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3/3 fin del maratoncito jeje pero vuelvo el domingo q viene, disfruten!





Con el alma en pena fui hacia adentro a buscar algo más para tomar. Caminé entre la gente y logré llegar hasta la cocina. El piso ya estaba estaba sucio con pisadas por todos lados. Ya habían tirado líquido. Envolturas. Platillos de plástico con comida sin terminar.

Saqué un energizante. Tal vez eso subiría los ánimos. El alcohol no era un buen compañero para mí. Y si llego con olor a casa , mamá no me dejara ir a esas vacaciones. Que ahora que lo pienso. No me siento tan motivada para ir.

Hanna.

¿Dónde estás?

¿Lo estás besando , verdad?

No puedo concebir la idea. Me vuelvo loca.

— Hey — cerré el refrigerador. Allí estaba ella con un vaso a medio cargar. Su semblante bonito y cálido. Me habló.

Sí! Me habló! Dios. La abrazaría justo ahora. Mis brazos me ruegan sin parar.

— Hey — sonreí .

— ¿Me pasas una cerveza? — Asentí y me metí a buscar una. La más fría. Se la entregué.

— ¿Hablaste con Nicole? Creo que siente algo por ti también.

Caminó hasta la ilsa de la cocina y apoyó su espalda allí. Su abdomen estaba a la vista de mis ojos pecadores.

— No. No hablé con ella.

— ¿Por qué? Te arrepentísite — rió.

Una risa falsa.

— Hanna. Nicole jamás me gustó. Era una mentira.

Se quedó callada. Se acercaron al refrigerador para sacar más cervezas.

Otra vez quedamos solas.

— Claro — caminó hasta mi pero luego pasó por alado. — Que te diviertas.

— Hann — volteó a ver el agarre en su brazo. No estaba de humor al parecer. La solté.
— Te digo la verdad, Hanna. Solo lo inventé para que dejaras de insistir con eso.

— Bien. 

suspiré rendida.

Ella se marchó y pude ver cómo le entregaba la cerveza a Jota. Ambos se quedaron otra vez allí. Charlando.

Me fui hacia delante y golpeé la pared con bronca. Obviamente con mi palma, no quería dañar mi mano.

La cocina aquí estaba un poco desolada. Habían dos o tres charlando y una pareja besandose. Los amigos de Gemma ya me tenían de bartender.

No puedo parar de imaginar que Hanna está a punto de cumplir lo que dijo. Y me molesta tanto que juegue de esa manera ¿Qué le pasa? Estoy harta. Harta de todo su coqueteo indirecto. ¿Que quiere de mí? ¿Volverme loca?  No sé cómo llegaré a reaccionar si veo algo como eso.

Voy a morir.

Entré y me dispuse a estar con los chicos. Ignoré el hecho de que Hanna se pasó literalmente toda la noche pegada a Jota. No sé de qué tanto hablaban. Tenía la yugular llena de todo el odio posible. Una tal Nicole tratando de ligar conmigo. Que no paraba de hablar de sí misma y todo lo que hace. Dios, era de las peores noches de mi vida. Probablemente Michelle este igual o peor que yo.

Mi Dulce HannaWhere stories live. Discover now