🎃Especial Halloween 🎃

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Tik-Tok Tik-Tok

Es un sábado 31 de octubre del año 2020, hay mucha gente fuera de sus casas comprando cosas con sus amigos  o llevando a sus hijos a recoger dulces con sus disfraces puestos. Los padres toman de la mano a sus niños y los llevan de casa en casa pacientemente mientras se divierten entre ellos. Los jóvenes se iban de fiesta a las casas de amigos y los adultos solteros iban a cenas amistosas; sin embargo habían quienes aún tendrían que trabajar tristemente.

Shiota Nagisa era un estudiante de escuela superior, tenía 17 años y desafortunadamente tiene que trabajar este sábado. Sus padres son divorciados por lo que sólo vive con su madre pero ella decidió salir a una cita con sus amigas dejándolo sólo. A pesar de que aún es joven debe ir ahorrando si quiere entrar a una buena universidad ya que no viene de una familia rica. Su trabajo no era algo del  otro mundo, para algunos era fácil e incluso muy divertido. Solo tiene que cuidar al hijo de una familia rica, llevarlo a pedir dulces y luego ponerlo a dormir. ¡Despues de eso incluso podría ver televisión y comer lo que quiera en esa mansión!

Para Nagisa, que quiere ser maestro es un buen momento para practicar su cuidado en niños. Pero aún así se siente desanimado, ¡el quería ver el maratón de su serie favorita! ¡Un especial de Halloween estaba incluido al final, bah!

Sin embargo ya los padres del niño le dieron el trabajo y la dirección junto a la hora a la que debía estar allí, no podía simplemente quedarse en casa. De igual forma sentía pena por el niño al que cuidaria, sus padres lo dejarían con un extraño en la noche de Halloween dejando que ese desconocido lo lleve por todo el barrio. Cualquier pervertido podía llevárselo y nunca regresarlo a casa. La información que le habían pasado del niño era simple: se llama Karma, tenía 9 años, su cabello es rojo y sus ojos son de un hermoso color dorado pálido.

El joven dio un largo suspiro frente a su espejo mientras se observaba, su cabello celeste claro le llegaba un poco más arriba de los hombros, un par de ojos como zafiros grandes y brillantes, piel pálida y un cuerpo delgado. Vestía un pantalón largo de color marrón claro y un suéter ancho de color lila junto a unos zapatos deportivos de color blanco sucio. No sabía combinar muy bien su ropa pero pensaba que el conjunto que había escogido estaba bastante bien para llevar a un niño por ahí. Con una pequeña sonrisa en sus labios se recogió el cabello en una coleta y partió hacia la casa de la familia Akabane.

Le tomó alrededor de 30 minutos llegar a la residencia en un taxi y otros 10 en caminar desde la entrada hasta la casa. Se detuvo en una casa grande de 2 pisos color crema pálido, habían leves decoraciones en la entrada y paredes tales como: telas de araña, huesos falsos, huellas de sangre seca y un cristal de la casa estaba roto. No sabía si era parte de la decoración o si simplemente lo rompieron sin querer y lo aprovecharon. A pesar de que la casa era muy hermosa y todavia quedaba algo de luz de sol está daba una vibra bastante aterradora.

Tocó la puerta suavemente dos veces mientras trataba de mirar por el cristal de esta misma, poco después una mujer pelirroja le abrió con una sonrisa alegre en sus labios. Pero habia un problema, sus ojos no parecían coordinar con sus labios para nada. Estos ojos color verde estaban opacos y tristones haciendo que su hermoso rostro se viera desolado.

-Bienvenido, usted ha de ser Nagisa ¿me equivoco?- su voz sonaba totalmente monótona sin ningún rastro de alegría dándole al joven un escalofrío tan pronto sono.

-Si señora, soy Nagisa- se presentó reteniendo el leve escalofrío que le acababa de dar- ¿llegue muy temprano?- preguntó evitando la mirada de la mujer.

Duality + Nagikaru +Where stories live. Discover now