- jamás me escondas algo así, ¿entendiste?- habló serio mientras acercaba aun más el delgado cuerpo al suyo, recibiendo un asentimiento frenetico en respuesta.
El mayor solo podía dejarse abrazar y llorar en el reconfortante pecho de su amigo, no entendía... ¿Porque es así? No deberia llorar, no cuando se supone el es quien salvaría a su pelirrojo del dolor. Pequeños hipidos salían de sus finos labios a la par que sus lágrimas bajaban de forma lenta, ya se estaba calmando. Se acomodó mejor en los brazos ajenos y hundió su rostro en su pecho, oliendo suavemente ese delicioso aroma a fresas tan característico de su amigo. Sentía las caricias del pelirrojo en su cabello y la mano que lo mantenía fuertemente agarrado por su cintura, estaba feliz a pesar de todo... Feliz de vivir ese momento tan hermoso junto a su amado. Pero no todo dura para siempre, el timbre sonó haciendo saber que ya era hora de entrar a los salones, pero el no quería ir. El quería quedarse ahí, en esos brazos que le daban calor.
Con suavidad limpio sus lágrimas con cuidado de no lastimarse y se separó del pelirrojo. Sus azules ojos se encontraron con los cabrisos ojos del menor quien lo miraba con preocupación y enojo, así se quedaron por minutos mirándose el uno al otro. No tenían intenciones de separar sus miradas pero un segundo timbre los saco de su ensoñamiento. El peliceleste se levantó con dificultad y espero a que su amigo hiciera lo mismo, pero no fue así. El pelirrojo no se levantó, ni siquiera se movió del lugar en donde estaba... Sólo lo miraba a él sin hacer nada más.
-Karma, debemos irnos- habló en un susurro lo suficientemente alto para que su acompañante lo oyera - hay que entrar a clases- sonrió dulcemente esperando que sus palabras lograrán algo en el menor.
-...- silencio, un largo silencio- no- con esas palabras se levantó, tomó la mano del menor y comenzó a caminar hacia la salida arrastrando al pobre chico.
El mayor no le dijo nada pues el no quería entrar a clases tampoco, estaba nervioso de lo que sucedería ahora que el chico que ama vio sus heridas pero confiaba en que no lo dejaría. Luego de muchos minutos caminando llegaron a un pequeño parque, uno que el de baja estatura no conocía. Ahí el pelirrojo se sentó en el césped bajo la sombra de un árbol y dio palmadas en el suelo a su lado dando a entender el mayor que se sentará junto a él. Esta vez quien recosto la cabeza en el hombro del otro fue el peliazul, era la primera vez que hacía algo tan descarado sin primero pedir permiso.
-¿No dirás nada?- preguntó nervioso el mayor, pensando lo peor.
-Lo sé- unas simples palabras confundieron al de cabellos celestes.
-¿qué?- preguntó nuevamente sin entender el que sabía el menor, no entendía nada o mas quien no quería entender nada.
-Se el porque estas así, sólo hay una posible explicación- comentó en un tono serio sin llegar a ser cortante y tras una leve pausa volvió a hablar- no te metes con nadie, no tienes enemigos y tu actitud es muy tímida o mas bien nerviosa- continuó hablando mientras miraba una flor junto a él.
-¿es tan obvio?- cuestionó el mayor otra vez, con una sonrisa triste posada en sus labios mientras tomaba el brazo ajeno.
- Demasiado diría yo, en especial para mi... Enano- trato de alegrar un poco el ambiente con ese "insulto" hacia su acompañante lograndolo puesto que le sacó una pequeña risa.
-ya estoy bebiendo leche... Pronto creceré- bromeó junto a él, dejando que la suave brisa moviera su cabello y su sonrisa se extendiera.
🦊
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Heyaa~
Perdonen la tardanza pero es que 2020 no está para nada fácil y creo que con como van las cosas nos vamos a poner al día con la fecha el fic xD
Quería subir esto ya que llevo casi 3 meses sin actualizar además de que por fin termine los 20 trabajos que me dieron, antes de que me dieran más quise que esto estuviera listo (aunque ya me dieron 5 tareas jaja)
Espero todos esten bien y no estén por ahí sin cuidarse ah
