algún departamento en la ciudad, lo que significa, habitación grande para mí

Aun que no estaba del todo feliz, si me hubieran dejado dormir tan sólo un poco más tal vez estaría completa.

- Levantate, Mariana. Ayuda a tu hermano a bajar las cosas. -dijo mi madre. Golpeando la puerta, prendiendo la luz y dejándola abierta. Qué hermoso es vivir en familia.

Como todos dicen, me levanté a puras penas y fui a lavarme la atrocidad que tengo por cara, es broma, soy hermosa, pero no con pedazos de queso entre los ojos.

Derek -¡Qué linda mañana! ¿Verdad, hermanita? -Pasaba por mi lado con algunas cajas.

-Aja...-abrí la heladera y tomé un pedazo de pastel de chocolate. Lo llevé a mi boca sin remordimientos.

Cuando salí afuera me golpeó la realidad. Wow, en verdad se iba. Y no me pondré melancólica pero si me choca un poquito el coso llamado corazón.

-¡Hanna! No te olvides de sacar la basura!

Si mamá, deja de gritar ! Por Dios...

-¿Cómo me hablaste? ¡Cuida ese tono! ¡Kara Hanna Lara!

Ella voltea mirando hacia la puerta donde provenían los gritos. - ¿¡Tenías que decir mi nombre completo!?

Sonreí.

Yo te digo como se me de la regalada gana! Tu eres mi hija, no al revés!

-¡Ya mamá!

Todos los días era lo mismo. Hanna y su madre a los gritos. Si hay una cosa que este vecindario conoce bien, es a ellas dos. Yo soy una fan número uno, por cierto. Amo esa personalidad histérica de Hanna. Me pregunto lo linda que se vería enojada conmigo y gritándome.

Derek -Estoy apunto de irme ¿y aún así ella sigue robando toda mi atención? Eso no es justo, hermanita. - giré con mis ojos fulminantes.

-Callate, tonto! -grite susurré.

Puse la última caja nivelada a el peso que soportaba sobre la parte de atrás de la camioneta. Me giré y sacudí mis manos. Hanna estaba sacando la basura esta vez. La soltó molesta contra el tacho. Sus mejillas estaban rojas y su pelo un poco desordenado. Llevaba chanclas y un short chiquito debajo de una polera arrugada y gigante. Se veía condenadamente adorable. Ahora sí, mi mañana está completa.

No la había visto desde el viernes de pijamada y karaoke. Verla un día nostálgico como hoy me cargaba las pilas para estar de buen humor.

Y bueno. Mi segundo hermano mayor también se fue de la casa. La mudanza terminó. Mamá llorando y llenando de mocos la ropa de Derek, papá que parecía echarlo... No, literalmente le decía " te vamos a extrañar mucho, adiós adiós" y el todavía no sé subía al auto.

Cuando se despidió de mí tengo que admitir, solté algunas lagrimitas de hermanita menor. Con Guilbert las cosas eran diferentes por la gran diferencia de edad pero Derek? Apenas tiene 22 añitos, yo en cinco años lo alcanzaría y estoy segura de que mi culo seguiría plantado en esta casa, teniendo a mamá gritando todos los días que haga algo por mi vida. Ay Jesús si me escuchas no permitas que eso pase.

Antes de entrar a casa crucé por el cerco de Hanna, para saludarla.

- Triste despedida ¿Eh? -sonrío con timidez.

-Si, supongo que algún día pasaría. ¿Qué tal estás? - pongo mis manos en mis bolsillos traseros. Sí, mi inconciencia estaba tratando de ser sexy, y coquetear indirectamente.

-Bien ¿Y tú? Tienes cara de "mantenme, es domingo "

Reímos. Oh, qué jodida estoy. Si mi inconsciente trataba de hacer lo que sea que está tratando de hacer para ganar pierde por destreza porque con solo verla apoyarse en la cerca y doblar su cintura como toda una modelo, es para mí la chica más linda del universo.

-Maaarioon... -cantorrea para llamar mi atención. Mierda, me quedé observándola como acosador, qué pena por favor.

Reí.

- Sabes. . . Em . . . ¿Me preguntaba si querías ir a comer algo hoy en la tarde?

¿QUEEE? ¿Por qué dije eso?

Bueno, ok. Es una tontería. Solo son dos amigas yendo a comer algo juntas.

- Claro. Invitaré a los chicos.

-Cool.

¡Buuuuuh!

-Bien. Te veo más tarde entonces.

-¡Kara Hanna Lara! ¿Qué te he dicho de dejar tus calcetines sucios en el baño!?

-¡MAMÁ!! - Se gira. -Lo siento, Mar. Tengo que ir a matar a mi madre. -Dice y va hacia su casa.















Hola persona uno o dos, quien sea que se estee enganchando con este libro, aquí no me pude aguantar y subí otro cap.

Mi Dulce HannaWhere stories live. Discover now