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Cerré mi casillero luego de mi penúltima clase del día. Solté un suspiro al viento. Ahora tocaba esa maldita clase otra vez. Y digo maldita porque últimamente todo lo que hago es ver a Hanna y lo bonita que es, estoy atrasada en química. Realmente lo estoy.

Entré a la sala y saludé a mis compañeros. Hanna se sentó con un amigo así que hoy no estaríamos juntas y me preguntaba si lo que pasó ayer en la noche tuvo algo que ver

Miré al frente y esperé a que llegara el profesor. Todo luego de eso transcurrió normal.

El bendito timbre me sacó de ahí luego de unos 45 minutos, Michelle se acercó a mi en los pasillos.

— ¡Marion!— me abraza un tanto

—Hey ¿Por qué tan feliz?

—¿Vienes al viaje de Drew? Mamá ya me dió permiso—Aprieta sus libros en su pecho. Luce ilusionada.

— Eh... ¿Si? ¿Y por qué tan feliz?

—Despues de taaanto tiempo. Mi mamá y mis hermanos fueron a la casa de mi abuela para estas vacaciones. Yo les dije que había un viaje y podría ir, realmente no creí que dirían que si y luego !bum! Aceptaron. Así como así.

—Mhm... Sospecho que está felicidad se debe a una tal personita. — me burlo. Ella se sonroja y me empuja caminando fuera de los pasillos.

—Shhh... Tranquila, ya sabes. Comida, películas, juegos... quizáaaaas....—Pongo mala cara.

—Quizas algo de alcohol, solo un poco. —dice rápidamente antes de que me enojara.

Continuo con mala cara.

—Por favor! —Camina hacia atrás frente a mi— Además fue idea de Gemma, y traerá a sus amigos. O solo dos.

¿Gemma?

Ya veo.

Cómo es que ellas dos siquiera se hablan, jamás las he visto. Ocultan muy bien lo que tienen. 

—Ok —Sonrío y ella frena su paso.

—¿Ok?

—Si, ok. 

—¿Así nada más? 

—No insistas que me arrepiento.

—No,no,no. Está bien. —nos detenemos. —Te veo más tarde entonces —Me abraza un poco. —Uh, allí viene tu chica.

Luego de eso se aleja y siento el perfume inconfundible de Hanna.

—Hola, Cielo. —giro y sonrió a mirarla

—Hey, se te hace costumbre el apodo.— me acerco a darle un beso en la mejilla pero se atrevió a correr su rostro y robarme un beso. Me sonrojé. —¡Hey! —fingiendo enfado.

Su risa hace temblar mi corazón. —Te ves muy linda hoy. —hace una pausa para observar mis ojos. —Perdon por no sentarme junto a ti.

—N-No te preocupes. Blanca es una buena compañía. —menciono a mi compañera.

— ¿Debo preocuparme por la tetona? — niego y ella sonríe — ¿Iremos al viaje? —pregunta cuando llego al comedor.

—Si

—Que bien. —Toma de mi mano luego que cargué algunas cosas para comer.

Me pongo nerviosa. El colegio entero nos observa. O eso siento.

—Es algo especial. —dice y lo miro con curiosidad. —Digamos que... Te tengo una sorpresa. —Siento su pulgar que acaricia mi mano.

Trago saliva. Aún siento ojos sorprendidos y algunos murmullos. No soy popular pero Hanna ciertamente lo es y que tome mi mano me llena de una felicidad plena que me genera ganas de gritar, como si un gran globo estuviera atascada en mi pecho a punto de explotar.

Mi Dulce HannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora