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Cerré el casillero y tomé los libros de historia. Un día como hoy lo tenía todos los dias pero este en específico era especial porque iría a casa de Hanna otra vez para estudiar. Claro que si. Estudiar. No es que quisiera que pasaran otras cosas.

Cómo les decía justo cerraba mi casillero. Estaba haciéndolo lentamente para ver si aparecía la susodicha castaña hermosa de ojos miel pero aún no la he visto y me está preocupando. Suelo verla antes de entrar a clases.

Seguí mi rumbo por el pasillo repleto de estudiantes igual que yo. Me molesta tener que pasar por este lapso todos los días. Siento que todo el mundo tiene sus ojos puestos en mi y por más egocéntrica que sea eso me incómoda de igual forma. Además se que lo hacen por mi orientación.

—Mar — Al fin. Esa voz.

—Hola Han. — sonreí abiertamente. — Ya te estabas tardando.

— Jota pasó a buscarme, sabías? Creí que Michelle venía contigo. — Pestañeo confundida.

Con que por eso no la vi en la mañana.

— oh... Ya veo.

—Hola chicas. ¿Van a clases?

Hablando de Roma.

—Hey Jota. Si. Justo preguntaba dónde te habías metido.

¿Ok? Estoy un poco celosa.

—Ow. Fui a comprarte unos dulces. — se apegó a su lado y tomó de su brazo. Le entregó una bolsita con golosinas y mi chica la tomó toda contenta por supuesto.

Mi chica no es, porque está en sus brazos.

Argh... que rabia

—Esta tarde iremos al cine con Hanna. ¿Te parece prestarmela? ¿O quieres venir?

—Pero Hanna no me avisaste. Tenemos mucho que hacer. — espete molesta con los celos implícitos.

—Si. Lo siento. Olvidé el estreno y le prometi a Jackson ir. Pero puedo estar en tu casa luego de la película. 

—Claro. Yo no estorbaré. Lo prometo. — añadió el. Hanna se alejó de sus brazos y me miró con ternura. Me sonrojé. Creo que quiere demostrar que no hay nada de que preocuparse.

—No. Está bien. Nos veremos mañana.

Dejé de hablar para cruzar la puerta del salón y dejarlas a ambas atrás.

Por supuesto que estaba molesta. Es evidente que no estoy bien con esto. No por la parte que se van a ver esa tonta película si no en esa donde yo ni siquiera estaba enterada, es decir, no me importa, no debería de importarme pero en realidad si lo hace porque hay todo un drama detrás ¿Ok?

Hanna cruzó rápido por mi lado y se sentó antes que yo a la mesa. Jackson me detuvo y susurró en mi odio.

—¿De verdad no te molesta?

Habían dos opciones en ese momento para responder.

A. NO TE ATREVAS A TOCARLA ES MI NOVIA

B. no, para nada.

Por supuesto no son viables ninguna de las dos pero teniendo en cuenta que fue muy poco lo que Hanna y yo hablamos de nuestros sentimientos y que -tampoco estoy segura si está bien con lo nuestro de manera pública- No puedo arriesgarme a exponerla de ninguna forma. Aceptaría que este luchando por salir del clóset y tiene todo el derecho del mundo para afrontarlo a su debido momento, es por eso que no me siento en la libre posición de decir algo justo ahora.

Mi Dulce HannaWhere stories live. Discover now